sábado, 11 de agosto de 2012

APELLIDOS GENOVESES EN CANARIAS, UNAS NOTAS

EUGENIO EGEA MOLINA
orcid.org/0000-0002-9433-6298

 APELLIDOS: 
Calderín, Fiesco, Ponte, Riverol, Amoreto, Azuaje, Cerezo, Palomares, Grimaldi-Rizo, Salvago, Arnao, Viña, Sopranis/Soberanis, Casañas, Franchi/Franquis, Spinola, Cairasco, Viñol, Lercaro, Justiniani, Poggio.


República de Génova
Las islas Canarias después de su conquista por los castellanos y, posteriormente, en su repoblación se convirtió en un crisol de indígenas de orígen bereber, además de oleadas de personas procedentes de diferentes lugares: España, Portugal, Normandía, Génova y Flandes (en otro lugar, ya dedicamos un espacio a las familias flamencas), así como de aquellos que se trajeron obligados e ignominiosamente fueron convertidos en esclavos: subsaharianos y berberiscos.

Estos contingentes, configuraron principalmente los primeros habitantes de estas islas tras su conquista
Fábrica de azúcar S. Pedro. Arucas
En el siglo XV, los genoveses constituyeron la colonia extranjera más numerosa en Andalucía, primordialmente avecindados en las ciudades de Sevilla y de Cádiz, desde donde controlaban el tráfico marítimo y el comercio; ampliado desde el mar mediterráneo al océano atlántico.
En sus primeras incursiones a las islas Canarias buscan tintes, especias y esclavos; aprovechando el inicio de las conquista de las islas realengas (Tenerife, La Palma y Gran Canaria) para participar como financiadores.

Así, a finales del siglo XV, recién tomadas las islas realengas, puede localizarse una verdadera colonia genovesa en Canarias. Aquí se asientan y participan como beneficiarios en los repartimientos de tierras y aguas, constituyendo una población ricos hacendados, cultivadores de tierras, productores y comercializadores de azúcar (“oro blanco”); asimismo, van a controlar el escaso dinero que en ese momento había en las islas como comerciantes, armadores y prestamistas.
En el archipiélago, fueron sus primeros comerciantes, junto con los portugueses.
De manera ilustrativa, fue tan importante esta colonia que una calle de la zona de Triana, en la actual ciudad de Las Palmas de Gran Canaria se llamó de los genoveses (actual calle Travieso).
Emplazamos, a quien quiera ampliar más sobre este tema, a los artículos de DE LA ROSA OLIVERA (1966 y 1972) y LOBO CABRERA (1991), reseñados abajo en las fuentes.
Por nuestra parte, no hay intención de exhaustividad; únicamente el dar unas pinceladas y esbozar sobre los primeros que arribaron por aquí; refiriéndonos a sus apellidos de los que la mayoría perviven entre nosotros y otros, aunque no se lleven, se encuentran en los genes de muchos canarios actuales.
A continuación, sin extendernos en la introducción, pasamos a enumerar algunos de estos apellidos con los ascendientes en Canarias:

CALDERÍN
La familia Calderina, en Canarias se transforma en Calderín; proviene de la nobleza de la república genovesa.
Al poco de la conquista de Gran Canaria, Teodoro Calderín, natural de la citada república, se instaló en su capital.
Hijo del también genovés Francisco Calderín y de Beatriz Anaya Suárez de la Mota, contrajo matrimonio con Leonor Tamariz, natural de Carmona, vecina de Canarias desde 1490, donde viene con su tío arcediano de Tenerife, Antón Martínez Calvo de Tamariz.
Teodoro Calderín aparece vinculado principalmente con el comercio de azúcar con Cádiz y Amberes.
Su posteridad se asoció a familias como Suárez Tello, Balboa, Amoreto, del Castillo, Bandama, Bravo de Laguna…

FIESCO
Apellido castellanizado, cuyo origen genovés era el de Fieschi.

En el primer tercio del siglo XVI, llegó a Gran Canaria el médico Juan Fiesco Anfax (Anfons o Anfosi) y, sobre 1530, pasó a Tenerife donde fijó su residencia. Fueron sus padres Antón Anfons y Luisa Ghirardi, nacidos en Saboya y vecinos de Niza.
En La Laguna, Juan Fiesco enlazó con Olaya Fonte del Castillo, hija del regidor de Tenerife Antón Fonte Puigrodont, natural de Barcelona, y de Marina González del Castillo, nacida en Gran Canaria y descendiente de los conquistadores y fundadores de Telde: Hernán y, su hijo, Cristóbal del Castillo.
En la isla de Tenerife enlazaron con importantes familias, como los también genoveses Sopranis o Soberanis, Machado, Bethencourt, Cabrera, Balboa, etc.

Por su parte, otro médico oriundo de la repúblia ligur, Alonso Fiesco, hijo de otro Alonso Fiesco y Beatriz Rodríguez, vecinos de Cádiz. Aparentemente, sin relación familiar cercana con el Dr. Juan Fiesco, este se asentó en Gran Canaria, donde dejó sucesión inicialmente asentada en el norte de la isla.
POST SCRIPTUM: Más sobre los Fiescos, pulsando aquí.

Grabado de Adeje y Casa Fuerte
PONTE
El apellido en las islas se debe al patricio genovés Cristóbal de Ponte, hijo de Juan Esteban de Ponte, de su misma naturaleza.
Cristóbal de Ponte se avecindó en Tenerife sobre 1500, aunque previamente había hecho algunos viajes por las islas. Fue uno de los principales financiadores de la conquista, prestando grandes sumas de dinero a los Reyes Católicos. Por ello, en los repartimientos fue favorecido con tierras y agua en Tenerife (1554), entre estas en la zona de Adeje.
En 1503, casó con Ana Vergara, hija de García de Vergara y María Hernández vecinos de Sevilla; y hermana de Pedro Vergara, conquistador y regidor del cabildo de Tenerife.
De este matrimonio, Cristóbal de Ponte y Ana Vergara, son descendientes los marqueses de Adeje, del Palmar y de la Quinta Roja; asimismo, han dado ilustres personajes que han desempeñado importantes cargos en las milicias, regidores, gobernadores, corregidores y alcaldes.

RIBEROL/RIVEROL
De la noble familia genovesa Riverol o Rivarola que remonta su filiación hasta Guillerma de Rossi, señor de Rivarola en Parma, muerto en 1089 y fundador del castillo de Rivarola, que dió el apellido a sus descendientes.
El personaje al que se debe la presencia de esta familia, así como de otras muchas genovesas, fue Francisco Riverol, senador, oficial de la moneda y consejero de la República de Génova. Se trasladó a Sevilla y luego a Canarias. Amigo de Cristóbal Colón, con el que participó en la financiación de su cuarto viaje a América.
Francisco se vinculó estrechamente en las conquistas de Gran Canaria, La Palma y Tenerife, de una u otra manera: financiando con dinero, enviando hombres y pertrechos a su costa, armando navíos... Por otro lado, se le considera como promotor de los ingenios de azucareros en Canarias, además compra tierras, cultiva la caña y comercializa el azúcar.
Francisco no dejó descendencia en las islas, su única hija fue Marixtina Riverol que quedó por Andalucía.
Primo de Francisco Riverol, fue Bautista Riverol (Giovanni Battista Rivarola) tronco de la familia en las islas, natural de Génova donde pudo nacer aproximadamente en 1452, se avecindó primero en Sevilla, alrededor de 1524. A poco de la conquista de Gran Canaria, se instaló en la isla, quedando constancia desde 1488. Fue hijo de Giacomo Rivarolo y de Bertina Goano.
El mencionado Bautista, casó en la ciudad hispalense con Francisca Quijada Lugo, hija de los sevillanos Juan Lugo (familiar del adelantado Alonso Fernández de Lugo) e Inés Quijada.
Al matrimonio se les localizó con importantes propiedades en Las Palmas (Gran Canaria) y Gáldar-Guía.
Con posterioridad, el apellido también tomó las formas de Riverón y Reverón.

AMORETO/AZUAJE
Ambos apellidos arribaron en Canarias, en el siglo XVI, de la mano del matrimonio formado por Juan Bautista Amoreto, conde de Amoreto y apellido genovés, y su legítima esposa Blanca Rapallo Soaggi. Este último apellido, Soaggi, se castellanizó como Azuaje.
Barranco de Azuaje
La condesa era hija del senador genovés Alejandro de Rapallo y, de su cónyuge, Peregrina Soaggi. Contrajo matrimonio con el noble, de origen saboyano, Juan Bautista de Amoreto, conde de Amoreto, que fue capitán de galeras, donde prestó grandes e importantes servicios al ducado de Saboya y a los reyes de España. 
Juan Bautista fue hijo del conde Lázaro de Amoreto y de, su mujer, María.
A finales de 1500, debido a las revueltas políticas, ambos se instalaron en Gran Canaria. En la isla tuvieron extensas posesiones de tierras y agua, además de ingenios de cañas de azúcar. Por estas importantes propiedades, muchas toponimias toman como referencia sus apellidos, el más conocido, barranco de Azuaje (este lo toma de su posible deudo Damián de Azuaje que tuvo un ingenio en el lugar).
Su descendencia se fundió con las familias más importantes y poderosas de las islas, convertidas en tronco de las familias Manrique de Lara y del Castillo.

CEREZO/PALOMAR-ES
El mercader Antón Cerezo, trae el apellido a las islas al avecindarse en Agaete (Gran Canaria), al comprar-heredar las propiedades obtenidas en los repartos por el que sería el primer adelantado Alonso Fernández de Lugo. Además, adquirió Guayedra al indígena Fernán Sánchez Ventidagua.
Cerezo se trata de una deformación castellana del apellido italiano Celesia/Ceresa.
Volviendo a Antón Cerezo, este contrajo nupcias con Sancha Díaz de Zurita, hija del conquistador Diego de Zurita e Inés Díaz. Ambos, Antón y Sancha, se convierten en fundadores de Agaete. El matrimonio compró el valioso tríptico flamenco de la ermita del Puerto de las Nieves, donde aparecen representados el matrimonio con un hijo.
Hermano de este Antón, fue Francisco Palomar o Palomares, personaje rocambolesco y, que ejerció de mercader. Afincado en Valencia, mantuvo importantes tratos con Fernández de Lugo. La necesidad de dinero del último para llevar a cabo sus conquistas en Tenerife y La Palma, hizo que vendiera a Palomar su heredamiento de Agaete (1494). 
Con el tiempo, perseguido por la justicia,  retornó a Valencia, vendió y convirtió en heredero de las propiedades en la isla a su hermano Antón Cerezo. En el lugar, se plantaron viñas y se levantó un ingenio azucarero y, se fomentó, desde el Puerto de las Nieves un constante tráfico con los mercados europeos.
Por su parte, el apellido Palomar/Palomares deriva del original Palmaro/Palmaria.
Pantaleón Palomar, un sobrino de Antón Cerezo y posible hijo natural de Francisco Palomar, se instaló en la zona de Gáldar (1497-1524). Su descendencia se va a vincular con la familia Semidán o guanartemes: su hija Antonia Palomares Cerezo matrimonió con Luis de Vega Guanarteme, hijo del conquistador Pedro de Vega, conocido por el rey y, Catalina Fernández Guanarteme, hija de Tenesor Semidán (Fernando Guanarteme).

GRIMALDI-RIZO
La familia Grimaldi se remonta al siglo X, siendo convertida una de sus ramas en príncipes herederos europeos. Esta casa ha estado vinculada, desde muchas generaciones atrás, con la de Rizo, también de destacado origen.
El patricio Domenigo Grimaldi Rizo (Domenico Rizo Grimaldo) fue poblador temprano de la isla de Tenerife, al poco de ser conquistada la isla. Nombrado regidor de su cabildo en 1530.
Tuvo como única sucesora a Magdalena Grimaldi-Rizo, casada con Diego Benítez de Lugo.
Ingenio de azúcar
Este apellido, con el tiempo, quedó refundido en el de Benítez de Lugo, aliándose además con las importantes familias Cabrera, Westerling, Llarena, San Martín, Ponte, Calderón, de las Cuevas, Olivares.

VIÑA
La Casa Vigna o Bigna castellanizada como Viña, se fundió en Canarias con la de Benítez de Lugo. Perteneció al patriciado genovés donde se agregó al albergo Negrón, Negroni o Negrona.
Matei Vigna, naturalizado como Mateo Viña, en 1491 se encontraba residiendo en el Puerto de Santa María (Cádiz). Pasó primero a Gran Canaria y, en 1494, participa en la financiación para la conquista de Tenerife. En 1500, se avecinda en esta isla, donde recibió en compensación, por parte del adelantado Alonso Fernández de Lugo, numerosos repartimientos en tierras. En la localidad de Garachico poseyó un ingenio de azúcar. Asimismo, ocupó el cargo de regidor del cabildo de Tenerife (1500).
Mateo Viña se casó con la andaluza Catalina Gallegos, entroncando su descendencia con los Vergara, Cabrera, Perdomo... Primeramente, tomó la forma Viña de Vergara, hasta fundirse con la Casa Benítez de Lugo convirtiéndose en Lugo-Viña.

SALVAGO y ARNAO
Algunas de sus ramas pasaron a Andalucía en el siglo XV, parece ser que llegaron a Gran Canaria para cobrar una herencia de su deudor el mercader Lorenzo López (lRodríguez Díaz de Quintana, M. según un documento visto en el archivo de Acialcázar).
El genovés Juan Bautista Salvago, hijo de Jácome Salgado y María Spinola, esposado con Leonor Arnao, de su misma naturaleza; constituyen la rama canaria de su familia.
Juan Bautista aparece en 1517 como copropietario de un ingenio de azúcar en Moya. En el año 1533, él y su mujer, como pobladores, reciben importantes datas en tierras y agua.
Este apellido en Canarias se diluye y desaparece en Canarias en el siglo XVIII; una rama se funde con los Cairasco, Figueroa y del Castillo, ascendientes de los condes de la Vega Grande de Guadalupe.
Por parte de Leonor Arnao, cónyuge de Juan Bautista Salvago, sus padres Antonio Arnao y María Arnao aparecen como de los primeros pobladores del entonces Real de Las Palmas pertenecientes a la colonia genovesa. Así, Antonio Arnao aparece como estante en Gran Canaria desde 1509, aunque desde dos años antes se encuentra en la isla.

SOPRANIS
Una de las más preeminentes familias de la nobleza de la república ligur, cuyo apellido original era el de Cibo de Sopranis que en las islas quedó como Sopranis o Soberanis. Primeramente, estuvieron avecindados en Sevilla dedicados al comercio y las finanzas.
Jacome Cibo de Sopranis, tuvo varias incursiones Canarias y fue de los primeros pobladores de Gran Canaria. Poseyó ricas tierras de cultivo de cañas de azúcar en Gran Canaria y bienes, tierras y agua en Tenerife. Jacome, hijo del patricio Rafael Cibo de Sopranis y Marieta An´Doria, casó con Margarita de la Scagglia. La descendencia en las islas se deben a sus hijos Felipe (fundador de la Casa en Canarias) y Esteban Cibo de Sopranis (por su hijo, Juan Sopranis de la Haya establecido en Tenerife, casado allí con María Fiesco Cabrera).
Los Sopranis ostentaron los más altos cargos administrativos, honoríficos, clericales y militares; fusionados en la Casa Manrique de Lara y emparentada con las poderosas familias Del Castillo, Inglés, Fonte, Cabrera, Bethencourt, Fiesco, Dutari, Porlier...

CASAÑAS
Del italiano Da Cassanna.
El capitán Luis Casañas fue el primero de esta Casa que estuvo por Canarias, allá por el siglo XV.
Este Luis Casañas, fue reclutado por Guillén Peraza, señor de la Gomera y El Hierro, al que acompañó en 1447 en la conquista fallida de la isla de La Palma, donde falleció Hernán Peraza. 
Años más tarde (1467), aparece en Tenerife como testigo firmando las paces entre Diego de Herrera y los menceyes guanches (monarcas). Acompañó a Juan Rejón, dos años después, en un fallido intento para solicitar auxilio.
Desde el siglo XV, los Casañas aparecen vinculados a la isla de el Hierro, donde fueron beneficiarios en el reparto de tierras. Así, Inés Casañas, nacida aproximadamente por 1430, casó con Luis González Martel Tapia, al parecer descendiente, según la tradición, por línea materna, de Ossinisa, último rey bimbache (aborígenes de El Hierro). La descendencia herreña llegó a ocupar importantes cargos: alcalde mayor, síndico personero, arcediano… De esta isla, una rama se estableció en Tenerife.

FRANCHI
Juan Franchi y Francisca Luzardo, se asentaron primeramente en Fuerteventura, antes que hubiera una colonia genovesa en las islas, donde Guillén de las Casas lo nombró gobernador de la isla. 
A poco de la conquista de Tenerife, Antonio de Franchi fue uno de los fundadores y repobladores de La Orotava, matrimoniando con Inés López Doya, hija del conquistador Frei Lope Doya Gallegos y María López de Bobadilla. Ambos se convirtieron en el tronco de la familia Franchi en Tenerife.
El apellido durante varias generaciones se va a mantener como Franchi-Luzardo.
Cañas de azúcar
Asimismo en Gran Canaria, aparece Nicoloso Franchi (Nicolao de Franquiz), hijo del senador ligur Francisco Franchi y de Margarita Valdetazo Rapallo, quien casó en Telde (1589) con Catalina Suárez Tello, hija de Juan Suárez Tello, regidor y maestre de campo que se destacó en la defensa contra las invasiones de Drake y Van der Does, y Francisca Fernández Muñiz.
Emparentan con las familias Bethencourt, formando la rama Bethencourt-Franchi, Falcón, Westerling...
También ha tomado como variante la de Franquis.

SPINOLA
El genovés Rafael Spínola se asentó en la isla de La Palma a poco de su conquista (finales del siglo XV o principios del XVI), siendo alcaide de sus fortalezas en 1516; contrayendo nupcias con Catalina Gutiérrez de Lugo, hija Bartolomé Benítez de Lugo, conquistador de Tenerife, y de Mencía Sánchez de la Cuerda.
Este matrimonio es ascendiente de las casas Machado, Román, Salazar, Massieu, Pacheco-Solís, Pestana, Jaques y Sotomayor, entre otras.

CAIRASCO
Este apellido va a tener sucesión con Mateo Cairasco, originario de Niza pero con vinculaciones a Génova, que desde joven, aproximadamente sobre 1520, se instala en Gran Canaria, reclamado por su tío Constatin Cairasco, llegado a finales del siglo XV, para llevar sus negocios vinculados al sector azucarero.
Mateo casó con María Figueroa, hija del ligur Bartolomé Fontana y Constanza Núñez de Figueroa, destacando entre su descendencia el canónigo e ilustre polígrafo Bartolomé Cairasco de Figueroa.
Mateo Cairasco fue regidor de Gran Canaria desde 1529 hasta su fallecimiento en 1578.
Los Cairasco emparentan con los apellidos genoveses Cerezo/Palomar, Salvago, Sopranis y con los castellanos Del Castillo, del Castillo-Olivares y Maldonado, entre otros.

VIÑOL
Antonio Viñol (Vignolo), se constata en 1523 como vecino de Gran Canaria, casado con la también genovesa Blanca Grillo.
Emparentan con las casas Vergara, Coronado, Quesada, Quintana, Bethencourt, Franchi, del Castillo-Olivares, Maldonado...

LERCARO
Casa Lercaro. La Laguna
En el año 1550, Ángel Lercaro, tronco de su familia en las islas, se residencia en Gran Canaria con sus padres y hermanos. Fue doctor en leyes y ocupó el cargo de teniente de gobernador de la isla; siendo poseedor de un ingenio de azúcar en Aguatona (Ingenio).
Hijo de Jerónimo Lercaro y Jorgetta Saoli, matrimonió con Leonor León, viuda del genovés Lázaro Mayuelo (Maggiolo), hija de Diego León y Ana Osorio Dumpiérrez, de los primeros pobladores
de Telde.
Su hijo Francisco Lercaro, también doctor en Leyes y teniente de gobernador en Tenerife, con Catalina Justiniani dejan una notable descendencia en esta isla, debiéndose la construcción de la Casa Palacio Lercaro en La Laguna (ciudad, Patrimonio de la Humanidad).

JUSTINIANI/O
Apellido que se instauró por dos ramas a poco de la conquista de Tenerife: una, formada por Bernardino Justiniani el viejo, hijo de Fabio Justiniani, y su esposa Juana Morales Martín, hija de Pedro Hernández y Juana Perdomo; otra formada, por Esteban Justiniani, hijo de Pablo Justiniani, quien se unió a Catalina Rodríguez.
Un hijo de Esteban Justiniani y una nieta de Bernardino Justiniani: Francisco Justiniani y Argenta Justiniani, vinculan ambas ramas.
Desde 1593, a partir del matrimonio de Francisco Lercaro León y Catalina Justiniani Justiniani se anexan ambos apellidos en la forma Lercaro-Justiniani.
Aliándose con las familias Westerling, Urtusaústegui, Herrera-Leiva, Ascanio...

COLOMBO
Se asentó en Gran Canaria, a mediados del siglo XVI, con el mercader Ambrosio Colombo que fundó familia con Margarita Alonso (o Asencio). Al tiempo, pasaron a residir en La Laguna (Tenerife), integrándose en la nobleza por las alianzas que contrajo, asi como el desempeño de los cargos de más relevancia.
En Gran Canaria, también siguió una rama con Clara Colombo, hija de Ambrosio y Margarita, que casó con el boticario Mateo Alarcón, continuando su sucesión con la familia Arencibia, asentada en la villa de Teror.


POGGIO (pinchar aquí)
Apellido originario de Génova, instaurado en la isla de la Palma con posterioridad, en el siglo XVII. 

FUENTES
- ARCHIVO DIOCESANO DE CANARIAS: Libros sacramentales, expedientes matrimoniales e índices de protocolos notariales.
- ARCHIVO PARROQUIAL DE GÁLDAR: Libros sacramentales.
- ARCHIVO PARROQUIAL DE GUÍA. Libros sacramentales.
- CEBRIÁN LATASA, J.A. (2003) Ensayo para un Diccionario de Conquistadores de Canarias
- DE LA ROSA OLIVERA, F. La varia fortuna de los Rivarola. Anuario de Estudios Atlánticos nº 12 (1966)
- DE LA ROSA OLIVERA, L. Francisco Riberol en Canarias. Anuario de Estudios Atlánticos nº 18 (1972)
- DÍAZ FRÍAS, N. (2003) Genealogías del Municipio de Adeje (s. XVI-XX)
- FERNÁNDEZ BETHENCOURT, F. Nobiliario de Canarias (edic. RÉGULO, J. 1952)
- LOBO CABRERA, M. (1985) Los mercaderes italianos y el comercio azucarero. Extracto de “Aspetti de la vita economica mediavale”.
- LOBO CABRERA, M. Los primeros pobladores de Las Palmas de Gran Canaria. Anuario de Estudios Atlánticos nº 37 (1991) p.17 y ss. 01/04/2011.
- MARRERO MARRERO, J. Genealogías. Museo Canario.
- RAMOS, A. (1792) Descripción genealógica de las Casas de Mesa y Ponte.
- SANCHO DE SOPRANIS, H. Los Sopranis de Canarias. Revista de Historia de Canarias, año 1951.
- SUAREZ QUINTANA, J (1753) Relación Genealógica (edic. de GONZÁLEZ-SOSA, P. 2006).


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