Dr.
JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ MARRERO
Universidad de La Laguna
Universidad de La Laguna
Como bien ha señalado la doctora Viña Brito,
la mayor parte de los trabajos que estudian aspectos que tienen que ver con la mujer
en las Islas Canarias en el siglo XVI se interesan por el papel que les ha
tocado vivir en la sociedad[1].
Parece claro que ambos elementos mantienen una línea de estudio recíproca,
puesto que un examen de la sociedad conlleva el análisis de la mujer y al
contrario, un retrato de la mujer obliga a observar la sociedad en su conjunto.
La información relativa a
mujeres es muy escasa en la documentación de la que podemos disponer. Y es
necesario acudir a fuentes objetivas para descubrir, en cierto modo, qué tarea
podía desempeñar una mujer en el ámbito público y privado. En nuestro caso,
hemos acudido a los protocolos notariales, que pasan por ser la documentación
más exacta que expresa la realidad pública de mujeres y hombres por igual,
puesto que con ellos accedemos a escrituras de compraventa, dotes, testamentos,
etc., pero también son un análisis profundo de la historia económica del lugar.
Para los años que estudiamos, en Güímar estuvo Sancho de Urtarte como escribano
a cargo del oficio de la localidad entre los años 1573 y 1583[2].