lunes, 24 de julio de 2023

LAS LONGUERAS, HEREDAD DE D. AGUSTÍN MANRIQUE DE LARA

JUAN M. RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ

Antecedentes

Es frecuente que un aficionado a la Historia de Canarias, que considere todas sus vertientes, se interese por lugares emblemáticos que un día fue casa de retiro de familias de cierto rango noble en nuestras islas y en concreto Gran Canaria, a cualquier visitante sensible a la historia y la genealogía no puede sustraerse a estos conjuntos arquitectónicos todavía conservados en lo que se refiere a sus elementos más genuinos. Una estancia en estos centros reconvertidos en Casas Rurales, que mejor consideraríamos de retiro y descanso, alejadas  de los polos turísticos convencionales por excelencia en nuestra isla de Gran Canaria que cuenta con lujosos  hoteles frente a doradas playas y límpidos mares azules que, desde luego, representó y representa el motor de nuestra economía (Riedel, U. 1972), si bien aquellos descritos como alojamientos de tipo rural, que todavía representa una ínfima parte de esta industria,  van ganando terreno por ofrecer quizás otra clase distinta en la concepción del servicio y formar parte de lo que ahora se ha dado por llamar “turismo sostenible” que cada año cuenta con mayor demanda, sobre todo en cierto sector del turismo europeo que eligen el senderismo y la curiosidad por la biodiversidad de cada país o región con el   fervor de visitantes que sufre duros  inviernos en sus países de remisión, y que atañen  no solo a una percepción cívica sino al intercambio cultural, y que beneficia de manera ostensible a los sectores agrícola e industrial de la isla. Realmente se trataba de restablecer los esquemas del alojamiento del incipiente turismo que recalaba a las islas desde las postrimerías del siglo XIX,  con el arribo de visitantes ingleses, franceses y alemanes en su mayoría, que se instalaban en casas de campo o en aquellos escasos alojamientos de pensión que existían en Canarias y que buena parte de ellos fueron creados y explotados por estos foráneos ya establecidos que con la visión y la perspectivas del  crecimiento de estas visitas  se restauran antiguos caserones como establecimientos de estas características (González Lemus N. y Miranda Bejarano, P.G. 2002), o en su caso se construyen hotelitos  en distintos puntos de nuestra geografía insular, dedicados esencialmente a acoger  a estos europeos septentrionales que venían buscando la bondad del clima y los pintorescos paisajes solo modificados por una agricultura conservacionista y de primor, habría que añadir también a aquellos que acudían a las islas con misionesde exploración y/o científica de los que existe amplia documentación (Herrera Piqué, A. 1987)

LOS ANCHIETA, DE LA LÍNEA MENOR, A TRAVÉS DE SEBASTIANA DE ANCHIETA, EN VENEZUELA

LUISA HENRÍQUEZ GUERRA

   Juan de Anchieta (1462-1523)
Hoy les escribo sobre otra de las familias de mi madre. Ustedes, como siempre, preguntarán por qué sólo escribo sobre las familias de ella. Pues recordarles que mi familia paterna, la de mi abuelo Salomón Daniel Henríquez Besson, aunque era nacido en Maracaibo, su padre era de Curaçao isla de las Antillas Holandesas y su madre era de Bastía, población de la isla de Córcega, Francia y su esposa, mi abuela Amelia Ángela Amado Rincón, también de la misma ciudad, su origen debe ser, en su mayoría, de españoles peninsulares por los apellidos que le preceden. Con ella, con sus ancestros, no se puede llegar mucho más atrás del año de 1720 porque los libros de la ciudad de Maracaibo se perdieron por múltiples causas.

Al comenzar a investigar a mis familias maternas en el año 2021, sobre todo a los Hernández, me conseguí que uno de mis ancestros, Phelipe Hernández González se casó en 1788 en Caracas con María Andrea de la Luz González Ancheta, y comencé también a investigar la familia de ella, llegando hasta su abuelo Diego Afonso Ancheta que, llegado desde La Matanza de Acentejo de Tenerife, se casó en 1735 en Caracas con otra muchacha de origen canario llamada Ylaria Francisca Rodríguez del Pino. En el acta de matrimonio dan los datos de los padres de Diego y, teniendo sus nombres, me puse a investigar sobre ellos.