lunes, 5 de noviembre de 2018

CHACOPINO: UN LINAJE CORSO EN CANARIAS

FRANCISCO JAVIER MARTÍN PÉREZ

En la actualidad, existen en España 203 personas cuyo primer apellido es Chacopino, de las cuales, más de la mitad residen en la provincia de Alicante. Tras Alicante, la provincia en la cual se registra la mayor frecuencia para este apelativo es la de Las Palmas, donde, según los datos procedentes de la Estadística del Padrón Continuo, a fecha de primero de enero de 2017, estaban censadas 20 personas que lo llevan en primer lugar y 18 que lo portan en segundo.
En este trabajo se describe el devenir migratorio de este linaje, desde Córcega, de donde era originario, hasta llegar a Canarias en los años previos a la Guerra Civil Española, en el pasado siglo xx.
El primer protagonista de esta historia, y cabeza de esta estirpe viajera, fue Manuel Jacopino —o Chacopino, forma que con el tiempo habría de tomar este apellido—, nacido el 25 de diciembre del 1726 en la localidad norteña de Bastia, en la ya citada isla de Córcega (Martínez Morellá, 1970: 30). Aunque en la actualidad esta isla es una de las trece regiones que conforman la República de Francia, en la época en que nació nuestro protagonista la isla estaba bajo el dominio de la república de Génova. Manuel Jacopino debió emigrar muy joven a la isla de Tabarka, poco antes de que fuera arrebatada, en 1741, al reino de Cerdeña —al que estaba vinculada desde 1720[1]—, por el bey de Túnez.
La isla[2] de Tabarka (en árabe abarqah) está situada en la costa tunecina, frente a la ciudad del mismo nombre y a unos 11 kilómetros en línea recta de la frontera argelina, en coordenadas latitud: 36º 57,9’ n y longitud 8º 45,6’ e, y tiene, apenas, 16 hectáreas. La isla, que ya en el siglo xv servía de base para corsarios y piratas, fue arrebatada a los moros por el emperador Carlos v en el transcurso de la campaña comandada por él mismo para la conquista de Argel, en 1541. Al año siguiente, la isla fue adjudicada a los comerciantes genoveses Francisco Grimaldi y Francisco Lemellini, que establecieron en ella sus bases para la pesca y explotación comercial del coral rojo. A cambio, estos asentistas se comprometieron al pago a la corona española de un quinto de los beneficios obtenidos y a la construcción de una fortaleza dotada de la necesaria artillería. Los genoveses no solo se dedicaron a la pesca y comercialización del coral, sino que desarrollaron, desde la isla, un potente comercio de cereales, ganado, pieles, madera, vino, aceite o esclavos. La fortaleza finalmente construida fue dotada de varias torres defensivas, tenía capacidad para albergar unos 400 efectivos y en su interior se construyeron molinos, tahonas, viviendas y otras infraestructuras urbanas (Pérez Burgos, 2016: 228-244).
Fue en Tabarka donde Manuel Jacopino debió conocer a la que sería su esposa, Magdalena Luchoro, nacida en dicha isla el 12 de agosto de 1727 (Martínez Morellá, 1970: 30), con la que, como veremos, tendría al menos cuatro vástagos.
En 1741, como se ha dicho, los tunecinos invadieron la isla, sometiéndola a su dominio. Sus habitantes fueron capturados y llevados a Túnez como esclavos. El número de cautivos podría haber sido de unos 800, mientras que 100 de ellos habrían perdido la vida durante el ataque (Pérez Burgos, 2016: 245-247). Durante el periodo en que los tabarkinos estuvieron cautivos en aquel país, se produjeron varias iniciativas para su liberación, de tal forma que en 1750 fueron redimidos un centenar de ellos, fruto de las negociaciones entre el rey de Cerdeña y el bey de Túnez; también el rey de Nápoles, Carlos vii —y futuro rey de España, Carlos iii—, consiguió la liberación de varios prisioneros, contando para ello con la intermediación del padre mercedario fray Juan de la Virgen.
El resto de tabarkinos, entre los que se encontraban Manuel Jacopino, su mujer Magdalena Luchoro y dos de sus hijos —Antonio y María—, siguieron cautivos en Túnez hasta 1755, año en el que el dey de Argel se adentró en territorio tunecino, tomándolos como botín de guerra y llevándolos a territorio argelino, en una penosa travesía a pie por la costa norteafricana, en dirección a poniente (Luxoro, 1977: 141). En este nuevo lugar de cautiverio nacería la tercera hija de los Jacopino-Luchoro: Alexandrina, que vino al mundo el 5 de marzo de 1763 (Martínez Morellá, 1970: 31).
Los intentos por liberar este grupo humano se intensificaron a partir de 1756 y, en 1768, el padre Stefano Vallaca[3] escribió una carta al monarca español Carlos iii suplicando su liberación, apelando al «sentimiento de caridad» del monarca, documento que activaría de forma definitiva la iniciativa española para su rescate.
Así las cosas, el 17 de septiembre de 1768 se firmó en Cartagena el Tratado del ajuste del canje y redención de cautivos argelinos y españoles, entre el dey de Argelia y el reino de España. En este acuerdo se especificaba que el transporte de los cautivos se haría en tres navíos y una fragata españoles, comandados por el capitán de navío don José Díaz de Veañez. Tras un primer intento de rescate, frustrado al parecer por un fuerte temporal ocurrido a finales de 1768, a primeros de febrero del año siguiente partiría la segunda expedición, que regresaría finalmente a Alicante, el día 4 de marzo de 1769, con los 315 tabarkinos rescatados.
Por una orden de 21 de febrero de 1769 se elaboró una completa lista de los cautivos liberados en la que se reflejaron los nombres, fechas y lugar de nacimiento de todas las familias. Dicha lista, conocida más tarde como Matrícula de los Tabarquinos, estaba encabezada por don Juan Bautista Riverola, cura del pueblo tabarkino, don Juan Leoni, su gobernador y Joseph Sales, teniente de gobernador.

En dicha relación o Matrícula figuraba, con el número xviii, la familia Jacopino [Chacopino]-Luchoro:
Manuel Jacopino nació en la Bastia Reyno de Córcega en veinte y cinco de Diciembre de mil setecientos veinte y seis.
Magdalena Luchora, su mujer, nació en la antigua Tabarca en doce de Agosto mil setecientos veinte y siete.
María, hija, nació en Túnez en veinte y cinco de Marzo de mis setecientos cincuenta y tres.
Alexandrina, hija, nació en Argel en cinco de Marzo mil setecientos sesenta y tres.
Paula, hermana de la mujer, nació en la antigua Tabarca en veinte y nueve de Junio de mil setecientos treinta y cinco.
Dos años estuvieron los tabarkinos alojados en la ciudad de Alicante, hasta que fueron trasladados a la conocida como isla Plana, situada frente al cabo de Santa Pola, en la costa alicantina, que cambiaría ahora su nombre por el de Nueva Tabarca (Pérez Burgos, 2016: 247-262). Allí nacería, hacia 1770, la cuarta hija de los Jacopino-Luchoro: Ana Andrea (González Arpide, 2015: 181).
Será en tierras alicantinas —en la citada isla de Nueva Tabarca y en diversas localidades de la cercana costa alicantina—, donde los Chacopino-Luchoro fueron desplegando sus genes, hasta que, dos centurias más tarde, un nuevo miembro del linaje, llamado Gerónimo Chacopino Manzanaro, emprendió una nueva ruta migratoria, pasando a residir en Las Palmas de Gran Canaria, completando así un viaje de más 3000 kilómetros por el Mediterráneo y el Atlántico.

La genealogía de este linaje viajero es como sigue:
i. Manuel Jacopino, nacido, como se ha dicho, en Bastia, en la isla de Córcega, el 25 de diciembre de 1726. Manuel debió casar en Tabarka (Túnez) con Magdalena Luchoro, nacida en aquella isla 12 de agosto de 1727 (Martínez Morellá, 1970: 30-31). Una vez en Alicante (1769), Manuel se estableció como tendero, pues como tal figuraba en un censo elaborado en 1779, en el cual consta que vivía con su mujer y sus tres hijas en Nueva Tabarca (Alicante), en la casa número 34 de la isleta 3ª (González Arpide, 2015: 181). Manuel y Magdalena fueron padres de cuatro hijos:
1. Antonio Chacopino[4], que sigue en ii.
2. María Chacopino, nacida en Túnez el 25 de marzo de 1753.
3. Alexandrina Chacopino, nacida en Argel el 5 de marzo de 1763.
4. Ana Andrea Chacopino[5], nacida en Nueva Tabarca (Alicante), ca. 1770.

ii. Antonio Chacopino, nacido en cautividad, en Túnez, ca. 1745, que casó en primeras nupcias, antes de 1779, con María Luchoro (González Arpide, 2015: 182), nacida también en Túnez, el 15 de abril de 1755, hija de Bartolomé Luchoro y de Lorenza Luchoro, nacida en Tabarka, el 10 de agosto de 1734 (Martínez Morella, 1970: 29). Casó por segunda vez, en 1795, con Vicenta Uriós Llopis. En el ya citado censo de 1779, consta como marinero del bote y vivía en la casa número 87 de la 8ª isleta (González Arpide, 2015: 182-183). Antonio tuvo con su primera esposa a:
1. Silvestre Chacopino Luchoro, que sigue la línea en iii.
Y con la segunda, a:
2. Agustín Chacopino Uriós, que nació ca. 1795, que fue marido de Pétrola Ruso Mulet (con descendencia).

iii. Silvestre Chacopino Luchoro, nacido en 1788, casado en primeras nupcias con Manuela Marco y, en segundas, con Dolores Manzanaro Capriata (González Arpide, 2015: 182-183). Del primer matrimonio de Silvestre y Manuela nacieron:
1. Antonio Chacopino [Marco], nacido en 1806 y casado con Josefa Ruso.
2. Tomás Chacopino [Marco], que sigue en iv.
3. Agustín Chacopino [marco], nacido, como sus dos hermanos, en la isla de Nueva Tabarca ca. 1827 y casado con Pascuala Ruso.

iv. Tomás Chacopino [Marco], nacido en 1812 en Nueva Tabarca, de profesión soldado torrero, que casó con Ramona Pascual [Ruzafa] nacida en la vecina localidad alicantina de Santa Pola en 1816. Ambos aparecen citados como abuelos en numerosas actas de bautismo y/o nacimientos en Nueva Tabarca (González Arpide, 2013). Tomas y Ramona fueron padres de tres hijos:
1. Silvestre  Chacopino [pascual], nacido ca. 1836, que casó con Rafaela Leoni.
2. Jerónimo Chacopino [pascual], que sigue en v.
3. Antonio Chacopino [pascual], nacido, lo mismo que sus hermanos, en Nueva Tabarca ca. 1843, que contrajo matrimonio con Rafaela Pagés.

v. Jerónimo Chacopino [Pascual], nacido en Nueva Tabarca hacia 1842, que contrajo matrimonio con Antonia Ruso Leoni, natural, como su marido de dicha isla, nacida por esas mismas fechas e hija de Francisco Ruso [Terol] y Rosa Leoni [Ruso], citados de forma reiterada como como abuelos por González Arpide (2013). Gerónimo y Antonia fueron padres de, al menos, tres hijos e hijas:
1. Pascual Chacopino Ruso, que sigue en vi.
2. Ramona Chacopino Ruso, nacida en Nueva Tabarca el 22 de marzo de 1875, de la que no tenemos otras noticias.
3. Eulalia Chacopino Ruso, nacida, también, en Nueva Tabarca el 14 de diciembre de 1877.

vi. Pascual Chacopino Ruso, nacido ca. 1866 que celebró esponsales con Antonia Ruso, hija de Francisco Manzanaro y Concepción Ruso; su hijo:

vii. Gerónimo Chacopino Manzanaro, nacido en Nueva Tabarca y bautizado en la iglesia
parroquial de San Pedro y San Pablo, el 2 de marzo de 1891[6]. Contrajo matrimonio con María Ivorra Cano, nacida en 1896 en Alicante. Gerónimo falleció el 28 de mayo de 1960 en Las Palmas de Gran Canaria, sobreviviéndole su esposa que lo hizo el 10 de abril de 1973, en el mismo lugar. Fruto de este matrimonio nacieron tres hijos:
1. Pascual Chacopino Ivorra, nacido ca. 1920, que casó con María Teresa Rodríguez.
2. Gabriel Chacopino Ivorra, nacido en 1928, que celebró nupcias con María Luisa Molina López.
3. María Josefa Chacopino Ivorra, nacida ca. 1934, que contrajo matrimonio con José Antonio Molina López, hermano de la mencionada María Luisa.

Gerónimo Chacopino Manzanaro fue el cuarto varón de esta dinastía que tuvo que empacar sus maletas y trasladarse a Las Palmas de Gran Canaria. Al parecer llegó a la isla antes del comienzo de la Civil, tras la muerte de su concuño Vicente Ortuño —casado con su cuñada María Josefa Ivorra Cano— que ya residía en Las Palmas, para hacerse cargo de sus tres sobrinos de muy corta edad y de la empresa pesquera y conservera que el citado Vicente Ortuño regentaba en dicha ciudad[7]. Gerónimo pasó la Guerra sin poder reunirse con su familia, que quedó a vivir en La Nucia (Alicante), de donde era originaria su esposa María. Finalizado el conflicto, su mujer e hijos se reunieron con él en Las Palmas donde se establecieron[8].

Bibliografía:
González Arpide, José Luis (2013). Santapoleros y tabarquinos: fuentes documentales. Madrid: Bubok Publising.
González Arpide, José Luis (2015). «Sobre ancestros y genealogía (Manzanaro y Chacopino)». Estudios sobre Nueva Tabarca (Alicante-España). Disponible en: https://www.researchgate.net/project/estudios-sobre-nueva-tabarcaAlicante-Espana.
Luxoro, Edmondo (1977). Tabarca e tabrchini. Cronaca e storia della Colonizzazione di Carloforte. Cagliari: Edizioni della Torre.
Martínez Morellá, Vicente (1970). Matrícula de los tabarquinos rescatados de Argel en 1769 y asentados en la isla de San Pablo de Alicante. Alicante: Fondo Editorial de Excmo. Ayuntamiento de Alicante.
Pérez Burgos, José Manuel (2016). Nueva Tabarca, patrimonio integral en el horizonte marítimo. Tesis. Universidad de Alicante.

Recurso de Internet:
Raíces Reino de Valencia


[1] En virtud del tratado de Utrech de 1713, entre otras posesiones, España perdió Cerdeña que quedó bajo el dominio del archiduque de Austria. Sería en 1720 cuando la isla de Cerdeña pasaría a la casa de Saboya, en compensación por la pérdida de Sicilia a favor del Imperio austriaco.
[2] En la actualidad la isla está unida a tierra.
[3] El padre Vallaca fue autor de un manuscrito titulado Memorie dell´isola di Tabarca, que ha sido traducido y comentado por José Luis González Arpide (González Arpide, 2015).
[4] A pesar de que Antonio Chacopino no figura en la Matrícula de los Tabarquinos, no cabe duda de que es hijo de Manuel Jacopino, pues así consta en una especie de cartilla militar expedida a su nombre, en la que se le describe como «natural de Túnez y vecino de la isla de San Pablo [Nueva Tabarca], casado, buena contextura, ojos pardos, cerrado de barba y pelo castaño».
[5] En su registro bautismal aparece inscrita como Ana Andrea Tacobini, hija de Manuel y Magdalena (González Arpide, 2015: p. 182).
[6] Archivo Parroquia de San Pedro y San Pablo. Nueva Tabarca. Matrimonios, i-136.
[7] Las instalaciones de la empresa, cuya razón social era «Conservas Vicente Ortuño y Cia., S.L.», tenía sus instalaciones en la zona ocupada en la actualidad por el auditorio Afredo Krauss y el Centro Comercial Las Arenas, en la salida norte de la capital grancanaria.
[8] Agradecemos esta información a Jerónimo Chacopino Molina, nieto de Gerónimo Chacopino Manzanaro.














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