En
mi periplo por Fuerteventura en el campo de la investigación de mi genealogía,
de su historia y sus gentes, que formaron el inicio de esta isla en lo que a
las personas de la parte europea se refiere, buscando en sus archivos algunos
apellidos, otros unidos salieron que también formaban parte de mi ascendencia. El
apellido al que hoy me
refiero no ha sido escogido al azar, pues la decisión de
escribir estas notas sobre él la tomé al encontrar material histórico que hacía
referencia al mismo, unas veces en solitario y otras conviviendo con otros
apellidos. Este fue el caso del apellido “Villavicencio”, que ostentaba la
persona con quien inicio mi relato, Bartolomé Fernández de Jerez Villavicencio.
Villavicencio de los Caballeros. Valladolid. |
Con
este artículo aspiro a devolver la memoria de su nombre y la de sus antepasados
más próximos, algunos breves instantes de lo que fueron sus vidas, una sombra
de lo que fue su mundo.
Según
los historiadores, el apellido Villavicencio es de origen castellano, de la
villa de su nombre, perteneciente al partido judicial de Villalón, en la
provincia de Valladolid.
Los
Villavicencio, son descendientes de la familia real de León, usando antes de
tomar este apellido el de Fernández. El primer Señor de Villavicencio, del que
se tiene referencias históricas, fue Miguel Fernández de Villavicencio,
ricohombre del Señor Don Alonso VIII de León. Según cuentan diversos
historiadores, su hijo y sucesor, Señor de Villavicencio, García Fernández
Rasura, sirvió a su Rey participando en la batalla de Las Navas de Tolosa en el
año 1212, como Caudillo de un escuadrón, el cual, durante la contienda contra
los moros resultó herido, y desangrándose fue a caer a los pies del citado Rey,
quien también se hallaba en la batalla, el cual, para detenerle la pérdida de
sangre puso sus manos en el arnés y las sacó ensangrentadas; por tal motivo mandó
que añadiese cinco dedos ensangrentados en el escudo de sus armas en memoria
del valor con que había obrado, las cuales eran tres bandas azules en campo de
oro, por haber sido los Caballeros de Villavicencio Señores de la Banda,
instituida en Burgos por el citado Rey Don Alonso.
Sus
hijos, Nuño Fernández de Rasura y Villavicencio y Miguel Fernández de
Villavicencio, sucesor éste de Don García, acompañaron al Rey Fernando III el
Santo y, más tarde, a su hijo Alfonso X el Sabio, en la reconquista de
Andalucía, tomando Jerez de la Frontera (años 1255 y 1264) y obtuvieron
repartimiento de tierras en dicho término y ciudad. Miguel fue Gobernador de la
gente de guerra y en su tiempo, por problemas políticos, se perdió en su Casa
el Señorío de Villavicencio en Castilla con ocasión de los grandes disturbios
por los que pasó Castilla en el reinado de Don Alfonso X, por lo que se radicó
definitivamente en Jerez de la Frontera.
Aunque
son contrarias las opiniones de distintos autores, la historiografía jerezana ha considerado siempre
a Miguel Fernández de Villavicencio, el tronco de este apellido en la ciudad,
formando parte de un reducido grupo de linajes jerezanos que pueden demostrar
su estancia ininterrumpida en Jerez desde el siglo XIII, concretamente desde el
año 1264. De una u otra forma, es cierto que el origen de los Villavicencio
jerezanos debe remontarse hasta la conquista y repoblación de la ciudad por
Alfonso X, alcanzando verdadera importancia a partir de mediados del siglo XIV.
Esta primera época del linaje alcanzó su máximo esplendor con la figura de Lorenzo
Fernández de Villavicencio, gran guerrero contra los moros y muy relevante
partidario de Pedro I. La muerte de sus dos hijos mayores en Nájera, concentró
todo el poder en el tercero de ellos, Nuño, quien obtuvo importantes mercedes y
que de no haber sido por la definitiva victoria de Enrique II, hubiesen hecho
de los Villavicencio el más destacado linaje de Jerez, quienes sin embargo,
debido a tales acontecimientos, perdieron sus bienes y se exiliaron en Granada.
Nuño, jamás
alcanzó el perdón de Don Enrique y murió en Granada, pero sus hijos Nuño y
Lorenzo regresaron a Jerez, donde debido a la llegada al trono de Juan I, de
quien fueron vasallos, y a sus importantes matrimonios, consiguieron su total
integración en la nobleza jerezana. Cuando Lorenzo Fernández, el 13 de Junio de
1406, consigue la Alcaidía de los Alcázares de Jerez, cargo que su abuelo
homónimo recibiese en merced de Pedro I por su lealtad, puede aseverarse que la
decisiva rehabilitación es un hecho.
La proliferación
de los Villavicencio en Jerez va en aumento y ya, a mediados del siglo, hay
tres Casas de este apellido, iniciadas por los hermanos Alonso, Lorenzo y Nuño,
que como factor común se caracterizan por la extensión de su influencia local, posición
social y riqueza. Los descendientes de estas tres Casas ocuparían a lo largo de
la historia un lugar de privilegio en Jerez, gozando de un valioso patrimonio
que permitió espléndidas fundaciones, siendo muchos de ellos partícipes en las
guerras contra moros, en las que destacaron y ostentaron importantes cargos
como el de Regidores del Cabildo, Alcaldías Mayores y del Alcázar, entre otros.
En 1664, Felipe
IV, expidió real cédula por la que uno de los descendientes, Lorenzo
Fernández
de Villavicencio, de los primeros Alcaides de la ciudad, se hacía cargo de la
tenencia del Alcázar. Los Villavicencio emprendieron una serie de obras y
reformas en el mismo, entre las que se llegaría a levantar sobre las ruinas de
un primitivo palacio islámico, el palacio de Villavicencio, Donde vivieron sus
descendientes hasta muy entrado el Siglo XX.
Palacio de Villavicencio en Jerez. |
Pero muchos de
los Villavicencio de Jerez, a finales del siglo XV, salieron de esta ciudad y
se establecieron en diversas ciudades andaluzas, entre ellas, las de Cádiz,
Sevilla y Baeza. Donde muy pronto ocuparían importantes cargos en el Concejo y
formarían parte destacada de la nobleza local durante los siglos venideros.
De los
Villavicencio que salieron de la ciudad jerezana, pasaron algunos a las Islas
Canarias; así, la familia Núñez de Villavicencio en Tenerife procede de los
hermanos Nuño y Alonso Núñez de Villavicencio, originarios de Jerez de la Frontera
y vecinos de Sevilla, establecidos en La Laguna en los primeros años del siglo XVI.
El Bachiller Nuño Núñez fue Alguacil Mayor de Tenerife y su hermano Alonso,
Teniente de Alguacil Mayor de la misma isla en 1510, quienes cinco años más
tarde, obtuvieron tierras dadas en repartimiento por el Adelantado Don Alonso
Fernández de Lugo. Ambos dejaron descendencia.
Procedente
también de la aristocracia salida de Jerez y vecino de Baeza, fue mi ancestro, el
Capitán Don Bartolomé Fernández de Jerez Villavicencio, Caballero noble
hijodalgo, originario de la histórica familia de los Villavicencio de Jerez de
la Frontera, conquistador que fue de las islas Canarias, quién caso con Doña
Inés Francesa y de cuyo matrimonio tengo noticias de dos hijos:
1. Don JUAN
FERNÁNDEZ DE JEREZ VILLAVICENCIO.
2. Don MARTÍN FERNÁNDEZ DE JEREZ VILLAVICENCIO, que casó con Doña María Alonso Marichal.
El primero de
ellos, que continúa mi línea, fue insigne General de las Armadas españolas en
el África, Gobernador y Alcaide del castillo de Santa Cruz de Mar Pequeña y Familiar
del Santo Oficio, casó con Doña Catalina Luzardo, hija de Don Luis de León “El
Valiente”, Gobernador que fue de la isla de Lanzarote, y de Doña Ana de Cabrera
Solier.
Islas Canarias. Pedro Agustín del Castillo, 1686. |
Del matrimonio
nació su hijo: Don LUIS SÁNCHEZ DE
JEREZ VILLAVICENCIO, importante personaje en la conquista de la Madera, Maestre
de Campo de la Infantería española y Gobernador de la isla de Fuerteventura
hacia 1580, célebre también por sus hazañas en África y Fuerteventura,
recomendado a la Majestad de Don Felipe II en 3 de abril de 1591 por el primer
Marqués de Lanzarote, Capitán General de la Madera y Puerto Santo, a cuyas
órdenes sirvió trece meses en aquella isla contra el Prior de Ocrato. Sus
principales tierras, obtenidas por merced señorial, estuvieron radicadas en Fuerteventura,
en el Llano del Palo, Fimapaire y Laderas de la Oliva. Se casó con Doña Juana
Pérez de León Sanabria, de cuyo matrimonio tuvo tres hijos:
1. Don FRANCISCO
PÉREZ SANABRIA, que como su padre fue Maestre de Campo.
2. Don LUIS DE LEÓN SANABRIA y VILLAVICENCIO.
3. Don JUAN FERNÁNDEZ DE JEREZ VILLAVICENCIO,
que casó con Doña Leonor de Cabrera y Aguiar, hija de Don Diego de Cabrera Matheo, Capitán de
Infantería española, Regidor y Alguacil Mayor de Fuerteventura, y de Doña
Beatriz de Aguiar.
Del segundo de
los citados proviene mi descendencia; casó con Doña María de Cabrera
Bethencourt, hija del Maestre de Campo y Gobernador de Fuerteventura, Don Juan
Alonso de Sanabria y de Doña Margarita de Bethencourt Cabrera. De su matrimonio
nació un solo hijo:
Don GINÉS DE CABRERA SANABRIA y BETHENCOURT, Capitán de Milicias de la isla de
Fuerteventura y Regidor de su antiguo Cabildo y a cuya instancia se practicaron
informaciones de su ascendencia hasta el noble conquistador Villavicencio, entre
otros, con motivo del gran silencio documental originado en 1593 por la
invasión de los moros capitaneados por Javán Arráez, al destruir los archivos
parroquiales en Fuerteventura. Se casó Don Ginés, con su prima Doña Bernardina
de Cabrera Morales y León, ascendientes de la autora de estas líneas, y
mencionados en el artículo “Morales, un eslabón majorero”.
Rememorar hoy el
ayer ha sido mi intención, si lo he conseguido, doy por satisfecho el trabajo y
tiempo empleados.
ENLACE RELACIONADO:
- GARCÍA CABRERA, L. (2013) Morales, un eslabón majorero
FUENTES:
- Nobiliario de Canarias, edición Juan Régulo Pérez. La
Laguna 1954.
- Acuerdos del Cabildo de Fuerteventura, obra de Roberto
Roldán Verdejo y Candelaria
Delgado González.
- Volumen XI, Diccionario Hispano Americano de Heráldica,
Onomástica y Genealogía, obra de Endika de Mongrobejo.
- Linajes Medievales de Jerez de la
Frontera, de Rafael Sánchez Saus. Ediciones Guadalquivir, Sevilla, año 1996.