viernes, 21 de diciembre de 2018

NOVEDAD EDITORIAL

DESCENDENCIA DE PEDRO I EL CRUEL EN LA PALMA

"A partir de la “Descendencia de Pedro I, el Cruel, en La Palma: sangre real en Las Breñas”, miles de genealogías – principalmente, en Canarias y América- se podrán engarzar y acercar a sus antepasados. Sin vanidad, muchos son los que podrán afirmar empíricamente: “nos venimos de reyes” (sin olvidar la otra cara, “reyes vienen de plebeyos”).
Nos encontramos ante una oferta sugerente, realizada durante tres años de intensa exploración, sin más recursos que los de sus artífices. Doble mérito a destacar.
Esta monografía nos llega con frescura y un punto riguroso de estudio. Nos ofrece sin complejos una genealogía para todos, encuadrada dentro de lo que sería la democratización genealógica, llevada más allá de los personajes que se han venido considerando relevantes y la accesibilidad de la ciudadanía".
Autores:
Francisco Javier Martín Pérez 
Ángel Luis Pérez González
Pedro Javier Castañeda García 

Cartas Diferentes Ediciones

lunes, 10 de diciembre de 2018

UNA INSÓLITA PRESENCIA CHINA EN TENERIFE EN EL SIGLO XIX

MOISÉS RAYA PÉREZ
Ponencia presentada en el V Encuentro de Genealogía Gran Canaria, 
organizado por Genealogías Canarias, celebrado en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, el 13 de noviembre de 2018.

«Serendipia». La RAE define la serendipia como hallazgo valioso que se produce de manera accidental o casual. La «genealogía» y la «historia local» se basan reiterativamente en la serendipia, pero no nos podemos quedar sólo en ella, habrá que darle el valor preciso al hallazgo y con muchas dosis de curiosidad seguir ahondando en dicho descubrimiento.
Esta exposición tiene su germen en ella, aunque no nos quedaremos en la superficie porque éste es un «trabajo de chinos», no sólo como frase alegórica sino también, y principalmente, como una frase literal…«un trabajo de y sobre chinos».
A lo largo de varios siglos y con tantas actas acumuladas en los libros de las distintas parroquias canarias, de vez en cuando, aparecen procedencias muy lejanas y curiosas que, para la época, resultan muy extrañas y exóticas. Por ejemplo, podemos encontrar en San Sebastián de la Gomera a Antonio Bernardino Nicolás, turco de Alejandría y de padres infieles que se casó a finales del siglo XVII. En el Puerto de la Orotava (actual Puerto de la Cruz) podemos encontrar matrimonios de berberiscos en la primera mitad del s. XVIII, o también al arábigo Joseph de San Pedro y a Joseph Gabriel Adam, natural de la India Oriental, casados a mediados del mismo siglo. El intercambio cultural por sus importantes conexiones marítimas es obvio y previsible, pero no deja de resultar curioso por el exotismo de dichos personajes.
Más cercano en el tiempo, pero con el mismo exotismo de su naturaleza, nos llama la atención la presencia de un grupo de personas de un país muy lejano y con unas costumbres totalmente diferentes a las nuestras. Gracias al bautismo o el matrimonio de algunos de ellos conocemos la presencia de varios ciudadanos del tardío impero chino que terminaron por recalar en estos casos en la isla de Tenerife.
Actualmente debido, entre otras cosas, a la globalización del mundo, la cercanía en tiempo y facilidades de los viajes desde el llamado Lejano Oriente, la presencia de ciudadanos chinos y demás países del continente asiático es algo habitual en nuestros pueblos y ciudades canarias. Pero si echamos hacia atrás el tiempo un siglo y medio, la presencia de algunos de estos exóticos ciudadanos no pasaría desapercibido para los lugareños. Ellos traían bajo esa peculiar mirada, un mundo de costumbres, de remedios para enfermedades y un largo etcétera que a ojos de los canarios de la época resultaban tan extraños que en ocasiones les parecería que rozaban el mundo esotérico o de la magia, además de rivalizar con las peculiares costumbres de los «curanderos» canarios.
En un trabajo anterior de la persona que les habla (1), daba cuenta del exótico enterrador del cementerio de San Juan de la ciudad tinerfeña de San Cristóbal de La Laguna, Hermenegildo, conocido con apodos como «Chao Chao palanqueta» o «Tío Meregildo». Para los que no conozcan la curiosa vida de dicho Hermenegildo Andrés de Candelaria resumimos que fue un chino que pasó por América, se bautizó en 1872 en la parroquia de Santa Ana del municipio de Candelaria, de su padrino cogió su segundo nombre que terminaría por convertirse en apellido y se le añadió el de dicho pueblo. En 1876 es contratado como sepulturero del cementerio lagunero, en el que durará 20 años. Con María Dolores Expósito tuvo dos hijos naturales, de los que sobrevivió sólo María Candelaria. En 1898 fallece en el Hospital de Dolores de la ciudad de La Laguna. El rastro que quedaba de su hija desaparece tras su divorcio en 1934.

miércoles, 5 de diciembre de 2018

TRAS LA HUELLA DE ROQUE HIDALGO LÓPEZ, UN COMERCIANTE DEL SIGLO XIX

EDUARDO REGUERA CASTELLANO
 Ponencia presentada en el V Encuentro de Genealogía Gran Canaria, 
organizado por Genealogías Canarias, celebrado en la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canaria, el 14 de noviembre de 2018.


Hace años, curioseando en los estantes de una de esas librerías donde terminan los libros que ya nadie quiere, encontré un antiguo cuaderno manuscrito que presentaba la siguiente anotación en la cubierta:

“Islas. Empezó en Febrero 16 1888. Terminó en Abril de 1890”.

Roque Hidalgo López
Le pregunté a la librera si conocía su procedencia. Lo único que pudo decirme es que había venido en una caja anónima junto a otros libros. Tras examinarlo descubrí que lo que tenía ante mí era un viejo copiador de cartas que se desahacía con solo mirarlo. Lo abrí con mucho cuidado y la que en otro tiempo había sido una preciosa caligrafía, se había tornado con el paso de los años en un grueso trazo aparentemente ilegible, debido a la oxidación de la tinta. Aún así pude leer algunas palabras sueltas, fechas, y una firma, la de un hombre llamado Roque Hidalgo. Un completo desconocido para mí en ese momento. No voy a contarles cuánto pedían por el cuaderno, pero el precio era desorbitado y lo dejé donde estaba.

Paso el tiempo, y unos meses después volví a aquella librería. Mientras echaba un vistazo a la sección de libros antiguos, recordé aquel cuaderno manuscrito y decidí buscarlo en los estantes. Apareció debajo de una montaña de revistas viejas y libretas escolares, más deshecho que antes, debido seguramente a la cantidad de manos que lo habrían manipulado sin cuidado alguno durante todo ese tiempo. Pasé un rato ojeándolo y me pregunté si valía cada céntimo de lo que pedían. Sin duda era un interesantísimo documento, ¿pero cuánta información podía recuperarse? Recuerdo que me acerqué a la librera y le hice una oferta razonable. En un principio se negó, pero la convencí alegando que estaba muy deteriorado y que si seguían pasando manos por él acabarían de destrozarlo y entonces ya nadie lo querría. Salí de la librería con la cartera vacía y el cuaderno bajo el brazo. Acababa de rescatar, sin saberlo, un pedazo de historia, escrita de puño y letra por uno de los comerciantes más importantes de Las Palmas en la segunda mitad del siglo XIX.

El cuaderno estaba en muy mal estado. Recuerdo que de camino a casa me senté en un banco y lo abrí, con tan mala suerte que se levantó una ráfaga de viento y vi como volaban algunos pedazos. Intrigado por saber qué decían aquellas cartas y quién era el que las firmaba, decidí fotografiar las 500 hojas del cuaderno para poder trabajar con ellas en la pantalla de un ordenador, y guardar el delicado original en un caja de archivo. Con el original digitalizado dediqué meses a su transcripción, consiguiendo desvelar el contenido de más de 400 cartas. Cuando terminé de transcribir comencé a buscar al comerciante en archivos y hemerotecas. A continuación, el fruto de mi investigación. Acompañaremos a Roque Hidalgo de la cuna hasta la tumba.
Ermita de San Roque.FEDAC. Autor: Ulises Parada
D. Roque Hidalgo López nace en Las Palmas el 26 de diciembre de 1851. Su madre se llama Catalina S. López Morales, y su padre Juan Antonio Hidalgo Rodriguez. Ambos proceden de Agüimes y fijan su domicilio en el número 18 de la calle de San Roque, luego Granados, hoy Ramón y Cajal. En junio de ese año, cuando Catalina cuenta con apenas tres meses de embarazo, se declara la epidema de cólera morbo que causará miles de muertos. Catalina y Juan Antonio escapan al contagio y el niño nace sano y salvo. Es bautizado el 1 de enero de 1852 en la parroquia matriz de San Agustín. Le llaman Roque en honor del Santo porque nace muy cerca de una ermita erigida en honor del santo peregrino. 


En 1852, cuando Roque tiene poco más de un año, es promulgada la Ley de Puertos Francos de Canarias por el ministro Juan Bravo Murillo. Esta Ley se componía de un conjunto de medidas económicas que supuso la liberalización de la entrada y salida de mercancías del archipiélago canario, provocando un enorme crecimiento de la economía de las islas. El puerto aprovechará su situación como punto de escala obligada en la navegación de barcos europeos hacia las colonias africanas y hacia los mercados latinoamericanos, generándose al amparo del puerto numerosos negocios y actividades económicas que dan lugar a la formación de grandes fortunas. Su padre, Juan Antonio Hidalgo, es uno de los que aprovechará estas circunstancias para montar una tienda de ultramarinos en la calle de Remedios núm. 2, esquina con San Pedro.

UN LUSTRO DE ENCUENTROS GENEALÓGICOS EN GRAN CANARIA


En 2013 Genealogías Canarias nos lanzamos  a organizar un encuentro anual de tres días para compartir investigaciones e información sobre genealogía y ciencias afines. A lo largo de estos cinco años hemos contado con biólogos genetistas, historiadores, archiveros, psicólogos, antropólogos, periodistas, arqueólogos, editores, genealogistas e investigadores. Treinta y una ponencias aglutinadoras de temas tan interesantes como el ADN o la huella de los antepasados en el ADN, las asociaciones pías, la población judía en el siglo XVI, los oficios, la toponimia, psicología y genealogía, identidades canarias que cruzan fronteras, personajes sociales y apellidos de Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura, La Palma y Gran Canaria, asentamiento de los portugueses, Genealogía y Heráldica, prisioneros franceses en Gran Canaria y La Palma en el siglo XIX, perpetuación de la memoria social de los antiguos canarios durante más de cuarenta generaciones, etc., etc.
La genealogía es el pasado, presente y futuro de una persona que se une a otras por un vínculo familiar y que a lo largo del tiempo pierde dicha unión por falta de comunicación. Así, hoy en día los primos terceros apenas se conocen y estoy seguro que muchos de los que en un momento determinado trabajan juntos o tienen amistad, comparten muchas líneas familiares sin saberlo.
La genealogía en si no sería nada sin el complemento de otras ciencias como la historia, sociología, la antropología, la arqueología, la genética, la psicología, etc. Y eso es precisamente lo que intentamos en estos encuentros anuales, la aportación de distintos profesionales que den un enfoque multidisciplinar al proceso evolutivo de los antepasados de una persona.
Carmelo Pérez Rodríguez, cronista de S.B. Tirajana
Cuando nuestras investigaciones van enfocadas a la búsqueda de nuestros ancestros vamos  atravesando  distintas épocas donde las sociedades marcaban sus propias normas sociales y morales cambiando los intereses de las familias. Muchos de los grupos  sociales  hacían gala de sus patrimonios para lo que necesitaban buscar  nuevos signos de identidad que les diferenciara de los demás, signos que indudablemente solo encontrarían en la propiedad y no en la genealogía natural. Así los miembros de una familia casarían entre sí o firmarían consorcios maritales con otras familias más influyentes para subir en el escalafón social. En las familias sin propiedades o con escasos bienes la genealogía que nos encontramos no es de acumulación sino de supervivenciadescubriendo muchas migraciones hacia destinos que les proporcionaran una mejor vida. El conocimiento de lo que ocurría en esa época (plagas de langosta, nombramientos de regidores, etc.,) nos lleva a consultar otras ciencias para encontrar aquella información que la genealogía en sí no nos proporciona.
Las fuentes de documentación complementarias a los registros parroquiales como los protocolos notariales (testamentos, dotes, cartas de obligación, etc.) así como los expedientes de soltería, limpiezas de sangre, etc. Son imprescindibles en una investigación genealógica no solo por la cantidad de datos que aportan sobre la familia sino porque el escribano puede aludir a otros documentos que nos abre nuevas vías para el conocimiento de nuestros antepasados. Además nos va a ayudar a desenredar la compleja dificultad que tiene la genealogía descendente anterior al siglo XX que viene representada de manera caprichosa en un orden caótico de apellidos.
Los estudios de ADN nos van a ayudar a confirmar de manera científica las investigaciones que hemos realizado a través de los libros sacramentales teniendo
José Juan Pestana Brito, biólogo.
claro que el material genético heredado de nuestros padres se ha transmitido según ciertas reglas que incluyen imperfecciones en las réplicas, mutaciones que en definitiva se ha ido acumulando a lo largo de las generaciones y cuyas marcas han ido dejando constancia de nuestra procedencia.
Los canarios cuyos antepasados o parte de ellos, se remontan al período anterior a la conquista difícilmente podrán continuar su genealogía no solo por la irrupción de una nueva cultura ajena a la anterior que impone sus nombres y sus costumbres sino también por la carencia  de registros tal y como los entendemos hoy, sin embargo deseamos conocer cómo vivieron nuestros ancestros para lo cual la arqueología nos va a acercar cada día más a la memoria social que construyeron y que no tuvo continuidad en los descendientes actuales.
Xavi Velasco Velázquez recibiendo diploma de Eugenio Egea
Llevamos los canarios sangre de los distintos pueblos que en su día se instalaron en las Islas aportando distintas culturas y genes. Somos un pueblo formado por migrantes  y que con el tiempo hemos dado riendas a nuestros genes no teniendo miedo a emigrar a otros lugares por necesidad. La antropología nos va a ayudar a entender la integración y adaptación de nuestros antepasados recientes a las nuevas comunidades.
Hoy en día y gracias a la tecnología podemos llevar hasta aquellas personas interesadas, estén donde estén, toda la información que se trasmite dentro de una sala. A través de nuestro blog cada año convertimos en artículos cada una de las ponencias que los profesionales han traído a los Encuentros de Genealogía Gran Canaria. Somos conscientes del esfuerzo que han realizado preparando la ponencia, reorganizando el trabajo e incluso viajando para acudir a nuestra llamada. Ya estamos preparando el del próximo año y queremos compartirlo con todos porque sin ustedes nada de esto sería interesante. 
¡¡¡Muchas gracias!!!















lunes, 19 de noviembre de 2018

FOTOS DEL V ENCUENTRO DE GENEALOGÍA GRAN CANARIA

MARTES 13 NOVIEMBRE 2018

ACTO DE PRESENTACIÓN
de izda. a dcha.: Juan Gómez-Pamo Guerra del Rio (Centro de Estudios Genealógicos Marqués de Acialcálzar) Cristina López-Trejo Díaz (Genealogías Canarias), Miguel Rodríguez Díaz de Quintana y Luis García-Correa Gómez (Instituto Canario de Estudios Históricos Rey Fernando Guanarteme), Tomás Van de Walle Sotomayor (Real Sociedad Económica de Amigos del País de Gran Canarias-RSEAPGC), Eugenio Egea Molina (Genealogías Canarias) y Moisés Raya Pérez (Sociedad de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Canarias SEGEHECA).

Mesa coloquio: El ADN DEL DNI. 
De izda. a dcha.; Cristina López-Trejo Díaz, Miguel Rodríguez Díaz de Quintana, Javier Gil Pérez y Sebastián Quintana Galván (moderador).
Moisés Raya Pérez durante su intervención: Una insólita presencia china en Tenerife en el siglo XIX.
Luis García-Correa, Miguel Rodríguez, Cristina López-Trejo, Eugenio Egea, Javier Gil, Sebastián Quintana y Tomás Van de Walle.


MIÉRCOLES 14 NOVIEMBRE 2018
Eduardo Reguera Castellano en la exposición: Tras la huella de Roque Hidalgo López. Comerciante del siglo XIX.
Carmelo Pérez Rodríguez durante su conferencia: Archivos que salvan vidas.
Ponentes: Eduardo Reguera y Carmelo Pérez.


JUEVES 15 NOVIEMBRE 2018
Marcelo Rodríguez Fuertes, Tomás Van de Walle Sotomayor y Cristina López Díaz.
Marcelo Rodríguez habló sobre Los "afortunados" prisioneros franceses de La Palma.
F. Xavier Velasco Vázquez nos acercó a Ancestros, reliquias y genealogías. La construcción de memoria social entre los antiguos canarios.
Marcelo Rodríguez, F. Xavier Velasco y Cristina López-Trejo.
 Grupo de asistentes.


















lunes, 5 de noviembre de 2018

CHACOPINO: UN LINAJE CORSO EN CANARIAS

FRANCISCO JAVIER MARTÍN PÉREZ

En la actualidad, existen en España 203 personas cuyo primer apellido es Chacopino, de las cuales, más de la mitad residen en la provincia de Alicante. Tras Alicante, la provincia en la cual se registra la mayor frecuencia para este apelativo es la de Las Palmas, donde, según los datos procedentes de la Estadística del Padrón Continuo, a fecha de primero de enero de 2017, estaban censadas 20 personas que lo llevan en primer lugar y 18 que lo portan en segundo.
En este trabajo se describe el devenir migratorio de este linaje, desde Córcega, de donde era originario, hasta llegar a Canarias en los años previos a la Guerra Civil Española, en el pasado siglo xx.
El primer protagonista de esta historia, y cabeza de esta estirpe viajera, fue Manuel Jacopino —o Chacopino, forma que con el tiempo habría de tomar este apellido—, nacido el 25 de diciembre del 1726 en la localidad norteña de Bastia, en la ya citada isla de Córcega (Martínez Morellá, 1970: 30). Aunque en la actualidad esta isla es una de las trece regiones que conforman la República de Francia, en la época en que nació nuestro protagonista la isla estaba bajo el dominio de la república de Génova. Manuel Jacopino debió emigrar muy joven a la isla de Tabarka, poco antes de que fuera arrebatada, en 1741, al reino de Cerdeña —al que estaba vinculada desde 1720[1]—, por el bey de Túnez.

viernes, 12 de octubre de 2018

NUEVO LIBRO: LA POBLACIÓN DE AGÜIMES EN EL SIGLO XVII

LA POBLACIÓN DE AGÜIMES EN EL SIGLO XVII
Autor: Jesús E. Rodríguez Calleja



Información: 
CanariaseBook. 
Tel 928 054344

 

lunes, 24 de septiembre de 2018

LOS DE ARMAS DE VALLE DE GUERRA


Juan Negrín de Armas, I Rey de Armas de las Islas Canarias, su descendencia desde finales del siglo XVIII hasta principios del siglo XX (II).



Abreviaturas
C.s.: Con sucesión.
S.s.: Sin sucesión.

BREVE MARCO HISTÓRICO, GEOGRÁFICO Y SOCIAL
Valle de Guerra toma el nombre de su fundador D. Lope Fernández de la Guerra, que recibe estas tierras - en el año 1498 - de mano del Adelantado D. Alonso Fernández de Lugo, por su contribución en la conquista de Tenerife. Previamente, el Valle ya habría estado poblado por los guanches, que vivían en cuevas habitacionales situadas en las laderas de la costa. Sin embargo, este plácido rincón del noreste de la isla de Tenerife -
Valle Guerra, 1950. Fondo Vicente Pérez Melián
situado entre Tejina y Tacoronte - comenzará a repoblarse por personas proveniente de los pueblos aledaños y otros puntos de la isla, a partir del s. XVI.
Un ejemplo claro lo vemos en la familia de Armas, quiénes verán en esta localidad un lugar idóneo dónde establecerse, debido al clima benigno con temperaturas suaves durante todo el año, que ofrecen el abrigo de las montañas que lo rodean; y a las lluvias invernales que riegan las tierras fértiles propicias para la explotación agraria. Concretamente, nuestros protagonistas pudieron asentarse - en la primera mitad del s. XVII - en la zona denominada Las Toscas, que es un pequeño grupo poblacional situado no muy lejos de la costa y a poca distancia de la antigua ermita del Santo Nombre de Jesús y Nuestra Señora del Rosario. Por otra parte, la zona más alta del valle la formaban vastas extensiones de terreno agrario, salpicadas de las grandes haciendas de los propietarios absentistas, que poseían sus domicilios en la ciudad de La Laguna. Varios ejemplos serían las de las familias de los Guerra o Carta, que se dedicaban a la producción vinícola; y en cuyas manos tenían la mayor parte de los terrenos de cultivo de Valle de Guerra.
En cuanto a los aspectos sociales, los grandes propietarios y las familias como la de los de Armas podrían mostrar el modelo de cómo estaba organizada la sociedad de esos momentos. Por una parte nos encontramos una clase dominante, compuesta por los hacendados de origen noble y/o de alto rango militar; y por otro lado, la clase dependiente formada por pequeños propietarios, labradores, artesanos, jornaleros y medianeros, empleados en las grandes fincas.
Ante la deficiente situación económica vivida durante estos siglos, por parte de los grupo menos privilegiados, la emigración a Cuba ofreció una solución mucho más eficaz que la de permanecer en la isla. De esta forma, muchos hombres e incluso varios miembros varones de la misma familia partieron hacia la isla de Cuba, retornando en ocasiones con grandes sumas de dinero indiano que invertirían, progresivamente, en la compra de numerosas extensiones de terreno. Esto hizo, como veremos a continuación, que estos pequeños propietarios comenzaran a competir con las familias nobles establecidas con anterioridad. De esta manera, irá surgiendo poco a poco una nueva clase social, denominada burguesía agraria, que estará formada por estos nuevos vecinos acaudalados y terratenientes. Además, esta clase será la que también se vea involucrada en la organización política del pueblo, ostentando cargos como el de alcaldes pedáneos; o bien formando parte de las futuras Sociedades Agrarias. Un reflejo de esto, lo podemos encontrar en un extracto del diario escrito por el Ilmo. Sr. Vizconde de Buen Paso D. Juan Primo de la Guerra: “Salió electo alcalde del Valle de Guerra para el año próximo Domingo Afonso de Armas, vecino del Boquerón, medianero de la Hacienda de Carta...”.