viernes, 23 de mayo de 2014

APELLIDOS OJEDA Y CASTRILLO: ORIGEN EN GRAN CANARIA (I)

FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
JUAN RAMÓN GARCÍA TORRES
 
EL APELLIDO OJEDA EN GRAN CANARIA
En el primer peldaño de la escala nos aparece Juan de Ojeda junto a su más que probable deudo, Cristóbal de Ojeda, primeros de este apellido de los que se tiene noticia en la Gran Canaria de principios del siglo XVI. Es nuestra pretensión concluir en este apartado que estos dos personajes vienen a la isla como mercaderes burgaleses con base en Sevilla, casándose en Las Palmas casi al mismo tiempo: Cristóbal en 1513 con Inés Bernal y Juan en 1515 con Catalina Ramírez, ambas hijas de probables conquistadores con las que tuvieron una descendencia que pensamos que está en el origen de todos los Ojeda de esta isla. En la actualidad según el INE solo 20.000 personas en toda España portan el Ojeda como primer apellido. De ellas, el monto más importante, con más de 5000 personas, se sitúa en la provincia de Las Palmas lo que nos habla de la prosperidad de sus linajes en Gran Canaria.
En el libro primero de bautismos del Sagrario Catedral consta efectivamente el nacimiento en 1513, 1516 y 1518 de varios hijos de Cristóbal e Inés Bernal o de Ribera, llamados respectivamente Juan, María y Martín. La mujer de Cristóbal, Inés, es la hija del conquistador Juan Bernal (quien según las Genealogías de la Inquisición aparece como natural de Sevilla y converso, procesado en 1505 por burlas) y de su primera esposa, Isabel de Ribera.
Consta también en dicho libro sacramental que Juan de Ojeda tuvo con su esposa Catalina Ramírez al menos un hijo de nombre Domingo nacido en 1515. Dos años antes, en 1513, había nacido Pedro de Ojeda, hijo de Juan de Ojeda y su mujer, sin que se señale su nombre en la partida por lo que no estamos seguros de que su madre sea la esposa citada con la que Juan de Ojeda contrae matrimonio en 1515. Pedro podría ser hijo de una esclava o esposa anterior, no lo sabemos. Sobre Catalina Ramírez, su esposa legítima, no tenemos referencias claras en cuanto a su filiación aunque bien pudiera ser hija de Pedro Ramírez o Diego Ramírez que fueron asimismo conquistadores de Gran Canaria venidos de Andalucía.
En el libro de Enrique Otte “Sevilla y los mercaderes a fines de la Edad Media” aparecen relacionados como hombres de negocios asentados en dicha urbe distintos artesanos o comerciantes de este apellido: un Alonso que es corredor de lonja, un Francisco que es candelero, un Cristóbal que es tejedor de terciopelo y un Juan que es mercader. Creemos que en uno de sus viajes dos de los miembros de una familia de mercaderes de este apellido que comercia con la isla, quizá el último de los citados, pudieron quedarse en tierra casando en Las Palmas con las hijas de dos conquistadores sin renombre pero con importantes posesiones.
La toponimia de la isla integra dos lugares primigenios donde el apellido Ojeda se relaciona con el bosque de pinos: en Tejeda (Pinar de Ojeda) y en Teror (Pinos de Ojeda). Es posible que los Ojeda se hayan interesado en origen por la explotación del pinar del que se obtenían materias como la pez, producto esencial en la época para el calafateado de los
Pinar de Ojeda. Foto: toponimograncanaria.blogspot.com
barcos, y la madera, combustible básico para el mantenimiento de las calderas de los ingenios en las que se elaboraba el azúcar.
La genealogía por su parte nos dice que después de su irrupción en Las Palmas con los matrimonios citados, su descendencia, bien trazada documentalmente en nuestro árbol, se establece por una parte en la villa de Guía de donde parece ser oriunda la Leonor de Ojeda del cuadro inicial así como también parece serlo Catalina de Ojeda la esposa de Diego Pérez de Mulagua citada en un artículo anterior “Ascendencia lusitana y gomera”. Estos son los personajes más antiguos de dicho apellido que con certeza documental constan en nuestro árbol.
Pero es también en Teror donde se da una importante presencia de dicho apellido en el siglo XVI siendo el personaje de esta villa más antiguo integrado en nuestro árbol una tal Inés de Ojeda casada con Gaspar Hernández que tienen por hija, entre otros vástagos, a Catalina de Ojeda, casada con Luis Sánchez; por nieta, a Francisca de Ojeda casada con Juan Domínguez Castellano; por bisnieta, a Catalina de Ojeda Domínguez nacida en 1640; y por tataranieta a Gregoria de Ojeda nacida en Teror, como todas sus ascendientes, allá por 1672. Esta enumeración genealógica dado que es enteramente femenina nos permite apuntar que Inés la primera de las mujeres citadas (considerando un promedio inferior a 30 años por generación) debió nacer sobre 1530-1540. Es decir, que podría ser hija de cualquiera de los hijos de Cristóbal y Juan de Ojeda que hemos señalado al comienzo como fundadores de esta estirpe.
Concluimos de todo esto que, muy probablemente, todos los Ojeda de la isla procedan de un mismo tronco los ya citados Cristóbal y Juan de Ojeda que vienen de Sevilla aunque bien sabemos que el origen remoto de este apellido nos conduce a la localidad burgalesa de Oxeda, pero eso no tiene ningún interés genealógico para nosotros pues, como bien saben nuestros lectores, nuestro objetivo se centra en el estudio del origen de la población canaria en la transición entre la sociedad indígena y colonial.
En el segundo peldaño podemos confirmar que Pedro de Ojeda, criador de ganado, vecino de la sierra, es decir, de las cumbres de la isla, es hijo de Juan de Ojeda del cual hereda a mediados del siglo XVI unas tierras en Tamaraceite que se acredita que son producto de un repartimiento. Todo cuadra aparentemente. Su padre, Juan de Ojeda, se casa a principios de siglo y cuarenta años más tarde un hijo suyo, aunque nacido dos años antes de su matrimonio, hereda sus propiedades:
27 de agosto de 1552 Protocolos Las Palmas
“Venta que Pedro de Ojeda, criador, vecino de la sierra, hace a Diego Rabelo, vecino de la ciudad, de una suerte de tierra que heredó de Juan de Ojeda, su padre, que está en el término de Tamaraceite donde puede haber tres fanegadas de sembradura o las que en ella hubiere conforme al título de repartimiento”.
Sobre la filiación de los personajes que aparecen citados en este texto remito a los lectores a un muy interesante documento del Libro Rojo de Gran Canaria de Pedro Cullen del Castillo numerado con el 109 y fechado en 1579 cuyo contenido resumismos de este modo:
Con la firma del rey Felipe II se resuelve un largo pleito entre el Consejo de la isla, de una parte, y los vecinos de dicha isla Diego Rabelo, Juan de Ojeda y Pedro Hernández, de otra, en relación con la fabricación y venta de jabón blando. Según la parte demandada esos derechos correspondían en exclusiva al Consejo por merced de los RR.CC. Los vecinos citados, que tratan de romper el monopolio que les impide comerciar con jabón traído de fuera o fabricado en la isla sin una previa licencia que hay que arrendar, perdieron el pleito a pesar de haber presentado recursos en diversas instancias lo que atestigua que este Juan de Ojeda era una persona de relieve en la nueva sociedad colonial y que contaba con importantes contactos en las instancias judiciales de la Corte.
Se puede deducir de todo esto que no es un descendiente de un conquistador pues de otro modo así lo hubiera acreditado ante la Justicia real para hacer valer sus derechos en representación de sus intereses, sino que es un hombre de negocios que se interesa por la prosperidad de los mismos. Por las fechas y circunstancias relacionadas con este documento creemos que este Juan de Ojeda puede ser el hijo de Cristóbal de Ojeda y Catalina Ramírez que nace en Las Palmas en 1513.
Sobre la esposa de Pedro de Ojeda, Violante Hernández, no nos cabe duda alguna acerca de su enlace matrimonial gracias al protocolo de 1550 que a continuación extractamos:
“Reconocimiento de deuda que Domingos Borrero, labrador, vecino, hace a Violante Hernández, mujer de Pedro de Ojeda de 3 doblas de oro por un saito de tafetán que Ojeda le dio para que él lo empeñase y la persona a quien se lo empeñó se fue de la isla con el saito”
Entendemos que el escribano quería decir un sayito de tafetán, o lo que es lo mismo, una vestidura corta de seda. El matrimonio debió estar apurado en determinado momento por lo que deciden empeñar el vestido. Cuando quisieron recuperarlo parece que ya era tarde por lo que Violante se ve obligada a demandar al intermediario.
Solo como curiosidad genealógica acerca de su origen, pues el dato es muy inseguro, reseñaremos que en la famosa Carpeta del Diocesano aparece una nota que dice: “Violante Hernández Guanarteme, hija de Fernando Guanarteme, rey de esta isla. Letra C Partida 1ª” ¿Pudo haber tenido Tenesor una hija natural de ese nombre antes de su fallecimiento a principios de los 90? Si este fuera el caso, Violante Hernández, la esposa de Pedro de Ojeda podría ser la nieta del susodicho rey canario. Todo esto lo decimos con las máximas reservas pues tanto el nombre como el apellido citados eran muy frecuentes en la época que estudiamos.
Sobre la ubicación de las tierras de las que Pedro es propietario tenemos, esta vez sí, suficiente apoyo documental en el libro de los Repartimientos de Gran Canaria (nº 254) cuando Pedro Cazalla, criador y vecino de la isla, hace en 1547 una petición de tierras al cabildo de este tenor:
“…suplico me hagan merced de un pedazo de tierras montuosas que son tras la Sierra en la
Casa de Juan Mateos. Foto: infonortedigital.com
huerta de Tejeda en que podrá haber 30 fanegadas de sembradura que han por linderos de la una parte con tierras mías e de Pedro de Ojeda que hubimos de los herederos de Juan Mateos e de la otra parte linda con el Roque de la Majada de los Llanos de la Pez e de allí a dar a la madre de la acequia e mina de Tejeda, las cuales hasta ahora no han sido dadas ni aprovechadas por persona alguna…”
Sobre el Juan Mateos o Mateo citado en el texto tenemos una referencia directa de su identidad en el “Diccionario de conquistadores” de Latasa:
“Conquistador de Gran Canaria de los enrolados por Moxica. En 1484 aparece en una relación de acreedores de salarios por sus servicios como espingardero en la conquista (Ladero 1966)”
Sobre el tal Pedro de Cazalla, creemos que es un hijo del personaje homónimo que también cita Cebrián Latasa en su obra:
“Ejercía como carpintero y aserrador en la conquista de Gran Canaria. Su nombre aparece recogido en una relación de acreedores de salarios de fecha 22 de diciembre de 1480 del receptor Fernando de Cabrera”.
Debemos presumir de todo esto que los Ojeda son descendientes de mercaderes burgaleses establecidos en Sevilla que recalan por la isla y establecen consorcio matrimonial con las hijas de dos segundones de la conquista (Juan Mateo, un espingardero de última hora, y Pedro Cazalla, un aserrador de primera hora o pardillo) heredando por este motivo tierras de repartimiento en lugares perdidos en la sierra, lugares muy remotos ciertamente pero quizás por ellos bien conocidos cuando al final de la guerra las tropas castellanas al mando de Rodrigo de Vera, roto el cerco del Bentayga, persiguieron valle arriba a los últimos rebeldes canarios capitaneados por Tasarte y Bentejuí.

UNA ACOTACIÓN TOPONÍMICA SOBRE EL ROQUE NUBLO
Antes de darle continuidad al estudio del linaje canario que hoy presentamos permítanme hacer un comentario, al hilo del repartimiento de tierras citado en la cumbre en favor de Pedro Cazalla, acerca de la denominación en la lengua antigua del topónimo Roque Nublo. En dicho documento de mediados del siglo XVI hay una referencia al Roque de la Majada de los Llanos de la Pez que bien pudiera corresponderse con el Roque Nublo si bien aquí no se precisa su nombre.
Rebuscando en el “Libro de repartimientos de Gran Canaria” de Manuela Ronquillo y Eduardo Aznar Vallejo encontramos sin embargo otro documento que pensamos que sí identifica el nombre primigenio del monolito. En la página 55, en el registro nº 6 que se corresponde con la petición de tierras de un tal Bartolomé Barba, se dice:
“Magnífico Señor: Bartolomé Barba, alguacil de campo y vecino de esta isla beso las manos de vuestra señoría y les suplico me hagan merced de me mandar dar unas tierras que están en el barranco de Tejeda que lindan con tierras de Benito Santana y llegan hasta los riscos de Angro y vuelven a la degollada de Tam(ara)gadra…”
De la misma forma que diversos autores, entre los que me incluyo, sostienen en los últimos
años que Tirma es el Teide para los indígenas canarios, nosotros tenemos igualmente la convicción de que Angro o Magro es el nombre antiguo del monolito al que veneraban los antiguos canarios al que hoy llamamos Roque Nublo. Dicha denominación pudo pasar a ser
El último milano. Alberto Lacave
Nugro o Ñugro en los siglos posteriores, forma con la que llamaban al Nublo los viejos pastores de la cumbre hasta bien entrado el siglo XX.
Como señalo en mi novela histórica: “Abenchara” de reciente publicación (Cam-PDS 2014) “Atis Tirma” y “Atis Magro”, invocaciones rituales de los antiguos canarios, podrían transcribirse al castellano como “Padre Teide” y “Padre Nublo” respectivamente. Es esta una humilde aportación de un aficionado a los estudios canarienses que propone, además, denominar sin ambages “lengua guanche” a la lengua perdida incluyendo todas sus variantes insulares. Del mismo modo que hoy aceptamos que el archipiélago debe su nombre a la isla de Canaria y todos nos sentimos orgullosos de llamarnos canarios, podríamos aceptar que “guanche” es la denominación adecuada, que compartiríamos orgullosamente, para la lengua de nuestros ancestros indígenas

ALONSO GÓMEZ CASTRILLO Y LEONOR DE OJEDA
El salto al tercer escalón resulta algo problemático. No sabemos a ciencia cierta si Leonor de Ojeda es descendiente directa de Juan o de Cristóbal de Ojeda, los fundadores de la estirpe. Tenemos pistas en una y otra dirección basadas en los siguientes argumentos:
-En el testamento de su marido, Alonso Gómez Castrillo que a continuación extractaremos, se reconoce como hermana de Leonor a un tal Cristóbal de Ojeda y como sobrino a un tal Cristóbal García de Ojeda.
-Se hace constar por otra parte que los hijos de Leonor y Alonso Gómez heredan tierras en el Rincón de Tejeda, en la sierra, donde hemos ya señalado que Pedro de Ojeda, el hijo de Juan de Ojeda, disponía de extensas propiedades.
- Hay constancia de que al final de su vida Alonso Gómez Castrillo vive en Tejeda llegando a ser alcalde de dicha población y según él mismo declara en su testamento él no llevó nada al matrimonio sino que fue la dote de su mujer la que trajo todo el capital de que dispusieron por lo que se evidencia que dichas propiedades provienen de los Ojeda.
En cuanto a la ascendencia de Alonso Gómez adelantamos en relación con lo que vamos a desarrollar en la segunda parte de este artículo el siguiente cuadro aclaratorio:
En dicho cuadro puede observarse que, según nuestras pesquisas, Alonso es hijo de un homónimo, Alonso Gómez de Fregenal, un mercader castellano que aparece documentado en julio de 1512 como estante en esta isla, y que es hijo a su vez del judeoconverso Juan Castrillo fundador del linaje en Gran Canaria como podremos corroborar en la segunda parte de este artículo que estará referida al origen del apellido Castrillo en la isla.
Este es el resumen del testamento de Alonso Gómez Castrillo que nuestro estimado documentalista ha localizado en la carpeta del archivo diocesano (Índice de Protocolos):
“Testamento de Alonso Gómez Castrillo, marido de Leonor Ojeda y tuvieron por hijos a Angelina Gómez, mujer de Hernando de Armas, Jacomina de Santiago, mujer de Juan Suárez, Alonso Matías, Inés Hernández, mujer de Benito Martín (tuvo por hijos a Leonor de Ojeda y María), Andrés Gómez, Jerónima de San Miguel, mujer de Cristóbal Dávila, Melchor Gómez y Ana Gómez, mujer de Juan de Vega. Año de 1600 Folio 168 vuelto”
No obstante, creyendo que el testamento aporta datos fundamentales para que los lectores puedan hacer sus entronques con nuestro árbol Canarii Family Tree, que en el siglo XVI es el de todos los canarios, procedemos a hacer un extracto más amplio del original que se conserva en el Archivo Histórico Provincial y que transcribe para nosotros Juan Ramón García Torres:
EXTRACTO DEL TESTAMENTO DE ALONSO GOMEZ CASTRILLO ANTE EL ESCRIBANO: JUAN DE QUINTANA. LEGAJO: 2339 AÑO: 1600
“En el nombre de dios nuestro señor y de la bendita Madre la virgen María… dicto este mi testamento en la forma y manera siguiente:
Primeramente mando mi anima a dios nuestro señor que la crio y redimió por su presiosa sangre y el cuerpo mando a la tierra de do fue creado que a ella sea reducido y mando que si de esta enfermedad en que estoy falleciere mi cuerpo sea sepultado en la Iglesia de Señora de Guía en la sepultura donde está enterrada mi mujer Leonor de Ojeda.
Yten declaro que yo fui casado e velado según orden de la santa madre yglesia con Leonor de Ojeda mi lexitima muger con la cual al tiempo que me casé recibí en dote y casamiento trescientas doblas de oro e yo no traje ningunos bienes de capital; declárolo asi para que se sepa la verdad.
Declaro que durante dicho matrimonio hubimos y procreamos por nuestros hijos legítimos a Angelina Gomes la cual casamos con Hernando de Armas que ambos son difuntos y le dimos en dote y casamiento como cuatrocientas doblas o lo que pareciere por escritura que (....); declárolo así para que se sepa la verdad.
Asimismo hubimos y procreamos por nuestra hija a Jacomina de Santiago la cual casamos con Juan Suares vecino de la (Vega)? y le dimos en dote y casamiento cuatrocientas doblas…Declaro que asimismo hubimos por nuestro hijo legítimo a Alonso Matías al cual no le he dado cosa ninguna...
Así mismo, hubimos por nuestra hija legítima a Ynés Hernandes la cual casamos con Benito Martín y por casarse contra mi voluntad no le dimos entonces mas de hasta ciento veinte doblas y el susodicho murió y dejó un hijo y dos hijas y el hijo murió y la dicha mi hija casó segunda vez con Antón de Ávila y le di un buey de arada que valdría doce doblas y quince marranos que valieron quince doblas y como catorce doblas en dineros y al tiempo que casaron a Leonor de Ojeda, una de las hijas del dicho Benito Martin y de la dicha mi hija le di un pedazo de tierra en Tejeda donde dicen el Rincón que estan (...roto...) debajo de una choza que el dicho Antón de Avila hizo… y así mismo le di a la dicha mi nieta veinte varas de (angeso)? y dos quintales de lana e seiscientas y media de nabate y un novillo que valdría diez doblas; declárolo así para que se sepa la verdad.
Yten mando que a María que es otra hija del dicho Benito Martin se le den y haya a cuenta
El Rincón de Tejeda
de lo que ha de heredar de mis bienes y de mi mujer, su abuela, un pedazo de majuelo que tengo en el (Romano)? que linda con el otro pedazo de tierra que di a la dicha mi nieta Leonor de Ojeda y el otro que tiene Cristóbal de Ávila mi yerno, el cual le doy y mando en precio de treinta doblas. Y asimismo dos sayas una azul y otra y una ropilla de rasa parda…. Yten mando asimismo que se le den a la dicha mi nieta María otras setenta doblas más a cuenta de lo que le puede venir
Y declaro que durante el matrimonio entre el dicho Antón de Ávila y la dicha Ynés Hernandes hubieron una hija llamada María la cual falleció después de la dicha su madre y queda por heredero el dicho Antón Dávila; declárolo asi para que se sepa la verdad.
Asimismo durante el dicho matrimonio con la dicha mi mujer, Leonor de Ojeda hubimos y procreamos por nuestro hijo legítimo a Andrés Gomes el cual ha adquirido como cien ovejas las que estuvieren referenciadas y así mismo tres bueyes de arada y asimismo como tres o cuatro reses vacunas… y un caballo castaño…
Y declaro asimismo que hubimos por nuestra hija (......) a Jerónima de San Miguel mujer de Cristóbal de Ávila la cual ha llevado la casa alta y bajo de la atalaya / (......) ochenta doblas y (.....) de majuelo en cuarenta y ocho doblas / y otro pedazo de tierras que linda con el dicho majuelo que son en el rincón de Tejeda en precio de veinte doblas, una yunta de vacas (.....) la una de arada y otra (.....) en veinte doblas; declárolo así para que se sepa...
Asimismo hubimos por nuestro hijo legítimo a Hernán García difunto y asimismo a Melchor Gomes; a este no se le ha dado ninguna cosa.
Asimismo hubimos e procreamos por nuestra hija legítima a Ana Gomes la cual casó con Juan de Vega y le di en dote y casamiento seiscientas doblas como parecerá por escritura que pasó por ante Francisco Suárez escribano público de esta isla todo lo cual le he entregado / salvo un cobertor que cuesta seis reales / y un lebrillo de amasar que cuesta dieciséis reales y una fresada de la tierra que cuesta dieciséis reales (.....) y estas partidas mando se le entreguen luego.
Y para cumplir y pagar este mi testamento y las mandas en el contenidas dejo y nombro por mis albaceas testamentarios a Alonso Matías y a Andrés Gomes mis hijos a ambos y a cada uno de ellos de por sí ynsolidum a los cuales doy poder para que entren en mis bienes y vendan los que bastaren y cumplir este mi testamento y asimismo a Constanza Castrillo mi hermana.

RESUMEN DE LA DESCENDENCIA DE LEONOR Y ALONSO
Leonor de Ojeda durante su matrimonio con Alonso Gómez Castrillo tuvo a los siguientes vástagos sin poder precisar mucho el ordenamiento por edad aunque lo hemos intentado a partir de algunos datos firmes que nos aportan los libros sacramentales de la Iglesia de Santiago Apóstol de Gáldar:
- Angelina Gómez casada en 1574 con Hernando de Armas
-Jacomina de Santiago casada con Juan Suárez
-Alonso Matías casado con Isabel Suárez (tuvieron por hijos al menos a Andrés Gómez Castrillo y a Sebastián Suárez)
-Inés Hernández casada en 1ª nupcias con Benito Martin, (tuvieron por hijos a Leonor de Ojeda y a María) y en 2ª nupcias con Antón de Avila.
-Andrés Gómez Castrillo
-María Gómez
-Jeronima de San Miguel, casada con Cristóbal de Ávila. De ellos desciende al menos un tal Francisco de Ávila.
-Ana María Gómez nacida en 1571 casada en 1600 con Juan de Vega Montesdeoca, hijo de Pantaleón de Vega Palomares e Inés de Montesdeoca Lorenzo, siendo este Pantaleón bisnieto de los últimos reyes de la isla Tenesor y Abenchara.
-Hernán García, nacido en 1573 y fallecido tempranamente.
-Melchor Gómez, nacido en 1582, que tenía 18 años cuando su padre testa en el 1600 del que desconocemos otras circunstancias.
ANA Mª GÓMEZ CASTRILLO Y JUAN DE VEGA MONTESDEOCA
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida Libro 1 - Folio 17 Vto - Año 1600.
"En nueve de mayo de seiscientos años casé y velé yo Marcos Dávila cura de Santa Brígida en la Vega en Canaria conforme manda la Iglesia Romana a Joan de Vega con Ana Gómez de Castrillo, su esposa. Fueron sus padrinos Miguel Rodríguez y María de Vega, su mujer, vecinos del dicho lugar y asimismo velé este dicho día, mes y año arriba dichos, según es costumbre, a Mateos Sánchez y a Leonor de Ojeda, su mujer, en la dicha iglesia y fueron sus padrinos Andrés de la Nuez, alcalde, y Lázara Martín, su mujer, todo lo cual pasó ante muchas personas y vecinos que se hallaron presentes y en fe y testimonio de verdad lo firmé de mi nombre que es fecho ut supra”. Marcos Dávila.
De este matrimonio tenemos la constancia en nuestro árbol de tres hijos cuyos linajes nos llegan, es decir que los tres son décimos abuelos del autor de estas líneas:
-Margarita de Vega Castrillo casada con Francisco Pérez de Medina.
-Bartolomé de Vega Castrillo (1628-1688) casado con Isabel Lorenzo.
-Alonso Gómez de Vega por quien sigue la línea que hoy recorremos, que casa en Gáldar en 1632 con Jacinta González del Río.
ALONSO GÓMEZ DE VEGA Y JACINTA GONZÁLEZ DEL RÍO
Esta es la partida de matrimonio de esta pareja que nos aporta el dato de que residen en Artenara:
Iglesia de Santiago Apóstol de Gáldar, Libro 1 - Folio 21 Vto - Año 1632
"En veinte y dos de febrero de 1632 años casé y velé infacie eclesie a Alonso Gómez con Jacinta González vecinos de esta villa que viven en Artenara, habiendo precedido las tres amonestaciones conforme a lo dispuesto por el Santo Concilio de Trento fueron testigos Cosme de Santa María y Sebastián Hernández y Bartolomé Díaz y en fe de ello lo firmé”. El Licenciado Gaspar Ruiz Villar."
De la esposa, Jacinta González, aunque la partida no lo acredita, podemos confirmar que es hija de Sebastián Díaz del Río y María de Quintana y nieta de Bartolomé Díaz del Río y Juana Domínguez, como se puede comprobar con la lectura de estas notas de la carpeta del Diocesano:
“Bartolome Diaz testó en 17 de Mayo de 1612 ante Hernán García Cabeza y su mujer Juana Domínguez testó ante Juan Fleitas a 26 de Agosto de 1630 y dan por hijos a Margarita Alonso que casó con Bartolomé Marrero; a Pedro Díaz del Río; a Gil Domínguez; a Isabel Díaz que casó con Hernán Pérez de Quevedo; a María Alonso con Francisco Melián; a Lucía Díaz con Diego Falcón; a Bartolomé Díaz con Leonor Jiménez, hija de Pedro Jimenez y Beatriz Rodríguez; a Ana Domínguez que casó primera vez con Antonio González y segunda vez con Juan Suárez; a Catalina Díaz con Antón Hernández; a Matías Lorenzo; a Juan Díaz; a Sebastián Díaz y por último a Andrés Díaz”.
Sobre el origen de los Díaz del Río nos dice Antonio Rumeu de Armas en el artículo publicado en AEA “El Marqués del Buen Suceso” lo siguiente:
“El fundador del linaje fue, según los genealogistas isleños, Pedro Díaz natural de la aldea de Sorihuela perteneciente al municipio de Béjar, pero quien se asentó en Teror obteniendo repartimientos de tierras se llamó Bartolomé Díaz casado con Juana Domínguez a cuyo favor otorgó escritura de dote en Las Palmas el 8 de octubre de 1568 ante el escribano público Alonso Fernández de Saavedra.
TESTAMENTO DE ALONSO GÓMEZ VEGA
De Alonso Gómez de Vega se conserva su testamento dictado en 1679, dos años antes de su fallecimiento, ante el escribano José García. Podemos por tanto darles cumplida cuenta de su descendencia gracias al siguiente extracto del mismo que nos informa entre otros detalles de la venta de la casa de su propiedad en el Rincón de Tejeda cuyo origen, como parte de las propiedades de los Ojeda, conocemos bien:
“Yten declaro que yo fui casado y velado en haz de la santa Madre Iglesia con la dicha Jacinta González con la cual tuve por mis hijos legítimos a Joan de Vega, María de Vega, Sebastián Díaz, Alonso Gómez y a Ana González; declárolo para que conste.
Yten declaro que yo y la dicha mi mujer casamos a María de Vega con Blas Rodríguez y además de los bienes raíces que la susodicha llevó que son conocidos le dimos de los bienes que habíamos multiplicado en el matrimonio un buey y una vaca y una yegua y dos cuevas…declárolo para que conste.
Yten declaro que asimismo casamos a Ana González con Francisco Martín Sosa a la cual dimos seiscientos reales con los cuales se sacó la dispensación en virtud de que se casó: declárolo para que conste.
Yten declaro que a Joan de Vega mi hijo además de los bienes raíces que posee de la dote de su madre le tengo dado hasta treinta ovejas, un jumento de cuatro años que el susodicho vendió en ciento cincuenta reales y una novilla de dos años, una caja, un aderezo de espada y daga que costó cien reales; declárolo para que conste.
Yten declaro que a Sebastián Díaz además de los bienes raíces que ha llevado por la dote de su madre le he dado una yegua, una vaca y otro aderezo de espada y daga que me costó otros cien reales; declárolo para que conste.
Yten declaro que a Alonso Gomes mi hijo además de los bienes de su madre le he dado una manada de cabras que serían siete u ocho, una vaca de arada, una potranca de dos años, un arca y un aderezo de espada y daga; declárolo para que conste.
Risco Caído (Barranco Hondo). Foto: Juan R. García Torres
Yten declaro que durante el matrimonio con la dicha mi mujer he multiplicado seis cuevas en Barranco Hondo en la cuales viven hoy mis hijos y asimismo otras dos cuevas en La Palma de Quintana las cuales vendieron ya los dichos mis hijos y asimismo multipliqué una huerta de árboles frutales en Barranco Jondo; declárolo para que conste.
Yten declaro que por muerte de la dicha mi mujer quedaron unas prendas de oro y plata que pesaron ochenta y tres reales y estos entramos en mi poder, declárolo para que conste, y que las dichas prendas fueron bienes gananciales. Yten declaro que por muerte de la dicha mi mujer se quedaron debiendo ciento cincuenta y ocho reales y seis cuartos a María de la Cruz, mercadera, y ciento uno a Manuel González, y a Cristóbal de Ávila sesenta reales y para su pago vendí la casa que tenía en el Rincón de Tejeda a Francisco de Mederos por si ello no pudiera pagar dichas; declárolo para que conste.”
ALONSO GÓMEZ CASTRILLO Y LEONOR DE QUINTANA
Con la partida de matrimonio de Alonso Gómez Castrillo y Leonor de Quintana cerraremos la primera parte de este artículo. Los lectores que quieran conocer la continuidad del linaje hasta nuestros días quedan invitados a la lectura de los artículos publicados en este mismo blog sobre el apellido Sarmiento, artículos en los que podrán comprobar que la tal Leonor es, por parte de madre, nieta y bisnieta de los alguaciles de la Inquisición canaria llamados por igual Diego Sarmiento.
Iglesia Nuestra Señora del Socorro - Tejeda, Libro 1 - Folio 9 - Año 1667
"En el lugar de Tejeda en quince días del mes de agosto de este año de 1667 yo fray Gil de Quesada casé y velé infasie eclesie a Alonso Gómez Castrillo, hijo legítimo de Alonso Gomes Vega y de Jacinta González y a Doña Leonor de Quintana, hija legítima de Luis Luzardo y de Doña María de Ayala vecinos de este lugar y por verdad lo firmé”. Fray Gil de Quesada Viñol.
Un soneto de mi cosecha titulado Atis Magro podría ser el colofón adecuado. Ustedes dirán:
     Dorado pilar pétreo que idolatro
     alzado en la tribuna de los dioses,
     a los pies de tus negros farallones,
     te reitero el juramento: “Atis Magro”.

     Dorado pilar, sostén del espacio,
     venerándote, rendimos honores
     por hacer realidad aspiraciones
     de la hermosa patria que anhelamos.

     Dorado pilar de roca fundida
     en la fragua abisal del oceáno,
     irguiéndote altivo sobre las brumas,
     de cerradas centurias de ignominia,
     nos anuncias que se acerca ya el tiempo
     de romper con las viejas ataduras.


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