LEONARDO RENÉ MARRERO MEDINA
ARHAMIS MARRERO RODRÍGUEZ
Árboles, ramas y
raíces: existe todo un campo semántico en el ámbito de la genealogía que
encarna el estudio del origen de nuestros antepasados a través de infinitas
bifurcaciones. Popularmente, la expresión “irse por las ramas” alude a la
trasgresión en el discurso hablado o escrito en el que uno tiende a alejarse
del tronco o tema principal para comentar cuestiones conexas que, sin embargo,
se alejan demasiado de la materia planteada. Estudiar un apellido, desde el
origen temporal de este hasta el análisis de su raíz en un área geográfica
determinada implica, siempre, un esfuerzo para no “irse por las ramas”.
Precisamente, el propósito original de este breve artículo consistía,
exclusivamente, en acrecentar la valiosa información que existe en la plataforma
Genealogías Canarias en torno al
apellido Marrero, muy extendido en
las islas, a través de los datos de los que disponemos como herederos del
apellido. No obstante y, a raíz de los estudios publicados entre otros por el
Dr. Antonio González Marrero, consideramos que había una rama–esto es, una
hipótesis, continuando con la semántica arbórea–cuya robustez merecía la pena
evaluar: la trazabilidad del apellido dentro de la región geográfica de la que
presuntamente es originario, es decir, Portugal. Como consecuencia, hemos
dividido este artículo en dos partes: primeramente, y tras considerar los
estudios acerca del presunto origen lusitano del apellido, trataremos de
verificar su presencia dentro de Portugal; a continuación, proporcionaremos los
datos de los que disponemos acerca de nuestros ancestros de apellido Marrero, con el fin de enriquecer la
información publicada al respecto.
PRIMERA PARTE: ORIGEN LUSITANO Y UBICACIÓN GEOGRÁFICA CONCRETA
Los trabajos consultados acerca del origen del apellido Marrero en las islas señalan, sin excluir otras posibilidades, una hipótesis: este derivaría de un apellido originario del suroeste de la península ibérica, en concreto de Portugal. Según el Dr. Antonio González Marrero, profesor de la Universidad de la Laguna, el apellido habría llegado a Canarias a comienzos del siglo XVI[1] en el marco de los movimientos de repoblación de las islas, fenómeno cuyo impacto en el proceso de formación de las sociedades isleñas canarias ha sido ampliamente estudiado. Concretamente, señala que el apellido llegó a la isla de Tenerife con el arribo del matrimonio lusitano formado por Gil Marreiro y su esposa Constança Antonia en 1501. En palabras suyas:
“Gil Marreiro –castellanizado después Marrero- y Constanza Antonia, pertenecen al numeroso grupo de pobladores portugueses […] que llegan a Tenerife hacia el año 1501. Carecemos de datos personales que nos permitan profundizar un poco más en su vida antes de llegar a las Islas Canarias. Tendremos que esperar, sin embargo, a su fallecimiento para saber, gracias a su testamento, el nombre de su padre, Gil Marreiro, y otros dos datos importantes: su origen portugués y su procedencia cuando partió para Tenerife”.
De esta manera González Marrero expone el origen portugués de este apellido en las islas. Además, lo data a través de la existencia de un registro documental específico: “el libro I de las Datas Originales del Adelantado Alonso Fernández de Lugo […] En el cuaderno 12, 599-63”, donde “se conceden unas tierras a Gil Marrero” que habrían sido “entregadas a él dos años atrás”. No obstante, esto no quiere decir que este fuera el único ni el primer asentamiento de “Marreros” en las islas, sino que es el primero del que se tiene constancia histórica y por escrito. Tampoco se puede inferir, obviamente, que esta familia sea la única raíz de todas las ramas “Marrero” insulares. Por otro lado y, aunque cabría especular con otras posibilidades en cuanto al origen del apellido Marrero–como por ejemplo su posible derivación de otros apellidos tales como Barreiro o Barreiros–pensamos que carecemos de datos contextualizados que puedan aconsejar tal aventura. En cualquier caso, la información aportada por González Marrero es importante porque traza temporalmente el apellido hasta el momento en el que se inició el proceso de ocupación europea de las islas a principios del siglo XVI.
Asumida la tesis de González Marrero, nosotros nos proponemos ubicar geográficamente y dentro de Portugal el origen de este apellido atendiendo a los registros históricos. Por medio de los servicios en línea del Archivo Nacional Torre do Pombo, hemos podido verificar la existencia de numerosos registros con el apellido Marreiro en distintos momentos históricos y lugares en Portugal. Así, por ejemplo, encontramos un documento[2] fechado el 2 de junio del año de 1501, en el que unos hermanos, llamados Martim Marreiro, António Marreiro y Sebastião Marreiro, pescadores y vecinos de Setúbal, informan sobre un suceso relacionado con una higuera acaecido diez años antes, en el 1491, que implicó al alcalde João Carvalho y al padre de estos hermanos, llamado João Marreiro. En la misma localidad encontramos, además, la referencia escrita de otro documento[3] del 17 de noviembre de 1511, y relativo a unas obras realizadas por Álvaro Marreiro, patrón de la Villa de Setúbal. Un registro posterior del siglo XVIII revela la existencia de este apellido, esta vez en la villa de Monchique (Faro). Se trata de unos autos judiciales de 1788[4], en los que aparece João Marreiro de Figueiredo, casado con Luísa Rita, hijo de Manuel Marreiro Lopes y de Isabel de Figueiredo, nacido en Monchique, en relación con un legado que dejó a su hermano José Marreiro de Figueiredo, residente en Brasil. Como último ejemplo, constatamos también la existencia de la variante Marreiros en los registros portugueses. Sin ir más allá de la cercana Madeira, en el Archivo de esta Región Autónoma encontramos, por ejemplo, un registro[5] de bautismo del 6 de agosto de 1839 en la Sé Catedral de Funchal, de un niño cuya madre se llama Maria Carolina Marreiros.
En la imagen de abajo, vemos un fragmento de una partida[6] del libro de bautismos de la parroquia de Santa María la Mayor de Madeira (libro 6534-A, f. 88 v.º, registro n.º 195), del 28 de agosto de 1904, con la particularidad de una anotación manuscrita posterior que, como nota N.º 1, refiere que un hombre llamado João casó civilmente el 3 de julio de 1937 con la mozambiqueña Berta de Sousa Marreiros Neto, natural de Ibo, Consejo de Ibo, distrito de Porto Amélia, hija de Joaquim Marreiros Neto y de María de Sousa Neto. Tanto en el archivo portugués ya citado como en el Archivo Distrital de Faro, que también es un archivo oficial y público creado en 1965 para la salvaguarda del patrimonio archivístico e informativo de la región del Algarve, es posible encontrar referencias a asientos de bautismos, casamientos y óbitos de personas con el apellido Marreiro o Marreiros en distintos periodos históricos.
Concluimos, por tanto, que hay fundamento suficiente para afirmar el origen portugués del apellido canario Marrero y de su más que probable derivación del nativo Marreiro o Marreiros. En cualquier caso y, con los datos actualmente disponibles, no es posible estudiar ab ovo lo que constituye la pregunta primera en torno a este apellido: ¿existió una pluralidad de familias con el mismo apellido que poblaron las islas o existió un ancestro común del que descienden buena parte de los “Marrero”? La lógica sugiere que ambas opciones no son excluyentes entre sí—es decir: pudo haber un ancestro común y también asentamientos posteriores—dada la cuantía de los movimientos migratorios hacia Canarias durante los últimos siglos. No obstante, esta cuestión debe ser abordada con la mayor rigurosidad posible, y su respuesta jamás estará exenta de recibir nuevos datos e informaciones que ayuden a clarificarla. Por otro lado, y por el mismo motivo, tampoco es posible establecer relaciones de parentesco entre las personas apellidadas Marrero y residentes en alguna de las islas: hacerlo es un trabajo de investigación de muchísima envergadura, cotejo y contraste de datos. Pasamos, pues, a exponer la información que podemos ofrecer de nuestra rama familiar de apellido Marrero, a partir del ancestro más antiguo del que tenemos constancia.
SEGUNDA PARTE: Datos de ascendencia de Leonardo Marrero y Arhamis Marrero en orden cronológico más antiguo del que se tiene constancia.
Esta parte está expresada de manera esquemática con el fin de facilitar la consulta de los datos que exponemos.
Antonio Marrero Suárez - Rafaela González
Fuentes: Escritura de aceptación de herencia[7] e información oral
Antonio Marrero Suárez. Según la información oral familiar, era natural de la Villa de Teror y primeramente vivió en unas cuevas cuya ubicación no conocemos. Desconocemos su ascendencia.
Rafaela González. Mujer con la que contrajo matrimonio. Natural de la Vega de Santa Brígida.
Hijos. Juan Marrero González y Pedro Marrero González. Al primero, casado, labrador y vecino de la Villa de Teror, donde llaman El Álamo, lo encontramos como albacea-contador de la herencia de su hermano Pedro, según consta en la escritura de aceptación de herencia y adjudicación de fincas. No tenemos más información sobre Juan, ni si tuvo descendencia.
Pedro Marrero González - Victoriana Alonso Hernández // María Quintana Rodríguez
Fuentes: Testamento de Pedro (8), escritura íntegra manuscrita (9).
Pedro Marrero González. Según su testamento, otorgado cuando él tenía 60 años, nació en San Mateo. Se encontraba avecindado en Calimete, Provincia de Matanzas, República de Cuba. Labrador. Hijo legítimo de Antonio Marrero y Rafaela González, ambos difuntos para cuando testó. En el momento de testar, señaló su residencia en el pago de Fontanales, Moya[8]. También sabemos que ya había fallecido su primera esposa para cuando testó[9].
Victoriana Alonso Hernández. 1ª esposa. Nacida en Artenara. Hija de Bernardo Alonso García y de María Dolores Hernández, ambos igualmente naturales de Artenara.
Hijos. Fueron nueve: Marcelino, Antonio, Cecilio, Pedro, Guillermo, Felipe, María del Pino, Adela y María del Carmen, Marrero Alonso.
María Quintana Rodríguez. 2ª esposa. No tenemos más información salvo el hecho de que no tuvo descendencia con Pedro.
Más datos. En su testamento, Pedro Marrero González nombra albacea-contador a su cuñado Gregorio Alonso Hernández, lo que ayuda a ubicar a esta familia de Artenara. De unas anotaciones realizadas a lápiz sobre cada uno de los nombres de los hermanos Marrero Alonso arriba relacionados, probablemente escritas por la mano del propio notario, podemos saber que Marcelino, Felipe y María del Pino estaban ausentes de la isla en ese momento, en la isla de Cuba según la información oral de la familia. También se anota que Adela está casada con José Perdomo Rodríguez.
Nota bene. Como curiosidad, la certificación confirma el lugar de nacimiento de Pedro Marrero González, San Mateo, así como los nombres de sus progenitores, Antonio y Rafaela, pero no obtenemos una fecha de nacimiento completa en esos documentos. Deducimos que, si al testar el 10 de septiembre de 1920 tenía 60 años, nació en 1860. A esta misma conclusión llegamos cuando en la escritura de adjudicación de su herencia de 27 de marzo de 1947, leemos que Pedro Marrero González falleció en El Trapichillo, Firgas, en el año 1942, a la edad de 82 años.
Pedro Román Marrero Alonso - Bárbara Lucía Cardona Arencibia.
Fuentes: Acta de nacimiento[10], y declaración mecanografiada
Pedro Román Marrero Alonso. Nació en Fontanales, Moya, el 16 de enero de 1898. Falleció en Firgas en el año 1975. Se encuentra sepultado en el cementerio municipal de Firgas. Estuvo avecindado en Cienfuegos, República de Cuba. Al regresar, contrajo matrimonio con Bárbara Lucía y establecieron su residencia en Firgas, dedicando su vida a la agricultura. En la siguiente imagen vemos su carnet sindical con sus huellas digitales.
Bárbara Lucía Cardona Arencibia. Nacida en Firgas el 21 de febrero de 1904. Fallecida en 1999. Era hija de Juan Cayetano Cardona Hernández y de Isabel Arencibia Déniz, de quienes de momento no tenemos más datos, aunque sí una valiosa fotografía en la que vemos a ambos progenitores de Bárbara Lucía en Firgas.
Hijos. Por orden de nacimiento: Aurora, Celia Cristina, Armando, Octavio, Olga Teresa, Leonardo, Ana María, Victoria y María Magdalena. Todos con apellidos Marrero Cardona. Actualmente sólo vive Ana María.
Nota bene. Como curiosidad, disponemos de una declaración mecanografiada de fecha 12 de julio de 1961, firmada por D. Antonio Ojeda Medina, como apoderado, manifestando haber recibido de D. Pedro Marrero Alonso, natural de Moya y vecino de Firgas, una cantidad de dinero en metálico, correspondiente a la herencia de los padres, para ser entregada a su hermano D. Felipe Marrero Alonso, transmarino residente en Cienfuegos, Cuba.
Leonardo Marrero Cardona - Carmen de las Mercedes Medina Hens.
Leonardo Marrero Cardona. Séptimo hijo de Pedro Román Marrero Alonso y de Bárbara Lucía Cardona Arencibia. Nacido en Firgas el 15 de noviembre de 1940. Falleció en las Palmas a los 33 años, en 1974. Leonardo fue antes que nada un niño pastor, llegando a estar a cargo de un numeroso rebaño de cabras en El Barrial de Gáldar. De hecho aprendió a leer y escribir mientras cuidaba las cabras. Casó el 29 de marzo de 1964 con Carmen de las Mercedes Medina Hens.
Carmen de las Mercedes Medina Hens. Nacida en Las Palmas de Gran Canaria el 11 de marzo de 1944 y fallecida en la misma capital en 2005. Carmen procedía, por línea paterna, de una familia asentada en Arucas, al menos desde el siglo XVII, descendiente de D. Domingo Hernández de Medina, hijo de Pedro Hernández Naranjo “El Jinete”, nacido en 1570 en la capital de la isla. Por la rama materna portaba un apellido que llegó a Gran Canaria tras la Guerra Civil española y que procede de nuestro ancestro Jacobo Heinz, casado con Margaret Fether, agricultores llamados a repoblar la Colonia de Fuente Palmera, Córdoba, en el siglo XVIII, durante la Ilustración.
Hijos. Tuvieron cuatro: Leonardo—que redacta este artículo, junto con su hijo Arhamis—Marcos, José Luis y Carmen María.
Nota bene. Disponemos de una libreta en la que Leonardo Marrero Cardona anotaba las cuentas de las tierras de la familia Marrero-Alonso-Cardona-Arencibia en Firgas, Gran Canaria. En la portada de dicha libreta, figura su caligrafía.
[1] González Marrero, José Antonio. Asentamiento del apellido Marrero en los valles de La Laguna. Genealogías Canarias, 11 de agosto de 2012. Visto 3 de marzo de 2025.
[3] Ref. PT/TT/CRI/K/8/101-565
[7] Escritura de aceptación de herencia y adjudicación de fincas de 27 de marzo de 1947 ante el Notario de la capital de la isla D. Juan Zabaleta Corta (n.º 825).
[8] Testamento otorgado ante el Notario de Las Palmas de Gran Canaria D. Luis Suárez Quesada (n.º 991).
[9] Esto lo sabemos por una muy curiosa escritura íntegramente manuscrita del 17 de julio de 1929 ante el Notario de Arucas D. José Jaimez Medina (n.º 273).
[10] Disponemos de acta literal de nacimiento emitida por el Juzgado de Paz y Registro Civil de la Villa de Moya el día 12/04/2024.