FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
JUAN RAMÓN GARCÍA TORRES
INTRODUCCIÓN
Daremos comienzo a
este trabajo con una fragmento de un artículo del historiador Manuel Lobo
Cabrera “Los gallegos en canarias a través de los protocolos notariales en el
primer tercio del siglo XVI” publicado en las Actas del II Coloquio de
Metodología Histórica Aplicada (Universidad de Santiago, 1982).
“Los gallegos
acuden voluntariamente al Archipiélago desde la conquista; algunos muestran su
origen gallego en sus apellidos; otros, no fueron tan voluntarios... En 1486 la
reina Isabel autorizó al Justicia Mayor del reino de Galicia a reclutar gente
que hubiese cometido ciertos delitos para la conquista de las Islas Canarias y
daba muestras de la realidad de un posible perdón al concederlo a un vecino de
Noya que había servido en la conquista de Gran Canaria. También se concedió el
perdón a los homicidas gallegos que habían militado a su costa por seis meses en
la conquista de Gran Canaria. Estos conquistadores gallegos, junto con los
familiares de los capitanes, iban a convertirse en pobladores al recibir
tierras en repartimiento y obtener carta de vecindad por la presencia de cinco
años consecutivos en las islas, levantando casa y creando familia. … Acabada la
conquista vinieron más gentes a poner en explotación las nuevas tierras; oriundos
de toda la Península Ibérica espoleados por el ansia de riqueza, por motivos
religiosos y comerciales, llegaron a Canarias, donde aprendieron el camino de la
aventura americana. Entre ellos, los gallegos: a asentarse, a utilizar las
islas como puente y a comerciar como estantes o transeúntes. Estas tres razones
explican la existencia en Canarias en el
primer tercio del siglo de un grupo poblacional originario de Galicia. Es
difícil la determinación de su origen; en la mayoría de los casos los
reconocemos por el gentilicio y por el patronímico. Sabemos de su procedencia
bien porque la explican taxativamente (natural de…) o bien porque también la
adoptan como apellido (García de La Coruña, Fernando de Villagarcía, Beatriz de
Miño). Los conocidos proceden en su mayor parte de: Araujo, Bayona, Cangas, La
Guardia, Lugo, Muros, Orense, Redondela, Ribadeo, Pontevedra y Villagarcía… Su
presencia en el Archipiélago se encuentra relacionada principalmente con el
medio rural, aún cuando vivan en villas y ciudades donde poseen casas que
arriendan o venden; se concentran en La Laguna y Las Palmas; se dedican
preferentemente a la agricultura y a la ganadería; algunos destacan en los
trabajos artesanales, y como mercaderes y marinos; excepto, dos que fueron
clérigos de la catedral de Las Palmas”.