INOCENCIO M. DE ARMAS FIGUERAS
DIEGO PÉREZ GONZÁLEZ
Correo-e: diegoperezgonz@gmail.com
Artículo anterior: Los de Armas de Valle de Guerra (II).
BREVE
MARCO HISTÓRICO, ECONÓMICO Y SOCIAL
Durante el siglo XIX en las Islas
Canarias se sucedieron una serie de cambios profundos a todos los niveles,
reflejo de lo que simultáneamente estaba ocurriendo en el resto del país y en
Europa.En el escenario político, por
ejemplo, se crea la Junta Suprema de Canarias durante la guerra de la
Independencia; se conforma Canarias como provincia española; y surgen los
primeros ayuntamientos constitucionales. Por otro lado, el ascenso de la
burguesía comercial y la aparición de una nueva clase social, la burguesía
agraria, formada por labradores acomodados que en un futuro serían destacados
representantes del pueblo como alcaldes reales o pedáneos, iría conformando un
nuevo tipo de sociedad. Y, por último, la autorización de los puertos francos y la aparición de la cochinilla como principal producto
comercial, modificarían la economía de las islas y afectaría, concretamente, a
la configuración del entorno y de la población de Valle de Guerra.
Hasta este momento, habíamos
observado cómo Valle de Guerra se había planificado como un lugar anexo a la
ciudad de Los Adelantados, San
Cristóbal de La Laguna, dónde varias familias de terratenientes (Sr. Marqués de
San Andrés, Sr. Marqués de Villanueva del Prado, Sr. Conde del Valle de
Salazar, D. Manuel Calzadilla, Dª Isabel Collazo, etc.) poseían grandes
haciendas y vastas extensiones de terreno que utilizaban para la explotación
agrícola de la vid, cereales y hortalizas; y en menor medida, como lugar de
recreo, esparcimiento y sanación.
En relación a la actividad
agrícola, habíamos señalado cómo familias portuguesas y procedentes de otras
zonas aledañas a dicho valle, desde el s. XVI, se fueron estableciendo en las
tierras de estos grandes propietarios absentistas, para trabajar como
medianeros o jornaleros. Sin embargo, como apuntamos en el
artículo anterior, no será hasta principios del s. XIX cuando comenzarán a
aparecer los primeros núcleos de pequeños propietarios que, posiblemente con el
dinero recaudado en sus idas y venidas hacia Cuba y otras regiones de América
del Sur, pudieron ir comprando aquellos pedazos de tierras que eran poco o nada
atendidas por los grandes aristócratas laguneros y que, seguramente, en alguno
de los casos, se vieron afectados por el proceso desamortizador.
Uno de los ejemplos más claros de
este ascenso social lo vimos en la familia que nos ocupa - los de Armas -, quienes tuvieron
enfrentamientos directos con D. Juan Primo de la Guerra, por la ocupación de
varios de sus terrenos que, al final, fueron añadidos al extenso patrimonio
familiar.
Poco a poco, a lo largo del s.
XIX y XX, aprovechando la transición desde un modelo de sociedad característico
del Antiguo Régimen a otro que permitirá la formación de Valle de Guerra como
un núcleo con identidad propia, los de
Armas irán posicionándose dentro de
esta nueva organización marcada, aún, por las desigualdades sociales,
económicas y culturales de su tiempo.
LOS DE ARMAS DE VALLE DE GUERRA
DESDE EL SIGLO XIX AL XX
A colación de nuestro último
artículo, seguiremos desarrollando las ramas de los descendientes de D.José Francisco de Armas García,
hasta el s. XX. A pesar de que el apellido fue desapareciendo en algunas de las
ramas de las sucesivas generaciones, debemos su conservación gracias al común y
constante proceso de endogamia que se vivía, sobre todo, en las zonas rurales
del archipiélago. Aunque el objetivo principal de estas uniones era intentar
mantener, en unas mismas manos, el patrimonio que se había ido acumulando a lo
largo de las dos últimas generaciones; otros de los efectos colaterales de este
tipo de relaciones familiares fue el de conseguir postergar el apellido hasta
la actualidad.
Portada hacienda "El Rosario" propiedad de D. Gregorio y D. Matías de Armas García |