domingo, 9 de mayo de 2021

LA CASA PADILLA: PRECURSORES EN GRAN CANARIA

 JUAN M. RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ

Padilla de Abajo. Foto: Dip de Burgos
Según el Nobiliario de Canarias este ilustre apellido que contó en Gran Canaria con significado raigambre desde la conquista y ciertos privilegios en distintos estamentos de la gobernanza de la Isla parece extinguida con los Icaza en su línea agnada y continuada, pero el apellido continúa por otras líneas no investigadas suficientemente, así dado que existen como siempre ciertas lagunas que nos impiden estudiar en el mismo ramas colaterales que mantuvieron el apellido en Gran Canaria  hasta nuestros días. 
En datos recientes, los Padillas en nuestra isla radicaron en el pueblo de Moya con repartimiento tras la conquista, aunque también aparecen en el Real de Las Palmas sin determinar las conexiones que trataremos de despejar en un hipotético árbol genealógico adjunto tratando refrendar una familia con vinculaciones dispersas pero que apostamos y creemos del mismo linaje y que se revela complejo para establecer conexiones sucesorias. El apellido parece  oriundo de Burgos, “concretamente de la localidad de Padilla de Yuso. Se tiene noticia que Antón y Francisco de Padilla fueron conquistadores de Gran Canaria. El primero pasó a vivir a Tenerife donde fue agraciado con tierras y aguas; Francisco de Padilla obtuvo tierras en el Real de Las Palmas en 1482[1]. Francisco de Padilla, hijo de Diego Martín de Ruyseco, Regidor de Almonte, y de Aldonza de Padilla Villalobos, hija de Diego de Padilla. Francisco de Padilla casó, en Telde, con Constanza de Herrera[2], hija de Lope Ortiz y de Francisca. El matrimonio tuvo propiedades en la villa y, en su parroquia, se inscribieron los bautizos de sus hijos Mencía (1597) y Simón (1601). Del regidor Cristóbal de Cerpa Padilla y su mujer María de Padilla que transmitieron también el apellido, nos referimos atrás en el apellido Cerpa[3]. En 1606, Juan de Padilla tenía el cargo de alcalde real de Moya… Cristóbal de Cerpa Padilla, natural de Sevilla y familia  oriunda del solar de Montemolín (Extremadura), de la casa de los Adelantados de Castilla. De los primeros regidores de Gran Canaria. 
Conjuntamente con su mujer María de Padilla, se convirtieron en el tronco de esta familia en Canarias (Cerpa), asimismo transmitieron el apellido Padilla. Este apellido, está muy extendido por la comarca de Arucas, Firgas y Moya (Egea Molina, 2013)[4].  

El Nobiliario es muy proclive a enlazar con la nobleza castellana a estos conquistadores o pobladores de Gran Canaria, dejando un resquicio de esta ascendencia de ricohombres del Reino. No existe constancia de estas ascendencia, por memorándum probados que los demuestre según hemos constatados en este caso y otros mas importante, no ponemos en solfa las investigaciones de D. Francisco Fernández de Bethencourt, pero parece recurrente estas posiciones para alegar tales estirpes, encontramos en una joya de un Nobiliario del XVI, con historia e iluminado de muy cuidado y exquisito acabado, la siguiente historia de la casa de  Padilla: “Pedro López de Padilla, hijo de Juan, adelantado mayor de Castilla y señor del río Ubierna… Hacen por armas tres sartenejas de plata con media luna sobre cada una, y otras tantas bajo y a dos bandas en campo azur”[5]

Existen razonables datos que la casa situada en la hoy calle Castillo y antigua Puerta  (más antiguo  del Peso de la Harina[6]) en Las Palmas de Gran Canaria con fachada lateral que da al callejón  Biedma (pasadizo que se dedica al Capitán General del archipiélago y Presidente de la Audiencia, D. Luis  de la Cueva y Benavides, señor de Biedma[7]) y trasera a Santa Bárbara, se aprecia perfectamente en el plano de Las Palmas de Pedro Agustín del Castillo de 1686, parece que existen razonables sospecha que fue levantada por el canónigo Pedro de Padilla y/o Juan de Padilla, racionero de la diócesis, que como otros dignidades  eclesiásticas  levantarían vivienda en la zona y que coincide, de esta manera,  con los repartimientos de tierra en los márgenes del Guiniguada a sus antepasados próximos (creemos que estos eclesiásticos  eran hermanos según la cronología y bibliografía, entre 1510-1526) (Lobo Cabrera, M. y Benedicta Rivero Suarez, 1991)[8]. En la nómina de casamientos en el Real de Las Palmas recogida por estos autores (M. Lobo y B. Rivero, 1991) en el S.XVI, encontramos Padilla, Francisco casado con Angelina 1520-X-20; Padilla, Francisco casado con Espino, Luisa en 1528-VI-3; y Padilla, Hernando casado con ¿? (¿puede ser Leonor de Mirabal?) persona apuntada como conectada con la familia,  que puede ser el personaje que habitó en la calle de la Herrería[9]; tenemos también  a Francisco de Padilla, seguramente se trate por lógica del primer vástago que aparece en la nómina del  establecimiento y beneficiado del repartimiento en los alrededores del Real de Las Palmas “que vino a las Palmas con el Deán e Inquisidor  D. Luis de Padilla Villalobos, su tío materno…” (Nobiliario de Canarias)[10] y, que sospechamos  que fueron en la Real los que establecieron esta familia a raíz de la Conquista y como se puede comprobar  por homonimia conservada en la descendencia, también, es posible, que fueran creadores de la confluencia de esta estirpe, que habitaron la casa solariega durante buena parte de los siglos XVI y XVII. Encontramos a dos personajes en la línea,  D. Francisco Padilla Ortiz y Figueroa (aquí seguramente encontramos el enlace con su ascendiente Lope de Ortiz) personaje sobre el que existe amplia documentación,  y de gran calado, y su hijo D. Luis de Padilla y Manrique de Lara que habitaron la vivienda a partir de 1630, según cálculos estimativos, fecha en que ya seguramente la vivienda fuera un referente como morada de los Padilla en el barrio de Vegueta, aunque no encontramos datos fehacientes  que constara como tal, sino por su denominación que trascendió después de tres siglos, y  que por sus características  arquitectónica pasa a ser un ejemplar genuino tradicional canario del S.XVII, suponemos que reformada hasta su actual factura (Martín Rodríguez, F. G. 1978)[11]. En la Historia General de Canarias[12], debajo de una reproducción fotográfica se puede leer: “Los huecos son totalmente asimétricos. Los balcones descubiertos, las labores de cantería y las gárgolas, son propios de la mejor arquitectura de Vegueta”. También aparece su reproducción fotográfica en Nobiliario de Canarias[13], como edificio emblemático, residencia de la familia en cuestión. En el patio de la casa sobrepuesto al capitel de una columna de piedra aparece el escudo de los Padilla que da nombre a la casa[14]: Tres padillas, acompañadas de nueve crecientes (hemos prescindido de los esmaltes, como bien se describe en el original del Nobiliario[15]).

En la actualidad existen varias calles de nuestra ciudad en memoria de personajes destacados con este apellido que, suponemos, que por una u otra vía son ascendiente de los primeros en establecerse en las islas, por ejemplo Antonio Padilla - Archivo Acialcázar, Legajo Cerpa-, no aparece en el Nobiliario de Canarias, y sin embargo podría ser ascendiente de una familia con continuidad en Las Palmas de Gran Canaria, también es posible que muchas líneas de estos apellidos procedan de aquellos servidores de sus casas y fincas que tomaban el apellido de sus arrendadores, incluso esclavos, que se denominarían de Padilla. Recuerdo de juventud, y por transmisión oral, a los hermanos Pedro y Chicho Padilla que reindivicaban su estirpe de esta casa bien entrado el pasado siglo XX, y que conservaban legajos y escritos que así lo avalaban (no ojeados desde luego por nosotros), y ya no solo estos casos en la capital de Gran Canaria, sino constan en nuestros callejero Juan de Padilla, destacado personaje de procedencia herreña cofundador de El Museo Canario[16]; Secretario Padilla (D. Miguel de Padilla Moreno), funcionario en el  Ayuntamiento de San Lorenzo, de grato recuerdo por su largo y destacado periodo de servicio,  en la decada de los años veinte del pasado siglo (cuando San Lorenzo aún era municipio), se le dedicó la mencionada  calle en el Barrio de Guanarteme, barrio que en su contitución fue diseñado por él dado que tenía cononocimientos topograficos, calle que como eje principal pararalelo a la playa de Las Canteras, en la actualida sigue homenajeando con su nombre la improba labor de este ciudadano[17].  En memoria  de esta filiación es de grato recuerdo: Rafaela Padilla Navarro, hija del “secretario”  D. Miguel, esposa de Simón Doreste Estruch, D. Miguel Padilla Navarro farmacéutico, que casó con una catalana que conoció durante su carrera en Barcelona con Ascención Ruiz Sánchez que también estudiaba en la facultad, no sabemos si terminó los estudios, sus hijos Leila Padilla Ruiz esposa de Miguel Peñate, Antulio Padilla Ruiz, perito agrícola, Mario Padilla, también farmacéutico, Pablo Padilla, nieto del secretario, representante de la casa farmacéutica Roche, etc. etc. (la casa solariega de esta filiación de los  Padillas se ubica donde radica la Farmacia, facultada por una de los descendiente,  en la calle General Bravo con esquina Torres). Como colofón Simón Benítez Padilla, intelectual grancanario, arqueólogo, historiador y además, espeleólogo y geólogo del Cabildo de Gran Canaria, nacido en la ciudad y formado en sus estudios, como no, en el embrión de la intelectualidad grancanaria colegio de San Agustín, como tantos otros destacados isleños[18].

Pasamos a la posesión de los Bravo-Espino, como continuidad en la descripción e historia del inmueble:

El blasón de la fachada, colocado posteriormente en el siglo XVIII, por los nuevos inquilinos, la familia Bravo de Laguna, que adquirieron la propiedad de algunos de los vástagos de la ya desaparecida línea agnada de los Padilla, suponemos por cálculos estimativos que fue traspasada por los Icaza, que serían, por conjeturas,  los herederos naturales del inmueble,  se encuentra situado en paramento de mampostería, en el lateral izquierdo del balcón central o principal (existe otro pequeño a inferior altura y con voladizo corto), labrado en una pieza rectangular enteriza de cantería con una cornisilla superior a manera de protección. El escudo presenta contorno típico español, con yelmo de caballero y por cimera una torre; se ornamenta con lambrequines que parten del casco y rodea su contorno. En la base existe una inscripción legible en parte, donde aparece el apellido Bravo formando parte de lo que parece un lema de la familia. Descripción: Escudo cuartelado en cruz (los dos primeros cuarteles aparecen sobredimensionados). 1º Armas de Bravo de Laguna. 2º Cortado. 2.1. Dos castillos en faja. 2.2. Un castillo. 3º Barra que no aparece engolada con dragantes como se encuentra en su escudo de la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán. 4º Partido. 4.1 Árbol resaltado de un lobo (o león), pasante al pié del tronco. 4.2. Jaquelado de cuatro órdenes en horizontal y seis en vertical (aquí hemos investigado la rama de los Echeverría[19] que junto al anterior 4.1 aparece como de esa familia, bibliografía, si bien no hemos encontrados lazos de conexión). La descripción de las Armas de Bravo de Laguna se puede encontrar en Heráldica de los Apellidos Canarios[20], así mismo, en Nobiliario de Canarias[21]. Esta casa es denominada también como Bravo[22]. Cabe la posibilidad de que perteneciera al Mayorazgo D. Marcos Bravo de Laguna y van Damme, casado con Dña. Mariana Espino Peraza de Ayala en el S.XVII (Nobiliario de Canarias[23]). Pero si encontramos anotado que Don Antonio Bravo de Laguna Espino, hijo del anterior, Regidor Perpetuo de Gran Canaria:”levantó las casas de su morada en el camino de San Roque donde colocó las armas de su linaje” (Nobiliario de Canarias[24]). Se trata, sin duda, del mismo solar de la referida casa Padilla, por encontrarse en el camino de la ermita de San Roque a la que conduce la actual calle Castillo, que partía desde el antiguo convento de las Recoletas de San Idelfonso hacia el camino a medianías según plano de Pedro Agustín del Castillo, creemos entonces que fue una reforma del primitivo solar después de su adquisición, pues no parece que se trate de una transmisión, quizás exista un resquicio por la línea de los Espino no contrastada por la fuentes consultadas, recuérdese que Francisco de Padilla casó con Luisa Espino, que desconocemos su ascendencia, aunque también, seguramente de los conquistadores o pobladores de Gran Canaria[25], se reseña a Hernando de Espino, “el viejo”[26], también el matrimonio de Fernando  Espino (Hernando, quizás se trate del mismo personaje) con Juana de Valera, 1506[27], vértice, sin duda,  de tal progenie: tenemos por ejemplo a D. Félix  de Espino Peraza de Ayala y San Juan-Padilla, Regidor perpetuo de Gran Canaria, Mayorazgo de esta casa[28]. En la nómina de conquistadores de Canaria (Gran Canaria) de Cairasco de Figueroa en su obra “Templo militante”, se anota conjuntamente y en la estrofa: Espinos y Padillas…”[29] en el séptimo verso, como así mismo en La Crónica de la Conquista de Gran Canaria (Crónica lacunense) …”Cerpas y Padillas”[30]. Si bien, encontramos el apellido Van Damme en Gran Canaria a partir de Daniel van Damme de Amberes, de donde procede como se sabe el nombre de la montaña y caldera de Bandama, y lleva como armas “lebrel prieto (sable) sobre campo blanco (plata)[31], las armas de los Bandama canarios responde a: Escudo cortado: 1º de gules, dos castillos de plata; 2º de sable, un castillo de plata,[32] que se asemejan, como podemos comprobar, al 2º cuartel que aparece en el blasón de la casa y que, así mismo, se corresponde a los van Damme que luce en su casa solariega de la ciudad de La Laguna. Algún autor incluye como alianzas dentro del blasón las del apellido Afonso: “En el lado derecho aparece el escudo de los Bravo de Laguna, con las alianzas de van Damme y Afonso”[33]. Sin embargo, existe un blasón de iguales características, salvo algunas variaciones, que a continuación anotaremos, como escudo de armas de Bravo de Laguna van Damme en su enterramiento de la iglesia del antiguo convento de Santo Domingo. Las Palmas de Gran Canaria (Nobiliario de Canarias[34]). En este blasón los cuarteles 1º y 2º corresponde con los descritos, por el contrario, el 3º y 4º se encuentran intercambiados respecto al referido. En el enterramiento, el 4º se describe como una barra engolada por dragantes y no coinciden los órdenes en el Jaquelado del cuartel 3.2. Se trata del enterramiento de D. Francisco Antonio Bravo de Laguna Espino, fallecido en 1776: ”yace sepultado en Santo Domingo, donde se conserva su lauda” (Nobiliario de Canarias[35]), donde también se encuentra, con las mismas armas, la lauda de su hermano D. Juan Gregorio Bravo de Laguna y Espino, presbítero. Como colofón, posteriormente, la Calle Castillo se convertería en un conjunto que entorno a la  plazoleta del Espíritu Santo fué rodeada de las casas solariegas más opulentas de la ciudad, con la contrucción y recreación de Ponce de León como artífice de las obras mas importantes y precisamente por encargo de aquella aristocracia a la que pertenecía, sin olvidar a sus maestros de obra Francisco de la Torre y Antonio Santana, que fueron, y recientemente reindivicados, colaboradores en múltiples asuntos técnicos a pié de obra que resolvían a su proyectista. De todas formas glosamos de  Recuerdos de un Novetón, los siguientes párrafos muy reveladora de lo intransitable de la vía en la primera decada del XIX: “Dando vuelta a la encrusijada del Espiritu Santo se veía empotrada en la pared de la izquierda una desaseada fuente de tres caños con hedionda balsa de cantería. Toda la calle en contorno era fangal, porque en aquella fuente se reunían a beber y lavarse casi todos los caballos del barrio de Vegueta… El rápido descenso de la calle de Granados hasta San Roque obligó a contruir una calzada… su tránsito era muy penoso.”[36]

A colación de que un querido amigo procedente de Tenerife, que habita en nuestra capital, tuvo conocimiento del trabajo, que de alguna manera atañe a su apellido (me encargó encarecidamente que no lo nominase), y como consecuencia me facilitó la referencia histórica cuyo contenido copio fielmente con la referencia de su autor; quede como aval y constancia de que el apellido no solo se ennoblece y ubica en Gran Canaria, sino que viene extendido con “profusión” en el archipiélago con igual rango: “deo gracia”:

El apellido Padilla viene de honroso abolengo.

Juan de Padilla, hijo de Luis de Padilla y Francisca Téllez, casó primero, con Francisca de Carmenatis, hija de Pedro Carmenatis y Catalina Luis de las Socas, y en segundas nupcias, con Leonor García, fundando casa que tuvo prolongada y distinguida descendencia, que enlazó con las principales familias de la Isla, cuyas ramas, son, a la vez, troncos de otras familias ilustres en las que recayeron cuantiosos Mayorazgos y vinculaciones que permitieron a sus vástagos dedicarse a estudios superiores y profesiones honrosas.

De dicho tronco proceden las ramas de Padilla que pasaron a la Gomera y La Laguna, en donde también se extendieron profusamente.

Pedro de Carmenatis, su suegro, era hijo de Juan Jácome de Carmenatis y Juana Jovel, que casó con Alonso Vázquez de Nava y todos fueron sujetos de merito y valía y de reconocida nobleza, enlazando luego sus descendientes con Casas tituladas y altas dignidades de la Iglesia y la Milicia.

El último representante en Icod de esta esclarecida familia lo fue  D. Aurelio Padilla y Domínguez, casado con Dña.  Cándida de L. Cáceres y Ossuna que desempeñó importantes cargos en la gobernación de esta isla y falleció en Santa Cruz de Tenerife, sin sucesión.

En los Miradores, terrenos fertilísimos del barrio de Santa Bárbara, donde poseyeron Mayorazgos y vínculos los Padillas, queda aún perpetuado el recuerdo de esta familia distinguida con el nombre de Hoya de Padilla, con que se conoce una vasta extensión de terreno limítrofe al monte el “Pinar”, de estos Propios.

Ciudad de Icod, 1º de Marzo de 1926.

E. Gutiérrez y López. Cronista de la Ciudad de Icod[37]

Este trabajo se lo quiero dedicar a mis amigos, parientes de amigos, Cristina López-Trejo Díaz y Eugenio Egea Molina, que gracias a su inapreciable documentación y las fuentes de los Encuentros Genealógicos ha sido posible y, por descontado,  la plataforma que me han brindado.


 


[1] JIMÉNEZ SÁNCHEZ, S. 1940. Primeros repartimientos de tierras y aguas en Gran Canaria. Talleres tipográficos de la “Falange”. Las Palmas de Gran Canaria, pág. 7 y 8. Digitalizado por la Biblioteca virtual de la ULPGC. Cf. TOMÁS ARIAS DE MARÍN Y CUBAS, 1986. Historia de las siete Islas Canarias. Real Sociedad Económica del Amigos del País (1986). Digitalizado por la biblioteca virtual de la ULPGC. Pág. 219.

[2] RODRÍGUEZ CALLEJA, J. E. y VIERA ORTEGA A. J., 2007. La población de Telde en el S.XVI. Premio de Investigación Histórica 650 Aniversario de la fundación   de la ciudad de Telde. M.I. Ayuntamiento de Telde. Págs. 186,192, y 193. Se recogen estos nombres  y apellidos en apartado de nombres y apellidos, en este extenso trabajo de la nómina poblacional de la ciudad en el XVI. No se anotan matrimonios.

[3] F. FERNÁNDEZ DE BETHENCOURT, 1959. Nobiliario de Canarias. Edición de Juan Régulo Pérez y especialistas.  Tomo I.  Genealogía de los Zerpas-Padilla. Págs.491-498.

[4] EUGENIO EGEA MOLINA, 2013. Apellidos antiguos pobladores  de Moya. Siglos XVI-XVIII (IV). Genealogías Canarias.

[5] NOBILIARIO de los REYNOS HISPANOS, 2001.  Manuscrito inédito del siglo XVI. Introducción y notas por Valentín Moreno. Transcripción de Francisco Calero. BBVA PRIVANZA. Ejemplar nº 1981. Editor Guillermo Blázquez, Madrid. Pág. 29 (original) y 54 (en la trascripción).

[6] F. MARTÍN GALÁN, 1984. La formación de Las Palmas: Ciudad y Puerto. Cinco siglos de evolución. Edición patrocinada por Junta de Obras del Puerto de La Luz y Las Palmas, Consejería de Cultura y Deputes Gobierno de Canarias, Cabildo Insular Gran Canaria, Ayto. Las Palmas de Gran Canaria. Págs. 101-102. Calle del Peso de la Harina, por encontrarse en ella ese puesto de control aduanero (fielato) al ingreso de la ciudad, hoy de Castillo (primero Puertas, por la vivienda de la familia Espinosa de la Puerta que daba por referencia el nombre de la Casa).

[7] J. BLANCO MONTESDEOCA,  1976. Breve Noticia Historia de las Islas Canarias. Ediciones de Excmo. Cabildo Insular de Gran Canaria. Plan Cultural. Prólogo de Lorenzo Olarte Cullen. Pág. 204-209.

[8] MANUEL LOBO CABRERA Y BENEDICTA RIVERO SUÁREZ, 1991. Los primeros pobladores de Las Palmas de Gran Canaria. Anuario de EA. , nº 37, págs. 47, nota al pie 137.

[9] RAFAEL RODRÍGUEZ Y RODRÍGUEZ-MATOS. 1984. Apuntes Socio-histórico de  la Ermita de la Vera Cruz y extinguido Convento Agustino del  mismo nombre, en la  capital de Gran Canaria. Aguayro,   nº156, 1984, pp. 31-34. La Caja Insular de Ahorros de Gran Canaria. En el Archivo Histórico Provincial de Las Palmas, encontramos con anterioridad a la fundación del establecimiento agustino, varios protocolos relativos a dicho convento. Pensamos pues, se refieren bien a esta Ermita o constituyen antecedentes de testamentarías y fundaciones de capellanías en el Convento de la Vera Cruz, orden de ermitaños de San Agustín. De estos protocolos, hemos tomado los que siguen: "Notificación de Diego de Baeza a Francisco Ramírez de la venta a Hernando de Padilla de la casa en la calle Herrería, sobre la cual tenía doce doblas de tributo. Año, 1530 (6). "Hernando de Padilla toma posesión de las casas compradas a Diego de Baeza y María de Palma su mujer, escribano público, Pedro Ortiz. Año 1530 (7)"; (6). Archivo Histórico Provincial de Las Palmas (AHPLP). Legajo 43-47-2°. Conventos. (7)  AHPLP. Legajo 43-47 3°. Conventos. 


[10] FRANCISCO FDEZ. DE BETHENCOURT, 1952. Nobiliario de Canarias I. Edición de D. Juan Régulo Pérez. Pág. 716.

[11] F. G. MARTÍN RODRÍGUEZ, Arquitectura doméstica canaria. ACT. S/C de Tenerife, pág. 238

[12] A. MILLARES TORRES: Historia General de las Islas Canarias. Edición A. MILLARES CANTERO (1977) t III, p. 259.

[13] F. FERNÁNDEZ BETHENCOURT, 1952: Ob. Cit. Edición J. RÉGULO (1952) t I, p. 715, lám. CXIX.

[14] F. G. MARTÍN RODRÍGUEZ, Ob. Cit., pág. 238. “El patio solo tiene una columna de piedra. Frente al capitel corintio se ubica –caso único en las Islas- el escudo de los Padilla”.

[15] FDEZ. BETHENCOURT: Ob. Cit. Edición J. RÉGULO PÉREZ (1952). Tomo I, Genealogía Padilla: pp. 715-721.

[16] LUIS, REGUEIRA BENÍTEZ, 2019. Juan de Padilla, fundador del Museo Canario. Artículo de La Provincia del 11 de febrero 2019. Museo Canario, 25 febrero 2019.

[17] www. GUANARTEME: Algunas notas sobre su historia. Municipio de San Lorenzo.

[18] ANTONIO DE LA NUEZ CABALLERO, 1960. Límites humanos de una dimensión. Geografía de Simón Benitez Padilla. El Museo Canario. Págs. 59-75. Año XXI. Núms. 75-76.

[19] C. F. HERNÁNDEZ BENTO, 2013. Los Echeverría en la Gomera: retrato genealógico y heráldico (1). Hidalguía. Año LX, 2013. Núm 361. Págs. 813-815 (Resumen tesis UNED, Experto Universitario en Heráldica, Genealogía y Nobiliaria).

[20] L. CHAPARRO D’ACOSTA, 1989. Heráldica de los apellidos canarios. Estudios Técnicos de Blasón. Las Palmas de Gran Canaria. Tomo I, pág.81. Tomo II, pág. 95-96.

[21] Id. Ob. Cit., (1967) t IV, p. 315.

[22] A. HERRERA PIQUÉ: La ciudad de Las Palmas. Noticia histórica… (1978), p. 111.

[23] F. FERNÁNDEZ BETHENCOURT: Ob. Cit., (1957), t IV, p. 294.

[24] Id. Ibídem, p. 295.

[25]  WALTHER SUÁREZ ESPINO, 2020. Los  Espino-Carvajal en La  Aldea de S. Nicolás. Revueltas, noticias y crímenes (1670-1920). Ponencia presentada en el VII Encuentro de Genealogía de Gran  Canaria, organizado por Genealogías Canarias y RSEAPGC, el 18 de noviembre de 2020. Sobre la descendencia de Juan de Espino que terminarían  arribando poco mas de un siglo después a La Aldea, el paso fue de dos generaciones en Telde, con Margarita Ortiz Espino (sigue el entronque con Lope Ortiz de Telde, ya apuntado en el texto) y su hijo Gregorio de Espino y una posterior y a continuación en Agaete en la que Manuel de Espino junto a su esposa se trasladaría a la Aldea. 

[26] CRISTINA LÓPEZ-TREJO DÍAZ, 2013. Repobladores de las tierras de Telde y el Señorío de Agüimes (Parte II). Genealogías Canarias.

[27] MANUEL LOBO CABRERA y BENEDICTA RIVERO SUÁREZ, 1991. Ibidem. Pág. 94.

[28] F. FERNÁNDEZ BETHENCOURT: Ob. Cit., (1952). Tabares. t II, pág. 465; Espinosa de la Puerta, t. III, pág. 460.

[29] A. MILLARES TORRES: Historia General de las Islas Canarias. Edición a cargo de A. MILLARES CANTERO y  R. SANTANANA GODOY (1977). EDIRCA. t III, Apéndice Documental II, pág. 347.

[30] ANÓNIMO. Conquista de la isla de Gran Canaria (Crónica lacunense). Ediciones el Museo Canario, Las Palmas 1976, Estudio Preliminar Elías Serra Rafols, presentación y transcripción de Pedro Schluerter Caballero. Arcón Canario. Pág. 87. “…Acudieron muchos moradores (Real de Las Palmas) nuevos de diversas partes de España… , donde después hicieron también casas otros caballeros conquistadores: Fontanas, Vegas y Calderones, Cerpas y Padillas …”.

[31] E. TORRES SANTANA: El cultivo del vino en Gran Canaria. Aportación de Daniel van Damme. Conferencias. Semana Cultural del Vino 1998, p. 40.

[32] J.-A. SCHNIEPER CAMPOS; F. ROSADO MARTÍN: Armorial de Apellidos Españoles (1999) p. 71.

[33] F. G. MARTÍN RODRÍGUEZ: Ibídem. p. 238.

[34] F. FERNÁNDEZ BETHENCOURT: Ob. Cit., (1952) t IV, lám. CDVII.

[35] Id. Ibídem, p. 295.

[36] DOMINGO J. NAVARRO. Recuerdos de un noventón. Ediciones El Museo Canario nº3. Colección Arcón Canario, dirigida por Pedro Schlueter Caballero, 1977, Las Palmas de Gran Canaria. Comentario inicial de Jose Miguel Alzola. Págs, 27-28.

[37] E. GUTIÉRREZ y LOPEZ, 1926. Apuntes para la Historia de Tenerife. Revista de Historia. Pág. 10. Digitalizado por la biblioteca universitaria ULPGC, 2007.