JUAN R. GARCÍA TORRES
NOTAS HISTORIOGRÁFICAS
Varios textos historiográficos distantes entre sí en el
tiempo que no por ello dejan de ser
igualmente relevantes, nacidos de la pluma de Elías Serra Rafols, José Antonio
Cebrián Latasa y Gabriel Betancor, nos
van a servir de encuadre al tema planteado.
En primer lugar un fragmento de la obra “Los últimos
canarios” artículo de Elías Serra Rafols (A.E.A. T XXV) con el que ya desde
1959 se ponía sobre el tapete la trascendencia del poblamiento guanche en la
repoblación de la isla de Gran Canaria.
“¿Y qué fue de los guanches? He hablado ya de los que se
incorporan al vivir cotidiano de los colonos, ya como siervos, ya como libres;
son objeto de la misma odiosidad y desconfianza que sus presumidos parientes
canarios. Pero todos los esfuerzos de las autoridades locales para dar forma
legal como en la otra isla a estos sentimientos aquí fracasan. Hay primero una
acción positiva de la Corte para liberar a todos los guanches, acción que culmina con la presencia del
gobernador de Gran Canaria Lope Sánchez de Valenzuela en 1498 en Tenerife para
declarar libres a todos los hombres de paces y de hecho mediante agentes que
recorren las casas y los hatos a todos los guanches que se hallen en la isla.
Es difícil saber qué subsistió de todo esto en definitiva: quedó por lo menos
un estado de pugna y confusión que facilitó la labor de solidaridad mutua entre
los vencidos por medio de la cual consiguen liberarse en poco años: los
esclavos se alzan. Cuando sus dueños han perseguido la esperanza de recobrarlos
los guanches horros los rescatan a poco precio y entonces reaparecen los
fugitivos como hombres libres. No obstante hoy sabemos que muchos de los jefes,
menceyes o parientes, son obligados a expatriarse para vivir precisamente en
Gran Canaria; lo mismo ocurre con contingentes considerables de gentes comunes.
Si Gran Canaria contribuyó notablemente
a la repoblación de Tenerife, ahora sabemos que el caso contrario existió
igualmente y es imposible establecer comparaciones de cuantía por falta de
datos precisos”
Acerca de la deportación o cautiverio de los guanches de
paces del reino de Anaga les mostraremos a continuación dos textos
fundamentales obtenidos de la obra en prensa “Los Guanches” de José Antonio Cebrián
Latasa a la que hemos podido acceder por gentileza del editor Gaviño de
Franchi. En el primero de los documentos se acredita a la deportación a Gran
Canaria de la familia real de Anaga y en el segundo se justifica por parte de
la defensa del Adelantado, en su Juicio de Residencia, la captura en buena guerra de los guanches de
los bandos de paces (Adeje, Abona, Güímar y Anaga) con argumentos tan sibilinos
como los siguientes: de una parte, si hubo paces con estos menceyatos, estas no
estaban en vigor por no haberse establecido por mandato real, y de la
otra, todos los guanches (que son las
gentes que estaban en esta dicha isla) son infieles por naturaleza y aquellos
que se dicen de paces habían sido advertidos para que obedecieran en todo al
Adelantado y para que no se mezclasen con el resto y sin embargo favorecían
abiertamente a sus congéneres de los bandos de guerra.
- Real Cédula de 22 de febrero de 1502 en la que se recoge
la denuncia de don Fernando de Anaga y se ordena al gobernador Antonio de Torres
su información y resolución
“Sepades que don
Fernando, rey que fue de Naga, canario de la isla de Tenerife, nos hizo
relación por su petición diciendo que al tiempo que, por nuestro mandado, se
pasó de la dicha isla de Tenerife a esa dicha isla de la Gran Canaria, dice que
Alonso de Lugo, nuestro gobernador de la dicha isla de Tenerife, no le dejó pasar su hacienda, según que por
Nos le había sido mandado; y que además de esto le tomó dos esclavos que compró
él porque eran sus parientes, y que asimismo le tomó la mitad de sus ganados y
otros muchos agravios”. AS.
-Memorial de descargo
del juicio de residencia de Alonso
Fernández de Lugo
“Y menos hay que se
pueda ni deba hacer cargo al señor Adelantado, mi parte, de lo que ciertos de
los dichos testigos en esta dicha pesquisa recibidos quisieron decir que los guanches que quisieron nombrar de
paces habían, dicen, que (han) recibido agravio, por los haber el dicho señor
Adelantado, mi parte, dicen que cautivado [...] y
lo que los dichos testigos quieren deponer de lo que dicen de los guanches de
los dichos bandos que quisieron nombrar o llamar de paces, dicen que fue, y
ellos lo manifiestan, en el tiempo de la conquista de esta dicha isla y así
antes que fuese proveído de la dicha gobernación [...] que después que el dicho señor Adelantado,
mi parte, conquistó y ganó esta dicha isla fue a la Corte de Sus Altezas y dio cuenta y razón a Sus Altezas de lo
acaecido en la dicha conquista y de todo se tuvieron por muy servidos
[...] Sus Altezas y por esto fue su
merced de proveer y proveyó un juez de comisión para este dicho negocio, el
cual fue el licenciado Maluenda, ante el cual fueron presentadas ciertas
pesquisas e probanzas hechas en esta razón por el Obispo don Diego de Muros y
por Lope Sánchez de Valenzuela, que a la sazón era gobernador de Gran Canaria,
por las cuales claramente pareció haber sido los dichos guanches bien
cautivados [...] al dicho mi
parte no empece lo que los dichos testigos quisieron decir haber aquí bandos
algunos de paces, porque aunque los mismos testigos quisieren mal decir, como
dijeron, ellos mismos no afirman que fueron puestas paces por Sus Altezas ni
por real mandado y así no tuvieron vigor [...] mayormente que los guanches, que era la gente que estaba en esta dicha
isla, eran todos infieles y no cristianos y así fue justa y aprobada la dicha
guerra e cautiverio etc. capitularon e asentaron con él que porque algunos
bandos se decían de paces que aquellos guanches fuesen obligados a hacer todo
lo que el dicho señor Adelantado les mandase y que no diesen favor ni se
mezclasen en alguna manera con los que hacían guerra pública a los dichos
cristianos [...] lo cual no
solamente quebrantaron lo que el dicho señor Adelantado, mi parte, les mandó,
más aún excedieron gravemente en favorecer como favorecieron a los otros
guanches, dándoles consejo de cómo harían guerra al dicho señor Adelantado”
Finalmente copiamos un fragmento de la obra “Los indígenas
en la formación de la moderna sociedad canaria”, tesis doctoral de Gabriel
Betancor Quintana (ULPGC 2003), dirigida por Manuel Lobo, que nos habla de la
indubitada presencia de pobladores guanches en las medianías de la isla donde
obtuvo un repartimiento tardío nuestro ancestro Bartolomé Benítez.
“Los guanches también fueron partícipes del repartimiento en
la comarca teldense. Bartolomé Benítez
disponía desde 1518 de cuevas para su morada y alpendre para su ganado detrás
de la vega del Gamonal. Grupos de naturales, canarios y guanches, habitaban en
esta zona en las cercanías de “la ollería” pastoreando su ganado entre las
dehesas de Tafira, el Gamonal y Tasautejo, Tamaraceite, Tasaute, Vega Vieja y
en la de Porras. Frecuentemente bajaban al Real de Las Palmas a vender sus
producciones y realizar compras. Tal como hacía Francisco de Güímar que moraba
en las proximidades de las Meleguinas hasta su fallecimiento después de 1521;
Francisco Betancor que vendía sus quesos en las antedichas dehesas en 1524 o
Pedro Perdomo de Amobed que aprovisionaba de cabritos el real de Las Palmas
para las fiestas navideñas entregando sus mercancías en la Vegueta de Porras
por las navidades de 1522. Instalados en la cabecera del barranco de las
Goteras y habitando entre la Atalaya y las Meleguinas este grupo de guanches
solicitó en 1548 por voz de Bartolomé
Benítez repartimiento de tierras para su sostenimiento, tierras que les
fueron concedidas en 1554”.
PRECISIÓN TERMINOLÓGICA POR NUESTRA
PARTE
Hemos sostenido en anteriores artículos la oportunidad de
extender el uso del término guanche a todo lo referido a la lengua y cultura
indígenas de las Islas Canarias del mismo modo que el término canario se ha
extendido al conjunto de las siete islas a pesar de estar referido en origen
tan solo a los antiguos habitantes de Gran Canaria. Somos plenamente
conscientes sin embargo de que el término guanche en sentido estricto se
circunscribe a los antiguos habitantes de la isla de Tenerife como así se
deduce de la documentación consultada. El hecho de que muchos lugares de Gran
Canaria y de otras islas reciban la denominación de “Guanchía” o “del Guanche”
obedece en nuestra opinión a diferentes asentamientos (o hatos: sitios donde
paran los pastores con el ganado) de indígenas deportados de Tenerife. Dichos
asentamientos (que en general en esta isla no conllevaron repartimiento de
tierras hasta bien entrado el siglo XVI) obedecen a traslados de población
ordenados por el Adelantado para poder repartir las posesiones de los bandos de
paces (Anaga, Güímar, Abona y Adeje) sin la oposición de sus antiguos
gobernantes a pesar de haber sido estos sus aliados. Es el caso documentado del
mencey don Fernando de Naga que fue obligado con toda su familia a salir de
Tenerife y a establecerse en Gran
Canaria.
Huellas documentales de dichos asentamientos la encontramos
en la siguiente declaración ante el Santo Oficio (Colección Bute) de un
poblador castellano llamado Jorge González, vecino de Gran Canaria, fechada en
noviembre de 1505, en la que se dignifica con el tratamiento de don a dos de
los hijos del citado mencey:
“…que tiene hacienda y heredamientos y casas en un término
que se llama Aganagin (Arguineguín) y que es donde este testigo está y mora la
mayor parte del año y que cerca de él están ciertos hatos de guanches y
gomeros. Los cuales dice este testigo no hacen obras de cristianos y que los
dichos guanches que este testigo dice, que viven en dicha manera, son Juan de
Naga y dos hijos del dicho Juan de Naga que se llaman el uno Juan
Delgado y
otro se llama Juan Cojo y otros guanches que están en compañía de estos
sobredichos que no sabe cómo se llaman, y estos que dicho tiene se allegan en
un hato. Y en otro hato está uno que se
llama Sebastián Cojo y otro que se llama Pedro y dos mujeres. Y en otro hato
están don Diego de Naga y don Juan de Anaga y su mujer. Y en otro hato están,
que es de gomeros, uno que se llama Juan de Ronda y otro Rodrigo. Y que están
en los dichos hatos y otros muchos que
se llegan con ellos…”
Recreación de un poblado indígena en Mogán |
El asunto de las deportaciones de gomeros lo dejaremos para
un próximo artículo pues también tenemos en nuestra ascendencia al citado Juan
de Ronda. Por lo pronto reiteramos en relación con el debate planteado que en
todas las citas que hemos podido encontrar en los protocolos de Canarias el
término guanche siempre se refiere a indígenas de Tenerife. De hecho en el
descargo de residencia del adelantado que hemos mostrado por gentileza del
prestigioso editor Gaviño de Franchi el letrado que lo representa define con
claridad que guanches son la gente que estaba en esta dicha isla (de Tenerife).
La excepción que plantea el profesor Trapero en su artículo
“Nuevos datos y argumentos sobre el origen francés de la palabra guanche” a
partir de la lectura de un documento
(Serra y De la Rosa 1953 VIII 1498) en el que se dice que “un guanche canario
que se ayuntó con otro guanche de la isla de Tenerife y que sabe que ambos andaban de casa en casa
de los vecinos de la isla diciendo a los guanches que eran libres”, bien
pudiera tener otra explicación.
Tenemos constancia en Gran Canaria, al poco de la conquista
de esta isla en 1483, de la presencia en Gáldar de pobladores guanches
indubitados como Francisco de Adeje, Juan de Tegueste, Bastián de Anaga y
Francisco de Ávila. Y esto al margen de
numerosos esclavos de dicho origen algunos de los cuales huyen hacia las
cumbres uniéndose a los canarios alzados.
A estos prófugos en cierto documento inserto en “Las cuentas de la
conquista de Gran Canaria” de mi viejo profesor Miguel A. Ladero se les da la
denominación de “tenerifes”.
28 de abril de 1485 Esclavos canarios y tinerfeños
“Después de esto en 28 días del mes de abril se hizo una
cabalgada de los canarios que andaban alzados en esta isla en que se tomó
además dos tenerifes que eran el uno de Pedro Martínez de Bilbao, y el otro de
Lope Ferrero, y una mujer que era de Diego Sánchez, provisor, los cuales dieron
a sus dueños”.
Es muy probable que
el gobernador Valenzuela, cuando pasa a Tenerife para imponer por mandato de
los reyes la libertad de los guanches de los bandos de paces que estaban siendo
avasallados por el Adelantado, llevara consigo a alguno de los pobladores
guanches de noble estirpe, vecino forzado de Gran Canaria, para que en su
recorrido por hatos y poblados comunicaran la buena nueva a sus connaturales.
Pensamos que solo así puede encontrar sentido la denominación de “guanche
canario”.
DOCUMENTOS RELACIONADOS CON LOS
BENÍTEZ DE ORIGEN GUANCHE
DOCUMENTOS CANARIOS EN EL REGISTRO GENERAL DEL SELLO (1476-1515) RECOPILADOS POR EDUARDO
AZNAR VALLEJO
Nº 488 a 23 marzo 1500
“Receptoría en el pleito que Pedro canario, hijo de Buenajaure, y Bartolomé Benítez, vecino de San Lúcar de Barrameda, siguen ante
los alcaldes de casas y corte sobre la pretendida esclavitud del primero para
que las justicias de Sanlúcar de Barrameda y de Tenerife interroguen a los
testigos presentados por ambas partes en
un plazo de 120 días”. Muxica. Ludovicus. Angulo. Ruiz de Castañeda
Nº 503 a 20 noviembre de 1500
“Orden al Licenciado Maluenda, juez de términos de Sevilla
para que informe al consejo sobre la petición presentada por el bachiller
Alonso de Sepúlveda, procurador de pobres, para que continúe el pleito que ante
los alcaldes de casa y corte según Perico Benítez, canario, hijo de Bartolomé Benítez, que antes de ser
cristiano se llamaba Guanajao, y
Bartolomé Benítez vecino de de Sanlúcar de Barrameda en el que quedó demostrado
que Perico Benítez era libre y que su padre lo había entregado a Bartolomé
Benítez para que lo instruyese en la fe, confiándole a su muerte
la herencia de su hijo consistente en tres o cuatro esclavos, 6oo cabras
y tierra y casas valoradas en 150 mil mrs. a pesar de lo cual Bartolomé Benítez
consiguió fraudulentamente detener el pleito y que Perico Benítez le entregase
cuatro castellanos para lo cual puso lo puso a soldada con otras personas
mientras declaraba interesadamente la libertad de Perico Benítez y ofrecía 100
mrs. a Alonso Sepúlveda para sobornarlo”. Episcopus ovetensis. Felipus.
Johannes licenciatus. Martinus. Zapata. Ruiz de Castañeda. Pérez
PROTOCOLOS DE CRISTÓBAL
DE SAN CLEMENTE
4 de julio de1524 F 236 Vto Las Palmas
“Reconocimiento de deuda. Bartolomé Benítez, guanche, criado de ganado y vecino de Gran
Canaria debe a Antonio de Rosales, vecino, ausente, 5850 mrs. de moneda insular
que sale a pagar por Bartolomé Páez, vecino,
que le debía cierta cantidad por contrato público. Pagará en Navidad.
Testigos: Hernán Gutiérrez, Juan Yánez, guanche, estantes. Por no saber Hernán
Gutiérrez”.
27 de marzo de 1528
Las Palmas
“Testamento de Pedro García, natural de Tenerife y vecino de
Gran Canaria. Deja por heredero y
albacea
en el caso de que un hermano que fue
llevado a Portugal no esté vivo a Bartolomé
Benítez, natural de Tenerife, criado de la mujer de Juan de San Lúcar”.
LIBRO 2 DE BAUTISMOS DE EL SAGRARIO
Nº 629.- El 12 de marzo de 1539 es bautizado Bartolomé, hijo
de Bartolomé Benítez y su mujer, Isabel Suera. Padrinos: el arcediano de
Tenerife don Martín Ponce y Diego Álvarez, guantero, y Diego López.
LIBRO 1 DE MATRIMONIOS DE LA VEGA
-En 1588 casan Bartolomé Gómez y María de la Trinidad, hija
esta de Bartolomé Benítez e Isabel Suárez.
NOTAS DE LA CARPETA DEL
DIOCESANO
-Bartolomé Benitez,
vecino de La Vega, casó con Isabel Suárez; es hermano de Beatriz de los Ángeles
y esta fue abuela de Antonio Hernández. Ante Andrés de Rosales a 3 de agosto de
1636? Folio 401
-Bartolomé Benítez,
vecino de La Vega, dote a Sebastiana Morales, su hija, para casar con Pedro
Melián en 3 de septiembre de 1607 ante Hernando de la Cruz.
REPARTIMIENTOS EN GRAN CANARIA DE RONQUILLO Y AZNAR
Nº 368 Entre 1548 y 1552
“En la noble ciudad real de Las Palmas que es en esta isla
de la Gran Canaria en 6 de febrero de 1548 estando ayuntados a cabildo en las
casas del dicho cabildo… se presentó una petición de Bartolomé Benítez, criador,
su tenor del cual es este que sigue.
Muy magníficos señores Bartolomé
Benítez, natural de la isla de Tenerife y vecino de esta isla, besa las
manos de vuestras señorías y les suplica me hagan merced de darme 25 fanegadas
de tierras de sequero poco más o menos que puede haber y se pueden aprovechar
entre riscos y peñas las cuales son por debajo de mi morada detrás de la Vega
del Gamonal desde el puerto y camino que va del dicho Gamonal al Palmital de
Telde y tomando el lomo de la dicha mi morada hasta donde se remonta de tierras
de Miguel Martín por debajo del barranco que va entre el palmital y la caldera,
porque ha más de 30 años que yo tengo mi vivienda con mi ganado cabruno
y la dicha mi morada y quiero aprovechar las dicha tierras para sustentamiento y
en esto harán servicio a Dios Nuestro Señor y bien a mi merced cuyas vidas Dios
Nuestro Señor las conserve por largos tiempos a su santo servicio.
Y por los dichos señores gobernadores y regidores fue
proveído que se pregone es esta ciudad tres días y uno de ellos sea fiesta de
guardar. Y otro día de fiesta se pregone en Santa Brígida.
Y después de los susodicho en 2 de noviembre del año pasado
de 1551… se tornó a presentar la petición del dicho Bartolomé Benítez con ciertos
pregones escritos en ella… y parece que en los dichos pregones… no hubo
contradicción alguna.
Y por los dichos señores
gobernador y regidores, visto lo susodicho, mandaron que se pregone otro
día en la ciudad de Telde a la puerta de la iglesia mayor cuando la gente
saliere de misa mayor y el escribano asiente si hubiere contradicción.
Y después de esto en miércoles 11 de mayo de 1552… se tornó
a presentar la dicha petición con cierto pregón escrito a las espaldas de ella
que dice en esta manera:
En la ciudad de Telde que es en esta isla de la Gran Canaria
en domingo que se contaron 11 días del mes de abril de 1552 a las puertas de la
iglesia del señor San Juan…fue pregonada esta petición desde otra parte
contenida y no hubo contradicción.
Y por el dicho señor gobernador e dichos señores regidores,
vistos los dichos pregones… y al no haber contradicción alguna dijeron que
daban y dieron al heredero o herederos del dicho Bartolomé Benítez, difunto, las dichas tierras contenidas en la
dicha petición debajo de aquellos linderos y sin perjuicio de tercero y con las
condiciones de las tierras de sequero que es que las aproveche dentro de un año
y día y mandáronselas asentar en este libro de repartimientos y darle título de
ellas. Juan de Ariniz (firma)
ALGUNOS COMENTARIOS A LA DOCUMENTACIÓN
SELECCIONADA EN RELACIÓN CON LOS DOS PRIMEROS BARTOLOMÉ BENÍTEZ EN LA ISLA
BARTOLOMÉ BENÍTEZ 1 E ISABEL SUÁREZ
El pobre Bartolomé Benítez tardó cuatro años en ver
reconocida su petición de repartimiento y cuando por fin se le otorga el título
de las cuevas en que habita y las tierras en que apacienta a su ganado desde
aproximadamente 1510 (casi 40 años antes) ya era difunto por lo que serán su
heredero o herederos (sic) los que pasen
a disfrutar de la propiedad. No es la primera vez que observamos en la entrega
de tierras por parte del cabildo que los regidores y el gobernador son muy renuentes a su concesión cuando los
peticionarios son de origen indígena o morisco aunque estos cumplan debidamente
con los requisitos para obtener un repartimiento, es decir, aun siendo hombres
libres, avecindados desde cierto tiempo atrás, casados y con hijos, etc. Así se
explica que haya habido una dilación de
cuatro años en este procedimiento cuando en el caso de pobladores de renombre,
de probada o pagada limpieza de sangre, las cosas podían resolverse en el mismo
día en que se hacía la petición sin necesidad de muchos pregones.
Resulta curioso que se hable de heredero o herederos del
difunto a su muerte, en 1552. Podríamos inferir de esto que, además de haber
tenido a su hijo Bartolomé en 1539, su esposa estuviera encinta en aquella
fecha pues de otro modo no se entendería la duda de los regidores. Quizá María
de la Trinidad, la hija de Bartolomé Benítez e Isabel Suárez que casa en 1588
en La Vega sea la causante de dicha incertidumbre. María de la Trinidad debió
nacer poco después de la muerte de su padre en 1552 por lo que, de estar en lo
cierto, habría casado con más de 35 años, quizá en segundas nupcias.
Al parecer el criador de cabras Bartolomé Benítez fue un
criado de los hacendados Juan de San Lúcar e Isabel Guerra. Probablemente fue
primero esclavo o cautivo de esta familia y más tarde, merced a su propio
esfuerzo o el de sus parientes, quedaría horro aunque mantiene la sujeción a
sus antiguos amos. Debió ser un personaje importante de la nobleza indígena del
reino de Anaga, pues recibe en herencia
posesiones de otros guanches avecindados a la fuerza en Gran Canaria como el
citado Pedro García, pobladores a los que representa ante el Concejo de la
isla, según Gabriel Betancor, para solicitar en su nombre tierras en
repartimiento.
En cuanto a su ascendencia, la documentación obtenida en el
Registro del Sello parece querer decirnos que los Bartolomé Benítez de esta
saga reciben su nombre y apellido de un vecino de San Lúcar de Barrameda quien es al parecer el mismísimo sobrino del
Adelantado. A dicho personaje es a quien le encomienda Guanajao (Bartolomé
Benítez 0) la educación de su hijo Pedro, viéndose quebrada la confianza por lo
que, a su muerte, su hijo Perico ha de recurrir a la justicia para alcanzar la
libertad y regresar a su tierra. Estos hechos están enmarcados en el injusto
cautiverio y venta de guanches de los bandos de paces que hemos fundamentado en
la introducción y que Cebrián Latasa en la obra en prensa citada nos recuerda
con varias referencias a la intervención real posterior en defensa de los
anagueses:
“El 19 de septiembre de 1500, los Reyes mandaban facilitar
el acceso de los canarios a los Tribunales y la aplicación de la justicia
gratuita. El 5 de octubre de 1500, los mismos daban incitativa a las justicias
de Jerez para que intervengan en la investigación y liberalización de los
canarios injustamente esclavizados”
Por los datos con los que contamos, Bartolomé Benítez 1,
nuestro ascendiente guanche afincado en La Vega, muy cerca de la ollería, es
decir, de las cuevas de La Atalaya, pudiera ser un descendiente directo de su
homónimo el hidalgo guanche llamado Bartolomé Benítez (Guanajao), originario
del menceyato de Anaga, quien había fallecido antes del 1500 declarando un
importante legado, parte del cual fue otorgado a su hijo Pedro.
BARTOLOMÉ BENÍTEZ 2, EL VIEJO, Y BEATRIZ DE
LOS ÁNGELES
Creemos que este Bartolomé es el niño bautizado en El
Sagrario en marzo de 1539, hijo de Bartolomé Benítez 1 e Isabel Suera o Suárez.
Habría casado en los años setenta del siglo (con algo más de 30 años de edad)
con Beatriz de los Ángeles quien, para nuestra sorpresa, si damos por buena la
nota del Archivo Diocesano, porta el mismo nombre que la hermana de su presunto
padre. Esto nos confunde, ciertamente, y nos hace pensar que la promiscuidad en
las cuevas de la ollería (La Atalaya) y sus inmediaciones, donde se han
establecido diversas familias guanches podría haber sido el caldo de cultivo de
frecuentes relaciones entre familiares próximos.
Hijos de Bartolomé Benítez y Beatriz de los Ángeles
registrados en el libro primero de bautismos de la iglesia de Santa Brígida a
partir de su fecha de apertura son: Antona, bautizada en 1585; María, en 1588;
Melchor en 1589; Beatriz en 1592; Domingo en 1594 y Lázaro en 1596. A este
matrimonio debieron nacerle otros hijos con anterioridad, bautizados en Las
Palmas o Telde, como es el caso de Bartolomé Benítez 3, por quien sigue la
línea, y su hermana Bárbola de San Juan, casada con Amaro Hernández Sardina
cuyo entronque queda acreditado con el siguiente extracto de protocolos del
Archivo Diocesano:
“Amaro Hernández Sardina testó ante Francisco Carrillo en
1645. Casó con Bárbola de San Juan, hija de Bartolomé Benítez y Beatriz de los Ángeles y da por sus hijos a
Manuel Sardina, a Brígida Morales, a María Flores que murió y a Angelina
Hernández”.
El apellido Betancor de los últimos hijos varones del
matrimonio formado por Bartolomé Benítez 2 y Beatriz de los Ángeles, Lázaro Betancor
(casado en las Palmas con Melchora Verde en 1621) y Domingo Betancor (casado en
Telde 1615 con Leonor Sánchez) nos puede poner en relación a su esposa, Beatriz de los Ángeles, con otro “guanche
canario” asentado en las inmediaciones de la ollería. Como pudimos leer en las
notas historiográficas de la introducción a este artículo, un tal Francisco de
Betancor, guanche, vendía sus quesos en los años 20 en las proximidades de la
Villa Real de Las Palmas. No cabe en ningún caso pensar que ese ilustre apellido,
dadas las formas de vida de nuestros ascendientes de La Vega y sus dificultades
para acceder a un repartimiento, pueda provenir de los conquistadores normandos
que lo introdujeron en las islas. Como respaldo a esta conjetura informamos a
los lectores que un hijo de Lázaro Betancor y Melchora Verde fue bautizado con
el nombre de Francisco.
Queremos destacar aquí, aunque nos vayamos por un momento
por otra rama, que la tal Melchora Verde, vecina de Tejeda junto a su marido,
es hija de los tinerfeños Mateo Betancor y Juana González, nieta paterna de los
vecinos de Vilaflor Juan de Mena y Melchora Verde, bisnieta por esa misma línea
de Sebastián de Mena y Leonor de Ayllón y tataranieta de Martín de Mena y Ana
Gutiérrez, la hija del mencey Bentor de Taoro. Tenemos pues en Las Palmas en
1621 un enlace entre vecinos de Tejeda que son descendientes de la nobleza
guanche de los reinos de Taoro y Anaga. A las personas interesadas en esta
conexión le recomendamos la lectura del artículo “Ascendencia guanche: los Mena de Tenerife” publicado en este mismo blog.
UN HALLAZGO
INESPERADO EN LA CHISTERA DE JUAN RAMÓN
GARCÍA
En este fragmento, que les mostramos en la
foto adjunta, de una genealogía que
ilustra una información ad perpetuam rei memoriam de fines del siglo XVIII,
localizada por Juan Ramón García Torres en el AHPLP, observamos en orden
inverso que se entronca a Bartolomé Benítez 2 (el casado con Beatriz de los
Ángeles) como hijo de Bartolomé Benítez 1 (el casado con Isabel Suárez). Hasta
aquí todo está conforme a nuestras pesquisas y deducciones. Ahora bien, no
podemos estar de acuerdo de ningún modo
con el entronque planteado en la base del cuadro en donde se señala que un tal
Alonso Benítez (casado con Blasina de San Juan) es el padre del primer Bartolomé Benítez.
Señalamos a continuación nuestros argumentos
para descartar tal enlace con apoyo en ciertos documentos protocolados en Las Palmas:
Ante Luis Fdez Rasco en 1552.
“Reconocimiento de deuda que Alonso Benítez,
vecino de la ciudad, y Blasina de San Juan, su mujer, hacen a Jerónimo Calderín
mercader genovés estante de 21 arrobas de azúcar blanco por razón que se las ha
comprado y pagado a 900 mrs. la arroba. Las entregarán por San Juan o antes si
cogieran las cañas de un cercado que tienen en su casa, puestas y pesadas en el
ingenio donde se molieren”.
Ante Alonso Hdez en 1559.
“Alonso Benítez compra por 80 doblas un esclavo negro
llamado Tomé de 23 años previa advertencia
de que es borracho, ladrón, buboso, enfermo de corazón y asma y por
bozal y se lo vende por el mismo precio a Bernardino de San Juan”
Ante Alonso Hdez en 1560.
“Alonso Benítez vende a Juan de Anasco todo el azúcar blanco
que le pertenezca de un cañaveral de planta que molió este año en el ingenio de
Constantín de Cairasco (Las Palmas), corregidor de Gran Canaria. Firma por no
saber firmar su padre, Juan Benítez de San Juan”.
Con los datos antedichos creemos que es un clamoroso error
del genealogista del siglo XVIII dar al matrimonio formado por Alonso Benítez y
Blasina de San Juan como padres de Bartolomé Benítez guanche, natural de
Tenerife casado con Isabel Suárez.
En primer lugar no se corresponden las fechas pues Bartolomé
fallece a mediados de siglo después de casi 40 años viviendo en su morada
detrás de la Vega del Gamonal, como nos recuerda él mismo en su petición de
tierras, por lo que lo hacemos nacido en la década de los 90 del siglo XV.
Alonso no puede ser su padre puesto que vive en edad provecta en los años 60
del siglo XVI.
Por otra parte las respectivas ocupaciones indican que no
puede haber relación familiar entre ellos. Mientras que Bartolomé es un
cabrero, criado de ganado de Isabel Guerra, Alonso tiene casa en Las Palmas con
un cercado de regadío plantado de caña. Está casado además con Blasina de San Juan
a quien damos como pariente próxima del escribano público Bernardino de San
Juan, el comprador del esclavo bozal. Así se llama también la hermana del
escribano, Blasina de San Juan, la que casó con Guillén Castellano Mayor.
El tal Alonso Benítez que nada tiene que ver con el guanche
Bartolomé Benítez podría ser un hijo de
un caballero conquistador de Tenerife del mismo nombre citado en Espinosa,
Abreu y Viana. Un personaje así llamado casado con Catalina Gutiérrez aparece
en el libro primero de bautismo de El Sagrario de Las Palmas bautizando hijos a
principios del siglo XVI.
Debió asimismo contribuir a la confusión de los
genealogistas el hecho de que en la
descendencia de los Benítez de La Vega, como ahora veremos, aparezca
reiteradamente el apellido San Juan. Es el caso, por poner solo un par de
ejemplos, de Bárbola de San Juan, hija de Bartolomé Benítez y Beatriz de los
Ángeles, la casada con Amaro Hernández Sardina, y de Ana de San Juan, hija de
Isabel Suárez y de Baltasar de los Reyes.
CONTINUIDAD DEL LINAJE PARA FACILITAR
LOS ENTRONQUES
BARTOLOMÉ BENÍTEZ 3, EL MOZO, Y JUANA GARCÍA
No hemos localizado la partida de bautismo de
nuestro ascendiente Bartolomé Benítez 3
a quien hacemos nacido en los años setenta ni tampoco la partida de su
matrimonio con Juana García, quien creemos que es de origen igualmente guanche,
por lo que de entrada tuvimos que admitir, a pesar de la homonimia, la
inestabilidad de este enlace.
Hijos de este matrimonio registrados en La
Vega son: en 1596, Isabel Suárez, por quien sigue la línea; en 1601, María; en
1604, Bartolomé; en 1607 Diego; en 1610, Juana; y en 1616 Brígida. De todos
ellos podemos dar certezas de Bartolomé Benítez 4, el nacido en 1604, quien
casará con Ana Hernández hija de Francisco Suárez e Inés Hernández en 1630 en
la iglesia de La Vega, matrimonio con amplia descendencia que también nos
alcanza por línea paterna.
El apelativo “el mozo” nos informa de que
coexistió en edad adulta con su padre
homónimo, de ahí de ahí la necesidad de
distinguir al uno del otro. La confirmación de este hecho la encontramos en los
registros de bautismo de sus respectivos hijos. El viejo tiene sus hijos entre
mediados de los 70 y 1596 fecha en la que nace Lázaro Betancor. El mozo tiene a
su primera hija, Isabel, en ese mismo
año de 1596 y el último en 1616, es
decir que tío y sobrina nacieron el mismo año.
Olleras de la Atalaya ¿tradición guanche. FEDAC |
ISABEL SUÁREZ Y BALTASAR DE LOS REYES
Partida de Bautismo Iglesia de Santa Brígida Libro 1 - Folio 72 - Año 1596,
“Hija de Bartolomé Benítez y de Juana García
su legítima mujer; fue su padrino Diego Pérez; en 24 de noviembre de 1596 años
fue bautizado por mí el Bachiller. D. Francisco de los Cobos”.
Aunque tenemos su partida de bautismo que nos
asegura el entronque, no hemos podido localizar el matrimonio de Isabel, quien
se llama igual que su presunta bisabuela, probablemente por haberse perdido la
partida pues hay un salto desde 1608 a 1616 en los registros del libro primero
de matrimonios de Santa Brígida. Su esposo Baltasar de los Reyes bautizado en
La Vega en 1598 es hijo de Tomé Hernández y Francisca Hernández.
Los hijos de esta pareja que constan como
bautizados en dicha iglesia son: María, en 1625, Francisca en 1627, Catalina en
1629 y Blas en 1639.
ANA DE SAN JUAN Y BARTOLOMÉ ALONSO
De Ana de San Juan no aparece su bautismo en
La Vega, que datamos a finales de los años 30, pero sí su matrimonio que nos
asegura el entronque:
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida
(La Vega)- Folio 155 Vto - Año 1657 "En el lugar de la Vega en 15 de
octubre de 1657. Yo Juan López de Valdivieso presbítero teniente de cura de
este lugar, casé in facie ecclesiae a Bartolomé Alonso viudo hijo legitimo de
Melchor Alonso y de Inés de Acosta difunta con Ana de San Juan, hija legitima
de Baltasar de los Reyes y de Isabel Suárez, su legítima mujer, siendo testigos
presentes Juan Bautista el mozo, presbítero, Pedro Martel Palenzuela y
Sebastián Navarro, todos vecinos de este lugar, y otros muchos que se hallaron
presentes y por verdad lo firmé. Juan López de Valdivieso."
ISABEL ALONSO DE SAN JUAN Y ESTEBAN GONZÁLEZ
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida
(La Vega), l 3 - F 135 vto - Año 1696
"En 18 de Junio de 1696 yo Francisco
Martín Naranjo cura de dicho lugar casé a Esteban González hijo legitimo de
Cosme González y de Isabel de los Reyes con Isabel de San Juan hija legitima de
Bartolomé Alonso y de Ana de San Juan difuntos todos vecinos de este lugar y
fueron dispensados los susodichos en cuarto grado de consanguinidad por su
Ilustrísima el Señor D. Bernardo de Vicuña, obispo de estas islas, y fueron
testigos Manuel Alonso, Bartolomé Alonso, Felipe Báez y otras muchas personas
vecinos de este lugar y lo firmé”. Francisco Martín Naranjo.
ISABEL DE SAN JUAN Y FRANCISCO ALVARADO
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida
(La Vega), L4 - F57 - Año 1729
"En el lugar de La Vega en 16 de mayo de
1729. Yo Diego Fernández de Vega cura de este dicho lugar casé in facie
ecclesiae a Francisco Alvarado natural de este dicho lugar, hijo legitimo de
Rodrigo Alvarado, difunto, y Juana Domínguez, vecinos de este dicho lugar, e
Isabel de San Juan, hija legitima de Esteban González y de Isabel de San Juan,
vecinos asimismo de este dicho lugar; fueron dispensados por su Majestad
Ilustrísima en cuarto grado de consanguinidad y no hubo otro impedimento;
fueron testigos Pedro Arencibia, Bartolomé Talavera y José de la Peña vecinos
de este dicho lugar y lo firmé”. Diego Fernández de Vega.
MARÍA ALVARADO ORTIZ Y MANUEL MARTÍN
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida
(La Vega), L 4 - F 185 - Año 1755
"En el lugar de La Vega a 15 de enero de
1755 D. Blas Monzón Clérigo Presbítero con licencia que le di yo Mateo Ojeda
cura de dicho lugar, casó in facie ecclesiae a Manuel Martin hijo legitimo de
Antonio Martín ya difunto y de Ángela María con María de Ortiz hija legitima de
Francisco Alvarado y de Isabel Ortiz ya difuntos todos vecinos de este lugar,
siendo testigos Juan Martin, Mateo Ortiz, el Teniente Capitán Salvador
Rodríguez y otros vecinos de este dicho lugar y en fe de ello lo firmamos”.
Mateo Ojeda Blas Monzón Dávila de Vega.
JOSEFA MARÍA MARTÍN ALVARADO Y LUCAS PÉREZ DE
LEÓN
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida
(La Vega), L 5 - F 186 vto - Año 1787
"En el lugar de La Vega a 9 de Agosto
de1787, D. Gregorio Alberto de Medina presbítero con licencia que para ello le
di yo Francisco Antonio Cabrera y Quintana cura de dicho lugar casó in facie
ecclesiae a Lucas Pérez de León hijo legitimo de Joseph Pérez de León y Beatriz
Rosales con Josefa María Martin y Alvarado, hija legitima de Manuel Martin y
María Alvarado Ortiz, todos vecinos de este lugar siendo testigos presentes
Bartolomé Pérez, José Pérez y otros muchos vecinos de este dicho lugar y para
que conste lo firmé. Francisco Antonio Cabrera y Quintana Gregorio Alberto de
Medina."
LUCAS PÉREZ ALVARADO Y MARÍA DEL PINO LÓPEZ
LANTIGUA
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida
(La Vega), L 6 - F240 vto - Año 1825
"Lucas Pérez, hijo legítimo de Lucas
Pérez difunto y Josefa Alvarado, y María del Pino López, hija legitima de
Sebastián López y Francisca de Lantigua, vecinos y naturales de este lugar de
La Vega, fueron casados y velados in facie ecclesiae por D. José de Gracia
Presbítero Venerable de la ciudad con licencia de mí el infrascrito cura hoy 29
de Agosto de 1825 y no resultó otro impedimento que el de cuarto grado de
consanguinidad en que fueron dispensados por el Señor Provisor y Vicario General
de este obispado; fueron testigos presentes D. José Monserrate vecino de la
ciudad, D. Miguel Talavera Presbítero y José Robaina vecino de este lugar y lo
firmamos. Gregorio Alberto de Medina y José Gracia Valcárcel."
Mª DE LA CONCEPCIÓN PÉREZ LÓPEZ Y ANTONIO
GONZÁLEZ GONZÁLEZ
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida
(La Vega), L7 - F 102 vto - Año 1847
"José González, hijo legítimo de Juan
González y Juana Canino, y María de la Concepción Pérez, hija legítima de Lucas
Pérez y María López, fueron casados por mí el infrascrito presbítero, teniente
cura de esta parroquia, el 31de octubre de 1847; fueron testigos de este
matrimonio Agustín Afonso , don Diego de Vega y José Robaina, todos son vecinos
de este lugar y para que conste lo firmé”. José de Quintana
ANTONIO GONZÁLEZ PÉREZ Y Mª DEL PINO ESTÉVEZ
TROYA
"En el pueblo de La Vega de Santa
Brígida, diócesis y provincia de Canarias, a 6 de septiembre de 1879, yo el infrascrito
cura párroco propio de dicha parroquia casé y velé in facie ecclesiae por
palabras de presente que hacen verdadero y legitimo matrimonio a Antonio
González natural y vecino de éste pueblo de estado soltero, jornalero de veinte
y dos años hijo legítimo de Antonio González y María de la Concepción Pérez,
con María del Pino Estévez de estado soltera, hija legitima de Juan Estévez y
Juana de Troya, de veinte y cuatro años, todos vecinos de esta jurisdicción y
pago del Exmonte, siendo testigos presentes José Troya, Manuel Estévez y otros
todos vecinos y labradores propietarios y para que conste lo firmó Sebastián
Calderín."
Con la foto de mis tatarabuelos de La Vega,
Antonio González y María del Pino
Estévez, ambos descendientes en aproximadamente doce generaciones del
guanche Bartolomé Benítez, concluimos
por hoy la tarea esperando que haya sido del interés de los lectores.