sábado, 10 de noviembre de 2012

BREVE GENEALOGÍA DE LA FAMILIA GONZALEZ CASTELLANO GONZALEZ DIAZ

JUAN FÉLIX ESTEVA NAVARRO


Don José Victoriano González Ramírez, nacido en la villa mariana de Teror (Gran Canaria), el 18 de abril de 1730, recibió las aguas cristianas del bautismo en la parroquia de Nuestra Señora del Pino, el día 25 siguiente.
Como ya era costumbre vieja en la familia, don José Victoriano vivió dedicado a la agricultura y a las faenas propias de la labranza en sus tierras de Teror. Su hacienda estaba plantada de variados árboles frutales que alcanzaron notable fama en la comarca, como de igual modo lo ha de constituir su numero de reses de buena raza.
En la iglesia de Teror celebró distinguido matrimonio, el 1º de febrero de 1756, con la acaudalada doncella doña Francisca Domínguez del Rio y González, natural de la villa, e hija del capitán don Juan Manuel Domínguez del Rio y Suárez Falcón y de doña Sebastiana González Pérez de Quintana, ambos conyugues de las primeras familias de la localidad del enlace procedieron seis hijos, el tercero de ellos y el mayor de los varones don Jerónimo Tomás Vicente González Domínguez del Rio, que sigue la línea.

Don Jerónimo Tomás Vicente González del Rio, nacido en la villa mariana de Teror, el 20 de enero de 1760, fue bautizado en la pila parroquial de la matriz cuatro días más tarde, actuando de padrino su tío materno don Antonio Domínguez del Rio.
Don Jerónimo decidió avecindarse en la antigua localidad de sus mayores, en donde aun debieron seguir conservando las propiedades concedidas en el repartimiento de Firgas (Gran Canaria), ciento cincuenta años antes. En este lugar, residió dedicado a la labranza de su hacienda.                
En la iglesia parroquial de san Juan Bautista de Arucas (Gran Canaria), celebró consorcio nupcial, el 20 de noviembre de 1781, con doña Rosa Rodríguez Henríquez, hija de don Francisco RodrÍguez de Almeida, natural de Moya, y de doña Juana Rodríguez Marrero, que lo era de la villa norteña.
Fueron sus hijos:

1. Fray José Antonio González Rodríguez, nacido en Firgas el 3 de noviembre de 1782, abrazó la carrera de la iglesia, rigió el priorato del convento de san Juan de Ortega de Firgas, hasta su muerte que fue a muy avanzada edad.

2. Doña Isabel María de la Concepción González Rodríguez, nacida el 5 de noviembre de 1784.

3. Don Juan Gabriel de san Silvestre González Rodríguez,  nacido el 31 de diciembre de 1786, fue bautizado el 3 de enero del año siguiente, dedicado a las faenas agrícolas, casó en san Juan Bautista de Arucas, el 13 de febrero de 1809, con doña María de los Dolores Ponce de León y Acosta, hija de don Francisco Ponce de León Marrero y de doña  Isabel de Acosta Henríquez, de distinguidas familias de la localidad. Del matrimonio nacieron diez hijos.

4. Don Francisco Antonio de los Dolores González Rodríguez, nacido en la localidad de Firgas, el 15 de abril de 1791, recibió las aguas bautismales en la iglesia de san Juan Bautista de Arucas, dos días mas tarde, siendo agricultor acomodado del pago firguense, en 1827, fue nombrado alcalde real del municipio, cargo que ostentó durante varios años por ser sucesivamente reelegido.
En la iglesia parroquial de san Juan Bautista de la villa de Arucas celebró consorcio matrimonial, el 2 de mayo de 1816, con doña María Teresa Castellano de Matos, hija de don Juan Castellano Henríquez y de su segunda esposa doña Luisa de Matos y Ayala, doña María Teresa falleció a los setenta y seis años  de edad, el 16 de noviembre de 1872.                  
Fueron sus hijos:

a) Don Bruno José de Santa Fe González Castellano, nacido en Arucas el 6 de octubre de 1822, fue bautizado en su iglesia parroquial, siete días más tarde.
La personalidad social de don Bruno González llena todo un denso capítulo, no solo en la historia local de la ciudad de Arucas, sino aun en las páginas de la isla de Gran Canaria. Su emprendedora y entusiasta visión para los negocios de la tierra le hicieron colocarse a la cabeza de la productividad de la comarca norteña. En Arucas, junto con los Gourie, figuró siempre como principalísimo vecino.

Al dividirse los bienes del mayorazgo de Santa Gadea, las partes definitivamente beneficiadas en el reparto venden sus respectivas pertenencias. El marqués de Rianzuela, don Luis de Solis y Manso, que fue uno de los agraciados, vende a don Bruno los bienes siguientes: las fincas de las hoyas y trapiche  246 fanegadas y 115 azadas de agua. Con la compra que también hace a otro de los beneficiarios don Alfonso Gourie Alvarez-Conde, nacen en Arucas dos potencias económicas de extraordinaria importancia y que los vendedores jamás sospecharon lo que supondrían en Gran Canaria, en aquellos años, en que la cochinilla  y, más tarde la propia industria azucarera  y el cultivo de platanos, haciendo de Arucas  un emporio de bienestar  nunca hasta ahora alcanzado, estas compras se efectuaron en 1859.
Vendidos los bienes del mayorazgo, la ermita de san Pedro quedó a partes iguales en poder de don Bruno González Castellano y don Alfonso Gourie Alvarez-Conde.   
D. Bruno, había contraído matrimonio en la iglesia de Santa María de Guía, el 9 de noviembre de 1865, con doña Saturnina Fernández del Campo y Medina, nacida en esta villa en 1823. Don Bruno falleció en su hacienda de las Hoyas, el 17 de abril de 1883.
Del matrimonio solo nacieron dos hijos, de los cuales solo una hija sobrevivivió.

I) doña María del Rosario González y Fernández del Campo, nacida en Arucas en 1866, celebró matrimonio con don Ramón Madán y Uriondo, creado marqués de Arucas. los esposos no alcalzaron descendencia, doña Rosario falleció en 1916, siendo su esposo su heredero. La dignidad marquesal pasó a la sobrina de don Ramón, doña María del Carmen Fernández del Campo y Madán

b. Doña Rafaela María de San Félix González Castellano, nacida en Arucas el 19 de noviembre de 1824, recibió en san Juan Bautista las aguas del bautismo, y en el mismo templo celebró enlace matrimonial, el 15 de mayo de 1848, con don Juan Rivero Bolaños, natural de santa María de Guía, hijo de don José Rivero Mederos  y doña Juana Bolaños Galindo, naturales y vecinos de la villa de Guía.
Sus hijos:
I. Domingo Rivero González, que nació en Arucas el 23 de marzo de 1852, y fue bautizado el día 28 siguiente. A los once años, reside en Las Palmas y estudia,  entre los años 1864 y 1870, en el afamado colegio de san Agustín, donde se educaron el insigne Benito Pérez Galdós y otros notables patricios de las letras canarias, terminado marcha al extranjero con su madre y ya en el año 1870, se encuentra en París; tiene entonces, 18 años de edad. De regreso a España, en Sevilla, estudia la carrera de derecho, que culmina por título expedido  el 21 de marzo de 1881 por el Ministerio de Fomento, tres años mas tarde regresa definitivamente a Las Palmas y es nombrado registrador de la propiedad, habiendo alcanzado posteriormente la secretaria de gobierno de la Audiencia territorial de Canarias.
Celebró matrimonio en la parroquia de san Francisco de Asís de Las Palmas, el 9 de febrero de 1885, con doña María de las Nieves del Castillo-Olivares y Fierro, nacida el 3 de abril de 1842, hija de don Fernando del Castillo-Olivares y Falcón y de doña María Josefa Fierro y Van de Walle, naturales de Las Palmas y de Santa Cruz  de la Palma, respectivamente
En la calle Torres, falleció el poeta el 8 de septiembre de 1929, y su viuda el 20 de abril de 1945, de su extensa obra poética existe un estudio realizado por don Jorge Rodríguez Padrón.
Su hija
a) Doña María Teresa Rivero del Castillo-Olivares, que nació el 4 de abril de 1899, y verificó consorcio matrimonial, el 15 de marzo de 1940, con don Fernando del Castillo y del Castillo, séptimo conde de la Vega Grande de Guadalupe desde 1943, en el que sucedió a su tía doña Ana, como hijo primogénito de don Pedro Agustín del Castillo y Manrique de Lara, sin haber alcanzado descendencia de su enlace, a su muerte heredó la dignidad condal su hermano don Alejandro del Castillo

c. Don Manuel Domingo González Castellano, nacido en la villa de Arucas el 25 de diciembre de 1829, recibió las aguas cristianas el 1º de enero del año inmediato. Se estableció en la ciudad de Las Palmas en 1853, según reflejan las matriculas del padrón  municipal del ayuntamiento capitalino, inicialmente en la calle de los Canónigos numero 38, hoy López Botas, en donde residió y luego a los pocos años se fue a vivir a la calle de la Peregrina. A don Manuel se le distinguió siempre en la documentación de la época como acomodado propietario, el 28 de mayo de 1861 y segunda vez casó el joven viudo con doña Isabel Díaz de Aguilar, hija de don Sebastián Díaz Romero, relator de la Real Audiencia de Canarias, y de doña Isabel María de Aguilar y Ximenez-Pimienta, naturales respectivamente de Las Palmas y del Puerto de la Orotava.
Sus hijos:
I) Don Francisco Manuel González Díaz, nacido en la calle de la Peregrina el 4 de diciembre de 1866, fue bautizado en la parroquia vecina de san Francisco de Asís el día 12 inmediato.
La vasta personalidad de este gran literato canario le coloca a la cabeza de la ilustración patricia de nuestras glorias insulares de finales del XIX y principios del siglo XX. Fue uno de los más brillantes periodistas, oradores, activistas de campañas sociales con una importante visión de futuro que han pasado por nuestras páginas históricas.
Una constante preocupación del ilustre patricio canario fue la defensa doctrinal que dirigía a sus compatriotas y la lucha con desinterés absoluto por el bien de su patria chica, sosteniendo perseverantes campañas en pro de la repoblación forestal de las islas -conocido como Apóstol del Árbol- del fomento de la enseñanza, del turismo, de la purificación del ambiente político y de la restauración de las tradiciones regionales, durante casi toda su vida estuvo sin descanso con la pluma en la mano y la palabra en los labios para predicar verdades y doctrinas, sin que el pesimismo invadiera su alma.
Entre sus obras publicadas más conocidas  se encuentran los siguientes títulos: Árboles, A través de Tenerife, Cultura y Turismo, Niños y Árboles, Especies, El viaje de la vida, Un canario en Cuba, que publicó en la Habana en 1916, la Gran Guerra  y Luchando con las olas, cuyo prólogo escribió don Jacinto Benavente.
Los últimos años de su vida los pasó en la villa de Teror, cuna que en otros tiempos había sido de sus antepasados y en aquella paradisíaca paz,  dicen sus biógrafos se asomaba a la terraza del hotel Royal para admirar la puesta del sol, más allá del valle profundo, del ruido de las acequias y de los bajos cañaverales, en Teror plantó con sus propias manos los pinos que bordean la calle que lleva su nombre, la férrea soledad de su inteligencia llevó al vate isleño buscar trágica muerte, falleció soltero en la villa mariana en 1944. 

II) Don Rafael Bruno Eladio González Díaz, nació el 18 de abril de 1869 en la ciudad de Las Palmas, en la calle de La Peregrina. Los primeros años de su vida transcurrieron en Gran Canaria, desde donde marchó al extranjero, concretamente a Alemania para cursar sus estudios. A su regreso, contrajo matrimonio su ciudad, en la Iglesia de San Francisco, el 7 de junio de 1894 con  dña. María de los Dolores Vernetta y Comminges, nacida el 13 de mayo de 1874 en dicha ciudad, y posteriormente trasladó su residencia a la finca de la Marzaga en Tenerife.
D. Rafael fue todo un visionario para su época, inteligente y avispado hombre de negocios que supo hacer fortuna. Estableció el centro de su actividad agrícola en los terrenos que adquirió en La Punta del Hidalgo, Tenerife, donde aún hoy se encuentran los antiguos pabellones para el empaquetado de frutos y los vestigios de la fábrica azucarera “El Rosario”, propiedad de los herederos de María Teresa González Vernetta. La “Ilustración Universal” apuntaba en una entrevista que D. Rafael era «uno de esos hombres cuya laboriosidad e inteligencia hacen fomentar y progresar el lugar en que se encuentran», y añadía que «el éxito había coronado sus trabajos». A D. Rafael se debe, en gran medida, la llegada de la modernidad a la Punta del Hidalgo, quien «con sólo el elemento de su voluntad y fe, ha sabido transformar una comarca, convirtiéndola de lugar estéril y sórdido, guarida de la pobreza y la miseria, en feraces tierras que expanden el bienestar y la vida». 
Ejerció también como industrial hotelero, siendo uno de los propietarios del Hotel Santa Brígida y Continental de Las Palmas. La “Enciclopedia Canarias” de F. Campomar de Ávila, lo calificó en su momento de «eminente figura social y comercial», como uno de los principales exportadores de frutos y cosecheros de Tenerife, junto a D. Sixto M. Machado, D. Martín Rodríguez y Díaz-Llanos, D. Adolfo González, su yerno D. Felipe C. Machado y D. Manuel Cruz Delgado.
Su hermano, el ilustre escritor Francisco González Díaz, en su libro “A través de Tenerife” le dedicó unas palabras de elogio:
«Llegó un día un hombre de voluntad fuerte, de mirada certera y aguda, de grandes energías combativas, vio claras las posibilidades del futuro, un futuro próximo y todo cambió bajo su impulso, bajo su dirección: Las tierras fueron bonificadas y puestas en capacidad de producir; se cubrieron de la verdura de los cultivos. Surgieron plantaciones de caña dulce, plataneras, tomatales, campos de patatas, cuadrados de leguminosas, donde antaño imperaba la aridez y la «non curranza»… Hízose una carretera asegurándose la comunicación de la zona con los centros consumidores y los puertos de embarque. Se alzó la vasta fábrica de un trapiche y las faenas de la molienda ocuparon a muchísimos comarcanos que anteriormente se morían de hambre… Un hombre, en fin, del cual no puedo decir lo que pienso ni lo que siento libremente, pero tampoco podía silenciar la maravilla de la tierra despertada y avivada al vuelo de sus pasos vencedores… El Hidalgo de La Punta del Hidalgo…»
Falleció Rafael González Díaz, en Santa Cruz de Tenerife, el 11 de marzo de 1950 y recibió sepultura en el cementerio de Santa Lastenia de dicha capital, dejando un verdadero recuerdo de hombre generoso y emprendedor. Su mujer, Dolores Vernetta, había fallecido en la misma ciudad en 1939.
El matrimonio tuvo cinco hijos:
a)  Elisa González Vernetta, que contrajo nupcias con Felipe C. Machado Pérez
b) Manuel González Vernetta, que contrajo matrimonio con Eulalia Machado y del Hoyo-Solórzano.
c) Dolores González Vernetta, que casó con Félix Navarro Nieto.
d) Rafael González Vernetta, que casó con Pilar Romero de Béthencourt.
d) María Teresa González Vernetta, que contrajo nupcias con Alberto Beautell Horn.

                                                                                                                        CONTINUARÁ

Todos con descendencia. 

FUENTES
- Archivo diocesano de la diocesis de Canarias. Libros sacramentales.
- Archivo Histórico Provincial de Las Palmas. 
- Rodríguez Díaz de Quintana, M.  Familias González, Suárez, Hernández y Guerra de Arucas, 3 tomos. Archivo El Museo Canario.