CRISTINA LÓPEZ-TREJO DÍAZ
THE ROSALES. SETTLEMENT IN GRAN CANARIA OF A JEWISH FAMILY.
Resumen
La
familia judeo conversa Sevilla Rosales se establece en Gran Canaria en 1501
contribuyendo al desarrollo de una nueva sociedad que comenzó a gestarse bajo
las normas del reino de Castilla.
Abstract
The convert Jewish family Sevilla
Rosales settled in Gran Canaria in 1501 contributing to the development of a
new society that began to take shape under the rules of the kingdom of Castile.
Palabras claves
Inquisición,
judeoconverso, cristiano nuevo.
Key words
Inquisition,
convert jews, new Christian.
Siglas y abreviaturas:
AA: Archivo de
Acialcázar. AEA: Anuario de Estudios Atlánticos. AMC: Archivo El Museo Canario. AGAS. Archivo
General de Andalucía,Sevilla. A.H.D.C: Archivo Histórico Diócesis de Canarias.
APNS: Archivo Protocolos Notariales de Sevilla.
INTRODUCCIÓN
Tras
casi un año de asedio a Sevilla, en noviembre de 1248 las tropas castellanas
del rey Fernando III conseguían la rendición del caíd Axataf y la consecuente
expulsión de los musulmanes. La ciudad se organizó en 27 collaciones o barrios
cuyas gentes, traídas de Castilla, hacían sus vidas en torno a una iglesia
concreta lo que aseguraba una red de consejo espiritual para sus habitantes.
Dentro de cada collación quedaban insertados los barrios tipificados por una
actividad económica, por una etnia o nacionalidad (sederos, artesanos,
financieros, toneleros, genoveses, etc.). Muchos judíos de Toledo y de otras
partes de Castilla, se trasladaron a Sevilla, recibiendo bienes raíces de
repartimiento. Pronto, los judíos comenzaron a tener fama de atesorar fortuna
pero la convivencia con los cristianos era de cordialidad. En el siglo XIV se
instala en Sevilla, Ferrán Martínez nombrado arcediano de Écija y conocido por
su antisemitismo. Tenía un plan, acabar con los judíos para lo cual se atribuyó
la jurisdicción de la judería en la archidiócesis de Sevilla donde no solamente
incitaba el antisemitismo a los cristianos sino que también urdía maniobras para
acusarlos falsamente de fechorías.Durante años Ferrán Martínez fue calentando
el ambiente contra los sefardíes. La corona le reprendió severamente varias
veces pero Ferrán no solo no hizo caso sino que avivó el odio antisemita en la
población. En 1390 falleció el rey Juan I y poco después el arzobispo. Su
sucesor Enrique III era solo un niño de once años por lo que se producía un
vacío de poder. El cabildo catedralicio nombra vicario a Ferrán el cual
aprovechó su poder para quemar sinagogas y expoliar a los judíos. Los sermones
del vicario habían calado bien en la población, el antisemitismo se respiraba
en la ciudad y pronto se producía un levantamiento ocasionando la muerte de
miles de sefardíes. Los movimientos violentos se propagaban por Castilla y por
Aragón. En 1394 cubren la vacante de arzobispo con el nombramiento de Gonzalo
de Mena y Roelas. Para ese entonces el joven rey ya ejercía sus funciones.
Ferrán Martínez era encarcelado pero ya el daño estaba hecho. El odio
antisemita de la población crecía a pasos agigantados convirtiéndose en un
pogromo o linchamiento multitudinario contra los judíos, quemando sus casas,
expoliando sus bienes y siendo víctimas de asesinatos sin compasión que se
extendía por todas las ciudades del reino. Para restablecer el orden se obligó
a los judíos a cristianizarse. Una gran mayoría se bautizó cambiando su nombre
por otro cristiano pero si bien algunos abrazaron la nueva religión, otros
continuaron ejerciendo sus creencias en la más estricta intimidad, eran los
llamados cripto-judíos. Muchos de estos “cristianos nuevos” volvieron a
incrementar su patrimonio económico llegando algunos a constituir linajes de
importancia como los Marmolejos que llegaría a ser toda una saga de escribanos
públicos. Otros conversos conservarían sus funciones de prestamistas,
arrendatarios de rentas, comerciantes, etc. Pero el pueblo ya no se fiaba de
ellos y sospechaba del criptojudaísmo que podrían estar ocultando. Así en el
siglo XV el problema de los judíos se sustituyó por el de los conversos.
A
mitad del siglo XV Enrique IV es proclamado rey de Castilla el cual si bien al
principio se caracterizó por ser el gran valedor de los intereses de los
cristianos viejos, sin embargo con el tiempo comenzó a mostrar preocupación por
la situación de los judíos ante la polémica suscitada sobre si éstos siendo
conversos, podrían seguir manteniendo puestos en las administraciones. Lo
cierto es que los conversos se iban convirtiendo en un sector social cada vez
más reprimido que continuaban recibiendo violentos ataques. Los cristianos
nuevos decidieron defenderse buscando en muchas ocasiones la protección de los
poderosos. En 1473 más de cuatro mil judíos se refugiaron en Gibraltar y otros tantos en el condado de Niebla, fortalezas del
duque de Medina Sidonia, un judío converso cuyo título nobiliario fue otorgado
por el rey Juan II por sus servicios a la corona. Juan Alonso de Guzmán, III
duque de Medina Sidonia proporcionará en 1495 a Alonso Fernández de Lugo más de
mil hombres comandados por Bartolomé de Estupiñán para la conquista de Tenerife
que luego cobró en esclavos guanches y tierras en la isla conquistada. Otros
conversos huyeron a Flandes o a Italia. Faltaban dos años para comenzar la
conquista de Gran Canaria, primera de las islas realengas donde llegaran los
castellanos con sus armas,1478 el mismo año en que Isabel y Fernando instauraban
la inquisición en el reino de Castilla[i] con el
fin de perseguir a los judíos conversos que seguían practicando su religión a
escondidas. En Sevilla comenzará a funcionar en 1481 de la mano de su
arzobispo, Pedro
González de Mendoza. Con la ayuda de los “familiares”, una especie de policía
fanática, el Santo Oficio estuvo en activo hasta 1834. En 1491 los reyes
católicos expulsan a los judíos. Muchos de ellos huyen a Portugal y otros al
norte de África. No está muy claro que los judíos expulsados se refugiaran en
Canarias. Por aquel entonces de las islas realengas solo estaba conquistada
Gran Canaria. Tampoco hay documentación que nos invite a pensar que hubo una huida
de judíos a América desde Canarias por persecución inquisitorial.
La
conquista de Gran Canaria (1478-1483) que se produce mientras se instaura la
Inquisición en Castilla, será sufragada en gran parte por los ingresos
confiscados por el Santo Oficio a los herejes, en Sevilla. Entre los
conquistadores venían conversos comenzando por Pedro Fernández de Algaba,
contino real y veinticuatro de Sevilla. Muchos de los hombres de las compañías
que llegaron a la isla eran judíos y/o conversos. En cuanto a la conquista de
las islas de La Palma y Tenerife (1492-1496) se produce en uno de los momentos
más duros de persecución antisemita. Por ello un gran número de hombres se
enrolan en las carabelas con el fin de huir de los rigores de la Inquisición.
No obstante, los que sobrevivieron a las batallas terminaron regresando a su
tierra una vez terminada las duras contiendas.
A
finales del siglo XV las islas de Realengo recibían pobladores de la península
y de Europa muchos de los cuales se unían en matrimonio con las indígenas. Era
el embrión de una sociedad mestiza en crecimiento.
En 1505 se nombra al primer inquisidor de Canaria, Bartolomé López
de Tribaldos quedando establecido el Tribunal de la Inquisición en las Islas
con sede en Las Palmas y dependiendo del Tribunal de Sevilla debiendo enviar
los procesos a la ciudad andaluza hasta 1567 en el que se independizó con Diego
Ortíz de Funes a la cabeza. Hasta 1525 el Tribunal tuvo escasa actividad quizá
porque no había un excesivo número de conversos o porque muchos de ellos ya
habían perdido las costumbres de su religión original. En ese año se nombra un
nuevo inquisidor. Martín Jiménez que era chantre de la iglesia de Canarias
desde 1521. Previamente había ejercido de fiscal del Tribunal de Toledo. Era una época en la que los plenos poderes que tenían los gobernantes
en las islas realengas topaban con los de la Inquisición. Por otro lado, la
iglesia canaria ejercía su jurisdicción en el campo que investigaba la
inquisición.
Las actuaciones del chantre van a generar tensión entre el Santo
Oficio, algunos miembros del Cabildo Catedral y la élite política. Jiménez
actuó de manera más beligerante que su antecesor sobre todo en la caza de
conversos y hechiceras consiguiendo que en el breve tiempo que estuvo aumentaran
las causas de fe por mahometanismo y judaísmo. En 1526 celebra su primer
auto de fe[ii], a los conversos y "herejes" que habían informado de su
genealogía ante el Santo Oficio obligados por un edicto del inquisidor . Con ello se conseguía un buen censo de la
población que no seguía las tradiciones cristianas desde antaño.
Auto de fe.Francisco Ricci. 1683.Museo del Prado. |
LA FAMILIA ROSALES
En
1501, dieciocho años después de su conquista, llegaba a Gran Canaria como
poblador Fernando de Sevilla. Habían pasado veinte años desde que se instaló
la Inquisición en la capital hispalense. Era reconciliado e hijo de Alvar González el cual era ya difunto
en 1494.
Su
hermano Diego de Sevilla vivía en la
collación de San Ildefonso ejerciendo de arrendador y vinatero según testificó ante
la Inquisición en Canarias, su sobrino Bartolomé Rosales el 22 de septiembre de
1525. Casado con Leonor Fernández de Sevilla, reconciliada e hija del buhonero
Gonzalo Rodríguez. Lo cierto es que repasando el listado de judíos conversos en
Sevilla entre octubre de 1494 y julio de 1495 parece que habían muchos Diego
de Sevilla lo que lleva a confusión. Parece que toda la familia vivía en la
misma collación de San Ildefonso. En su tesis doctoral, Luis Alberto Anaya
habla de un Diego de Sevilla que era mercader y que trataba con las Islas desde
1463 participando en las filas de Diego de Herrera luchando contra los canarios
en la fortaleza de Gando. También mercadeaba con los aborígenes a los cuales
apresaba y vendía en Sevilla. Fuera o no el hermano de Fernando de Sevilla ya
estaba fallecido a principios del siglo XVI.
FERNANDO DE
SEVILLA
vivía en la misma collación que su hermano Diego, ubicada al Sureste de Sevilla.
Era mercader y mesonero de vinos. Llegó con dos de sus hijos y su mujer LEONOR ROSALES, reconciliada e hija de
Juan Rosales.
Ambos
tenían una hermana, Constanza Rodríguez
casada con Diego Sevilla Garbanzuelo,
reconciliado en 1494 e hijo del también sedero Gonzalo González. Ellos
permanecieron en Sevilla. Una nieta, Catalina de la Cruz casaría en Sevilla con
Mateo de Almonacid, escribano real. Algunos de los escribanos de Sevilla
formaron verdaderas dinastías como los Almonacid[iii] que
durante más de un siglo van sucediéndose en los puestos de escribanos públicos
de Sevilla.
Volviendo
a Fernando de Sevilla y Leonor Rosales, cinco años después de
su llegada a Gran Canaria, un 20 de octubre de 1506 acuden al escribano Diego
de San Clemente para otorgarle un poder a su sobrino Álvaro de Sevilla que en
ese momento se encontraba en la isla para demandar, pedir, aver, cobrar y
recibir oro, plata, trigo, vino y otras qualesquier cosas, así en Sevilla como
en otra cualquier parte, y para otorgar documentos y parecer ante el Rey y todas
las Justicias en razón de lo dicho[iv].Fernando falleció en 1518 y Leonor
Rosales en 1509. Ambos fueron enterrados en la catedral de Canarias.
Fernando y Leonor
Rosales tuvieron al menos seis hijos:
1.-ISABEL ROSALES. Vecina de Sevilla y casada con Cristóbal de Marmolejo[v].
Su hijo Francisco de Marmolejo, estante en Gran Canaria aseguró en su
testificación ante la Inquisición en 1525[vi] que su padre era hijodalgo del
solar de los Marmolejos de Sevilla, sin embargo hay quienes aseguraban que esta
familia era conversa desde 1391.
Isabel
Rosales falleció en Sevilla y según la testificación de su hijo, fue enterrada
en el monasterio de San Francisco, en la capilla de
los Marmolejos. Suponemos que se trata de la Casa Grande de San Francisco que
fue el primer convento franciscano de Sevilla demolido antes de 1843. Según la
doctora en historia del arte, Matilde Fernández Rojas, durante los
siglos XIV y XV varias familias ricas y nobles fueron enterradas en capillas y
diversas zonas del templo. Tuvieron capilla propia en la iglesia para sus
enterramientos: los Anríquez desde 1305, los Manzanedo desde 1339, los
Marmolejo desde 1370, los Martínez de Medina desde 1376 y los Cáceres desde
1417.
Francisco de Marmolejo, hijo de Cristóbal e Isabel
llegó a Gran Canaria y vivió en Gáldar.
2.-INÉS ROSALES. Según
declaraciones de su hermano Bartolomé[vii], no
era reconciliada. Casada con Martín de Gatica, vecino de Jerez. Originalmente
cuando la conquista de Jerez en 1290 habían cuatro personajes apellidados
Gatica, un linaje que acabaría siendo uno de los más caracterizados de la
aristocracia jerezana del siglo XV. Todos recibieron repartimientos en la misma
collación de San Dionisio. Una rama de la familia de Martín Gatica estuvo
emparentada con los Carmona de Jerez a través del matrimonio de María Gutiérrez
de Gatica con Pedro Carmona. La comunidad judeo-conversa de Jerez durante el
siglo XV contó en el gobierno local con algunos grupos familiares como los
Carmona durante más de medio siglo hasta que llegó el Santo Oficio a la Ciudad
de Jerez en 1480 y procedió a condenarlos, confiscar sus bienes y quemarlos en
la hoguera. Pedro Carmona y María Gutiérrez de Gatica fueron condenados por la
Inquisición perdiendo sus bienes. Una de sus hijas, Elvira Gutiérrez Gatica
casaría con Martín de Vera, hijo del conquistador de Gran Canaria, Pedro de
Vera.
Inés,
según testificación de su sobrino Francisco Marmolejo[viii]
falleció en Gran Canaria.
3.-CATALINA
ROSALES. Nunca
estuvo en Canarias. Casó con Alonso de Villa Real, mayordomo del obispo de Jaén,
provincia en la que vivieron.
4.-HERNANDO
ROSALES.
Según la declaración de su hermano nació sobre 1504 y vivía en su hacienda de
Firgas. Reconciliado. En 1525 no estaba casado.
5.-BARTOLOMÉ
ROSALES, reconciliado, natural de Sevilla avecindándose en
Gran Canaria en 1501. Ante el edicto del inquisidor Martin Jiménez para
que todos los conversos se presentaran a declarar su genealogía, Bartolomé por
alguna razón no lo hace personalmente. El 22 de septiembre de 1525 envía a
Rodrigo de Palma quien declara por él. En su testificación[ix] afirma
que tiene veintinueve años por lo que llegó a Gran Canaria con apenas cinco
años de edad. En ese momento no estaba casado y no tenía hijos.
6.-ANTONIO
ROSALES. Testificó
el 27 de septiembre de 1525[x] ante el inquisidor afirmando que era natural de Sevilla y que en ese
momento tenía veintisiete años por lo que debió nacer alrededor de 1498. Llegó
a Gran Canaria en 1501 con tres años de edad. Dijo no ser reconciliado. Casado
desde hacía dos años y medio con CECILIA
DE TROYA, nacida en Teror en 1507 e hija del canónigo Juan de Troya.
En
1496 llega a Gran Canaria el canónigo gallego Diego de Muros[xi] para
tomar posesión como obispo de Canarias (1496-1506). Le acompañaba en su séquito
su ama Úrsula de Troya y sus hijos Constanza, Juan y Diego de Troya
los cuales llegarán a ocupar puestos de relevancia en la Diócesis.
Juan
de Troya, comisario general de la Santa Cruzada, fue nombrado[xii]
canónigo de la Iglesia Catedral de Canarias el 13 de diciembre de 1507 por
fallecimiento de Diego de Cazorla. Se avecindó en Teror donde ejerció de
sacerdote en la iglesia de Nuestra Señora del Pino acrecentando sus bienes con
repartos de tierras del lugar. De la casa cuidaba su barragana Antonia Ramírez, hija del sevillano Diego
Ramírez y de indígena canaria, con la que el canónigo tuvo al menos seis hijos
y cuya paternidad nunca ocultó siendo tan solo amonestado por la Inquisición en
1524. Sin embargo Antonia Ramírez se llevó la peor parte siendo paseada en un asno por las calles con el sambenito y posteriormente
encarcelada para servir de ejemplo a la moral, supongo que de las mujeres de la
época. En realidad a Juan de Troya, hombre muy poderoso no le reprenden por su
amancebamiento con la ama sino por la ostentación que hacía de su familia. Antonia
Ramírez era nieta paterna de Andrea de Odon que pertenecía a una ilustre
familia de genoveses parte de la cual estaba adscrita al albergo[xiii]
de los Cigala a partir de 1528 y otra parte al de Gentile. Hijo del gran
jurista genovés Giovanni de Odone, conde palatino y cavaliere aurato[xiv]
y de Bertina, los cuales vivían en el distrito de Gentili junto a sus hijos
Peretta, Andea, Luis, Paolo, Rafaele, Simone y Luigi[xv].
Andrea de Odone (Odon, Hodon en España) se mudó a Sevilla con su hermano Luis, siendo
nombrado arcediano de Reina y canónigo de la iglesia catedral de Sevilla.
Encontramos a Odone como árbitro junto a Francisco de Riverol ante la sociedad
comercial que ponen en marcha los genoveses Francisco de Palomar, Mateo Vigna,
Nicolao Angelat y Guillermo de Bianco con el fin de prestar dinero a Alonso de
Lugo para sufragar la conquista de Tenerife.
En cuanto a Constanza
de Troya, su relación amorosa con el conquistador vasco Juan de Civerio
Mujica, uno de los primeros regidores de la isla, le valió para que tanto ella
como sus hermanos gozaran de buenos repartimientos en Teror.
De la relación entre Juan de Troya y Antonia
Ramírez[xvi]
hubieron al menos seis hijos entre ellos a:
A.-Úrsula de
Troya
casaría con Jerónimo Portes/Portel,
hijo de Juan Portes/Portel Castellano y de Beatriz Afonso. La hija de ambos,
Jerónima, casó en 1565 en el Sagrario con Pedro de Azuaje, hijo de los
genoveses Damián de Azuaje (Soaggi) y Jerónima Lercaro, propietarios de tierras
y un ingenio azucarero en Lairaga y en Moya. Damián de Azuaje firmará junto con
Hernando de Padilla (suegro de Leonor Rosales y dueño de otro ingenio en Moya)
un contrato con
Juan Rodríguez para que éste abra un camino que
suba hasta Moya y desde allí puedan transitar las animales de carga hasta Layraga
y Tres Palmas[xvii].
B.-Estebanía
de Troya,
casada con Alonso Álvarez, hijo del
portugués Lope Esteves y María Hernández. Su hija Jacobina por su consorcio matrimonial
con el vizcaíno Miguel Arencibia Galdona, será la predecesora de una larga saga
de Arencibias que llegarán hasta la actualidad.
En
el censo de 1595 de Teror aparece Jacobina ya viuda de Miguel Arencibia. Viven
con ella sus hijos Melchor, Juan, Serafín, María, Cecilia y dos esclavas
nombradas Antona y Ana. Su hijo mayor, el capitán Baltasar Arencibia dirigió la Compañía de Teror en las batallas contra los holandeses
capitaneados por Van Der Doetz en 1599, tomando una de las banderas de los
invasores y ordenando que se adornara con una imagen de la Virgen del Pino[xviii].
Estaba casado con María Alarcón Colombo, hija de Mateo Alarcón y Álvarez y de
Clara Colombo Alonso. Una rama de esta familia genovesa, los Colombos se instalan en La Laguna donde se dedicadan al comercio. El
investigador Pedro Socorro en su artículo “Viudos y con sotanas” relata como
Mateo Alarcón con apenas veinte años figura en 1552 como Mayoral de la Casa
Hospital de San Lázaro, puesto que había ocupado su padre que pasó a ser
mayordomo y el cual creó el primer molino en Santa Brígida. Una vez viudo,
Mateo Alarcón dedica su vida al sacerdocio en la parroquia de La Vega.
-Úrsula de
Troya,
bautizada con el nombre de su bisabuela. Casada con Rodrigo de Balboa, natural de Baeza (Jaén) e hijo de Juan Gutiérrez
de Balboa y Mariana Alonso Quesada, vecinos de Úbeda (Jaén). Uno de sus hijos
fue Silvestre de Balboa (30 de junio de 1563) considerado como el autor del
primer texto literario de Cuba.
Vivía en el barrio de Vegueta de Las Palmas, en
la llamada Plazuela Peso de la Harina (hoy Plaza del Espíritu Santo). A finales
de siglo viajó a Cuba donde contrajo matrimonio con Catalina de la Coba,
natural de Santa María del Puerto del Príncipe (hoy en día Camagüey) e hija del
grancanario Francisco de la Coba y de la cubana Isabel Consuegra. El matrimonio
tuvo nueve hijos. En 1621 fue nombrado escribano del Cabildo. Su única obra
“Espejo de Paciencia” escrita en 1608, fue el primer poema cubano y por tanto
la obra literaria de mayor antigüedad de la isla caribeña. Su hermana Estefanía
de la Pasión fue monja del convento de San Bernardo en Las Palmas. Rodrigo de
Balboa falleció antes de 1644 en Santa María del Puerto del Príncipe.
Casa de los Balboa Troya en Las Palmas G.C. |
-Leonor
Rosales,
casa con Adrián Padilla bautizado en
el Sagrario Catedral el 9 de junio de 1532[xxi] e hijo
del escribano Hernando de Padilla y de Luisa Espino Figueroa avecindados en
Moya donde tenían un ingenio azucarero llamado San Andrés ubicado en el
barranco de Aumastel y los Granadillares[xxii]. Poco
antes de morir Hernando, el matrimonio Padilla Figueroa se traslada a Las
Palmas dejando el Ingenio a su yerno Jacôme Promontorio, casado con su hija
Juana Padilla e hijo de los genoveses Jerónimo Camacho Promontorio y Leonor
Cigala.
Adrián
Padilla era nieto paterno del regidor Cristóbal Cerpa y de María Padilla. Nieto
materno del regidor Hernando Espino “el viejo” y de Juana Varela Figueroa, hija
del converso Gome de Ocaña y una indígena auarita (isla de La Palma) cuyo
nombre desconocemos.
Leonor Rosales hereda unos bienes en Gáldar de su primo Francisco
Marmolejo, hijo de Cristóbal Marmolejo e Isabel Rosales, cuando éste fallece.
Reconocimiento de deuda
de Adriano Padilla vº hace a los curas de la catedral de Canarias de 6 doblas
de oro de moneda de Canarias por seis memorias que los curas dijeron por
Francisco Marmolejo, cuya heredera es Leonor Rosales su mujer (de Adriano) durante
el tiempo que el otorgante poseyó los bienes de Gáldar sobre la que está
constituida la dicha memoria. A pagar por el día de San Juan de junio próximo.
Testigos: Melchor Ruiz, Ángel de Betancor y Salvador Pérez. Adriano Padilla[xxiii].
-Constanza de
Troya casada
con Juan García de La Mora los cuales aparecen bautizando a su hijo Diego en el
Sagrario el 28 de enero de 1516.
-Jacobina de
Troya casada
con Antón García de La Mora.
Dos hermanas casadas con dos hermanos y
avecindados en Teror. El 20 de diciembre de 1520 bautizan en la Iglesia de
Canaria a su hijo Antón.
Firgas. Gran Canaria. |
Ambas
hermanas serán conocidas como las troyanas[xxiv]
-Hernando de
Troya
casado con Bárbola Padilla, hermana
de Adrián Padilla. Viajaron a Indias.
-Francisca Rosales,
casada con Alonso
Gutiérrez. A 9 junio 1560. Dote[xxv]
que Cecilia de Troya, viuda de Antonio Rosales, vecina de Gran Canaria, y
Hernando de Troya su hijo, entregan a Alonso Gutiérrez, consistente en 500
doblas, según escritura de dote ante Jerónimo Bautista Mayne escribano público
de Gran Canaria, de resto de la dote por haber contraído matrimonio con
Francisca Rosales, su hija. Pagan la cantidad en los bienes determinados
siguientes: suerte y media de cañas de soca que tiene en las tierras del
Almácigo, término de Firgas, en el parral y la malvasía; y la mitad de sos
suertes de caña de planta, sitas en las laderas del barranco de Rosales, que la
otorgante tiene en compañía con Jerónimo Viñol. Si el valor de lo que
procediere de dichas cañas superase el valor de las 500 doblas, Gutiérrez devolverá
la demasía y, si fuese a la inversa, Troya pagará lo que faltare. Testigos:
Cristóbal Ramiro, Felipe de Rosales, Leonor Medina m Marcial Fernández, de
color prieto, Leonor González de color loro criada de Cecilia de Troya, y
Leonor Rosales mujer de Adrián de Padilla. Las tres últimas fueron testigos a
falta de hombres por encontrarse estos en el campo. Se otorgó estando en la
casa de Cecilia en el heredamiento de Rosales.
Sigue la diligencia de
toma de posesión de los bienes recibidos. Testigos: Felipe Rosales, Cristóbal
Ramiro, Juan Alonso repartidor y Francisco González cañaverero.
-Felipe
Rosales,
uno de los hijos menores de Antonio
Rosales y Cecilia de Troya, casará con Juana
de Castro, bautizada en el Sagrario el 3 de enero de 1546[xxvi] e
hija del labrador Francisco Hernández y de Mencía de Castro, naturales
de Arucas. Nieta materna de Pedro de Castro, mayordomo del gobernador de la
isla y Juana de Aguilar cuyo padre Diego de Aguilar, natural de Écija (Sevilla)
debe testificar en 1525 ante el chantre inquisidor por ser converso.
Según Rafael Rodríguez de Castro y Luis
García-Correa[xxvii],
a principios del siglo XVIII Mencía de Castro trasladará su domicilio de Arucas
a Agüimes cuando su hija Catalina casa con Francisco de Tubilleja. En la Villa
episcopal, Mencía hace reparto de sus bienes favoreciendo a su hija Juana de
Castro El matrimonio Rosales Castro fundará su familia en Firgas que por aquel
entonces y hasta 1835 pertenecía a Arucas fecha en la que se crearía el nuevo
ayuntamiento[xxviii].Las
tierras de Felipe Rosales hoy en día se han configurado como un barrio conocido
como Rosales, en Firgas, cercando al barranco que también lleva el mismo nombre.
Serán sus hijos:
A.-Úrsula Rosales, bautizada el 22 de
octubre de 1589 en la iglesia de San Juan de Arucas siendo su padrino Baltasar
de Armas. Celebró nupcias en la misma parroquia el 1 de mayo de 1613 con Juan Mateo Trujillo hijo de Salvador
Mateo de Armas y Antonia Jiménez Cerpa. El matrimonio tiene dos hijos:
-Anastasia Troya
Castro
bautizada en Arucas el 1 de enero de 1615. Enlaza con Esteban Díaz de Ortega descendiente del castellano y maestro
cantero Bartolomé Díaz así como de Juan Pérez de Villanueva, capitán de
milicias de las gentes de Teror y primer patrono de la virgen del Pino. En su
descendencia se perderá el apellido Rosales trasmitiendo el de la teldense
Leonor Ortega, abuela de Esteban Díaz de Ortega.
-Juan Mateo de
Castro el
cual recibió las aguas bautismales en Arucas el 22 de febrero de 1621.En 1639, siendo bachiller, ejercía como notario público eclesiástico en
Arucas. En 1642 era ordenado como subdiácono y en 1644 diácono. En 1648 ya
consta como presbítero. En 1660 será beneficiado de la parroquia de Arucas
hasta su muerte. Cultivaba las letras escribiendo varios manuscritos muchos de
los cuales han desaparecido. Le gustaba el estudio de la astrología llegando a
incluir en muchas de las partidas, el horóscopo del bautizado.
Úrsula
Rosales fallecerá el 21 de enero de 1624 y su marido, un hombre inmensamente
rico y poderoso, vuelve a casar al menos dos veces más.
B.-Mencía Castro
Rosales
que realiza nupcias con Sebastián Mateo
de Armas, hermano de su cuñado Juan Mateo Trujillo. Al menos tuvieron tres
hijos: Antonia (1618), Hernando (1623) y Úrsula (1628) bautizados en Arucas. En
1635 Sebastián ya era viudo y contrae un segundo matrimonio con Francisca
Lorenzo Suárez con la que tiene al menos otros tres hijos más.
C.-Francisco
Rosales
en 1617 contrae matrimonio en Teror con Leonor
Alonso, hija de Domingo García del Toro e Isabel Macías, casados sobre 1591
en Teror, y nieta materna de Antonio Hernández e Isabel Macías[xxix]. En
1595 el bachiller Juan Rivero realiza un censo de Teror a solicitud de la
Inquisición para conocer la presencia de moriscos en el lugar. En dicho censo
aparecen Domingo García y su mujer Isabel Macías así como Mateo, hermano de
Domingo.
Francisco
Rosales fue alcalde real de Arucas entre 1635 y 1637. Bautizan a sus hijos en
la iglesia de San Juan Bautista de Arucas:
-Juan Rosales, bautizado en 1618 y
casado en la Vega de Sta. Brígida en 1649 con Ana María Talavera, bautizada en la misma parroquia en 1631 e hija
de Jorge Martín y Engracia Rodríguez. El matrimonio vivirá en Santa Brígida
donde tendrá descendencia. Su hijo Jorge Rosales de Castro será bautizado el 22
de marzo de 1651. Casará también en La Vega en 1688 con María Travieso Hidalgo,
hija de Gonzalo Álvarez Travieso y de María Gil Hidalga.
-Juana de Castro Rosales. Bautizada el
10 de abril de 1620. A los diecinueve años casa con el capitán Fernando Domínguez Godoy el cual ya era
coronel de la villa de Arucas y su jurisdicción en 1662.Diecisiete años mayor
que ella, el capitán era hijo del alférez Manuel Álvarez y de Catalina Godoy,
descendiente por vía de su abuela paterna, de Fernando Guanarteme. En 1694 Juana
de Castro falleció a los setenta y cuatro años en Arucas[xxx] ,
siete años más tarde que su marido el cual testó a los 84 años dejando albacea
a su hijo Gaspar Álvarez Godoy y herederos a sus hijos.
-María Rosales, bautizada en la iglesia
de Nuestra Señora de la Candelaria en Moya el 11 de febrero de 1622.
-Úrsula Rosales, bautizada en Arucas el
16 de diciembre de 1625.
-Francisco
Rosales, bautizado el 10 de julio de 1628.
-Mencía Rosales, bautizada en
Arucas el 1 de junio de 1632.
D.-Juana de
Castro Troya
casada con Diego Mateo, bautizado en
Arucas el 5 de marzo de 1596 e hijo de Salvador Mateo de Armas y Antonia
Jiménez Cerpa. Vemos como las tres hermanas Úrsula de Troya, Mencía de Castro
Rosales y Juana de Castro Troya casaron con tres hermanos, Juan Mateo Trujillo,
Sebastián Mateo Armas y Diego Mateo respectivamente.
En
Arucas tuvieron su descendencia:
-Juan
(1624)
-Bartolomé
(1628)
-Bernarda
(1629)
-Gregorio
(1632)
-María
(1635)
E.-Fernando de
Troya del
cual carecemos de datos.
Los
Rosales que llegaron en 1501 desde Sevilla se establecieron casi desde un
principio en Firgas que por aquel entonces pertenecía a Arucas. Leonor Rosales
esposa de Fernando de Sevilla será la matriarca de una larga saga de Rosales
que llegará hasta nuestros días tanto en Canarias como en América. El nombre de
Leonor Rosales se volverá a repetir a lo largo de las generaciones como
recordatorio de la que un día dejó la collación de San Ildefonso para ser
enterrada en 1509 en la catedral de Canarias.
Así
casi doscientos años después, en 1680 será sepultada en la parroquia de Arucas
otra Leonor Rosales, descendiente de la primera. Casada con Juan Henríquez,
tuvo al menos cuatro hijos:
1.-Cecilia
de Troya, otro nombre que se repite entre los descendientes de Antonio Rosales
y Cecilia de Troya. Nacida en 1629 y casada en Arucas en 1649 con Diego
Montesdeoca, hijo de Salvador Montesdeoca y Leonor Díaz. Sus hijos: Leonor
Montesdeoca (1650), Antonio Montesdeoca (1651), Marco Montesdeoca (1655)
Alejandra Rosales, Severina Rosales (1658), María Rosales (1660) y Estebanía
Rosales (1668).
2.-
Francisco Rosales, mellizo de Cecilia de Troya.
3.-Ana
Henríquez casada con Juan Suárez Navarro.
4.-Sebastián
Henríquez del cual no tenemos datos.
Los
Rosales, una familia originalmente judía de la que desconocemos su verdadero
nombre sefardí pero que adoptaron quizá el nombre de su procedencia original.
Tal vez fueran oriundos de Los Rosales, una localidad ubicada a tan solo
veintinueve kilómetros de la capital sevillana. En todo caso dejaron el legado
del apellido a través de una mujer que tuvo que ser reconciliada en su ciudad
natal bajo las presiones antisemitas de la época y que llegó a la isla de Gran
Canaria con su marido y dos hijos en un momento en el que la Inquisición en las
Islas apenas tenía actividad.
[i] En 1483 se
instala la inquisición en el reino de Aragón.
[ii] El auto de fe era un acto público organizado por la Inquisición en el que los condenados por el tribunal abjuraban de sus pecados y mostraban su arrepentimiento.
-1542-1565. Mateo
de Almonacid sirvió en la escribanía del oficio nº 9. Tenía su despacho en
la collación de San Juan. Otorgó testamento en 1578 disponiendo que lo
enterraran en la iglesia de San Juan junto a su mujer Catalina de la Cruz.
-1566. Le sucede Pedro de Almonacid
-1567-1577. Le sucede Mateo de Almonacid.
-1578-1611. Le sucede Pedro de Almonacid, titular
de una escribanía pública. El 10 de septiembre de 1637, Juan de Almonacid, un
niño de 10 años, presenta diligencia de dispensa[iii]
al Ordinario del Arzobispado y en su nombre al Provisor para ordenarse. En su
escrito afirmaba que fue ávido y procreado en tiempo en que sus padres
naturales eran solteros. Nombra a sus padres Pedro de Almonacid y Dña. Isabel
de Morales.
p 337
[v] Actualmente
Marmolejo es un caserío galdense
enclavado en el territorio que fue parte de la Vega de Gáldar.
[xi] Diego de Muros nació en el Municipio de Muros (La Coruña). Era hijo de
Vasco López de Burgos, regidor de la ciudad de Santiago de Compostela, y de
Mayor Pérez.
[xii] Documentos
canarios en el Registro General del Sello (1476-1517), nº 425
[xiii] El albergo era
el nombre utilizado en la época medieval para indicar un consorcio de familias
nobles unidas por lazos de sangre o por intereses económicos. En la república
genovesa funcionaban como auténticos clanes creados con el fin de acontecer
grandes empresas mercantiles. A partir de la constitución del 11 de octubre de
1528, impulsada por Andrea Doria, las familias integrantes de cada uno de los
veintiocho albergos debían asumir el apellido del mismo. Así, por ejemplo,
Rivarolo era el nombre de familia Caprile. Cuando se integran en los Sopranis
pasan a llamarse Sopranis de Rivarolo y al cumplir la constitución de 1528 e
ingresar en el albergo de los Cibo pasan a llamarse Cibo de Sopranis Rivarolo.
En 1576 se suprimieron estos alberghis y cada familia podía volver a usar su
verdadero apellido.
Parte de la familia Odone estaba
integrada en el albergo Cigala y otra parte en el Gentile.
[xiv] La Orden de la
Milicia Dorada conocida por la Orden del Esperon Dorado era una orden
caballeresca pontificia conferida a quienes habían trabajado para difundir el
mensaje de la Iglesia o había contribuido a la gloria de la Iglesia con las
armas, escritos o actos ilustres.
[xv] ODONE, P.
Storia degli Odone.
[xvi] Antonia Ramírez
previamente había tenido hijos con Juan Sánchez Negrín, natural de
Fuerteventura y uno de los primeros beneficiados en el repartimiento de las
tierras de Teror.
[xvii] VIÑA BRITO, A., CORRALES ZUMBADO, C., CORBELLA DÍAZ, D. (2014) Islas y
voces del azúcar I (Tenerife, La Gomera y La Palma) Edit. Archivo Histórico
Provincial de Tenerife. p 16.
[xviii] RUMEU DE ARMAS, A. Piraterías y ataques navales contra las islas
Canarias, Tomo II, segunda parte, pág. 573
[xxi] Libro II
Bautismos fol. 21 vto.
[xxii] AA: Legajo Palenzuela. En 1604, Francisco Martín del
Castillo, vecino de la Vega de 80 años, declaraba haber sido alcalde de Moya y
en ese tiempo conoció a Hernando Padilla y su mujer Luisa Espino, los cuales
eran dueños del ingenio llamado S. Andrés, situado en el Aumastel y los
Granadillares, en el cual vivían gran parte del año, avecindándose en Las Palmas
pocos años antes de su muerte, dejando el ingenio a cargo de Jacome
Promontorio, su yerno.
[xxiii] PÉREZ HERRERO, E. (1992) Alonso Hernández. Escribano público de Las Palmas 1557-1560. Edit. Cabildo Insular de Gran Canaria. p 237. 18 enero 1558.
[xxiii] PÉREZ HERRERO, E. (1992) Alonso Hernández. Escribano público de Las Palmas 1557-1560. Edit. Cabildo Insular de Gran Canaria. p 237. 18 enero 1558.
[xxiv] En Valleseco,
municipio que perteneció a Teror hasta el siglo XIX, existe el pago de las
Troyanas.
[xxvi] Libro II
Bautismos, fol. 133 r.
[xxvii] RODRÍGUEZ DE
CASTRO, R.M. y GARCÍA-CORREA Y GÓMEZ, L.C. Población de Agüimes en los cien
primeros años del Señorío (1481-1580), p 104
[xxviii] En materia de
jurisdicción ordinaria Firgas era independiente de Arucas pues contaba con un
alcalde real desde el siglo XVI sin sufrir interrupción alguna hasta la
actualidad.
[xxix] AHDC. Índice de protocolos. Noticias e índice de testamentos. Folio
397, año de 1607 ante Juan de Quintana
Diego
Hernández y Francisca Pérez vecinos de Teror declaran que al tiempo y cuando
casó a Domingo Garcia con Isabel Macias lo dotaron, Andres Garcia, Pedro
Macias, Juan Hernández y el otorgante sus hermanos y le dieron todos bienes que quedaron por
muerte de Antonio Hernández y de Isabel Macias sus padres y fueron seis
herederos.
FUENTES
AA Legajos
Palenzuela, Montesdeoca.
AMC Inquisición. Libro de genealogías
Archivo Magistral José Marrero
AGAS Archivo General de Andalucía. Sevilla. 1.1.6.1 Real Fisco de la Inquisición.
AHDC
Índice de protocolos. Noticias e índice de Testamentos
1547- siglo XVIII.
Archivos
de Iglesia Nuestra Sra. de la Candelaria. Moya
Archivos
de Iglesia San Juan Bautista. Arucas
Archivos
de Sagrario Catedral
Archivos
de Iglesia Santa Brígida. Santa Brígida
APNS
Archivo Protocolos Notariales nº 9
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