JUAN R. GARCÍA TORRES
FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
PEDRO SOCORRO
Empezaremos nuestro trabajo, como hacemos siempre,
citando a una autoridad en la materia. Veamos lo que nos dice Cebrián Latasa al
respecto del personaje que encabeza el
cuadro:
JUAN DE SANLÚCAR
“Conquistador de Gran Canaria, labrador. Como
conquistador, en repartimiento, recibió tierras y aguas en el término del Real
de Las Palmas en el año 1485. Actuó como testigo, siendo vecino de la villa
real de Las Palmas en una venta de tierras de Francisco López a Francisco de
Porras en 1487. En 1500 tenía deudas con Alonso de Matos. Fue testigo en la
información que sobre los servicios de Hernán Guerra hizo su hija Catalina en
1502. En las elecciones para formar el Concejo en diciembre de 1501 para el
mandato 1502-1503 sería electo alcalde ordinario. Por deudas con los Sopranis
estuvo preso en Jerez de la Frontera en el año 1509. Ya había muerto en 1513.
Fue enterrado en el monasterio de San Francisco. Casado con Isabel Guerra tuvo
por hijos a: Juan Guerra, labrador y vecino en La Vega; Isabel González, mujer
de Hernando Moro; Pedro, Antón y otros posibles”.
Enmendar al ilustre Cebrián Latasa resulta harto
difícil dada su capacidad de objetivar las cosas con inmenso acierto y
apropiado respaldo documental. Nada
tenemos que objetar al conjunto de este texto salvo si quisiéramos añadir algún
hijo a la lista de posibles, cosa que haremos. Pero ahora en la introducción de
este trabajo nos vamos a centrar en la resolución del enigma, que no afronta
Cebrián Latasa, relacionado con la ascendencia de Isabel Guerra, la esposa del
conquistador. Esta será nuestra tarea esencial en este primer trabajo de una
serie dedicada al apellido Guerra en Gran Canaria, un apellido castellano repartido hoy por toda España donde lo portan en total, como primero o
segundo apellido, unas setenta mil personas, de las cuales casi doce mil (un
17%) tienen en la provincia de Las Palmas su lugar de residencia, cifra que
supera incluso a la de la superpoblada provincia de Madrid donde los Guerra no
llegan a los diez mil.