sábado, 22 de octubre de 2022

EL ARMORIAL DE AGUILAR: RELACIÓN GENEALÓGICA IMPLICADA

JUAN MANUEL RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ

SINOPSIS PRELIMINAR

Villanueva de la Serena
El documento más antiguo, contrastado por nosotros, donde se nombran a los Aguilar en Canarias es en la Crónica de la conquista de Gran Canaria (Crónica Lacunense)[1]: … de forma que la isla en breve tiempo se ennobleció y había en ella mucha caballería, tanto que solo en la villa de Gáldar, en un regocijo, se vieron junto en una plaza ochenta caballeros en muy hermosos caballos de los linajes de los Betancores, Vargas y Jáimez, Quintanas, Figueroas y Guzmanez, Chirinos, Aguilares… En la lista de aquellos principales que desembarcan en la conquista de Canaria (Gran Canaria) relacionada por Cairasco de Figueroa en su Templo Militante[2] encontramos: Vergaras, Aguilares y Seguras…, consta en esta detallada relación que suponemos conformada dos siglos y medio después, apellidos de personajes ascendientes de aquellas familias que entonces pertenecían a la aristocracia local terrateniente, estamentos eclesiales, regidurías y del Santo Oficio. Algunos apellidos pertenecientes a la soldadesca, oficiales y capitanes de los protagonistas de la conquista y colonización, mantuvieron sus signos de identidad y tomaron parte en la fundación  del Real de Las Palmas, otros pasaron a la conquista de Tenerife, en definitiva  personajes de influencia en nuestro ámbito local, que es uno de los  aspectos del apellido y orígenes que vamos a tratar. En lo que respecta a la relación de  estos conquistadores en la isla de Tenerife procedente de Viana y recogida por Viera en su magna obra Noticias  de la Historia General de las Islas Canarias[3], no aparecen los Aguilar, documento que nos hace suponer que no pasaron a esta isla, si examinamos esta anotación con connotaciones poemática y epopéyica, sin embargo incluye Clavijo en obra los párrafos de la Crónica Lacunense más arriba descrito con alusión concreta a Gáldar. Contamos, también las referencias dadas por Sergio Bonnet, como preámbulo que acompaña a su transcripción de un documento inédito anterior al Nobiliario de Canarias y que posteriormente puntualizaremos, donde se glosa a Gonzalo de Aguilar, natural de Villanueva de la Serena, Badajoz, que vino a la conquista de Gran Canaria con su padre Juan de Aguilar que se estableció en Gáldar, regidor de la isla donde tuvo extensos repartimientos de tierras, (que) casó con Leonor Verde  de Bethencourt, hija de Juan Verde y María de Bethencourt (sobrina de Maciot), vecinos de Lanzarote. El matrimonio fue tronco de la noble familia de suapellido que aún subsiste. El documento transcripto se refiere a la Villa de Gáldar en 1526, en tiempos del Mensajero de la Corte, con plenos poderes sobre los vecinos de Gáldar, Francisco Jáimez de Sotomayor (hijo de  Alonso, Alférez Mayor); el principio de  la transcripción de Bonnet: Sepan que esta carta vieren cómo nos Jerónimo de Pineda, regidor de esta Isla, e Arriete de Betancor e Christobal  Rodriguez de Lucena e Gonzalo de Aguilar e Antón López e Pedro Argüello e Pedro Rey e Juan Perdomo e Antón Cherinos e Miguel Trejo e Luisa Betancor, mujer de Maciot de Betancor, difunto, que Dios haya, e doña Catalina Guzmán, mujer de Fernando Guzmán… Sin otros comentarios, se facilita cuasi el elenco de los vecinos de la villa de donde  irradia los principales linajes de la comarca y de Gran Canaria (Bonnet Suárez, 1960)[4]. En todas estas familias mencionadas habría que considerar a los Verde que tuvieron en Gran Canaria una unión muy estrecha y perdurable con los Aguilar, tanto es así que se puede confundir su filiación: los Verde, de los que no se conservan de sus armas primigenias (algunos autores dicen que adoptaron las de Bethencourt o Perdomo) primero radicaron en Gáldar, Gran Canaria, pasaron a Lanzarote, y establecieron vínculos con  Bethencourt donde matrimoniaron algunos de sus vástagos con deudos de Maciot y ende con la realeza  aborigen,  aquí trataremos de su descendencia que por su filiación llevan el apellido Guanarteme[5] junto a Aguilar, tratándose  de  una prolífica descendencia, y que apostillamos como hipótesis argumental que justifica el  trabajo de la interpretación  de sus armas. Y por último los Trejo, que como personaje destacado en esta ascendencia tenemos a D. Miguel de Trejo Carvajal matrimoniado con Doña Margarita Fernández de Guanarteme, única hija de D. Fernando último Guanarteme de Gáldar, y que litigó e incordió a su suegro por unas tierras que el Guanarteme: recibió tras su colaboración en sus esfuerzos de pacificación y concedida por los Reyes Católicos. Las armas de la familia Carvajal que hoy se conservan en El Museo Canario incluyen las de Aguilar y están descritas e historiadas por Gómez-Pamo(1995)[6].

jueves, 20 de octubre de 2022

PRESENTACIÓN Y NUEVA PUBLICACIÓN

 Documentos para la historia de Tinajo: del siglo XVII a 1922.

Sergio A. Oliva López

Guillermo B. Perdomo Perdomo


Le Canarien Ediciones


 


 

 

 

miércoles, 19 de octubre de 2022

LOS VERA ASCANIO: DE CANARIAS A VENEZUELA.

 LUISA HENRÍQUEZ GUERRA

Mª Carlota Hernández Woodberry
Siempre, desde pequeña, escuché en casa de mis padres que mi madre era descendiente de un oficial, inglés, que luchó en la independencia venezolana. Su nombre era George Woodberry. Y escribió diarios militares en su campaña venezolana. Hasta ahí sólo llegaba mi conocimiento de él. Pero nunca dijeron quién fue su esposa. Era algo que ignoraban.

En el año 2016, buscando información sobre él en internet, conseguí en varios blogs, comentarios específicamente de dos historiadores ingleses que buscaban a los descendientes de Woodberry en Venezuela. Ni corta ni perezosa conseguí, revisando otros blogs ingleses, un correo electrónico de uno de ellos. Y muy atrevida, les escribí. Y me respondieron. Sí señor, me respondieron. No sé mucho el idioma y utilicé traductores online. Y logré comunicarme de esa manera.

Lo que querían saber era la historia familiar de él, de Woodberry, en Venezuela ya que pensaban reeditar unos diarios militares al inglés y uno de sus capítulos, el último, sería dedicado a su vida en Venezuela, después de la independencia. Preguntaban quién fue su esposa, cuántos hijos tuvo, dónde vivió y dónde murió. Para ellos, George Woodberry fue un oficial, del regimiento número 18 de los húsares, que estuvo en la independencia española y llegó a luchar en Waterloo en 1815 y, mientras estaba en campaña, también dejó diarios militares contando el día a día y que fueron editados en Francia en 1896 por el editor George Helie, pero en francés. En el año 2013, la Fundación Napoleón, igualmente francesa, editó una nueva edición en ese mismo idioma. Los ingleses los iban a reeditar pero en inglés.

Ustedes dirán que era fácil esa respuesta. Pues no. Porque los descendientes que aún viven no supieron darme respuestas a ninguna de esas preguntas. Esta era una historia con doscientos años de antigüedad. Y no la tenían.

Mi familia, al parecer y lo confirmo, nunca dejó su historia escrita, ni el boca a boca y, aunque a pesar de haber sido un prócer de la independencia venezolana, tampoco los historiadores del país se preocuparon en averiguar sobre él, ni escribir su historia. Él no aparece mucho en los libros de historia.

¿Y pensaran entonces, qué tiene que ver este inglés con las Islas Canarias? Todavía para ese tiempo no podría responder.

Ya que la familia no me podía dar información sobre nuestro ancestro inglés, me dediqué por completo a leer archivos del inicio del siglo XIX de Valencia (Venezuela), más de 430, registros que contienen muchísima información. También, unos meses previos, revisé expedientes de la Arquidiócesis de Caracas buscando con quién se había casado el inglés. Y, si, conseguí a mediados de 2017 una dispensa de matrimonio del año 1824, presentada en la ciudad de Valencia (Venezuela) donde él, siendo ya coronel del Estado Mayor de la Gran Colombia, se presentó con dos testigos para justificar su soltería y religión. En definitiva, tenía que demostrar que era soltero y era católico[1], y que se quería casar rápido eliminando las tres proclamas. Este expediente del año 1824 era para casarse con una niña valenciana llamada Ana Vera. Si, por fin, aquí tenemos a la descendiente de los canarios.