El año 1496 llegó a Gran Canaria don Diego
de Muros, recién nombrado obispo de la Diócesis, y, según las crónicas, entre
su séquito venía su aya Ursula de Troya, sevillana, con
Con el correr de los tiempos, sus hijos Juan
y Diego se convertirían en sacerdotes, ocupando cargos de relieve en la iglesia
grancanaria, sobre todo el primero que, entre otros cargos, ejerció de
sacerdote en Teror, lugar con el que estuvo muy relacionada la familia Troya ,
existiendo en el actual municipio de Valleseco un barrio denominado “Las Troyanas”.
En este pequeño reportaje trataremos de
relacionar la descendencia del sacerdote Juan de Troya y de su hermana
Constanza de Troya, sobre todo las primeras generaciones, contando con la
dificultad de, especialmente en la época que nos ocupa, encontrar registros,
tanto eclesiales como notariales, que nos confirmen los datos dispersos que nos
llegan a través de diversos autores. Lo que si queremos hacer notar es que,
además de recopilar información de lo ya publicado, hemos trabajado los
diferentes archivos y, aparte de varios protocolos notariales, hemos encontrado
numerosos registros bautismales, siendo bastante más escasos los registros matrimoniales
y los de defunciones, por lo que los datos aquí contenidos no son en todos los
casos verificables, pero pensamos que si no son ciertos en su totalidad, si que
los podemos dar como bastante probables, al tiempo que damos datos y dejamos el
camino abierto a posteriores indagaciones.
Todos estos hijos se casaron y tuvieron
descendencia en la isla, excepto Hernando, el primogénito, nacido en torno a
1504, del cual no hemos conseguido averiguar si se casó y tuvo hijos. Alonso
casó primero con Inés Gómez, después con Lucía Pérez, más tarde con Beatriz de
Miranda y con Catalina Ruiz de la Mora, pero ignoramos el orden exacto de estos
dos últimos matrimonios; Juan con Constanza Jiménez; Ursula con Juan Henríquez
de Morales en primeras nupcias y en segundas con Gerónimo Portel; Cecilia con
Antonio Rosales; Estebanía con Alonso Alvarez; y Jacomina con Antón García de
Sierra.
Con respecto a Constanza de Troya, cuentan
las crónicas que tuvo una hija ilegítima con Juan de Siberio Lazcano Mújica,
llamada María de Siberio, no sabemos si antes o durante el matrimonio de éste
con Catalina Guerra, que casó con Juan de Acedo. Posteriormente la citada Constanza ?
aparece casada con un tal Perucho en el bautizo de una hija llamada Ursula en
1506; este nombre de Ursula veremos que se repite frecuentemente entre las
descendientes de la
primera Ursula de Troya durante varias generaciones, hasta al
menos once Ursulas y casi todas “de Troya” en siete generaciones; también
aparecen con menos frecuencia los nombres de Cecilia, Estebanía/Estefanía y
Jacomina/Jacobina. En 1516 se bautiza Diego, hijo de Constanza de Troya?,
suponemos que viuda, y Juan García. Creemos que el matrimonio Juan de Acedo y
María de Siberio tuvo al menos una hija llamada también Constanza de Troya, que
matrimonió con el entonces alcalde de Agaete Rodrigo Hernández y con el que
tuvo los siguientes hijos: Mateo, que emigró a Tierra Firme (América); Ursula, que casó con el genovés Agustín
Imperial; Hernando de Troya-Domínguez, que casó con Francisca de Almeida;
Estebanía; y María de Siberio, como su abuela, que casó con Pedro Zambrana.
Los hijos de Juan de Troya y Antonia
Ramírez, como ya hemos dicho, tuvieron descendencia que trataremos de
relacionar:
Alonso de Troya y su primera mujer Inés
Gómez tuvieron a Valerio; Bartolomé; Luis, casado con su parienta Leonor Gómez
–viuda de Francisco López-;Francisco; Cristóbal; Juan, casado con Francisca
Osorio; y Catalina; con su segunda esposa, Lucía Pérez, no hemos conseguido
encontrar descendencia; junto a Beatriz de Miranda, tuvieron por hijos a:
Antonio, Alonso, Ursula y Cecilia; sabemos que Antonio se casó con la palmera Elena Salazar ;
Alonso casó con Luisa Mirabal; y Ursula con Francisco Tinoco, todos con
descendencia, de este último matrimonio es hijo Francisco de
Troya, clérigo; y, por último, con Catalina Ruiz tuvo a Luis que tuvo a su vez
una hija ilegítima con Catalina de Olivera, llamada Juana Ruiz de la Mora; a
Ursula, que casó con Luis Quesada Castillo y no tuvo descendencia; y a
Anastasia de la Mora, que casó con Nicolás Casañas.
Ursula de Troya tuvo a Bartolomé y a Elvira
con Juan Henríquez; y durante su segundo matrimonio con Gerónimo Portel, a
Gerónima casada con Pedro Azuaje.
Juan de Troya (hijo) tuvo con Constanza
Jiménez a Luisa que casó con José Rodríguez.
Estebanía de Troya y Alonso Alvarez,
tuvieron a Hernando Alvarez y a Jacomina de Troya, casada ésta con Miguel de
Arancibia y Pérez, y por tanto ancestros de los actuales Arencibia, esparcidos
por toda la isla de Gran Canaria, habiendo emigrado algunos a Jamaica y Cuba
principalmente y en tiempos más recientes pasado otra rama a Tenerife y
posiblemente a otras islas del archipiélago (en un escrito anterior, tratamos
sobre Los Arencibia de Teror a Fontanales).
Cecilia de Troya y Antonio Rosales tuvieron
a Felipe de Rosales y Troya, casado con Juana de Castro, siendo este matrimonio
uno de los ancestros de los Rosales actuales, ubicados especialmente en Arucas;
a Ursula, casada con Rodrigo de Balboa Quesada, padres entre otros de Silvestre de Balboa nacido en 1563, que emigró a Cuba y se caso con Catalina de la Coba Machicao
(viuda) y se convirtió en el iniciador o uno de los iniciadores de la
literatura cubana, según consta en la placa puesta en el frontis de la casa en
que vivió en la
calle Espíritu Santo, en el barrio de Vegueta de nuestra
ciudad; a Hernando, que emigró a Margarita con su esposa Bárbola Padilla y su
cuñado Adrián; a Leonor, casada con Adrián de Padilla; y a Francisca, casada
con Alonso Gutiérrez.
Jacomina de Troya y Antón García, parece que
tuvieron a Lorián de Troya casado? con Catalina (esclava morisca); y a
Feliciana de Troya casada con Hernando de Soria; y tanto Lorián como Feliciana
tuvieron numerosa descendencia.
Como vemos la estirpe de los Troya en Gran
Canaria, con personas de relieve en la pequeña historia de la isla, empieza con
Ursula de Troya mujer soltera y con hijos, dos de ellos convertidos en
sacerdotes, y prácticamente continúa con la descendencia de su hija Constanza,
al menos una vez como madre soltera, y fundamentalmente la de uno de sus hijos,
sacerdote, y su aya aborigen de la que se desconocen sus ancestros, y
posteriormente, como también hemos visto, uno de ellos casa? y tiene hijos con
una esclava morisca y otro tiene también descendencia ilegítima, como hemos
comprobado en el testamento de Juana Ruiz de la Mora, lo que no es óbice para
que sus miembros enlacen en muchos casos con otros apellidos de más abolengo.
También entre los descendientes del sacerdote hubo varios que en diferentes
épocas se hicieron sacerdotes como su ancestro.
Aunque como queda expresado la descendencia
fue numerosa, el apellido Troya ha ido desapareciendo con el transcurso del
tiempo, especialmente por la abundancia de mujeres entre los descendientes, con
lo que ha sido usual que éstos hayan tomado los apellidos de sus padres:
Alvarez, Rosales, Portel, Henríquez, Soria, Arencibia, Balboa, Imperial, etc.
etc.