viernes, 10 de mayo de 2019

LUIS BETHENCOURT, “COLONO Y PATRIOTA”. CANARIOS EN LUISIANA.

BILL WILLCOX 
CRISTINA LÓPEZ-TREJO DÍAZ orcid.org/0000-0003-4409-9260
EUGENIO EGEA MOLINA orcid.org/0000-0002-9433-6298

I.-INTRODUCCIÓN
S
canaryislanders.org
El presente artículo aborda la migración canaria en el siglo XVIII a través de las figuras de los grancanarios Luis Bethencourt y Catalina Calcines y como sus descendientes se han ido extendiendo por diversos continentes sin regresar nunca a su Guía natal. 
Trataremos, en primer lugar, la creación de la Villa de Santa María de Guía tras la conquista castellana así como su crecimiento y los acontecimientos económicos locales, nacionales e internacionales que forzaron la migración de nuestros protagonistas para posteriormente centrarnos en la descendencia de los mismos.
Las fuentes utilizadas para el presente artículo han sido los documentos bibliográficos, los libros sacramentales del obispado de Canarias, la archidiócesis de Nueva Orleans y la diócesis de Liverpool, así como el testimonio de descendientes.

II.-SANTA MARÍA DE GUÍA. CONTEXTO HISTÓRICO
Santa María de Guía (en adelante Guía) es un municipio del norte de Gran Canaria que a lo largo de los siglos se caracterizó por su incesante crecimiento tras la llegada de las tropas castellanas.
Antes de la conquista la isla estaba habitada por los canarios. Según algunos investigadores[i] ya en el siglo I d.C. los antiguos canarios sublevados contra la invasión romana del norte de África fueron deportados hacia la Isla como castigo aunque en los siglos siguientes continuaron llegando nuevas oleadas procedentes del norte de África. En 1483 y tras cinco años de cruenta lucha, la isla queda definitivamente anexionada a la corona de Castilla.
Las mejores tierras se reparten entre los conquistadores y financiadores de la contienda. El cultivo industrial de la caña de azúcar y posterior tratamiento de ésta para la obtención de azúcar y sus derivados se consideró una actividad crucial para el florecimiento de las tierras conquistadas. Los ingenios azucareros serían manipulados por la mano de obra de los expertos portugueses que trajeron consigo métodos de cultivo, costumbres y terminologías lusas que aún perviven en el habla canaria. La quema masiva de los pinos canarios para el funcionamiento de los ingenios azucareros provocó la desaparición de una gran masa forestal.
En Guía, la familia genovesa Riverol[ii], financiadora de la conquista, instaló dos ingenios[iii], uno en el barranco de las Garzas y el otro en la costa de Lairaga que había comprado a Pedro Fernández de Lugo, hermano de Alonso de Lugo, Adelantado de la conquista de La Palma y Tenerife.
En la segunda mitad del siglo XV, los genoveses representaban el grupo de “empresarios” económicamente más importantes de Castilla llegados a Sevilla atraídos por la riqueza del área agrícola andaluza y desde donde se abastecían de trigo, exportando aceite, jabón y vino. Los Riverol junto con los Sopranis fueron las familias genovesas más importantes de Sevilla en la segunda mitad del siglo XV y comienzos del XVI[iv]. Ambas familias no solo financiaron las últimas campañas de la guerra de Granada, las conquistas de las islas de Gran Canaria, La Palma y Tenerife sino también anticiparon el dinero para el cuarto viaje de Colón a América poseyendo, además, una sociedad para la compra de esclavos en Canarias.
Los Riverol formaran parte importante del entramado económico del norte de la isla. Además de éstos, otros genoveses también se instalaron en las islas formando un centro neurálgico para sus exportaciones a Italia, Flandes y otros lugares.
En 1505, en lo que entonces era la Vega de Gáldar, zona de tierras fértiles, comienza a construirse la ermita acogida a la advocación mariana de Nuestra Señora de Guía y en torno a ella se va estableciendo una villa cuyo desarrollo progresivo consigue convertirla en un centro de atención económico, social, cultural y religioso llegando a independizarse de Gáldar el 1 de octubre de 1526. El nombramiento del nuevo alcalde causaría un gran malestar entre los vecinos de Gáldar quienes redactaron un documento[v] de protesta dirigido al rey Carlos I cuatro después de que Fernando Alonso de la Guardia tomara el bastón de mando.
En 1530, comienza la época de esplendor del
Mapa antiguo. Casa Museo Colón. LPGC.
comercio del azúcar lo que atrae al asentamiento de nuevos pobladores. Sin embargo, veintitrés años más tarde las producciones del “oro dulce” comenzaron a decaer por el auge del azúcar antillano. En 1590, tan solo quedaban siete ingenios en Gran Canaria siendo uno de ellos el Ingenio Blanco, propiedad de la familia Riberol y posteriormente de los Cibo Sopranis. En Guía dirigieron el cultivo hacia las producciones vitícolas. La población continuaba creciendo asentándose comerciantes de distintas nacionalidades entre ellas los flamencos.
En el siglo XVII, Guía se convirtió en “el granero de Gran Canaria” basando su economía en el cultivo de la papa, los cereales como el millo, surtiendo no solo al resto de la isla cuyos cultivos eran azotados por las plagas de langostas o cigarrones procedentes del continente africano sino también a la isla de Tenerife cuyo cultivo de la vid estaba en su mayor auge.
Entre finales del siglo XVII y principios del XVIII, aparecen numerosos pagos en la zona de medianías creciendo las producciones de las materias básicas para la alimentación.
Durante esta época el movimiento migratorio hacia Guía no cesaba de aumentar. Este incremento poblacional desborda la actividad en los suelos cultivables aumentando la tensión entre los campesinos por roturar las tierras que comenzaban a escasear. Los siglos XVIII y XIX se caracterizan por el enfado creciente de los agricultores que junto a sus vecinos de Moya generan continuos desordenes que unidos a las plagas en la agricultura y las epidemias del último tercio de siglo y principios del XIX lleva a gran parte de la población a emigrar a América[vi].

III.-LA EUROPA DEL SIGLO XVIII
Mientras, el viejo continente europeo libraba la Guerra de los Siete Años entre las potencias de la época (España, Gran Bretaña y Francia) con el objeto de alcanzar la
Luisiana española
supremacía colonial en el mundo (norte y centro América, India, Filipinas, África y Europa) dando por finalizada en 1763 con el Tratado de París donde Francia cede su territorio del este del Misisipi a Gran Bretaña.
España pierde Florida y gana las tierras al oeste del río Misisipi, una Luisiana que abarcaba desde el delta del Río Misisipi hasta Canadá y donde se instalaron las reservas indias[vii]. Los cajunes de Acadia (antigua colonia francesa y ahora británica en Canadá) comienzan a emigrar hacia la Luisiana española. Gran Bretaña invierte mucho dinero en la guerra dejando las arcas vacías al final de la misma, aumentando los impuestos en las colonias americanas lo que supuso el comienzo de un grito por la independencia. 

IV.-EMIGRACIÓN CANARIA FORZADA
En 1776, a propuesta de José Gálvez, secretario de estado del despacho de Indias y muy influyente en la corte española, fue nombrado su sobrino Bernardo Gálvez, coronel del regimiento de infantería y gobernador de Luisiana española con el objetivo de preparar el territorio ante un posible conflicto con Gran Bretaña encontrándose con una población muy reducida por lo que decide reforzarla mediante la inmigración. Aprovechando que su padre, Matías Gálvez continuaba en Tenerife, desde 1757, ahora como lugarteniente del Comandante General, le solicita reclute soldados y colonos en las Islas para proteger la zona de un conflicto que parecía avecinarse. En octubre 1777, Matías Gálvez comienza con el alistamiento del contingente en las Islas que enviaría a su hijo y aunque unos meses después abandonaría Tenerife con rumbo a Honduras para fundar Guatemala dejó el encargo de la recluta de emigrantes al capitán Andrés Amat de Tortosa[viii].
Mientras, en Guía, la situación era insostenible y llegaban los rumores de la posibilidad de embarcarse para América. Era el comienzo de una emigración forzada por una crisis irreversible de las estructuras socio-económicas que abocaban a determinados sectores de la población a buscar formas de evitar la miseria. La Corona necesitaba defender los territorios conquistados para lo que realizaban reclutamientos forzosos. Los canarios se enrolaban con el único afán de encontrar una tierra prometida donde vivir en condiciones, desconociendo la realidad que luego se encontraron. 
Luis Bethencourt[ix] comentó con su hermano José, dos años menor, y con su vecino, Pedro Calcines, la idea de marcharse a Luisiana, al fin y al cabo en Guía la situación no iba a mejorar. Ellos tenían el perfil que solicitaban (entre 17 y 36 años, fuertes, no medir menos de 152 centímetros ni tener problemas con la justicia) iban a obtener 40 reales  más el medio peso diario desde que se reclutaban hasta el momento en que el barco partiera[x]. La situación de Pedro Calcines era algo distinta a la de su amigo Luis. Su padre Juan Calcines Báez había sido enterrado el 20 de marzo de 1762 y con la escasa
Colonización francesa de Luisiana. Anónimo. Casa Museo Colón

herencia también dejó algunas deudas. Su madre Antonia Concepción también había fallecido. Pedro, a diferencia de su amigo Luis, estaba casado. Su mujer Sebastiana Moreno con la que tuvo que pedir dispensa al Obispado para contraer matrimonio por tener consanguinidad en tercer con cuarto grado, era diez años mayor que él, huérfana y pobre en el momento de unirse en matrimonio.
En el mes abril de 1778 un grupo de vecinos solteros de Sta. María de Guía se dirigen a Sta. Cruz de Tenerife donde debían permanecer juntos hasta el momento de embarcar. A ellos se unen en el puerto otros reclutas procedentes de todas partes de la isla de Gran Canaria y la de Lanzarote. En el puerto de Las Palmas les esperaba José Tomás de Armiaga, capitán del batallón de infantería de Canarias que treinta años más tarde sería ascendido a coronel por su participación con la Granadera Canaria, en la Guerra contra el francés en España. Armiaga fue el encargado de registrar en Gran Canaria a las personas que iban a embarcar hacia Luisiana. Los matrimonios con hijos podrían permanecer en sus lugares hasta el momento del embarque.
Luis Bethencourt de 28 años no pudo convencer a su hermano José, de 26, para que le acompañara en esta aventura. Su vecino Pedro Calcines también le acompañaría aunque en otro barco, a la aventura de Luisiana. Con él sus tres hijos Antonia del Jesús que cumpliría 9 años el 1 de septiembre, Juan José que cumpliría 7 el 12 de julio y María de 4.
Su esposa Sebastiana estaba embarazada, dando a luz a Catalina en ese mismo mes probablemente al llegar a Tenerife o quizá durante la travesía entre islas.  
El 10 de julio de 1778 zarpaba de Tenerife el paquebote Santísimo Sacramento al mando del capitán Benito Ripoll y Barceló. Entre las 264 personas viajaba Luis Bethencourt. La partida, el momento del viaje, la despedida de su tierra, de su gente y el desarraigo de llegar a un nuevo lugar era el sentimiento que flotaba en el barco. En silencio todos se iban apiñando en la zona de popa para echar un último vistazo a la tierra que les vio nacer. Los dos oficiales que iban a bordo, Francisco Bonet y Francisco Manuel de la Caxigas ayudaban a que las normas de convivencia redactadas por Amat se cumplieran: “las mujeres y los hombres irían por separado. Las primeras junto con los niños podrían salir a cubierta por la mañana para sacar sus camas, limpiar los alojamientos, aireándolos con la manguera. Se obligaba a hacer dos guardias al día compuestas por diez hombres cada una a fin de vigilar para que no se hagan cosas indecentes ni escandalosas aún entre matrimonios”.
Tardaron en cruzar el Atlántico dos meses, una travesía difícil en una época donde las tormentas tropicales que se inician en las costas africanas se van alimentando de camino al Caribe hasta convertirse en huracanes. Además de luchar contra las inclemencias del tiempo, la enfermedad acechaba y durante el trayecto las ilusiones de seis canarios caían por la borda junto con sus cuerpos fríos y rígidos.  En septiembre pararon en La Habana por sufrir una epidemia a bordo. Tras cargar el barco de suministro, en octubre partieron hacia Nueva Orleans dejando atrás a 14 reclutas y sus familias.

V.-LUIS DE BETHENCOURT.SUS ORÍGENES
Luis de Bethencourt era un hombre fuerte. Su tatarabuelo, Lorente Bethencourt procedía de Lanzarote, una tierra que no terminaba de acostumbrarse al continuo saqueo de los corsarios lo que inducía a la migración de sus habitantes hacia otras islas. No se han encontrado documentos que precisen quienes eran los padres de Lorente de Bethencourt. En su época coexistía, en Lanzarote, otro personaje con el mismo nombre y ya adulto en 1619, hijo de Gaspar de Samarinas (capitán de una de las cuatro compañías de berberiscos de la isla) y de Juana de Saavedra (hija de Tomás de Saavedra y María de Cabrera) y nieto de Luis de Samarinas y Guiomar de Herrera. Su apellido procede del normando Maciot de Bethencourt que llegó a Lanzarote para su conquista en la segunda expedición normanda y la infanta indígena lanzaroteña Teguise, hija del rey Guadarfía.
a.-Lorente Bethencourt casó en Gáldar el 12 de agosto de 1631[xi] con Inés Bosa Oliva, hija de Juan Bosa Oliva ( testó en 1633) y de Juana García Saavedra y nieta materna de Juan Saavedra y de María Bilbao. Era Juana descendiente de Fernán Arias de Saavedra, ricohombre, mariscal de Castilla, alcaide de Tarifa y Utrera que marcó sus diferencias con el rey católico Fernando, del conde Nuño González de Lara[xii] primer Señor de Herrera en los tiempos del rey Fernando III de Castilla de Alonso Cabrera Solier Venegas, veinticuatro de Córdoba, capitán del rey castellano Enrique IV, conquistador y gobernador de Lanzarote, Fuerteventura y el Hierro, fundador de la Casa Cabrera en las Islas[xiii], de la patricia genovesa Catalina Luzardo Franchi, del conquistador Francisco de Mayorga que fue nombrado regidor de Gran Canaria en 1585[xiv], de Egas Venegas primer Señor de Luque, del normando Robert D’Umpierre que llegó a las islas en 1412. Descendía también de Hernán Peraza “el viejo”, Señor de las Canarias; de Hernán II García de Herrera[xv], Señor de Ampudia, Mariscal de Castilla y Capitán General de la Frontera de Lorca.
El primer hijo de Lorente e Inés nació tres meses después de la boda siendo bautizado con el nombre de Andrés, en la iglesia de Santiago de Gáldar, el 28 de noviembre de 1631[xvi]. Tres años más tarde bautizaban a su segundo hijo Juan[xvii], en la Iglesia de Santiago de Gáldar. Un año después de nacer Lucas[xviii], su tercer hijo, Lorente fue nombrado alcalde Gáldar (1644).
b.- Andrés de Bethencourt (hijo de Lorente Bethencourt)
Pila bautismal Sta. María de Guía
casó con Estebana Ginebra Palenzuela Duarte, bautizada en la iglesia de Santa María de Guía el 6 de enero de 1637 hija de Leonel Alvarez y de Leonor Márquez Duarte y descendiente del conquistador burgalés Alfonso Rodríguez de Palenzuela, vecino de Sevilla que participó en la toma de Tenerife, asentándose en Gran Canaria donde erigió tres ingenios azucareros en Telde, Arucas y Tirajana
[xix]. También descendía Estebana del indígena Bentidagua el cual llegó a ser alcalde de Agaete comprando las tierras de Guayedra que un su día pertenecieron a Fernando Guanarteme, rey de la isla cuando llegaron las tropa castellanas en 1478.
El alférez Andrés Betancor fallecería de una grave enfermedad a los 75 años siendo sepultado el 22 de mayo de 1707[xx] en la misma iglesia donde bautizó a sus diez hijos los cuales se llevaron una diferencia de veintidós años entre el mayor y el pequeño:
1.-Francisco, bautizado el 17 de marzo de 1658[xxi].
2.-Marcos, bautizado el 22 de marzo de 1660[xxii]
3.-María, nacida el 2 de marzo de 1662 y bautizada diez días después. Debió fallecer de niña[xxiii].
4.-María, bautizada el 20 de diciembre de 1663, también fallecida de niña[xxiv].
5.-María, nacida el 29 de febrero de 1668 y bautizada el 8 de marzo[xxv].
 6.-Salvador Silvestre, nacido el 31 de diciembre de 1670, siendo bautizado el 5 de enero de 1671[xxvi].
7.-Agustina, bautizada el 14 de enero de 1674[xxvii].
8.-Margarita, bautizada el 2 de agosto de 1676[xxviii].
9.-Inés, bautizada el 11 de abril de 1678[xxix].
10.-JOSÉ BETENCOURT, nacido el 12 de diciembre de 1680 y bautizado el 22 del mismo mes en la pila de la iglesia de Santa María de Guía siendo su padrino el Sargento Mayor D. Gonzalo de Cabrejas el mismo que apadrinaría a sus hermanos Inés y Agustina[xxx].
c.-A los veintisiete años, José Bethencourt contraía matrimonio el 28 diciembre de 1707[xxxi] con Lucía de los Reyes Herrera Ojeda, de dieciocho, bautizada el 17 de diciembre de 1689[xxxii], hija de Francisco Herrera (bautizado el 3 de agosto de 1650[xxxiii]) y de Lucía María Ojeda (bautizada el 16 de febrero de 1655[xxxiv]). Nieta de Matías Herrera y Juana Martín, Mateo Felipe y Luisa de los Reyes. Falleció cinco meses después de que naciera su hijo Mateo, bautizado el 24 de marzo 1722[xxxv], siendo sepultada en la iglesia de Santa María de Guía el 5 de agosto de 1722[xxxvi]. No llegaría a cumplir los treinta y tres años. En cuanto a su marido José Bethencourt, vivió hasta casi los 74 años falleciendo el 17 de octubre de 1771[xxxvii]. No llegó a testar pero hizo una memoria simple de cuerpo presente y nombrando albaceas a sus hijos Juan y Nicolás.
d.- Nicolás Bethencourt Herrera nació el 9 de septiembre de 1716, seis años antes de que su madre falleciera siendo llevado a la pila nueve días más tarde[xxxviii]. Contrajo matrimonio, en Guía, el 16 de febrero de 1744[xxxix] con Rita Ramos, hija de Silvestre Rivero Padilla y Blasina Ramos, bautizada en Guía el 21 de julio de 1715[xl]. Su padre, Silvestre, bautizado en la iglesia de Ntra. Sra. de La Candelaria de Moya el 6 de enero 1665[xli], era descendiente de Bernabé Rivero Ortega que casaría primero con Felipa García y posteriormente con Inés Téllez. Blasina Ramos era descendiente de Francisco Miranda, natural de Navarra y poblador de Gáldar, bisnieto de Leandro de Miranda y Tapia, Señor de la Casa de Miranda de Navarra que en 1499 obtuvo Real Ejecutoria de hidalguía por la Cancillería de Valladolid[xlii].También descendía del conquistador Juan de Quintana que llegó a Gran Canaria con las tropas de Juan Rejón en 1478.
Nicolás Bethencourt y Rita Ramos bautizaron a dos hijos:
1.-LUIS BETHENCOURT, nacido en Guía el 3 de mayo de 1750 y bautizado el 8[xliii] con el nombre de Luis José Antonio .  
2.-José Joaquín BETHENCOURT, bautizado en la iglesia de Santa María el 24 de marzo de 1752 siendo llevado a la pila a los cuatro días de nacer[xliv] y bautizado con el nombre de José Joaquín.
De Lanzarote a Luisiana

VI.-LUIS BETHENCOURT EN LUISIANA
Cuando Luis Bethencourt llegó a Nueva Orleans el 1 de noviembre de 1778 debió esperar junto con los demás canarios hasta que los otros barcos procedentes de las Islas, cruzaran el Atlántico.
El 15 de enero, el número de reclutas que habían llegado a Luisiana ascendía a 314 de los cuales 176 estaban casados y portaban numerosa familia que a Gálvez le parecía muy cara de mantener empleando a estos últimos como colonos agrícolas. El 7 de julio ya habían llegado 1.582 canarios. Luis Bethencourt se encontraba entre los escasos 153 reclutas solteros ya que los 329 restantes eran casados con 1.100 familiares. Muchos habían desertado, otros habían fallecido en la travesía y algunos optaron por quedarse en Cuba. Francia y España habían declarado la guerra a Inglaterra. Las tropas británicas avanzaban en Florida y no tardarían en adentrarse en Luisiana con lo que se convertía en un lugar inseguro para las familias colonas canarias. Luis Bethencourt y sus paisanos pasaron penalidades porque la ayuda que recibían era poca y a veces nula. El gobernador Gálvez viajó río arriba para buscar varios emplazamientos donde alojar a los reclutas y colonos con el fin de proteger a la ciudad de Nueva Orleans. De esta forma, cuatro comunidades canarias comenzaron su nueva vida en Galveztown y Valenzuela (al norte de Nueva Orleans) y en Barataria y La Concepción, renombrada como Parroquia de San Bernardo (al sur de Nueva Orleans), lugares dominados por los bayous o ríos cenagosos que serpenteaban por un territorio acostumbrado a las inundaciones. Las continuas enfermedades como la viruela y los devastadores huracanes de 1779 y 1780 les impidieron salir adelante. A principios de 1780, solo en Galveztown había fallecido un tercio de la población canaria allí asentada. De los cuatro asentamientos tan solo sobrevivió San Bernardo. La fortaleza de Luis Bethencourt lo mantuvo luchando en la Gran Guerra de la Revolución Americana entre Gran Bretaña y sus trece colonias rebeldes que se saldó con la victoria de los independentistas y el nacimiento de USA.
Batalla de Pensacola con Gálvez. Autor: Augusto Ferrer-Dalmau.
 laviejaespeña.es
El 9 de mayo de 1781, Bernardo Gálvez
[xlv] obtuvo la victoria del ejército español contra “los casacas rojas” de Gran Bretaña. Era la batalla de Pensacola (actual Florida) donde nuestro protagonista luchó junto a otros canarios. Dos años más tarde, en 1783 se firma el Tratado de Versalles por el que Inglaterra reconoce la independencia de sus colonias americanas y España recobra Florida.
Doce años después de su llegada a Luisiana (1790), Luis contrae matrimonio con otra canaria, Catalina Calcines, veintiocho años más joven que él. Sus padres, Pedro Calcines y Sebastiana Moreno embarcaron en el cuarto de los navíos que salieron de Canarias cargados de reclutas y colonos. El paquebote San Juan de Nepomuceno (un barco que participó en la guerra de Trafalgar siendo capturado y llevado a Gibraltar por la flota inglesa y vendido y desguazado en 1818) capitaneado por Domingo Morera, partió de Sta. Cruz de Tenerife el 9 de diciembre de 1778. A diferencia del Santísimo Sacramento que llevaba setenta y dos solteros, el San Juan de Nepomuceno tan solo embarcaban a cinco ya que la mayoría de los hombres eran casados con hijos. Pedro Calcines y Sebastiana Moreno salieron de su Guía natal junto con sus cuatro hijos:
1.-Antonio del Jesús Calcines, nacido el 1 de septiembre de 1769[xlvi] y bautizado tres días después en Guía, siendo apadrinada por Manuel Hernández.
2.-Juan José Calcines, bautizado en Guía el 15 de julio de 1771, tres días después de nacer[xlvii]. Manuel Hernández también la apadrinó.
3.-María Calcines, nacida en 1774
4.-CATALINA CALCINES, nuestra protagonista. Nació en abril de 1779. Cuando embarcó para Luisiana tenía ocho meses.
Pedro Calcines nació el 28 de abril de 1751, un año después que Luis Bethencourt. Fue bautizado el 2 de mayo[xlviii]. Fue su padrino Pedro Báez. Era hijo de Juan Calcines Báez y de Antonia Concepción los cuales se unieron en matrimonio en la iglesia de Sta. María de Guía el 22 de febrero de 1717[xlix] y nieto de Pedro Calcines e Inés Báez. Al año siguiente del fallecimiento de Inés el 28 de enero de 1731[l]. Pedro volvió a casar con Catalina Medina hija de Bernardo Hernández y de María Medina. Pedro Calcines hereda el apellido materno siendo descendiente de Fernán Sánchez de la Fuente[li], natural de Sevilla que obtuvo Real Carta Ejecutoria de la Reina Católica, confirmatoria de su hidalguía en 3 de marzo de 1478, y de Olaya Rodríguez Zambrana. 
El 14 de agosto de 1768 con diecisiete años, Pedro Calcines casó[lii] con Sebastiana Moreno, de veintisiete años. Ella era huérfana y carecía de recursos económicos. Para la boda debieron solicitar una dispensa matrimonial por ser parientes en tercer con cuarto grado de consanguinidad. Sebastiana era hija de José Moreno Delgado y de Catalina Acosta, casados el 2 de abril de 1722[liii] en Guía. José Moreno fue enterrado el 16 de agosto de 1750[liv] y era hijo de Juan Moreno Delgado y de Antonia Betancor (bautizada el 1 de abril de 1673[lv]) y nieto de Antonio Moreno y María de los Reyes, de Diego Vicente e Isabel Betancor.
Catalina Acosta, esposa de José Moreno Delgado, era hija de Baltasar Moreno y de Josefa Acosta que casaron en Guía el 4 de mayo de 1695[lvi].Nieta paterna de Miguel Moreno Delgado y de María de los Ángeles Aguiar Alemán (casados en Guía el 26 de junio de 1652[lvii]).Y nieta materna de Diego Acosta y Francisca Concepción.
Ancestros de Luis Bethencourt y Catalina Calcines

VII.-LA DESCENDENCIA DE LUIS BETHENCOURT Y CATALINA CALCINES
El 1790 Luis Bethencourt, de 40 años, contrae matrimonio con una jovencísima  Catalina Calcines, de doce. Viven en St. Bernard Parish. A los veinte años se queda embarazada de su primer hijo y con el tiempo fueron ampliando la descendencia:
1.-Patrice Antoine Bethencourt, nacido el 16 de marzo de 1790 y bautizado el 21 de abril[lviii] en la parroquia de San Juan Bautista de Edgar, una de las diecinueve parroquias primeras de Luisiana. Patrice casó el 26 de febrero de 1821 en el mismo lugar con Marie Rosalie Duhe, hija de Michael Duhe y de Marie Duvie. Patrice falleció a los cuarenta y nueve años en Donaldsonville, Ascension Parish el 13 de noviembre de 1847. Un 31 de diciembre de 1848 lo haría su esposa Marie Rosalie en Donaldsonville, a los cuarenta y ocho años. Tuvieron los siguientes hijos:
a.1- Jean Louis Germain Bethancourt, bautizado el 1 de diciembre de 1821 en la iglesia de San Juan Bautista-Edgar.
b.1- Rosalie Amelia Bethancourt, Bautizada el 19 de enero de 1824. Falleció a los dieciséis años en Donaldsonville un cinco de marzo de 1841.
c1.- Catherine Adeline Bethancourt, bautizada el 25 de noviembre de 1825 . Contrajo matrimonio con Joseph O’Connor el 3 de septiembre de 1850 en la iglesia de Ascensión, Donaldsonville.
d1.- Guillaume Félix Bethancourt, bautizado el 16 de octubre de 1827. Falleció el 14 de junio de 1896, a los sesenta y nueve años.
e1.- Simon Françoise Patrice Bethancourt, bautizado el 11 de mayo de 1831. Casó con Jean Narcisse Terrio el 24 de enero de 1849 en la Iglesia de Ascensión, Donaldsonville.
f1.- Jean Louis Michel Septeme Bethancour, bautizado el 12 de enero de 1833 y enterrado el 1 de marzo de 1900 en la parroquia de Asunción a la edad de sesenta y ocho años.
g1.- Benjamin Samuel Marcel Bethancourt, bautizado el 8 de noviembre de 1834. Falleció a los ochenta y tres años de muerte natural, el 28 de noviembre de 1917.
h1.-Octave Antoine Bethancourt, bautizado el 16 de septiembre de 1836 en la parroquia de Ascensión.
i1.- Sebastien Thomas Bethancourt, bautizado el 11 de mayo de 1838 en la parroquia de Ascensión, Donaldsonville.
j1.-Mathías Albert Bethancourt, bautizado el 24 de febrero de 1841. Casó el 29 de julio de 1869 con Marie Elize Landry. Él tenía veintisiete años, ella apenas diecisiete.
k1.- Omer Balthasar Bethancourt, bautizado el 10 de septiembre de 1842 falleciendo seis después de su primer cumpleaños.
2.-PEDRO PABLO BETHANCOURT (Pierre Paul) que sigue la línea sucesoria y volveremos a hablar de él.
3.-María Bethencourt, nacida el 1 de junio de 1803 y bautizada el 3 de julio en la iglesia de San Juan Bautista de Edgar[lix].En este año por el tercer tratado de San Ildefonso, España devuelve Luisiana a Francia.
4.-Luis Bethencourt, nació el 19 de mayo de 1805 y fue bautizado[lx] el 9 de junio en la iglesia de San Bernardo. Esta parroquia se denominaba anteriormente Terre-aux-Boeufs,"Tierra de Bueyes", debido a las grandes manadas de bisontes que habitaron la zona.
5.-Simeón Bethencourt, nacido el 18 de agosto de 1807 y bautizado en la parroquia de San Juan Bautista de Edgar el 1 de septiembre[lxi].
6.-Vicente Bethencourt, nacido el 29 de junio de 1809 y
bautizado el 29 de julio en la parroquia de San Juan Bautista de Edgar. 
7.-Juan Bethencourt, nacido el 19 de mayo de 1811 y bautizado un año mas tarde, el 8 de febrero de 1812[lxii].
8.-Marianne Marceline Bethencourt, nacida el 7 de febrero de 1816 y bautizada el 18 de mayo. A la edad de quince años casó con el aragonés Antoine Rivas. Fruto del matrimonio nacieron seis hijos. Marianne falleció a los cuarenta y dos años.
Luis Bethencourt sirvió como sacristán de la iglesia de San Juan Bautista de Edgar.
El 14 de mayo de 1826, las campanas de la parroquia de San Juan Bautista, Edgar doblaban por un hombre valeroso que salió de un
pequeño lugar llamado Santa María de Guía en Gran Canaria para cruzar el Atlántico y luchar contra los ingleses. Sus descendientes que viven en EEUU, Gran Bretaña y Australia llevan en su sangre el fuego de los volcanes canarios. Y aunque el registro de su entierro dice que vivió ochenta y un años, lo cierto es que cuando falleció hacía unos días que había cumplido setenta y seis. Falleció en casa de su yerno. Su esposa Catalina Calcines le sobrevivió treinta y nueve años falleciendo a la edad de ochenta y siete años.

VIII.-DE LUISIANA A AUSTRALIA
Regresamos con Pierre Paul Betancourth, segundo hijo de los canarios Luis Bethencourt y Catalina Calcines. Nacido el 8 de febrero de 1801 y bautizado el 15 de marzo de 1801 en la iglesia de San Juan Bautista, Edgar[lxiii], dedicó su vida a la carpintería. Casó el 9 de noviembre de 1836 con Madeleine Clara Remondet, hija de Denis Remondet, encargado de comercio, nacido en Borgoña (Francia) y de Mary Madeleine Ory, nacida en St. James, Luisiana. El matrimonio tuvo cuatro hijos (Anne Azelia, Peter Paul, Louis Denis, y Marie Rita Bethancourt). Pedro Pablo falleció con sesenta y nueve años el 23 de febrero de 1870 en Nueva Orleans.
Descendencia
-LOUIS DENIS BETHANCOURT que continúa la filiación, fue bautizado el 8 de noviembre de 1848 en Nueva Orleans. Con sus padres y hermanos vivió en Algier, uno de los barrios de Nueva Orleans, ubicado en la ribera occidental del río Misisipi que con el tiempo se convirtió en el lugar de nacimiento del jazz afroamericano. Su profesión de marino le lleva a las costas británicas. En Liverpool conoce a Sarah Margaret McDowan con la que contrajo matrimonio a los veintidós años. La novia tenía dieciséis. Louis y Sarah vivieron en la calle Caradoc, número 23 aunque posteriormente se mudaron a casa de los padres de ella en la calle Hankin, 17. Tuvieron cuatro hijos:
-Isaac William Bethancourt (1871-1934)
-Mary Ann Bethancourt (1874-1955) que sigue la línea sucesoria.
-Sarah Jane Bethancourt (1878-1883)
-Bessie Victoria Bethancourt (1880-1880)  
En 1881, Louis Denis de treinta y tres años, embarca a Boston. Nunca más se supo de él. Posiblemente falleció ya que su mujer volvió a casar siete años después.
-MARY ANN BETHANCOURT, contrajo matrimonio a los veintiún años con James Hardaker (1872-1953), de profesión maquinista, con el que tuvo seis hijos (Margaret, Frank, Henri, Robert y los mellizos Charles y Minnie Hardaker).Vivieron en la calle Olivia, número 81 de Liverpool. Con esta nueva generación se pierde el apellido Bethencourth.
-MARGARET HARDAKER (1896-1941), casa con Charles Alexander Colebourne (1897-1936). Margaret se traslada a casa de su madre para tener a sus hijos Charles A., Lilian P., Henry J. y Doris Robina Colebourne.
-DORIS ROBINA COLEBOURNE, nace en la casa de sus abuelos
Doris y su hijo Bill Willcox en la casa donde nació Doris
maternos en el número 81 de la calle Olivia, el 4 de octubre de 1924.Con Herbert William Willcox (1925-1984) tiene cuatro hijos:
1.-Leslie William Willcox. Nacido en 1952. En la actualidad vive en Irlanda.
2.-William H. (Bill) Willcox, coautor de este trabajo, nacido en 1953. Vive en Australia..
3.-Doris Edna Willcox. Nacida en 1954. Vive en Inglaterra.
4.- Allan Willcox (1956-2013)
Doris falleció el 26 de julio de 2015. Le faltaba un par de meses para cumplir noventa y un años. 

XIX.-CONCLUSIONES
El movimiento migratorio canario hacia América siempre ha estado presente en la historia de las Islas desde que Cristóbal Colón recaló en nuestras costas un 9 de agosto de 1492. Si desde el descubrimiento de América, Canarias comerciaba sus productos con el Nuevo Mundo, a finales del siglo XVIII se produce un fenómeno cuanto menos extraño e histórico ya que en esta época se sustituye la mercancía por personas. Cerca de cuatro mil canarios fueron embarcados rumbo a Luisiana para proteger las tierras de la Corona española del enemigo inglés. La idea de emigrar servía como alivio ideológico de las penurias que sufría el campesino canario resultando, al mismo tiempo, una válvula de escape al crecimiento demográfico en América pero en Luisiana solo les esperaban nuevas penurias. Las enfermedades, los huracanes, las crecidas de los ríos acabaron con muchas vidas. Los hombres lucharon en batallas como la de Pensacola o la de Nueva Orleans. Para subsistir cazaban patos, nutrias y ratas de agua. La mujer a la que se le daba un único destino, el de servir al hombre, tuvo un papel muy importante en las migraciones aunque nunca hayan sido visibles para la historia. Mujeres como Catalina Calcines no solamente contribuyeron al poblamiento sino también al establecimiento de redes familiares y al mantenimiento y la transmisión de la cultura canaria. Los canarios se casaban entre si y las mujeres constituían un elemento clave en el proceso de integración de la nueva sociedad. Sin embargo, en algún momento perdieron la memoria de sus antecesores, tal vez cuando les prohibieron hablar español. Hasta los años setenta del siglo XX, los descendientes estaban convencidos que les llamaban “isleños” por vivir en la isla Delacroix (Parroquia de San Bernardo) hasta que supieron que su nombre se debía a que sus antepasados llegaron de las Islas Canarias.
Luis Bethencourt sirvió a la Corona de España y posteriormente luchó por la independencia de las colonias españolas. Llegó soltero pero casó con una canaria que se crió en tierras de Luisiana. Su apellido que un día fue llevado a Canarias por los conquistadores desde Normandía, se fue trasmitiendo de generación en generación sin ser alterado más que en su grafía. Es curioso que descendientes de Luis, con apellido normando, casaran con descendientes de franceses.
Luis Bethencourt y su esposa Catalina Calcines, producto de la mezcla de culturas y razas empezando por la de sus ancestros bereberes, cruzaron el Atlántico y formaron una larga familia. Hoy sus genes se extienden por EEUU, Inglaterra, Irlanda y Australia. Algunos siguen llevando el apellido Bethencourt, otros son nombrados con apellidos franceses o ingleses como uno de los autores del presente artículo, Bill Willcox, nacido en Liverpool (Inglaterra), vecino de Melburne (Australia), descendiente directo de Luis Bethencourt y Catalina Calcines en cuyo ADN lleva los genes no solo de los castellanos que conquistaron y/o poblaron las Islas, de los portugueses que trabajaron en los ingenios de azúcar de Guía sino también de los normandos que llegaron a Lanzarote a principios del siglo XV y de los bereberes norteafricanos que vieron como su cultura fue destruida en 1478 con la llegada de los castellanos.
En el cementerio de Edgar- Luisiana se puede contemplar una lápida con la siguiente leyenda: “Luis Bethancourt, Colono y Patriota, sirvió en la expedición Gálvez por la Independencia de los Estados Unidos”.
Sirva este artículo como homenaje a Luis, a Catalina y a todos los canarios que un día dejaron su patria para cruzar las fronteras a una vida mejor.


* Agradecimiento especial a Faneque Hernández, Juan Ramón García Torres y Ángelo Rodríguez Calcines.

FUENTES
-Archivo Histórico Diocesano de Canarias (AHDC)
-Archivo Histórico Provincial de Las Palmas (AHPLP)
-Archivo Marqués de Acialcázar (AA)
-Archivo Catedral de San Luis, Nueva Orleans.
-Archivo Iglesia San Bernardo, Luisiana
-Archivo Iglesia San Juan Bautista-Edgar, Luisiana
-Archivo Iglesia Ascensión-Donaldsonville,Luisiana

BIBLIOGRAFÍA
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[i]     Jiménez González, J.J. “La tribu de los Canarii. Arqueología, Antigüedad y Renacimiento. Le Canarien Ediciones. 2014. Págs. 28-32
[ii]    De La Rosa Olivera, I “Francisco de Riberol y la colonia genovesa en Canarias”. Anuario de Estudios Atlánticos, número 18, págs. 61-198. Patronato de la Casa de Colón. 1972
[iii]   Gambín García, M. El ingenio de Agaete. Oro dulce en Gran Canaria a comienzos del siglo XVI. Oristán y Gociano Editores.2008. Págs.223-224
[iv]   Idem. Pág.47
[v]    González-Sosa, P. Guía de Gran Canaria: Historia del Ayuntamiento de los edificios que fueron sede institucional. Coedición Ayuntamiento de Guía y Cabildo de Gran Canaria.2001.
[vi]   Martínez De Lagos Fierro, E. y Quintero Sánchez, O. “La cronología de Canarias”. Centro de la Cultura Popular Canaria”, 2006. Págs. 54-80.
[vii]  Din, G.C. (2010), pág. 28-31.
[viii]  Idem.Pág.35
[ix]  El apellido Bethencourt ha sufrido distintas variaciones. En Gran Canaria el apellido varió a    Betancor y cuando llegaron a Luisiana se modificó por Bethancourt.
[x]   Molina Martínez, M. “La participación canaria en la formación y reclutamiento del batallón de Luisiana”. IV Coloquio de historia canario-americana (1980).Cabildo de Gran Canaria., I, págs. 135-158
[xi]    AHDC. Parroquia de Santiago de Gáldar. Libro 1 matrimonios, folio 20
[xii]   Archivo Marqués de Acialcázar. Carpeta Martel
[xiii] Fernández Bethencourt, F. “Nobiliario de Canarias”. J. Régulo, Editores. La Laguna. 1952. Tomo II, pág.80
[xiv] Cebrián Latasa, J.A. (2003) “Ensayo para un diccionario de conquistadores de Canaria”. Gobierno de Canarias. Págs. 332 y 408   
[xv]   Fernández Bethencourt, F. “Nobiliario de Canarias”. J. Régulo, Editores. La Laguna. 1952. Tomo III, pág.104
[xvi]    AHDC. Parroquia Santiago de Gáldar. Libro 1 Bautismos, folio 48
[xvii]   Idem. Libro 1 bautismos, folio 50 vto.
[xviii]  Idem. Libro 1 bautismos, folio 65
[xix]   Cebrián Latasa (2003). Pág.. 408
[xx]    AHDC. Parroquia Sta. María de Guía. Libro 1 defunción, folio 157
[xxi]    Idem.Parroquia Sta. María de Guía. Libro 2 bautismos, folio 90.
[xxii]   Idem. Libro 2 bautismos, folio 104
[xxiii]  Idem. Libro 2 bautismos, folio  115
[xxiv]  Idem. Libro 2 bautismos, folio 124 vto.
[xxv]   Idem. Libro 3 bautismos, folio 17
[xxvi]  Idem. Libro 3 bautismos, folio 67
[xxvii] Idem. Libro 4 bautismos, folio 1
[xxviii]Idem. Libro 4 bautismos, folio 16 vto.
[xxix]  Idem. Libro 4 bautismos, folio 28 vto.
[xxx]   Idem. Libro 4 bautismos, folio 51 vto.   
[xxxi]  Idem. Libro 3  casamientos, folio 162
[xxxii] Idem. Libro 4 bautismos, folio 172 vto.
[xxxiii]Idem. Libro 2 bautismos, folio 51
[xxxiv]Idem. Libro 2 bautismos, folio 71 vto.
[xxxv] Idem. Libro 8 bautismos, folio 9
[xxxvi]Idem. Libro 1 enterramientos , folio 282
[xxxvii]Idem. Libro 3 enterramientos, folio 3
[xxxviii]Idem. Libro 7 bautismos, folio 609 vto.
[xxxix] Idem. Libro 4 casamientos, folio 159 vto.
[xl]     Idem. Libro 7 bautismos, folio 589
[xli]    AHDC. Parroquia Ntra. Sra. de la Candelaria de Moya. Libro 2 bautismos, folio 75 vto.
[xlii]  Fernández Bethencourt,F. “Nobiliario de Canarias”. J. Régulo, Editores. La Laguna. 1952. Tomo II, pág 715
[xliii]  AHDC. Parroquia Sta. María de Guía. Libro 9 bautismos, folio 197 vto.
[xliv]   Idem. Libro 9 bautismos, folio 209 vto.
[xlv]    De Reparaz, C. “Yo solo. Bernardo Gálvez y la toma de Pensacola en 1781”. Ediciones del Serbal. Barcelona. 1986
[xlvi]   AHDC. Parroquia Sta. María de Guía. Libro 10 bautismos, folio 140
[xlvii]   Idem. Libro 10 bautismos, folio 169 vto.
[xlviii]  Idem. Libro 9 bautismos, folio 203 vto.
[xlix]    Idem. Libro 4 casamientos, folio 174 vto.
[l]        Idem. Libro 1 enterramientos, folio 331 vto. 
[li]    Fernández Bethencourt,F. “Nobiliario de Canarias”. J. Régulo, Editores. La Laguna. 1952. Tomo II, pág 706
[lii]      AHDC. Parroquia Sta. María de Guía. Libro 5 casamientos, folio 33 vto.
[liii]     Idem. Libro 4 casamientos, folio 77
[liv]     Idem. Libro 1 enterramientos, folio 424 vto.
[lv]      Idem. Libro 3 bautismos, folio 99
[lvi]     Idem. Libro 3 casamientos, folio 69
[lvii]    Idem. Libro 2 matrimonios, folio 10 vto.
[lviii]   Iglesia de San Juan Bautista. Edgar, Luisiana. Vol. 3, pág. 9, 28b
[lix]     Idem. Vol.3, pág. 81
[lx]      Iglesia de San Bernardo, Luisiana. Libro 2, pág. 30b, Nº 94
[lxi]     Iglesia de San Juan Bautista. Edgar, Luisiana. Vol. 3, pág. 9, 114b
[lxii]    Archivo de la catedral de San Luis de Nueva Orleans
[lxiii]   Idem. .Vol 3, pág. 48