miércoles, 2 de agosto de 2023

IDENTIDADES FEMENINAS EN LOS COMIENZOS DE LA VILLA DE GÁLDAR

CRISTINA LÓPEZ-TREJO DÍAZ        

https://orcid.org/0000-0003-4409-9260

 Lección impartida en el Capítulo Extraordinario de Santiago del Instituto Canario de Estudios Históricos Rey Fernando Guanarteme, celebrado en el Teatro Municipal de Gáldar el 23 de julio de 2023.


 Cuadro de John William Godward. 1896
Cada vez que llevamos a cabo una investigación genealógica retrocediendo en el tiempo hasta lo que para nosotros es el principio, el siglo XVI, solemos realizar lo que creemos es una mirada panorámica del momento y lugar donde ocurrieron los hechos, pero lo cierto es que el acercamiento que hacemos a la verdad está sesgado por las normas sociales y culturales que imperaban en la Castilla del momento. Al mirar atrás y hurgar en las páginas de aquellos que quisieron dejarnos constancia encontramos una serie de transacciones realizadas por las cabezas de familia y alguna que otra y muy escasa, por mujeres que ya eran viudas y que deseaban dotar, vender o inventariar bienes. Mujeres cuya existencia estuvo definida por la institución familiar, concentrada mayoritariamente en el sistema económico del matrimonio y cuya voz solo se oía en casos concretos de viudedad o disposiciones testamentarias de dejar las últimas voluntades en el lecho de muerte. En las escribanías de Alonso San Clemente, por ejemplo, apenas encontramos dos escrituras de mujeres, una de ellas de Inés Mayorga, viuda reciente de Pedro Mayor, solicitando el inventario de los bienes para dejárselos a su hija. Otra Inés, en este caso apellidada Betancor, vecina también de Gáldar, aparece en un documento otorgado como viuda de Esteban Zambrana, en de septiembre de 1527. Ambas mujeres pertenecían al estrato alto de esta nueva sociedad que comenzaba a gestarse. En cuanto a aquellos protocolos de Alonso de Herrera, los que se conservan, hay que decir que en un período de 14 años, apenas aparecen cuatro mujeres. Tres de ellas viudas y la cuarta, Leonor Bernao cuyo marido Juan Bautista Salvago, le da poderes para cobrar deudas, por estar él ausente de la isla por negocio del azúcar. Recordemos que el padre de Leonor, Antonio Bernao poseía un ingenio azucarero.