miércoles, 14 de octubre de 2015

AGÜIMES, 1552: CRIMEN Y CASTIGO

FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
JUAN RAMÓN GARCÍA TORRES

Publicado en el Boletín nº 3 (2015) del Consejo de Patrimonio de Agüimes, p. 9-17.
Con permiso de los autores.

“Índices y extractos de protocolos de  Hernán González y de Luis Fernández Rasco, escribanos de Las Palmas 1550-1552” de Manuel Lobo Cabrera

Doc. 286. 1552—agosto 23. 253 r f.

Otorgado en la cárcel pública de Las Palmas.


Testamento de Catalina Guerra, mujer que fue de Juan Martín Garrote, sana del cuerpo y  por quererse hacer justicia de ella por delito que cometió otorga lo siguiente: fórmulas de fe. Manda su alma a Dios y el cuerpo a la tierra, el cual pide al magnífico señor gobernador, a su lugarteniente o a otro cualquier juez que de la causa pueda conocer que lo entierren en la iglesia de Nuestra Señora de la Misericordia, en su casa que es en la Veracruz; que los hermanos de la Misericordia el día de su entierro u otro siguiente, cuando les pareciere, le digan la misa de cuerpo presente ofrendada de pan, vino y cera; cabo de nueve días y cabo de año, pagándosele lo acostumbrado; que los hermanos de la Misericordia le digan las 9 misas de la Luz, se pague lo acostumbrado

Deudas que le deben a ella y a su marido: Cristóbal de Mireles 9 1/2 doblas; María Hidalga 1 dobla y 1 hanega de cebada. Manda a la redención de cautivos, cruzada y a las demás mandas acostumbradas a cada una 5 mrs.

Inventario de bienes que tenía en su casa al tiempo que la prendieron: 2 cahíces de cebada; 9 1/2 libras de cera; 1 fanega de lentejas y todo lo demás, según consta en el inventario que de ello se hizo ante el presente escribano, más lo que pareciere ser suyo.

Nombra albaceas a Alonso Ortiz y al padre fray Lucas Castillo, y herederos a Juan Martín y a Andrés García, sus hijos. Testigos: El licenciado Cabrera, Pedro Hernández, Juan Batista Moreto, Francisco de Montesdeoca y Diego Sánchez de los Palacios, alcalde de la cárcel.

Añade: declara que los padres del monasterio de San Francisco y del de Santo Domingo “la han acompañado e consolado”, quiere que se le dé al síndico de cada uno de ellos 2 doblas para sus alimentos. Manda que se le tome la bula de la Santa Cruzada para gozar de las indulgencias de ella y se pague lo acostumbrado; se tome otra bula para su hijo y otra para Juan González y se pague lo acostumbrado. Declara que 16 pollos de los que tenía en su casa el tiempo que la prendieron eran de... (en blanco)..., yeguarizo de Juan de Ávila, que se le paguen de sus bienes.  Por no saber: el licenciado Cabrera.

Doc. 287. 1552—agosto 23. 254 y f.
Otorgado en la cárcel pública.

Testamento de García de León, hijo de Juan Martín Garrote y de Catalina Guerra, estando sano del cuerpo y por quererse hacer justicia de él por cierto delito que cometió otorga lo siguiente: fórmulas de fe. Manda: que le entierren en la iglesia de la Misericordia de la Veracruz, y encarga a los hermanos de ella que entierren su cuerpo y hagan bien con él, que Dios depare quien al tanto haga por los suyos; que el día de su entierro, si fuere a horas y si no otro día siguiente, le digan la misa de cuerpo presente, cabo de nueve días y cabo de año, todo ofrendado de pan, vino y cera, y se pague lo acostumbrado; que en la dicha iglesia le digan un treintanario de misas abierto por el ánima de su padre; a la Cruzada, redención de cautivos y a las demás mandas forzosas acostumbradas a cada una 5 mrs. Nombra albaceas a Alonso Ortiz y al reverendo padre Fray Lucas Castillo de la orden de predicadores de Santo Domingo, y por herederos a Juan Martín y Andrés Martín, sus hermanos. Testigos: Pedro Fernández, el licenciado Cabrera y Juan Baptista Moreto, Álvaro de Palacio, alguacil, y Pedro Pérez, vecinos. Por no saber: Pedro Fernández.


DISECCIÓN DE LOS DOCUMENTOS TRANSCRITOS POR MANUEL LOBO

Catalina Guerra y su hijo mayor García de León expresan sus últimas voluntades antes de morir ajusticiados en la cárcel pública de Las Palmas a fines de agosto de 1552. Ninguno de los dos documentos que pretendemos “diseccionar” expresan el delito cometido ni el lugar de residencia. Tenemos, sin embargo, la presunción de que se trata de un parricidio (el asesinato del esposo y padre de los ajusticiados) y de que los hechos tuvieron lugar en la comarca sureña de la isla, bien en Agüimes, bien en Tirajana. Iremos desgranando los documentos paso a paso con los oportunos comentarios históricos y genealógicos.

ACERCA DE JUAN MARTÍN GARROTE,  LA PRESUNTA VÍCTIMA

Poco sabemos de Juan Martín Garrote, marido y padre de los dos infortunados que han sido condenados a la pena de muerte. El curioso apelativo que lleva puede ser un mote para diferenciarlo de otros repobladores de igual nombre y apellido avecindados en la isla en aquellos tiempos en torno a mediados del siglo XVI como Juan Martín de Manzanares, Juan Martín del Castañal, Juan Martín Castellano, Juan Martín Portugués, Juan Martín Mangas Verdes, etc, todos ellos relacionados con la comarcas sureña.

Como tal repoblador solicita y se le conceden en 1549 tierras en Tirajana. Así está registrada su petición en el Libro de Repartimientos de Gran Canaria.

“Muy Magníficos Sres: Juan Martín Garrote, vecino de esta isla…suplico me hagan merced de un pedazo de tierra montuosa para un parral, el cual está situado en el barranco de Tirajana y que ha por linderos, por la cabezada, la casa de María Rodríguez y por abajo, tierras de Esteban Hernández, en el cual podrá haber 20 fanegas de sembradura...”

EN CUANTO AL SUPUESTO PARRICIDA, GARCÍA DE LEÓN

Un personaje de igual nombre que el hijo de Catalina Guerra, García de León, fue mucho tiempo atrás según Cebrián Latasa conquistador de Gran Canaria. Así consta en el año 1484 en una relación de acreedores por servicios prestados en la conquista  (Ladero 1966).

En el libro primero de bautismos de El Sagrario tenemos constancia de que un tal Juan García de León y su esposa, Catalina Ramos, bautizan a una hija de nombre María el 19 de noviembre de 1513. La mujer de Juan García de León (no sabemos si se trata de la misma esposa) aparece como testigo en un bautismo registrado en 1531 en el libro segundo.

En 19 de diciembre de 1521 se protocola el siguiente documento que nos describe al mismo personaje como comerciante de vinos avecindado en la isla:

“Sepan cuantos esta carta vieren, cómo yo, Juan García de León, vecino de esta isla de la Gran Canaria, otorgo y conozco a vos, Juan de Porras, mercader vecino de la isla de la Madera, que estáis ausente, bien así como si estuviérais presente, y a vos, Juan Bautista Salvago, vecino de esta dicha isla en su nombre, que estáis presente, que por cuanto vos, el dicho Juan Bautista Salvago, en el dicho nombre, me hubiste puesto y pusiste cierta demanda de dieciocho mil e tantos maravedíes de buena moneda, del procedido de ciertos vinos que del dicho Juan de Porras recibí en la dicha isla de la Madera…”

Con estos aportes documentales pretendemos rastrear la posibilidad de que este personaje, Juan García de León, pueda ser el responsable del apellido de uno de sus nietos. Quizá García de León, el supuesto parricida, sea un entenado de Juan Martín Garrote como hijo de un primer matrimonio o relación de Catalina Guerra con el citado comerciante. Reconocemos no tener prueba alguna al respecto.

EN CUANTO A LA IDENTIDAD DEL PRIMER ALBACEA: ALONSO ORTIZ

Estábamos convencidos inicialmente de que se trataba de la misma persona que expresa sus últimas voluntades en Agüimes  en 1578.

Testamento de Alonso Ortiz 1 ante Francisco Díaz Peloz a 2 abril de 1578 (Doc 295 del libro Pobladores de Agüimes… de Rafael Rguez  de Castro y Luis García Correa).

En dicho testamento Alonso deja por herederos a su mujer y a sus hijos: Juan de Espino, Diego Ortiz, Juana Ortiz, Estefanía Sánchez, María Ortiz, Isabel Perdomo y Sebastiana Sánchez más lo que ella pariere por quedar preñada. Nombra como albaceas a su mujer Ana Sánchez y a Melchor Hernández, vecino de Agüimes.

Según los autores citados este Alonso Ortiz (a quien llamaremos 1), es hijo de Francisco Hernández y de Juana Ortiz y nieto materno de Pedro Perdomo y María Ortiz. Alonso fue bautizado el 21 de mayo de 1526 y fueron sus padrinos Alonso Pérez, portugués, Marina González y Ana Martín. Casó a finales de 1555 con Ana Sánchez, hija de Mariana Hernández y hermana entre otros de Cristóbal y Andrés Hernández. Ambos esposos, nos refieren los autores mencionados, ya habían fallecido a fines de 1578 pues en el testamento del cura de Agüimes aparece una cláusula en la que se cita la deuda pendiente de los herederos de Alonso Ortiz y su mujer por los funerales de los dos.

A pesar de la coincidencia de nombre, nos pareció muy extraño que este Alonso 1, vecino de Agüimes,  pudiera ser el albacea de los ajusticiados teniendo tan solo 26 años, uno por encima de la mayoría de edad. Nos planteamos por ello, descartando esta posibilidad, buscar a un homónimo en edad provecta que tuviera una probada relación de parentesco con las personas referenciadas.

Así encontramos en los protocolos de Alonso Hernández (Las Palmas) y de Fernández de Chávez (Telde) a un vecino de Telde llamado por igual Alonso Ortiz (a quien llamaremos 2) que era ya fallecido, según  el testamento de su suegra Francisca Ramos, en 1570; y que según el documento adjunto evidencia tener relaciones de parentesco con los Guerra.


1558 Pr 787 F 74 Ante Alonso Hernández Las Palmas

“Reconocimiento de deuda que Alonso Rubio, vecino de Telde, hace a Alonso Ortiz de la misma vecindad, tutor y curador de Isabel de Ortega, menor de edad, hija y heredera de Juan Muñoz Guerra, difunto, de 100 cabrillas de año arriba que son por razón de 50 cabrillas que Ortiz le entregó en arrendamiento en nombre de la dicha menor para que gozase de ellas y sus partos y postpartos durante los cinco años siguientes. Alonso Rubio ya ha disfrutado dos años pero le restan tres que se cumplirán en 1560. Las 50 cabras las recibió el otorgante de manos de Alonso Hernández de Ortega, representante de Ortiz, y se compromete a devolverlas en número de 100 en la ciudad de Telde a vista de criadores y dentro del plazo estipulado. Para seguridad de la deuda hipoteca un hato de cabras y 50 hanegas de tierra que posee en La Atalaya junto a la vega de la ciudad. Ts: Lázaro Gómez, Bastián Catela y Francisco Bayardo. Alonso Rubio.

Indagaremos ahora en los  lazos familiares que puedan servir de nexo entre Alonso Ortiz 2 y la familia Guerra que expliquen la confianza  de la tutoría otorgada de la hija de Juan Muñoz Guerra.               
Del fallecido Juan Muñoz Guerra sabemos que estuvo casado con Leonor de Ortega (hija  Pedro Hernández de Rociana y Francisca Gutiérrez)  y ambos tuvieron en común como hijos a esta Isabel Ortega nacida en Telde en 1537 y a otra niña, Francisca Ortega, nacida en 1543, que debió fallecer prematuramente.

Tenemos dudas acerca de la ascendencia de este personaje  pues es contemporáneo de otra persona con la misma denominación, Juan Muñoz Guerra, que es  hijo de Juan Guerra de Sanlúcar y de Catalina Pérez y nieto de  Juan de San Lúcar e Isabel Guerra. Este último Juan casa en 1553 con Juana Bolaños con la que tiene por hijos a Ginebra de Palenzuela, casada con Diego Álvarez, y a Pedro Guerra. ¿Puede tratarse de la misma persona y de dos enlaces sucesivos?

Alonso Ortiz 2, el albacea de Catalina Guerra y el tutor de Isabel Ortega, estuvo casado con Luisa de Troya. Esta señora testa en Telde en 1568 ante Fernández de Chávez declarando que es hija de Pedro Hernández de Rociana y dando por hijos legítimos de su matrimonio a Juan, Catalina, Pedro y Leonor Ortiz (sic) y a Francisca de Ortega. El albacea es su hermano el presbítero Andrés de Ortega.

Así pues Alonso de Ortiz 2 y Juan Muñoz Guerra son concuños, están casados con dos hermanas, Leonor de Ortega y Luisa de Troya, hijas de Pedro Hernández de Rociana y de Francisca Gutiérrez.


EN CUANTO AL SEGUNDO ALBACEA: FRAY  LUCAS DEL CASTILLO

Veamos lo que nos dice Cebrián Latasa en su Diccionario de Conquistadores a propósito del padre del citado fraile:

“Gonzalo del Castillo, conquistador de a caballo de Tenerife, capitán de una compañía de jinetes según Viana, natural de Valladolid. Conquistador también en la guerra de Granada con repartimientos en Isnálloz que solicita sean sustituidos por otros en Tenerife. En su primer matrimonio o relación con “una castellana” (Isabel del Castillo parece ser que se llama este personaje que figura en algún documento como guanche y vecina de Tenerife) tuvo a Francisco del Castillo que fue dominico con el nombre de fray Lucas del Castillo y a Ana del Castillo, casada con el viudo Rodrigo Cañizares, aserrador portugués. Casó  luego hacia 1505 en la Laguna con Francisca Tacoronte, guanche, con descendencia”.

Antigua calle de la Vera Cruz o de la Mancebía
Obviamente hay que deducir que fray Lucas, el hijo del conquistador citado, es uno de los hermanos del convento dominico de la Ciudad Real de Las Palmas (hoy iglesia y plaza de Santo Domingo) a los que la reo les muestra su agradecimiento, así como a los monjes del cercano convento de San Francisco, por la compañía y consuelo recibidos. El entierro será oficiado por la congregación de los Hermanos de la Misericordia como era costumbre en la época.

La primitiva ermita de la Vera Cruz fue construida en 1524 por mandato del concejo de la isla o cabildo como promesa de acción de gracias por el cese de la epidemia de peste que había asolado la isla en esos años. Estaba situada donde hoy lo está la Iglesia de San Agustín también en Vegueta. Anteriormente existía en el lugar una mancebía de cuyas rentas disfrutaba el cabildo.

ACERCA DE LOS DEUDORES: CRISTÓBAL DE MIRELES Y MARÍA HIDALGA

Esta indagación nos puede conducir a una mejor localización de la residencia del matrimonio formado por Juan Martín Garrote y Catalina Guerra y por ende al lugar de los autos.

-Cristóbal de Mireles nacido en Telde en1522 (tiene 30 años cuando se ajusticia a Catalina) es hijo del vizcaíno Gonzalo Pérez Mireles y de su esposa Teresa Alonso Morales.  Es pues hermano de Martín de Mireles que fue alcalde de Agüimes y cuñado de su esposa Catalina Garro, la hija de Ana Hernández Guadarteme y de Perucho de Fuenterrabía (Pedro de Urúspuru).

Miguel Rodríguez Díaz de Quintana en su documentado estudio sobre Ana Hernández Guadarteme que se custodia en el Museo Canario nos dice acerca de este personaje:

“Cristóbal de Mireles, alguacil de la ciudad de Telde en donde fue bautizado el 19 de junio de 1522, fue agraciado por el cabildo de esta isla con dos importantes datas de tierra: por la primera, solicitada por él en 28 de mayo de 1563 (?) recibió la merced de 150 fanegadas en Agüimes lindando con las de su hermano mayor que eran a la salida del pueblo en el camino del Roque Aguayro; y en la segunda, se le asignaron 50 fanegadas  de las 100 pedidas en el término de Telde en el camino que va a dar al puerto de la madera (sic). Había celebrado nupcias matrimoniales con doña Catalina García Guerra viuda de Juan Rodríguez con la que procreó familia numerosa”.

La información señalada por último es para nosotros un motivo de  sorpresa. Catalina García, la esposa de Cristóbal de Mireles, por su nombre y circunstancias de edad, puede ser otra hija de Catalina Guerra. Pensamos que al estar casada desde 1547 (tuvo a su primer a hija en junio de 1548)  no  podía ser reconocida en el testamento como heredera por haber disfrutado ya de su dote.

-María Hidalgo, la otra persona que aparece como deudora en el testamento, es la esposa de Juan Luis e hija de Lucía Hernández, de los naturales de la isla. Hermana por tanto de los vecinos de Agüimes: Melchor Hernández, casado con Leonor de la Peña, Francisco Hernández, Sancho Bermúdez y Guiomar de los Santos, la esposa de Luis Martín.

Las pistas pues conducen irremediablemente hacia la Villa Episcopal donde tienen tierras los Mireles y donde residen Lucía Hernández y sus hijos. Recordemos que en su testamento Catalina nos refiere que en la casa donde la apresan hay unas aves que son propiedad del yeguarizo de Juan de Ávila, notorio vecino de la Villa de ascendencia indígena que va a ser  nombrado tutor de sus hijos a su muerte.

EN CUANTO A LA COAUTORA  DEL CRIMEN: CATALINA GUERRA

El siguiente documento, una partida de bautismo del libro primero de El Sagrario, creemos que puede estar referido a un desliz juvenil de la ajusticiada:

"En 19 días del mes de enero de 1514 años bauticé yo el bachiller Juan Baptista  a (....en blanco....) hija de Catalina Guerra, fueron padrinos Pedro Ortiz y Catalina Núñez."

En relación a los padrinos de este bautismo podemos decir que Pedro  Ortiz es escribano de Las Palmas entre 1514 y 1518. En 1507  se le había  impedido desempeñar el oficio por ser hijo de reconciliados y nieto de quemados tal y como afirman Manuel Lobo y Benedicta Rivero en su libro Primeros pobladores de Las Palmas.  ¿Podría ser este Pedro Ortiz el padre de Alonso Ortiz 2 el albacea y de María Ortiz la abuela de Alonso Ortiz 1?

De ser esta Catalina la ajusticiada, habría que señalar que presumiblemente da a luz  muy joven (la hacemos nacida sobre 1500). Con posterioridad a este incidente se habría casado con diferentes maridos con amplia sucesión.  La niña sin nombre, de padre desconocido, que nace en 1514 puede ser la misma que posteriormente en matrimonio o relación con persona que desconocemos tuvo por hijas a  Isabel Guerra y a Isabel Pérez, vecinas de Tirajana.

Existen varias posibilidades para resolver la  ascendencia de Catalina Guerra a la que hacemos nacida como se ha dicho antes del 1500.

Puede ser hija de Isabel Guerra y de Juan de San Lúcar, hermana por tanto de Juan Guerra de San Lúcar y de Isabel González, y de Pedro y Antón Guerra. Nosotros nos decantamos, sin pruebas,  por esta primera posibilidad. Cebrián Latasa en su Diccionario habla de otros hijos posibles para esta pareja.

Puede ser hija de María Guerra y Alonso Suárez de Albaida y hermana por tanto de Hernán Guerra, Juan Suárez, Ana Guerra, Cristóbal Guerra. Creemos sin embargo que la hija de este matrimonio llamada Catalina casó con el genovés Sebastián de Fossato con sucesión en Telde.

Puede ser hija de Catalina Guerra y de Juan de Ronda y hermana por tanto de María de Ronda, casada en Telde con el cañaverero Juan González, y de Francisca Guerra casada en Arucas con el portugués Íñigo López.

Con cualquiera de las tres  posibilidades, que dejamos abiertas,  Catalina Guerra sería la presunta nieta de Fernán Guerra el adalid de la conquista de Gran Canaria quien debió tener numerosa descendencia natural con mujeres nativas o esclavas. Los enlaces de sus presuntas hijas naturales (Isabel, María, Catalina, etc.) se habrían efectuado  poco después de la conquista de Gran Canaria y antes de su muerte (que tuvo lugar en 1486) habiendo elegido Fernán por yernos a conquistadores de segundo orden o a repobladores ilustres como es el caso de Alonso Suárez de Albaida.

Como bien sabemos, la descendencia legítima de Fernán Guerra con su esposa María May no prosigue el apellido: Juan Guerra, conquistador como su padre,  no tuvo descendencia legítima y testó a favor de dos de sus  sobrinas; Ana Guerra con un esposo cuyo nombre desconocemos tuvo al menos a otra María May que fue la primera esposa de Arriete de  Betancor el hijo de Tenesoya; y Catalina Guerra, casada con el poderoso Juan de Ceverio otorgó  a su numerosa prole los apellidos Mujica, Lazcano y Villafranca relacionados con la hidaguía y localidad de origen de su esposo.

El apellido Guerra en Gran Canaria (es la hipótesis que sostenemos en un estudio en preparación) se relaciona por tanto con la descendencia natural del adalid Fernán Guerra o de su hijo Juan Guerra y no con el tantas veces citado como supuesto conquistador  (sin documentación alguna de apoyo) el caballero Pedro Guerra a quien se da como padre de Isabel  y de María. Todo esto  parece ser una pantalla ante los inquisidores para no reconocer máculas en su ascendencia pues del tal Pedro no hay huella documental.

La excepción a esta norma en la isla la tendríamos con los Guerra de Tenteniguada que descienden de Beatriz Guerra, hermana del adalid Fernán Guerra, y de su primer esposo Jacomar de Berniés a través de la hija de ambos, también llamada Catalina Guerra, quien tuvo una prolija sucesión de su matrimonio con el también conquistador Juan de Badajoz.

EN CUANTO AL TUTOR Y CURADOR DE LOS MENORES: JUAN DE ÁVILA

Ante Luis Fernández Rasco, Escribano de Las Palmas a 6 de octubre de 1552

“Ante el Sr Ldo. Juan López de Cepeda, teniente, y el escribano, fue presente Juan de Ávila vecino de Agüimes el cual dijo que por un mandamiento de su merced el señor teniente le ha sido notificado que  se encargue de la tutela y curaduría de los menores hijos de Juan Martín Garrote y de Catalina Guerra, so cierta pena, y que por ser hombre ocupado y vivir y residir fuera de esta ciudad no se podía encargar de la tutoría y curaduría por lo cual pide a su merced no le discierna el cargo. Luego incontinente su merced le mandó, so pena de 10.000 mrs. para la cámara y fisco de sus majestades en los cuales le había condenado si hacía lo contrario, que acepte el cargo. Ante esto Ávila aceptó el cargo y juró. Testigos Baltasar Núñez, Francisco Rodríguez y Pedro Hernández, vecinos. El Ldo. Cepeda. Juan de Ávila

Ante Alonso Hernández las Palmas 1559  P 788 339 r

“Poder general que Juan Dávila, vecino, como tutor y curador de Juan Garrote, hijo legítimo y universal heredero de Juan Garrote y Catalina Guerra, difuntos, otorga a Hernando de Santa Cruz, vecino, solicitador. Testigos: Francisco Martín, Gaspar López y Pedro Moreno, vecinos”. Firmado: Juan Dávila

Entre ambos documentos, aceptación de la tutoría y otorgación de poder a un solicitador, transcurren 7 años por lo que hemos de deducir que Juan Martín Garrote 2 debía tener menos de 18 años cuando fallecieron su madre y su hermano García. En ese intervalo de siete años parece que ha fallecido Andrés el menor de los hermanos por cuanto en 1559 Juan Garrote es citado como universal heredero de su padre.

Indagaremos ahora acerca de los motivos por los que pudo asignarse  la tutoría de los hijos menores de Catalina Guerra y Juan Martín Garrote a Juan de Ávila.

De este personaje podemos decir muchas cosas gracias al libro “Población de Agüimes en los primeros cien años del señorío” de Rafael García de Castro y Luis García Correa.

Juan nacido sobre 1494 y vecino de Agüimes es hijo de Alonso de Ávila “canario de los naturales de la isla” y de su mujer, la también indígena, María Hernández. Juan de Ávila casó dos veces. La primera hacia 1512 con Francisca de Matos hija de Alonso de Matos el viejo e Isabel de Talavera. La segunda hacia 1538 con María de Arístegui, hija de Martín Báñiz y Juana de Liria.

Agüimes, Gran Canaria
Buscando un punto en común entre los Ávila y los Guerra que pueda explicar  la decisión del teniente de gobernador de otorgarle  en contra de su voluntad la tutoría de los menores, advertimos la siguiente conexión: la ajusticiada parece estar  emparentada con los Ávila pues María Hernández, la hermana de Juan de Ávila, y su esposo Juan Gutiérrez Rico, son los padres de Juan Rico quien casará, con posterioridad a los hechos investigados, con Mariana de Fonseca. La tal Mariana es hija de Diego Rabelo y Ana (o Isabel) González, nieta materna de Juan Bartolomé e Isabel González y bisnieta materna de Juan de San Lúcar e Isabel Guerra, pareja originaria a la que conducen todas las pistas.

Estimamos no obstante que no queda clara dicha causalidad y ante la rotunda negativa por parte de Juan de Ávila a asumir la tutoría nos hemos parado a pensar que la relación puede no ser familiar sino de trabajo y sujeción entre el tutor y la víctima. Juan Martín Garrote parece ser que reside con su familia en una casa que es propiedad de Juan de Ávila, como se colige del hecho de que su yeguarizo utilizara los corrales de la casa donde fue apresada. Es posible por tanto que fuese un trabajador a su servicio y  al no tener este familia en la isla se haya encomendado la tutoría de sus hijos menores a su protector. Este hilo argumental nos llevaría a pensar que la poderosa familia de los Guerra ha renunciado a la tutoría por extraños motivos que no alcanzamos a comprender.

SOBRE LA IDENTIDAD DEL RECEPTOR DE UNA BULA: JUAN GONZÁLEZ

No nos atrevemos dada la diversidad de personas de tal nombre y apellido  que vivían en la comarca a mediados del siglo XVI a precisar su identidad del beneficiado. Nos arriesgamos sin embargo a decir que al ser destinatario de una bula se sobreentiende que está vivo por entonces y que es una persona de especial cercanía para la que va ser ajusticiada.

Como licencia literaria, pues creemos que el asunto merece atención novelesca, imaginamos que Juan González pudo ser el amante de Catalina Guerra y que esta en su casa de Agüimes o Tirajana pudo ser sorprendida por su marido Juan Martín Garrote. García de León, el mayor de los hijos que conviven con la pareja, probablemente un entenado, pudo salir al paso para protegerla dándole muerte. Los hechos concluirían en la ficción novelesca, pues no tenemos datos al respecto, con el ajusticiamiento del hijo mayor y de su  madre en la horca o quizá, por tratarse de un parricidio, por encubamiento, es decir, lanzados vivos al mar dentro de un saco en el que se introduce un peso para que se hunda rápidamente junto con algún animal como gallo,  perro,  mono o serpiente que simbolizan el horror del parricidio.

Nos preguntamos también, es otra posibilidad,  si Juan González, el receptor de la bula, pudiese ser el verdugo del ajusticiamiento en 1552. Nos consta que en 1524 el verdugo de la justicia real en Las Palmas se llamaba Pedro González de quien sabemos que estuvo casado con María Gómez de Ávila. Hacemos notar que María, la que fue esposa del verdugo, puede ser la hija de Cristóbal de Ávila y de María Gómez que nace en Las Palmas en 1531. Puede ser casual pero en este bautismo ejerce de madrina la mujer de Juan García de León, sin que quede especificado  su nombre.

SOBRE LA IDENTIDAD DE LOS TESTIGOS DE AMBOS TESTAMENTOS

Aunque la relevancia de estos personajes es escasa puesto que tan solo ejercen de testigos procedemos a señalar las circunstancias de aquellos que hemos podido  identificar comprobando que en general se trata de autoridades de la justicia como el Licenciado Cabrera, probable teniente de gobernador, el alcaide de la cárcel y el alguacil, ayudantes o personas de confianza del escribano como Pedro Hernández y Pedro Pérez y renombrados vecinos como Francisco Montesdeoca y Juan Bautista Moreto.

-Diego Sánchez de los Palacios, el alcaide de la cárcel, es familiar directo del mercader Francisco Sánchez de los Palacios, casado con Ana Sánchez.

-Álvaro de Palacio es el alguacil de la ciudad. Su apellido al parecer no se relaciona a pesar de la similitud con el del alcaide sino con Juan de Palacio, maestre mayor  de los canteros de Las Palmas en los años 30.

-Juan Bautista Moreto o Amoreto,  esposo  de  Blanca Rapallo (hija de Alejandro Rapallo y Pergrina Zoagli) es desde 1547 un acaudalado vecino de Las Palmas de nación genovesa, hijo de los nizardos Lázaro y María  Amoreto.     

-Francisco Montesdeoca es asimismo un acaudalado vecino de Las Palmas  (hijo de los pobladores castellanos Vicente Montesdeoca y Juana Hernández)  casado con Clara Hernández Talavera (hija de Domingo Hernández e Isabel Lorenzo).

SOBRE LA BIOGRAFÍA Y DESCENDENCIA DE JUAN MARTÍN GARROTE 2

En los años 70 Juan Martín Garrote 2, ya emancipado y en posesión de las tierras que hereda de su padre en Tirajana, compra en 1574 al que había sido su tutor, Juan de Ávila, unas tierras anejas a las suyas por encima de las fortalezas. La venta no será pacífica y por un tiempo llevará a la cárcel al infortunado comprador por haber sembrado en ellas después de que  un acaudalado propietario vecino, Pedro de Mendoza, hijo de Juan de Aríñez y María Ortega,  reclamara las tierras como suyas. La documentación del conflicto la pueden encontrar los lectores en el libro tantas veces citado y reconocido: “Primeros pobladores de Agüimes…” (Anexo: Doc. 251).

Juan Martín Garrote casará en los años 80 con Catalina Báez o Hernández  (quien iba a casar más tarde en segundas nupcias con Lorenzo Pérez) y tiene por hijos con ella a otro Juan Martín Garrote 3, que al parecer no tuvo sucesión, y a María del Álamo casada en primeras nupcias con Juan de la Fuente y en segundas con Alonso Espino, con sucesión de ambos matrimonios como a continuación reseñamos:       

-María del Álamo  celebró su primer enlace con Juan de la Fuente en Agüimes el dia 29 de Agosto de 1611 (Libro 1, folio 142 Vto). Él, hijo de Juan de la Fuente y de Melchora de los Reyes; y ella, hija de Juan Garrote, difunto y de Catalina Báez. Tuvieron por hijos a:

Francisco de la Fuente, bautizado en la Iglesia de San Bartolomé de Tirajana, en 1614  (Libro 1, folio 23 Vto). Casado  en la misma parroquia con Catalina Cabrera, el día 26 de octubre de 1637, hija de José Rodríguez y María de Candelaria.

María del Álamo, bautizada en la Iglesia de San Sebastián de Agüimes el día 10 de julio de 1616, (padrinos Juan de Mireles y Úrsula de Tubillejas). ¿Puede ser la misma que con el nombre de María de San Juan, hija de Juan de la Fuente y María del Álamo, casa en la misma parroquia en 1653 con Juan Rodríguez?

-María del Álamo casó en segundas nupcias en la Iglesia de San Sebastián de Agüimes con Alonso Espino, hijo de Francisco Espino y de María Gutiérrez, el 30 de septiembre de 1618, (Libro 1 - Folio 147 Vto). En la partida de matrimonio consta que los padres de María del Álamo fueron Juan Martín Garrote y  Catalina Hernández (sic). Tuvieron por hijos a:

Ana del Álamo, bautizada en  Agüimes, el 13 de noviembre de 1619, (Libro 1, folio 33) que casará en Telde en 1650 con Domingo Lorenzo, hijo de Domingo Lorenzo y Mariana de Candelaria.

Juan, bautizado en Agüimes, a 16 de julio de 1623, (Libro 1, folio 41 Vto)

Pedro, bautizado en Agüimes, a 23 de julio de 1626, (libro 1, folio 50 Vto).  

Muy recientemente, cuando este trabajo estaba listo para imprenta, hemos tenido acceso en el Archivo Histórico Provincial a un documento en mal estado, casi ilegible, de 1601, en el que María del Álamo, viuda de Juan Martín Garrote, como tutora de sus dos hijos menores Juan y María, arrienda a Francisco de Jaén unas cuevas y colmenas en Tirajana. Los datos obtenidos permiten concluir que Juan Martín Garrote 2 debió fallecer algunos años antes, sobre 1595.