JUAN RAMÓN GARCÍA TORRES
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EL TESTAMENTO DEL CANÓNIGO PEDRO SALVAGO
Yn
dei nomine sepan quantos esta carta de testamento vieren como yo don Pedro
Salvago canónigo y arcediano de la Sancta iglesia…”
“…mando
ser sepultado en la iglesia maior de señora sancta ana en la capilla de san
miguel junto a la sepultura donde se enterro doña Maria Salvago mi hermana....”
Firma de Pedro Salvago en su testamento |
Nombra
a una esclava negra llamada Francisca Salvago que deja libre y horra y si
quisiere estar en su casa después de fallecido lo pueda hacer.
Nombra
a otra esclava llamada Isabel Correa para que también sea libre y horra y
despues de su fallecimiento sirva a su sobrina Leonor Salvago durante dos años.
Su
hermana María Salvago mandó que Jerónima su esclava fuese libre después del
fallecimiento de dicho Canónigo por ser la dicha Jeronima
buena hija mando que de mis bienes se le den sinquenta ducados para ayuda a su
casamiento y quede libre"
“Y
asimismo declaro que Teresa madre de la dicha Geronima
aunque mi hermana doña Maria en su testamento dispuso della y mando se me
sirviese tres años y con esto fuera libre declaro que la dicha Teresa (...)
por avermela mi hermana vendido y ansi mando que por tenerle mucho amor mi
hermana mando que sea libre".
“Yten
mando que de mis bienes se dé a Madalena del Castillo dosientas doblas para
aiuda a tomar estado y me perdonen que no puedo dejarle mas y esto es por el
mucho amor que le he tenido y a doña Leonor Salvago su madre".
“Yten
mando que de mis bienes se de a Jacome Salvago hijo de Bernardino Garcia y la
dicha doña Leonor Salvago mi sobrina çiento sinquenta doblas”.
“Yten
mando que a Juanico hijo del dicho Bernardino Garçia y la dicha doña Leonor
Salvago se le den de mis bienes dosientas doblas.
“Yten
declaro que Diego Alonso labrador vesino desta isla aviendo dexado por albaceas
a Jacomina de Arnao mi tia y a mi nos dejó...”
“Yten
digo que yo tengo en mi casa a Antonio Salvago regidor desta isla a quien e
criado…”
“Y
para cumplir y pagar este mi testamento y las mandas en el contenidas nonbro
por mis albaçeas testamentarios a Hernando del Castillo Cabeça de Baca y a el
Capitan Juan Ruis de Alarcon regidor desta isla…”
“Y
cumplido y pagado este mi testamento y las mandas en el contenidas en el
remaniente de todos mis bienes derechos y acçiones instituyo por mi universal
heredero al Capitan Juan Ruis de Alarcón regidor desta isla para que los haya y
herede...”
“…
ques fecho en Canaria a trese dias del mes de março de mil y seiscientos y un
años…
ALGUNAS PREGUNTAS QUE NOS HACEMOS TRAS LA LECTURA DEL TESTAMENTO:
1.
¿Quién es el regidor Antonio Salvago que fue criado en casa del arcediano?
Carlos Platero Fernández en su artículo “La
ermita de los Salvago” nos precisa su identidad:
Antonio
de Salvago Arnao y Spínola, hijo bastardo del canónigo Antón Salvago, fue
capitán de Artillería, regidor perpetuo de Canarias hasta 1597, se casó con
Simona de Algiroffo y Ossorio bautizada en 1577. Siguió el linaje Juan Bautista
de Salvago Ossorio, Regidor Perpetuo de Canaria, capitán de Infantería española
y alcaide del Castillo de la Luz y de las Isletas, además de alcalde real de
Telde entre 1653 y 1657.
Se
casó con Isabel de Cassola Imperial, hija de Próspero de Cassola, tuvieron
cuatro hijos: Antonio de Salvago Imperial, clérigo presbítero y racionero
electo de la Catedral, cargo del que renunció falleciendo en Madrid en 1718;
Benito Joaquín Salvago Imperial, regidor perpetuo y decano de la isla también
alcaide del Castillo de la Luz y de las Isletas; y los presbíteros Jácome y
Cristóbal de Salvago emigrados a México y allí fallecidos.
2.
¿Quién es el capitán Juan Ruiz de Alarcón, nombrado heredero universal de Pedro
Salvago?
Manuel Lobo Cabrera en su artículo “El
mercado del transporte marítimo en Gran Canaria en el siglo XVI” nos refiere en
una nota al pie de la página 497 un extracto de protocolo ante Francisco de
Casares que contiene lo siguiente:
En
diciembre de 1586 un portugués, vecino de Madeira, vende a los señores Juan
Ruiz de Alarcón y Andrea de Argirofo, regidores, un cuarto de navío, que al
presente hacía aguada en Lanzarote, para hacer viaje a los Ríos de Guinea.
En José María Pinto y de la Rosa, 1996,
encontramos una descripción de los hechos de guerra del asalto a la ciudad en 1599
por parte de la armada holandesa en la que se señala que en el primer ataque el
almirante Van der Does eligió para desembarcar el propio embarcadero del puerto
en el istmo de Guanarteme, donde estaban las trincheras que defendía el Capitán
Juan Ruiz de Alarcón, entre las actuales calles de Gran Canaria y Tenerife,
pero fracasó en su intento. A la quinta fue al parecer la vencida logrando
desembarcar en la mitad del gran arco que forma el puerto desde la punta de
Santa
Catalina hasta la ermita de Nuestra Señora de la Luz, paraje batido por
el mar y sembrado de escollos no considerado accesible a las embarcaciones por
lo que no se había guarnecido suficientemente. A continuación nos da Pinto de
la Rosa una lista de bajas haciendo constar que entre los heridos en la
refriega está el citado capitán Juan Ruiz de Alarcón.
Castillo de la Luz |
En la página 207 del artículo “Oligarquía y
pactismo: el Cabildo Catedral” obra de Pedro Quintana Andrés
encontramos una cita igualmente clarificadora:
La Real Audiencia de
Canarias apoyaba al licenciado Luis Ruiz de Alarcón porque su padre, el capitán
Juan Ruiz de Alarcón, «sirvió a su Majestad algunos años en ocasiones de
guerra y que el de 95, quando la armada inglesa quiso entrar en la dicha isla
(Gran Canaria) y tomarla, acudió de los primeros con mucho ánimo a la defensa
della con 6 piezas de campo que aquella ciudad tiene con que se le defendió y
resistió al enemigo saltar en tierra y que visitó con toda diligencia la gente
de las compañías que estaban en el campo para resistirle, proveyéndolos de todo
lo necesario y que fue de parecer que se pelease y poniéndolo en ejecución fue
de los primeros y estuvo delante de las trincheras y en los puestos más
peligrosos, peleando día y noche con mucho esfuerzo y ánimo, de manera que le
dio a todos y el enemigo huyó por la resistencia que halló y el mucho daño que
recibió”, AHN. Consejos Suprimidos.
Legajo: 15.199. Expediente: 9
Tenemos pues como presunto yerno del
Arcediano Pedro Salvago a todo un héroe de guerra en la defensa de la ciudad
tanto ante la armada inglesa, en 1595, como ante la holandesa, en 1599, que
quizá no haya sido suficientemente reconocido pues no dispone siquiera, que
sepamos, de una calle en Las Palmas. Existen sin embargo varias calles canarias
en Arrecife y Vecindario que llevan la denominación Ruiz
de Alarcón aunque no tenemos claro si están a él dedicadas o se refieren al
homónimo dramaturgo mexicano.
Ataque de Van der Does a Gran Canaria |
Para Núñez de la Peña en su obra “Conquista
y antigüedades…” esta es la ascendencia de los Alarcón:
Según
las existencias del ARCHA, el primero del linaje de Alarcón fue Alonso de
Alarcón, Alcaide de Zafra, vecino del lugar de Ossa, en Cuenca, junto a
Belmonte. En matrimonio con Juana de Santoya hubo a Hernán Ruíz de Alarcón,
avecindado en aquel tugar y escudero del Marqués de Villena. Casado Hernán Ruíz
con Doña Catalina de la Torre hubo en ella al Licenciado Luis de Alarcón,
Caballero de Santiago y Fiscal del Consejo de esta Orden; a Hernán Ruiz de
Alarcón cuyo matrimonio se ignora y a nuestro alocado y arrollador Don Juan de
Alarcón.
Para informarnos de los Alarcón con
presencia en Gran Canaria acudimos a un magnífico relato histórico de Néstor
Álamo titulado “Un don Juan de vuelta y vira” que recomendamos a los lectores
por su calidad literaria y amplio respaldo documental. Nos describe este
relato, que forma parte de la publicación “Thenesoya Vidina y otras
tradiciones”, las calaveradas de Juan de Alarcón, un noble castellano residente
en El Real de las Palmas a principios del siglo XVI. El muy tunante abre un
boquete en la pared que comunica su casa de Vegueta con la del judío portugués
Bartolomé Páez para visitar cada noche a Leonor, la mayor de sus hijas, sin que
al parecer sus padres, que eran muy viajeros, lo advirtieran. Cuando Leonor se
queda preñada se descubre el pasadizo y se forma el escándalo. Juan de Alarcón
tendrá, sin que medie matrimonio, tres hijos más con su amada vecina de los que
proceden los Alarcón de Gran Canaria.
Creemos que Néstor Álamo no identifica
correctamente al personaje. Juan de Alarcón no es un caballero conquistador,
como bien observa Cebrián Latasa en su “Ensayo para un Diccionario de
Conquistadores de Canarias”, sino una altísima dignidad del cabido catedralicio
que ejerce de obispo al estar ausente el prelado, de ahí que este personaje,
concluimos nosotros, no haya podido casarse con su amada.
La siguiente anotación de 16 de febrero de
1515 en el Libro 1º del Cabildo de la Catedral resuelve las dudas posibles:
Este
día los dichos señores dieron comisión a los señores don Juan de Alarcón, Deán,
e a don Alonso Bivas, prior, e a don Juan de Troya e a don Zoilo Ramírez
canónigo para que den asiento y hagan las capitulaciones con Cristóbal Jiménez
carpintero sobre la capilla que se ha de hacer…
Una valiosa nota de Nestór Álamo en el
relato ya citado nos informa concienzudamente sobre la descendencia del “Don
Juan de vuelta y vira”:
Según
manifestaciones hechas ante el Santo Oficio a raíz de la información abierta
por el Chantre Ximénez, Don Juan de Alarcón hubo en Leonor Páez, los hijos
siguientes: Diego de Alarcón, casado en Canaria con Brígida de Asuage; Gaspar
de Alarcón, que casó tres veces: la primera con Doña X. Viga; la segunda con
Doña María de Ortega y con Leonor Coruja la tercera. Esta última
fue hija de Rodrigo Gallego. Un hijo del tercer matrimonio, el capitán Juan
Ruiz de Alarcón, fue casado con Leonor Vázquez de Apua, hermana de Carlos Luis
Surio, con quien contrajo matrimonio en el Sagrario Catedral de Canaria a 17 de
noviembre de 1.567. Hijo de estos fue Don Luis de Alarcón, de quien luego se
hablará.
El
hijo tercero de Leonor Páez y Don Juan de Alarcón se llamó Juan Ruiz de Alarcón
y ostentó el grado de capitán. Testó ante el escribano de La Laguna, Baltasar
Hernández, a 28 de agosto de 1.593 y casó con Ana López de Ribera, hija
del conquistador de la
Gran Canaria Diego López de Ribera y de su esposa, Isabel de
Villalobos.
El
último de los cuatro hijos de Leonor y Don Juan fue Doña María de Alarcón,
esposa de Juan de Herrera. El primogénito de esta Doña María de Alarcón se
llamó Álvaro de Herrera y fue bautizado en el Sagrario Catedral a 2 de
septiembre de 1.540, pasando más tarde a México, donde formó familia.
Don
Luis Ruiz de Alarcón—bisnieto de Don Juan y Leonor—, hijo del Capitán Juan
Ruiz de Alarcón y de Leonor Vázquez de Apua, era en 1.603 Regidor de la Gran Canaria y
Teniente de Gobernador de la Isla de Tenerife. En 1.607 fue nombrado por el
Cabildo de Gran Canaria Mayoral o Mampastor del Hospital y Casa de San Lázaro y
mensajero en Corte. En dicho año obtuvo el nombramiento de Alcalde Mayor de
Orán y Mazalquivir así como el de Auditor General de estas plazas. Otorgó poder
en Orán a favor de su madre, Leonor Vázquez y del hermano de esta, Carlos
Surio, para que administrasen los bienes quedados por muerte de la esposa del
otorgante. Se extendió el documento en 39 de mayo de 1.607. De nuevo en Madrid
— 1614—firma Don Luis documentos como Alcalde de Orán, Mazalquivir y Reinos de
Tlemecén.
Al
enviudar decidió encaminar sus pasos por la carrera eclesiástica; en carta
dotal que otorga a favor de su hija Doña Leonor en 1633, aparece como Visitador
General de nuestro Obispado, y de otro documento que en 1.638 otorga ante
Sebastián de Saavedra se desprende que ejercía el cargo de Doctoral de Santa
Ana y Provisor de Canarias. Murió esta notable personalidad en Las Palmas a 14
de julio de1.643.
Como han podido ver tenemos varios Juan Ruiz
de Alarcón en juego y dos de ellos llegaron a ser capitanes de milicias en la
isla aunque solo uno concuerda por fechas y circunstancias como posible heredero
de Pedro Salvago. Para ir sobre seguro, hemos acudido a la identificación de
las respectivas esposas de ambos capitanes a ver cuál de ellas se relaciona con
el ilustre arcediano. A la vista de los datos, hemos optado por investigar
quién fue Leonor Vázquez de Apua y su hermano Carlos Luis Surio por cuanto no
constan sus padres en la referencia citada, hecho que en seguida activó
nuestras sospechas. Vamos a presumir pues, antes incluso de comenzar las
pesquisas, que Pedro Salvago es el padre de Leonor Vázquez.
Una pista inicial sobre los Surio la
encontramos en el artículo de Pedro Quintana Andrés “El Cabido catedral y el
obispo Gutiérrez de Roza”. Nos dice este autor que a mediados del siglo XVI, es
decir, casi 50 años después que Pedro Salvago falleciera, un tal Juan Bautista
Surio ocupaba la dignidad de maestreescuela en el cabildo catedralicio.
Adobamos la nota con el siguiente comentario extraído del mismo artículo:
Palacio Episcopal y plaza de Santa Ana. Las Palmas de Gran Canaria |
La mayoría de ellos (los
prebendados) habían accedido a la prebenda mediante contactos, influencias
familiares, regalos e incluso sobornos pues allí no se cumplía una labor
eclesiástica sino básicamente redistribuidora de riqueza, influencias políticas
o preponderancia social a sus parentelas.
Una nueva consulta de fuentes primarias del
siglo XVI (Libro 2º de bautismos de El Sagrario) nos señala que Carlos Surio,
el hermano de Leonor, nace en Las Palmas en 1539 y que es hijo de Pedro Juan
Surio y Marina Álvarez habiendo ejercido de padrinos en su bautismo los
genoveses Lázaro Mayuelo y Damián de Azuaje. Otro natalicio de 1548 nos habla
del nacimiento de una nueva hija de dicho matrimonio cuyo nombre parece ser
Giacoma. En dicho evento se identifica a Pedro Juan Sorio (escrito esta vez con
o), el padre de la criatura, como mercader siendo todos los testigos, altas
dignidades del cabildo catedralicio: el arcediano Bernardo de Venegas, el
chantre Luis del Corral y el prior Pedro de la Peña.
Por estas mismas fechas de 1548 nuestro
Pedro Salvago debía ser un muchacho de catorce años así que no podemos todavía
emparejarlo con Marina Álvarez, la esposa de Pedro Juan Surio. Permítannos en
este punto la siguiente deducción: si presumimos que Carlos es el primogénito
de dicho matrimonio y que Marina Álvarez lo tuvo recién casada, sobre los 16
años, estaría ya sobre los 25 cuando dio a luz a su hija Giacoma. Conjeturamos
por tanto que, algunos años después, fallecido o no el mercader, quién sabe, el
joven Pedro Salvago pudo tener una hija con dicha señora que estaría por
entonces en la
treintena. Disculpen los lectores la truculencia de estas
cuentas pero es que no nos cabe explicar de otra forma que la esposa de Juan
Ruiz de Alarcón, presunta hija de Pedro Salvago, sea a su vez la hermana de
Carlos Surio. Como respaldo a estas disquisiciones diremos que no aparece
referencia alguna a Pedro Juan Sorio o Surio en los protocolos de Las Palmas en
torno al año 50 del siglo XVI lo que parece querer decirnos que ya ha fallecido
por entonces.
El apellido Surio, que identificamos como
itálico por cuanto se corresponde con una antigua y noble familia originaria de
Lombardía, no aparece, sin embargo, registrado en la larga nómina de mercaderes
genoveses con presencia en las islas que Leopoldo de la Rosa incluye en su
artículo: “Francisco de Riberol y la colonia genovesa”. Sí aparecen sin embargo
citados otros personajes de dicho apellido, como exportadores a Sevilla o
Cádiz, en el artículo de Manuel Lobo “Comercio canario-europeo”. Estos son: el
regidor Gaspar Surio y también Juan Bautista Surio de quien se acredita expresamente
su origen genovés.
Finalmente en un artículo de Ladero en AEA
“Trescientos nombres canarios a comienzos del siglo XVI” hemos encontrado una
referencia de una donación de 252 maravedíes al Obispado de Canarias por parte
de un tal Pedro Juan, “ginovés”, en 1503. Si fuera el mismo personaje (puede
ser otro de apellido Leardo) habría tenido hijos a mediados de siglo, a muy
avanzada edad, con no menos de 70 años, lo que podría explicar la soledad de su
esposa y el consuelo alcanzado en el canónigo Pedro Salvago.
Las pesquisas iniciadas por nuestro
colaborador Juan Ramón
García Torres a partir de estas presunciones empiezan a dar
sus frutos. Les mostramos a continuación la transcripción de la curiosa partida
de matrimonio de Juan Ruiz de Alarcón y Leonor Vázquez:
En
beynte y siete del mes de noviembre de mill e quinientos y sesenta y siete años
bele a Juan Ruys de Alarcon y a Leonor Basques su muger los quales preguntados
si estavan casados por mano de clérigo respondieron que el cura Juan Gomez les
abia tomado las manos en presencia del chantre don Luys Correa; y de otros
muchos testigos a las velaciones Gaspar de Alarcon y Geronimo Obin en fe de lo
qual lo firme de my nombre. Andrés de Morón.
Se confirma con la lectura del documento que
Juan Ruiz de Alarcón es el que habíamos supuesto: el hijo del tercer matrimonio
de Gaspar de Alarcón quien, como puede leerse en la partida, estaba presente
como padrino en la
ceremonia. La otra parte del padrinazgo parece estar
representada por el mercader genovés Gerónimo Obin. Lo más sorprendente sin
embargo es que los cónyuges son velados después de que la toma de manos se
realizara al parecer en privado ante el chantre Luis Correa, quizá porque ha
desaparecido extrañamente la comprometedora partida de bautismo de la novia. Hay al parecer
un contubernio capitular para dar oficialidad a este matrimonio saltándose
todas las reglas. De la confirmación de la fecha del evento deducimos por otra
parte que el pacto para el nombramiento del heredero universal de don Pedro
Salvago se habría realizado más de 30 años antes de su fallecimiento lo que
confirmaría a su vez que Luis de Alarcón, hijo de dicho matrimonio, era ya una
persona adulta (más de 25 años) a comienzos del siglo XVII, cuando fallece el
arcediano.
Para los interesados en la descendencia de
este linaje de los Alarcón les mostramos a continuación unas valiosas notas
encontradas en la carpeta de protocolos del Archivo Diocesano:
-Leonor
Vázquez viuda del Capitán D. Juan Ruiz de Alarcón es prima de Doña María y Doña
Leonor de Alarcón y tuvo por hijo a Luis de Alarcón y lo nombró heredero Año
1615.
-El
Lcdo. D. Luis Ruiz de Alarcón después de viudo fue doctoral de la iglesia,
alcalde mayor de Orán, casó con Magdalena de León y Cárdenas y tuvieron por
hijos a, fray D. Juan Ruiz de Alarcón (dominico), Doña Leonor, Doña María de
Candelaria (monja), y Marcos de León. Poder a su madre Doña Leonor Vázquez de
Apua casada con D. Juan Ruiz de Alarcón (su padre), otorgado en Orán a 29 de
Mayo de 1613 y protocolado ante Antón de Serpa en dicho año Folio 447.
3. ¿Quién
es la tal Leonor
de Salvago a quien Pedro llama su sobrina?
El siguiente extracto del artículo de
Cioranescu publicado en AEA nº 3 con el título de “Cairasco de Figueroa su
vida, su familia, sus amigos” nos da información sobrada acerca de esta línea
aristocrática de la descendencia de los Salvago.
Félix
Cairasco de Figueroa, que parece haber sido el más joven de los cuatro hijos
varones de Mateo Cairasco, debió nacer por el año de 1545 (…) Casó en
1576 con Leonor Salvago, hija de Juan Bautista Salvago y de
Argenta Arnao (puede quizá referirse al Juan Bautista el mozo) y hermana
(sabemos que es su sobrina) de los dos canónigos, Pedro Salvago,
arcediano de Fuerteventura, y Juan Salvago, arcediano de Canaria. Recibió en dote
la cantidad de 7.000 doblas, firmando recibo ante Luis de Balboa, en 29 de
septiembre de 1578, casi al mismo tiempo en que otorgaba su testamento, que,
por su mala conservación, no se puede determinar en qué día pasó. Sabemos por
este testamento que su oficio de regidor lo había renunciado en favor de
Francisco Palomares, su cuñado; pero que la propiedad de aquel oficio
pertenecía a María Salvago, tía de su mujer (el parentesco ahora
sería correcto), quien tenía exclusivamente el derecho a disponer de él. Félix
debió fallecer poco después de realizado su testamento. Dejaba de su matrimonio
dos hijas: María que había recibido el bautismo en la Iglesia de Las Palmas en
7 de diciembre de 1577 y Argenta bautizada el 2 de septiembre del siguiente
año. Como la herencia de Mateo Cairasco y de su esposa había quedado por
indiviso entre sus hijos, las dos menores y su madre como tutora hicieron
gestiones para entrar en posesión de su parte del heredamiento de Gáldar. Por
escritura del 13 de enero de 1582, Leonor Salvago y su hermano (debe decir tío)
el arcediano Pedro Salvago convenían que “por cuanto de los bienes que quedaron
de Mateo Cayrasco difunto padre del dicho Félix Cairasco no se ha hecho
partición por ciertas causas…somos de acuerdo con el dicho Serafín Cairasco de
Figueroa que está presente que dé y pague a María y Argenta Cairasco, hijas de
don Félix Cairasco, 1000 doblas de oro de 500 maravedíes de esta moneda de
Canaria cada una, por razón de la parte que del dicho su padre les podía
pertenecer de los bienes del dicho Mateo de Carrasco.
Leonor Salvago, nos aclara De la Rosa más
adelante, volvería a casarse en 1580 con el regidor Bernardino del Castillo
Benavente de cuyo matrimonio nacieron otros cuatro hijos. Este sería el
Bernardino García que cita Pedro Salvago en el testamento a cuyos hijos
(Magdalena del Castillo, Jacome Salgado y Juanico) lega unas cantidades en
metálico.
De las dos hijas que tuvo Leonor Salvago con
Félix de Cairasco, sabemos que Argenta quedó sin sucesión tras haberse casado
con Miguel de Mujica Ramírez y que María casó con Fernando del Castillo
Olivares con quien hubo descendencia siendo progenitores de la rama del
Castillo y Cairasco dentro de la casa que más tarde será llamada de los Condes
de Vega Grande. Este personaje (1556-1639) es el mismo Hernán del Castillo
Cabeza de Vaca que Pedro Salvago cita en su testamento. Es por tanto el marido
de su sobrina-nieta el que ejerce como tal albacea junto a su presunto yerno
Juan Ruiz de Alarcón.
4.
¿Quién es tal Bernardino García, marido de Leonor?
El
Nobiliario de Canarias nos da en esta cuestión cumplida respuesta:
Bernardino García del Castillo Benavente
Cabeza de Vaca, hijo de Bernardino García del Castillo y doña Madgalena de
Benavente Cabeza de Vaca, nacido en Telde, bautizado en la parroquia de San
Juan Bautista a 6 de marzo de 1559, también Coronel de Infantería española del
Tercio de Telde y Villa de Agüimes, Regidor Perpetuo de Canaria, casado con
Doña Leonor Salbago, viuda de Don Félix Cairasco de Figueroa, a quien hizo carta
dotal en 30 de enero de 1576 ante Rodrigo de Vera y cuyas capitulaciones
matrimoniales pasaron ante Alonso Fernández de Saavedra en 2 de agosto de 1580.
En 11 de agosto de 1594 testó Bernardino del Castillo el 11 ante Bernardino de
Palenzuela, y su viuda en 27 de octubre de 1609 ante Matias de Ávila, escribano
público de Telde; consta de ambos testamentos haber sido sus hijos:
Portada de la casa hacienda de la familia Del Castillo. Telde, Gran Canaria |
A) El Licenciado Don Bernardino del Castillo
Salbago, tercero del nombre, Corregidor y Gobernador del Marquesado de los
Vélez en la Península, sin posteridad.
B) Don Jácome Salbago del Castillo, que fué
Clérigo e hizo escritura de donación a su hermana Doña Magdalena, año de 1610,
ante Francisco de Cubas, escribano de Telde. Murió en Indias de Su Majestad.
C) El Doctor Don Juan del Castillo Salbago,
también eclesiástico y Canónigo de la Santa Iglesia Catedral
de la Puebla de los Angeles en el Arzobispado de Méjico, Consultor y
Calificador del Santo Oficio de la Inquisición de Méjico.
D) Doña Magdalena del Castillo Salbago,
casada en Las Palmas a 15 de diciembre de 1610 con el Coronel Luis de León y
Cárdenas, Regidor Perpetuo decano de Canaria, que testó en Telde ante Hernando
de la Cruz en 21 de mayo de 1653. El testamento de Doña Magdalena pasó en Telde
ante Matías de Ávila, y su codicilo en 8 de marzo de 1649 ante Baltasar
González Perera. No tuvo hijos.
RECAPITULACIÓN
Contestando
pues a todas las preguntas que nos hemos planteado en relación con el
testamento de Pedro Salvago diremos, haciendo un repaso somero, que Antón
Salvago es su sobrino, hijo de su medio hermano Antonio quien fue canónigo como
él; que Leonor es igualmente su sobrina casada en primeras nupcias con Félix
Cairasco y en segundas con Bernardino García del Castillo, quien fue nombrado
uno de sus albaceas; y por último de Juan Ruiz de Alarcón, heredero universal
de Pedro Salvago, en quien nos hemos detenido con creces, creemos que se trata
del esposo de una de sus hijas. (Por cierto hemos encontrado otro Pedro Salvago
que ejerce de mercader en Lanzarote en 1619 que también podría ser hijo natural
del canónigo). El dinero parece que lo compra todo y en este caso los Alarcón,
familia de alta prosapia castellana, acceden a unir su ilustre apellido con una
descendiente de indígenas canarios y genoveses en un consorcio matrimonial sin
duda mediatizado por la fortuna del canónigo y arcediano don Pedro Salvago.
Después
de esta larga disección de su testamento prometemos a los lectores que en la
tercera y última parte de este artículo nos vamos por fin a centrar en la
figura de Jacome Salgado a quien encontramos afincado en Guía de Gran Canaria a
mediados del siglo XVI casado con Inés Pinelo, mujer que porta otro ilustre
apellido genovés.