JUAN RAMÓN GARCÍA TORRES
Publicado en el Boletín nº 3 (2015) del Consejo de Patrimonio de Agüimes, p. 9-17.
Con permiso de los autores.
“Índices y extractos de
protocolos de Hernán González y de Luis
Fernández Rasco, escribanos de Las Palmas 1550-1552” de Manuel Lobo Cabrera
Doc. 286. 1552—agosto 23. 253 r
f.
Otorgado en la cárcel pública de
Las Palmas.
Deudas que le deben a ella y a su
marido: Cristóbal de Mireles 9 1/2 doblas; María Hidalga 1 dobla y 1 hanega de
cebada. Manda a la redención de cautivos, cruzada y a las demás mandas
acostumbradas a cada una 5 mrs.
Inventario de bienes que tenía en
su casa al tiempo que la prendieron: 2 cahíces de cebada; 9 1/2 libras de cera;
1 fanega de lentejas y todo lo demás, según consta en el inventario que de ello
se hizo ante el presente escribano, más lo que pareciere ser suyo.
Nombra albaceas a Alonso Ortiz y
al padre fray Lucas Castillo, y herederos a Juan Martín y a Andrés García, sus
hijos. Testigos: El licenciado Cabrera, Pedro Hernández, Juan Batista Moreto,
Francisco de Montesdeoca y Diego Sánchez de los Palacios, alcalde de la cárcel.
Añade: declara que los
padres del monasterio de San Francisco y del de Santo Domingo “la han
acompañado e consolado”, quiere que se le dé al síndico de cada uno de ellos 2
doblas para sus alimentos. Manda que se le tome la bula de la Santa Cruzada
para gozar de las indulgencias de ella y se pague lo acostumbrado; se tome otra
bula para su hijo y otra para Juan González y se pague lo acostumbrado. Declara
que 16 pollos de los que tenía en su casa el tiempo que la prendieron eran
de... (en blanco)..., yeguarizo de Juan de Ávila, que se le paguen de sus
bienes. Por no saber: el licenciado
Cabrera.
Doc. 287. 1552—agosto 23. 254 y
f.
Otorgado en la cárcel pública.
Testamento de García de León,
hijo de Juan Martín Garrote y de Catalina Guerra, estando sano del cuerpo y por
quererse hacer justicia de él por cierto delito que cometió otorga lo
siguiente: fórmulas de fe. Manda: que le entierren en la iglesia de la
Misericordia de la Veracruz, y encarga a los hermanos de ella que entierren su
cuerpo y hagan bien con él, que Dios depare quien al tanto haga por los suyos;
que el día de su entierro, si fuere a horas y si no otro día siguiente, le
digan la misa de cuerpo presente, cabo de nueve días y cabo de año, todo
ofrendado de pan, vino y cera, y se pague lo acostumbrado; que en la dicha
iglesia le digan un treintanario de misas abierto por el ánima de su padre; a
la Cruzada, redención de cautivos y a las demás mandas forzosas acostumbradas a
cada una 5 mrs. Nombra albaceas a Alonso Ortiz y al reverendo padre Fray Lucas
Castillo de la orden de predicadores de Santo Domingo, y por herederos a Juan
Martín y Andrés Martín, sus hermanos. Testigos: Pedro Fernández, el licenciado
Cabrera y Juan Baptista Moreto, Álvaro de Palacio, alguacil, y Pedro Pérez,
vecinos. Por no saber: Pedro Fernández.
DISECCIÓN DE LOS DOCUMENTOS
TRANSCRITOS POR MANUEL LOBO
Catalina Guerra y su hijo mayor
García de León expresan sus últimas voluntades antes de morir ajusticiados en
la cárcel pública de Las Palmas a fines de agosto de 1552. Ninguno de los dos
documentos que pretendemos “diseccionar” expresan el delito cometido ni el
lugar de residencia. Tenemos, sin embargo, la presunción de que se trata de un
parricidio (el asesinato del esposo y padre de los ajusticiados) y de que los
hechos tuvieron lugar en la comarca sureña de la isla, bien en Agüimes, bien en
Tirajana. Iremos desgranando los documentos paso a paso con los oportunos
comentarios históricos y genealógicos.
ACERCA DE JUAN MARTÍN GARROTE, LA PRESUNTA VÍCTIMA
Poco sabemos de Juan Martín
Garrote, marido y padre de los dos infortunados que han sido condenados a la
pena de muerte. El curioso apelativo que lleva puede ser un mote para
diferenciarlo de otros repobladores de igual nombre y apellido avecindados en
la isla en aquellos tiempos en torno a mediados del siglo XVI como Juan Martín
de Manzanares, Juan Martín del Castañal, Juan Martín Castellano, Juan Martín
Portugués, Juan Martín Mangas Verdes, etc, todos ellos relacionados con la
comarcas sureña.
Como tal repoblador solicita y se
le conceden en 1549 tierras en Tirajana. Así está registrada su petición en el
Libro de Repartimientos de Gran Canaria.
“Muy Magníficos Sres: Juan Martín
Garrote, vecino de esta isla…suplico me hagan merced de un pedazo de tierra montuosa
para un parral, el cual está situado en el barranco de Tirajana y que ha por
linderos, por la cabezada, la casa de María Rodríguez y por abajo, tierras de
Esteban Hernández, en el cual podrá haber 20 fanegas de sembradura...”
EN CUANTO AL SUPUESTO PARRICIDA,
GARCÍA DE LEÓN
Un personaje de igual nombre que
el hijo de Catalina Guerra, García de León, fue mucho tiempo atrás según Cebrián
Latasa conquistador de Gran Canaria. Así consta en el año 1484 en una relación
de acreedores por servicios prestados en la conquista (Ladero 1966).
En el libro primero de bautismos
de El Sagrario tenemos constancia de que un tal Juan García de León y su esposa,
Catalina Ramos, bautizan a una hija de nombre María el 19 de noviembre de 1513.
La mujer de Juan García de León (no sabemos si se trata de la misma esposa)
aparece como testigo en un bautismo registrado en 1531 en el libro segundo.
En 19 de diciembre de 1521 se
protocola el siguiente documento que nos describe al mismo personaje como
comerciante de vinos avecindado en la isla:
“Sepan cuantos esta carta vieren,
cómo yo, Juan García de León, vecino de esta isla de la Gran Canaria, otorgo y
conozco a vos, Juan de Porras, mercader vecino de la isla de la Madera, que
estáis ausente, bien así como si estuviérais presente, y a vos, Juan Bautista
Salvago, vecino de esta dicha isla en su nombre, que estáis presente, que por
cuanto vos, el dicho Juan Bautista Salvago, en el dicho nombre, me hubiste
puesto y pusiste cierta demanda de dieciocho mil e tantos maravedíes de buena
moneda, del procedido de ciertos vinos que del dicho Juan de Porras recibí en
la dicha isla de la Madera…”
Con estos aportes documentales
pretendemos rastrear la posibilidad de que este personaje, Juan García de León,
pueda ser el responsable del apellido de uno de sus nietos. Quizá García de
León, el supuesto parricida, sea un entenado de Juan Martín Garrote como hijo
de un primer matrimonio o relación de Catalina Guerra con el citado comerciante.
Reconocemos no tener prueba alguna al respecto.
EN CUANTO A LA IDENTIDAD DEL PRIMER
ALBACEA: ALONSO ORTIZ
Estábamos convencidos inicialmente
de que se trataba de la misma persona que expresa sus últimas voluntades en Agüimes en 1578.
Testamento de Alonso Ortiz 1 ante
Francisco Díaz Peloz a 2 abril de 1578 (Doc 295 del libro Pobladores de Agüimes…
de Rafael Rguez de Castro y Luis García
Correa).
En dicho testamento Alonso deja
por herederos a su mujer y a sus hijos: Juan de Espino, Diego Ortiz, Juana
Ortiz, Estefanía Sánchez, María Ortiz, Isabel Perdomo y Sebastiana Sánchez más
lo que ella pariere por quedar preñada. Nombra como albaceas a su mujer Ana
Sánchez y a Melchor Hernández, vecino de Agüimes.
Según los autores citados este Alonso
Ortiz (a quien llamaremos 1), es hijo de Francisco Hernández y de Juana Ortiz y
nieto materno de Pedro Perdomo y María Ortiz. Alonso fue bautizado el 21 de
mayo de 1526 y fueron sus padrinos Alonso Pérez, portugués, Marina González y
Ana Martín. Casó a finales de 1555 con Ana Sánchez, hija de Mariana Hernández y
hermana entre otros de Cristóbal y Andrés Hernández. Ambos esposos, nos
refieren los autores mencionados, ya habían fallecido a fines de 1578 pues en
el testamento del cura de Agüimes aparece una cláusula en la que se cita la
deuda pendiente de los herederos de Alonso Ortiz y su mujer por los funerales
de los dos.
A pesar de la coincidencia de
nombre, nos pareció muy extraño que este Alonso 1, vecino de Agüimes, pudiera ser el albacea de los ajusticiados
teniendo tan solo 26 años, uno por encima de la mayoría de edad. Nos planteamos
por ello, descartando esta posibilidad, buscar a un homónimo en edad provecta que
tuviera una probada relación de parentesco con las personas referenciadas.
Así encontramos en los protocolos
de Alonso Hernández (Las Palmas) y de Fernández de Chávez (Telde) a un vecino
de Telde llamado por igual Alonso Ortiz (a quien llamaremos 2) que era ya
fallecido, según el testamento de su
suegra Francisca Ramos, en 1570; y que según el documento adjunto evidencia tener
relaciones de parentesco con los Guerra.
1558 Pr 787 F 74 Ante Alonso
Hernández Las Palmas
“Reconocimiento de deuda que
Alonso Rubio, vecino de Telde, hace a Alonso Ortiz de la misma vecindad, tutor
y curador de Isabel de Ortega, menor de edad, hija y heredera de Juan Muñoz
Guerra, difunto, de 100 cabrillas de año arriba que son por razón de 50 cabrillas
que Ortiz le entregó en arrendamiento en nombre de la dicha menor para que
gozase de ellas y sus partos y postpartos durante los cinco años siguientes.
Alonso Rubio ya ha disfrutado dos años pero le restan tres que se cumplirán en 1560.
Las 50 cabras las recibió el otorgante de manos de Alonso Hernández de Ortega,
representante de Ortiz, y se compromete a devolverlas en número de 100 en la
ciudad de Telde a vista de criadores y dentro del plazo estipulado. Para
seguridad de la deuda hipoteca un hato de cabras y 50 hanegas de tierra que
posee en La Atalaya junto a la vega de la ciudad. Ts: Lázaro Gómez, Bastián Catela
y Francisco Bayardo. Alonso Rubio.
Indagaremos ahora en los lazos familiares que puedan servir de nexo entre
Alonso Ortiz 2 y la familia Guerra que expliquen la confianza de la tutoría otorgada de la hija de Juan
Muñoz Guerra.
Del fallecido Juan Muñoz Guerra
sabemos que estuvo casado con Leonor de Ortega (hija Pedro Hernández de Rociana y Francisca
Gutiérrez) y ambos tuvieron en común
como hijos a esta Isabel Ortega nacida en Telde en 1537 y a otra niña, Francisca
Ortega, nacida en 1543, que debió fallecer prematuramente.
Tenemos dudas acerca de la
ascendencia de este personaje pues es
contemporáneo de otra persona con la misma denominación, Juan Muñoz Guerra, que
es hijo de Juan Guerra de Sanlúcar y de Catalina
Pérez y nieto de Juan de San Lúcar e
Isabel Guerra. Este último Juan casa en 1553 con Juana Bolaños con la que tiene
por hijos a Ginebra de Palenzuela, casada con Diego Álvarez, y a Pedro Guerra. ¿Puede
tratarse de la misma persona y de dos enlaces sucesivos?
Alonso Ortiz 2, el albacea de
Catalina Guerra y el tutor de Isabel Ortega, estuvo casado con Luisa de Troya.
Esta señora testa en Telde en 1568 ante Fernández de Chávez declarando que es
hija de Pedro Hernández de Rociana y dando por hijos legítimos de su matrimonio
a Juan, Catalina, Pedro y Leonor Ortiz (sic) y a Francisca de Ortega. El albacea
es su hermano el presbítero Andrés de Ortega.
Así pues Alonso de Ortiz 2 y Juan
Muñoz Guerra son concuños, están casados con dos hermanas, Leonor de Ortega y
Luisa de Troya, hijas de Pedro Hernández de Rociana y de Francisca Gutiérrez.
EN CUANTO AL SEGUNDO ALBACEA: FRAY
LUCAS DEL CASTILLO
Veamos lo que nos dice Cebrián
Latasa en su Diccionario de Conquistadores a propósito del padre del citado
fraile:
“Gonzalo del Castillo, conquistador
de a caballo de Tenerife, capitán de una compañía de jinetes según Viana, natural
de Valladolid. Conquistador también en la guerra de Granada con repartimientos
en Isnálloz que solicita sean sustituidos por otros en Tenerife. En su primer
matrimonio o relación con “una castellana” (Isabel del Castillo parece ser que
se llama este personaje que figura en algún documento como guanche y vecina de Tenerife)
tuvo a Francisco del Castillo que fue dominico con el nombre de fray Lucas
del Castillo y a Ana del Castillo, casada con el viudo Rodrigo Cañizares, aserrador
portugués. Casó luego hacia 1505 en la
Laguna con Francisca Tacoronte, guanche, con descendencia”.
Antigua calle de la Vera Cruz o de la Mancebía |
La primitiva ermita de la Vera
Cruz fue construida en 1524 por mandato del concejo de la isla o cabildo como
promesa de acción de gracias por el cese de la epidemia de peste que había
asolado la isla en esos años. Estaba situada donde hoy lo está la Iglesia de
San Agustín también en Vegueta. Anteriormente existía en el lugar una mancebía
de cuyas rentas disfrutaba el cabildo.
ACERCA DE LOS DEUDORES: CRISTÓBAL
DE MIRELES Y MARÍA HIDALGA
Esta indagación nos puede
conducir a una mejor localización de la residencia del matrimonio formado por
Juan Martín Garrote y Catalina Guerra y por ende al lugar de los autos.
-Cristóbal de Mireles nacido en
Telde en1522 (tiene 30 años cuando se ajusticia a Catalina) es hijo del
vizcaíno Gonzalo Pérez Mireles y de su esposa Teresa Alonso Morales. Es pues hermano de Martín de Mireles que fue
alcalde de Agüimes y cuñado de su esposa Catalina Garro, la hija de Ana
Hernández Guadarteme y de Perucho de Fuenterrabía (Pedro de Urúspuru).
Miguel Rodríguez Díaz de Quintana
en su documentado estudio sobre Ana Hernández Guadarteme que se custodia en el
Museo Canario nos dice acerca de este personaje:
“Cristóbal de Mireles, alguacil
de la ciudad de Telde en donde fue bautizado el 19 de junio de 1522, fue
agraciado por el cabildo de esta isla con dos importantes datas de tierra: por
la primera, solicitada por él en 28 de mayo de 1563 (?) recibió la merced de
150 fanegadas en Agüimes lindando con las de su hermano mayor que eran a la
salida del pueblo en el camino del Roque Aguayro; y en la segunda, se le
asignaron 50 fanegadas de las 100
pedidas en el término de Telde en el camino que va a dar al puerto de la madera
(sic). Había celebrado nupcias matrimoniales con doña Catalina García Guerra
viuda de Juan Rodríguez con la que procreó familia numerosa”.
La información señalada por
último es para nosotros un motivo de
sorpresa. Catalina García, la esposa de Cristóbal de Mireles, por su
nombre y circunstancias de edad, puede ser otra hija de Catalina Guerra.
Pensamos que al estar casada desde 1547 (tuvo a su primer a hija en junio de
1548) no podía ser reconocida en el testamento como
heredera por haber disfrutado ya de su dote.
-María Hidalgo, la otra persona
que aparece como deudora en el testamento, es la esposa de Juan Luis e hija de
Lucía Hernández, de los naturales de la isla. Hermana por tanto de los vecinos
de Agüimes: Melchor Hernández, casado con Leonor de la Peña, Francisco Hernández,
Sancho Bermúdez y Guiomar de los Santos, la esposa de Luis Martín.
Las pistas pues conducen irremediablemente
hacia la Villa Episcopal donde tienen tierras los Mireles y donde residen Lucía
Hernández y sus hijos. Recordemos que en su testamento Catalina nos refiere que
en la casa donde la apresan hay unas aves que son propiedad del yeguarizo de
Juan de Ávila, notorio vecino de la Villa de ascendencia indígena que va a
ser nombrado tutor de sus hijos a su
muerte.
EN CUANTO A LA COAUTORA DEL CRIMEN: CATALINA GUERRA
El siguiente documento, una partida de bautismo del libro
primero de El Sagrario, creemos que puede estar referido a un desliz juvenil de
la ajusticiada:
"En 19 días del mes de enero de 1514 años bauticé yo el
bachiller Juan Baptista a (....en
blanco....) hija de Catalina Guerra, fueron padrinos Pedro Ortiz y Catalina
Núñez."
En relación a los padrinos de este bautismo podemos decir que
Pedro Ortiz es escribano de Las Palmas
entre 1514 y 1518. En 1507 se le
había impedido desempeñar el oficio por
ser hijo de reconciliados y nieto de quemados tal y como afirman Manuel Lobo y Benedicta
Rivero en su libro Primeros pobladores de Las Palmas. ¿Podría ser este Pedro Ortiz el padre de
Alonso Ortiz 2 el albacea y de María Ortiz la abuela de Alonso Ortiz 1?
De ser esta Catalina la ajusticiada, habría que señalar que presumiblemente
da a luz muy joven (la hacemos nacida
sobre 1500). Con posterioridad a este incidente se habría casado con diferentes
maridos con amplia sucesión. La niña sin
nombre, de padre desconocido, que nace en 1514 puede ser la misma que
posteriormente en matrimonio o relación con persona que desconocemos tuvo por
hijas a Isabel Guerra y a Isabel Pérez,
vecinas de Tirajana.
Existen varias posibilidades para resolver la ascendencia de Catalina Guerra a la que
hacemos nacida como se ha dicho antes del 1500.
Puede ser hija de Isabel Guerra y de Juan de San Lúcar,
hermana por tanto de Juan Guerra de San Lúcar y de Isabel González, y de Pedro
y Antón Guerra. Nosotros nos decantamos, sin pruebas, por esta primera posibilidad. Cebrián Latasa
en su Diccionario habla de otros hijos posibles para esta pareja.
Puede ser hija de María Guerra y Alonso Suárez de Albaida y
hermana por tanto de Hernán Guerra, Juan Suárez, Ana Guerra, Cristóbal Guerra.
Creemos sin embargo que la hija de este matrimonio llamada Catalina casó con el
genovés Sebastián de Fossato con sucesión en Telde.
Puede ser hija de Catalina Guerra y de Juan de Ronda y
hermana por tanto de María de Ronda, casada en Telde con el cañaverero Juan
González, y de Francisca Guerra casada en Arucas con el portugués Íñigo López.
Con cualquiera de las tres
posibilidades, que dejamos abiertas, Catalina Guerra sería la presunta nieta de
Fernán Guerra el adalid de la conquista de Gran Canaria quien debió tener
numerosa descendencia natural con mujeres nativas o esclavas. Los enlaces de sus
presuntas hijas naturales (Isabel, María, Catalina, etc.) se habrían efectuado poco después de la conquista de Gran Canaria y
antes de su muerte (que tuvo lugar en 1486) habiendo elegido Fernán por yernos
a conquistadores de segundo orden o a repobladores ilustres como es el caso de
Alonso Suárez de Albaida.
Como bien sabemos, la descendencia legítima de Fernán Guerra
con su esposa María May no prosigue el apellido: Juan Guerra, conquistador como
su padre, no tuvo descendencia legítima y
testó a favor de dos de sus sobrinas;
Ana Guerra con un esposo cuyo nombre desconocemos tuvo al menos a otra María
May que fue la primera esposa de Arriete de Betancor el hijo de Tenesoya; y Catalina
Guerra, casada con el poderoso Juan de Ceverio otorgó a su numerosa prole los apellidos Mujica,
Lazcano y Villafranca relacionados con la hidaguía y localidad de origen de su
esposo.
El apellido Guerra en Gran Canaria (es la hipótesis que
sostenemos en un estudio en preparación) se relaciona por tanto con la
descendencia natural del adalid Fernán Guerra o de su hijo Juan Guerra y no con
el tantas veces citado como supuesto conquistador (sin documentación alguna de apoyo) el
caballero Pedro Guerra a quien se da como padre de Isabel y de María. Todo esto parece ser una pantalla ante los inquisidores
para no reconocer máculas en su ascendencia pues del tal Pedro no hay huella
documental.
La excepción a esta norma en la isla la tendríamos con los
Guerra de Tenteniguada que descienden de Beatriz Guerra, hermana del adalid
Fernán Guerra, y de su primer esposo Jacomar de Berniés a través de la hija de
ambos, también llamada Catalina Guerra, quien tuvo una prolija sucesión de su
matrimonio con el también conquistador Juan de Badajoz.
EN CUANTO AL TUTOR Y CURADOR DE
LOS MENORES: JUAN DE ÁVILA
Ante Luis Fernández Rasco,
Escribano de Las Palmas a 6 de octubre de 1552
“Ante el Sr Ldo. Juan López de
Cepeda, teniente, y el escribano, fue presente Juan de Ávila vecino de Agüimes
el cual dijo que por un mandamiento de su merced el señor teniente le ha sido
notificado que se encargue de la tutela
y curaduría de los menores hijos de Juan Martín Garrote y de Catalina Guerra,
so cierta pena, y que por ser hombre ocupado y vivir y residir fuera de esta
ciudad no se podía encargar de la tutoría y curaduría por lo cual pide a su
merced no le discierna el cargo. Luego incontinente su merced le mandó, so pena
de 10.000 mrs. para la cámara y fisco de sus majestades en los cuales le había
condenado si hacía lo contrario, que acepte el cargo. Ante esto Ávila aceptó el
cargo y juró. Testigos Baltasar Núñez, Francisco Rodríguez y Pedro Hernández,
vecinos. El Ldo. Cepeda. Juan de Ávila
Ante Alonso Hernández las Palmas
1559 P 788 339 r
“Poder general que Juan Dávila,
vecino, como tutor y curador de Juan Garrote, hijo legítimo y universal
heredero de Juan Garrote y Catalina Guerra, difuntos, otorga a Hernando de
Santa Cruz, vecino, solicitador. Testigos: Francisco Martín, Gaspar López y
Pedro Moreno, vecinos”. Firmado: Juan Dávila
Entre ambos documentos,
aceptación de la tutoría y otorgación de poder a un solicitador, transcurren 7
años por lo que hemos de deducir que Juan Martín Garrote 2 debía tener menos de
18 años cuando fallecieron su madre y su hermano García. En ese intervalo de
siete años parece que ha fallecido Andrés el menor de los hermanos por cuanto
en 1559 Juan Garrote es citado como universal heredero de su padre.
Indagaremos ahora acerca de los
motivos por los que pudo asignarse la tutoría
de los hijos menores de Catalina Guerra y Juan Martín Garrote a Juan de Ávila.
De este personaje podemos decir muchas
cosas gracias al libro “Población de Agüimes en los primeros cien años del
señorío” de Rafael García de Castro y Luis García Correa.
Juan nacido sobre 1494 y vecino
de Agüimes es hijo de Alonso de Ávila “canario de los naturales de la isla” y
de su mujer, la también indígena, María Hernández. Juan de Ávila casó dos
veces. La primera hacia 1512 con Francisca de Matos hija de Alonso de Matos el
viejo e Isabel de Talavera. La segunda hacia 1538 con María de Arístegui, hija
de Martín Báñiz y Juana de Liria.
Agüimes, Gran Canaria |
Estimamos no obstante que no
queda clara dicha causalidad y ante la rotunda negativa por parte de Juan de
Ávila a asumir la tutoría nos hemos parado a pensar que la relación puede no
ser familiar sino de trabajo y sujeción entre el tutor y la víctima. Juan
Martín Garrote parece ser que reside con su familia en una casa que es
propiedad de Juan de Ávila, como se colige del hecho de que su yeguarizo
utilizara los corrales de la casa donde fue apresada. Es posible por tanto que
fuese un trabajador a su servicio y al
no tener este familia en la isla se haya encomendado la tutoría de sus hijos
menores a su protector. Este hilo argumental nos llevaría a pensar que la
poderosa familia de los Guerra ha renunciado a la tutoría por extraños motivos
que no alcanzamos a comprender.
SOBRE LA IDENTIDAD DEL RECEPTOR
DE UNA BULA: JUAN GONZÁLEZ
No nos atrevemos dada la
diversidad de personas de tal nombre y apellido que vivían en la comarca a mediados del siglo
XVI a precisar su identidad del beneficiado. Nos arriesgamos sin embargo a
decir que al ser destinatario de una bula se sobreentiende que está vivo por
entonces y que es una persona de especial cercanía para la que va ser ajusticiada.
Como licencia literaria, pues
creemos que el asunto merece atención novelesca, imaginamos que Juan González
pudo ser el amante de Catalina Guerra y que esta en su casa de Agüimes o Tirajana
pudo ser sorprendida por su marido Juan Martín Garrote. García de León, el mayor
de los hijos que conviven con la pareja, probablemente un entenado, pudo salir
al paso para protegerla dándole muerte. Los hechos concluirían en la ficción
novelesca, pues no tenemos datos al respecto, con el ajusticiamiento del hijo
mayor y de su madre en la horca o quizá,
por tratarse de un parricidio, por encubamiento, es decir, lanzados vivos al
mar dentro de un saco en el que se introduce un peso para que se hunda
rápidamente junto con algún animal como gallo,
perro, mono o serpiente que
simbolizan el horror del parricidio.
Nos preguntamos también, es otra
posibilidad, si Juan González, el
receptor de la bula, pudiese ser el verdugo del ajusticiamiento en 1552. Nos
consta que en 1524 el verdugo de la justicia real en Las Palmas se llamaba
Pedro González de quien sabemos que estuvo casado con María Gómez de Ávila. Hacemos
notar que María, la que fue esposa del verdugo, puede ser la hija de Cristóbal
de Ávila y de María Gómez que nace en Las Palmas en 1531. Puede ser casual pero
en este bautismo ejerce de madrina la mujer de Juan García de León, sin que
quede especificado su nombre.
SOBRE LA IDENTIDAD DE LOS
TESTIGOS DE AMBOS TESTAMENTOS
Aunque la relevancia de estos
personajes es escasa puesto que tan solo ejercen de testigos procedemos a
señalar las circunstancias de aquellos que hemos podido identificar comprobando que en general se
trata de autoridades de la justicia como el Licenciado Cabrera, probable
teniente de gobernador, el alcaide de la cárcel y el alguacil, ayudantes o
personas de confianza del escribano como Pedro Hernández y Pedro Pérez y renombrados
vecinos como Francisco Montesdeoca y Juan Bautista Moreto.
-Diego Sánchez de los Palacios,
el alcaide de la cárcel, es familiar directo del mercader Francisco Sánchez de
los Palacios, casado con Ana Sánchez.
-Álvaro de Palacio es el alguacil
de la ciudad. Su apellido al parecer no se relaciona a pesar de la similitud
con el del alcaide sino con Juan de Palacio, maestre mayor de los canteros de Las Palmas en los años 30.
-Juan Bautista Moreto o Amoreto, esposo
de Blanca Rapallo (hija de Alejandro
Rapallo y Pergrina Zoagli) es desde 1547 un acaudalado vecino de Las Palmas de
nación genovesa, hijo de los nizardos Lázaro y María Amoreto.
-Francisco Montesdeoca es
asimismo un acaudalado vecino de Las Palmas (hijo de los pobladores castellanos Vicente
Montesdeoca y Juana Hernández) casado
con Clara Hernández Talavera (hija de Domingo Hernández e Isabel Lorenzo).
SOBRE LA BIOGRAFÍA Y DESCENDENCIA
DE JUAN MARTÍN GARROTE 2
En los años 70 Juan Martín
Garrote 2, ya emancipado y en posesión de las tierras que hereda de su padre en
Tirajana, compra en 1574 al que había sido su tutor, Juan de Ávila, unas
tierras anejas a las suyas por encima de las fortalezas. La venta no será
pacífica y por un tiempo llevará a la cárcel al infortunado comprador por haber
sembrado en ellas después de que un
acaudalado propietario vecino, Pedro de Mendoza, hijo de Juan de Aríñez y María
Ortega, reclamara las tierras como suyas.
La documentación del conflicto la pueden encontrar los lectores en el libro
tantas veces citado y reconocido: “Primeros pobladores de Agüimes…” (Anexo:
Doc. 251).
Juan Martín Garrote casará en los
años 80 con Catalina Báez o Hernández
(quien iba a casar más tarde en segundas nupcias con Lorenzo Pérez) y
tiene por hijos con ella a otro Juan Martín Garrote 3, que al parecer no tuvo
sucesión, y a María del Álamo casada en primeras nupcias con Juan de la Fuente
y en segundas con Alonso Espino, con sucesión de ambos matrimonios como a
continuación reseñamos:
-María del Álamo celebró
su primer enlace con Juan de la
Fuente en Agüimes el dia 29 de Agosto de 1611 (Libro 1, folio 142
Vto). Él, hijo de Juan de la Fuente y de Melchora de los Reyes; y ella, hija de
Juan Garrote, difunto y de Catalina Báez. Tuvieron por hijos a:
Francisco de la Fuente, bautizado en la Iglesia de San
Bartolomé de Tirajana, en 1614 (Libro 1,
folio 23 Vto). Casado en la misma
parroquia con Catalina Cabrera,
el día 26 de octubre de 1637, hija de José Rodríguez y María de Candelaria.
María del Álamo, bautizada en la Iglesia de San
Sebastián de Agüimes el día 10 de julio de 1616, (padrinos Juan de Mireles y Úrsula
de Tubillejas). ¿Puede ser la misma que con el nombre de María de San Juan,
hija de Juan de la Fuente y María del Álamo, casa en la misma parroquia en 1653
con Juan Rodríguez?
-María del Álamo casó en segundas nupcias en la
Iglesia de San Sebastián de Agüimes con Alonso Espino, hijo de Francisco Espino y de María Gutiérrez, el
30 de septiembre de 1618, (Libro 1 - Folio 147 Vto). En la partida de matrimonio
consta que los padres de María del Álamo fueron Juan Martín Garrote y
Catalina Hernández (sic). Tuvieron por hijos a:
Ana del Álamo, bautizada en Agüimes, el 13 de noviembre de 1619, (Libro
1, folio 33) que casará en Telde en 1650 con Domingo Lorenzo, hijo de Domingo
Lorenzo y Mariana de Candelaria.
Juan, bautizado en Agüimes, a 16 de julio de
1623, (Libro 1, folio 41 Vto)
Pedro, bautizado en Agüimes, a 23 de julio de
1626, (libro 1, folio 50 Vto).
Muy recientemente, cuando este
trabajo estaba listo para imprenta, hemos tenido acceso en el Archivo Histórico
Provincial a un documento en mal estado, casi ilegible, de 1601, en el que
María del Álamo, viuda de Juan Martín Garrote, como tutora de sus dos hijos
menores Juan y María, arrienda a Francisco de Jaén unas cuevas y colmenas en
Tirajana. Los datos obtenidos permiten concluir que Juan Martín Garrote 2 debió
fallecer algunos años antes, sobre 1595.