domingo, 6 de diciembre de 2015

ASCENDENCIA GUANCHE EN GRAN CANARIA: BARTOLOMÉ BENÍTEZ E ISABEL SUÁREZ

FANEQUE HERNÁNDEZ BAUTISTA
JUAN R. GARCÍA TORRES
INTRODUCCIÓN: GUANCHES EN GRAN CANARIA
NOTAS HISTORIOGRÁFICAS
Varios textos historiográficos distantes entre sí en el tiempo que  no por ello dejan de ser igualmente relevantes, nacidos de la pluma de Elías Serra Rafols, José Antonio Cebrián Latasa y Gabriel Betancor,  nos van a servir de encuadre al tema planteado.
En primer lugar un fragmento de la obra “Los últimos canarios” artículo de Elías Serra Rafols (A.E.A. T XXV) con el que ya desde 1959 se ponía sobre el tapete la trascendencia del poblamiento guanche en la repoblación de la isla de Gran Canaria.
“¿Y qué fue de los guanches? He hablado ya de los que se incorporan al vivir cotidiano de los colonos, ya como siervos, ya como libres; son objeto de la misma odiosidad y desconfianza que sus presumidos parientes canarios. Pero todos los esfuerzos de las autoridades locales para dar forma legal como en la otra isla a estos sentimientos aquí fracasan. Hay primero una acción positiva de la Corte para liberar a todos los guanches,  acción que culmina con la presencia del gobernador de Gran Canaria Lope Sánchez de Valenzuela en 1498 en Tenerife para declarar libres a todos los hombres de paces y de hecho mediante agentes que recorren las casas y los hatos a todos los guanches que se hallen en la isla. Es difícil saber qué subsistió de todo esto en definitiva: quedó por lo menos un estado de pugna y confusión que facilitó la labor de solidaridad mutua entre los vencidos por medio de la cual consiguen liberarse en poco años: los esclavos se alzan. Cuando sus dueños han perseguido la esperanza de recobrarlos los guanches horros los rescatan a poco precio y entonces reaparecen los fugitivos como hombres libres. No obstante hoy sabemos que muchos de los jefes, menceyes o parientes, son obligados a expatriarse para vivir precisamente en Gran Canaria; lo mismo ocurre con contingentes considerables de gentes comunes. Si Gran Canaria contribuyó notablemente  a la repoblación de Tenerife, ahora sabemos que el caso contrario existió igualmente y es imposible establecer comparaciones de cuantía por falta de datos precisos”
Acerca de la deportación o cautiverio de los guanches de paces del reino de Anaga les mostraremos a continuación dos textos fundamentales obtenidos de la obra en prensa “Los Guanches” de José Antonio Cebrián Latasa a la que hemos podido acceder por gentileza del editor Gaviño de Franchi. En el primero de los documentos se acredita a la deportación a Gran Canaria de la familia real de Anaga y en el segundo se justifica por parte de la defensa del Adelantado, en su Juicio de Residencia,  la captura en buena guerra de los guanches de los bandos de paces (Adeje, Abona, Güímar y Anaga) con argumentos tan sibilinos como los siguientes: de una parte, si hubo paces con estos menceyatos, estas no estaban en vigor por no haberse establecido por mandato real, y de la otra,  todos los guanches (que son las gentes que estaban en esta dicha isla) son infieles por naturaleza y aquellos que se dicen de paces habían sido advertidos para que obedecieran en todo al Adelantado y para que no se mezclasen con el resto y sin embargo favorecían abiertamente a sus congéneres de los bandos de guerra.
- Real Cédula de 22 de febrero de 1502 en la que se recoge la denuncia de don Fernando de Anaga y se ordena al gobernador Antonio de Torres su información y resolución
Sepades que don Fernando, rey que fue de Naga, canario de la isla de Tenerife, nos hizo relación por su petición diciendo que al tiempo que, por nuestro mandado, se pasó de la dicha isla de Tenerife a esa dicha isla de la Gran Canaria, dice que Alonso de Lugo, nuestro gobernador de la dicha isla de Tenerife,  no le dejó pasar su hacienda, según que por Nos le había sido mandado; y que además de esto le tomó dos esclavos que compró él porque eran sus parientes, y que asimismo le tomó la mitad de sus ganados y otros muchos agravios”. AS.
-Memorial de  descargo del juicio de  residencia de Alonso Fernández de Lugo
Y menos hay que se pueda ni deba hacer cargo al señor Adelantado, mi parte, de lo que ciertos de los dichos testigos en esta dicha pesquisa recibidos quisieron decir que los guanches que quisieron nombrar de paces habían, dicen, que (han) recibido agravio, por los haber el dicho señor Adelantado, mi parte, dicen que cautivado  [...] y lo que los dichos testigos quieren deponer de lo que dicen de los guanches de los dichos bandos que quisieron nombrar o llamar de paces, dicen que fue, y ellos lo manifiestan, en el tiempo de la conquista de esta dicha isla y así antes que fuese proveído de la dicha gobernación [...] que después que el dicho señor Adelantado, mi parte, conquistó y ganó esta dicha isla fue a la Corte de Sus Altezas y  dio cuenta y razón a Sus Altezas de lo acaecido en la dicha conquista y de todo se tuvieron por muy servidos [...] Sus Altezas y por esto fue su merced de proveer y proveyó un juez de comisión para este dicho negocio, el cual fue el licenciado Maluenda, ante el cual fueron presentadas ciertas pesquisas e probanzas hechas en esta razón por el Obispo don Diego de Muros y por Lope Sánchez de Valenzuela, que a la sazón era gobernador de Gran Canaria, por las cuales claramente pareció haber sido los dichos guanches bien cautivados [...] al dicho mi parte no empece lo que los dichos testigos quisieron decir haber aquí bandos algunos de paces, porque aunque los mismos testigos quisieren mal decir, como dijeron, ellos mismos no afirman que fueron puestas paces por Sus Altezas ni por real mandado y así no tuvieron vigor [...] mayormente que los guanches, que era la gente que estaba en esta dicha isla, eran todos infieles y no cristianos y así fue justa y aprobada la dicha guerra e cautiverio etc. capitularon e asentaron con él que porque algunos bandos se decían de paces que aquellos guanches fuesen obligados a hacer todo lo que el dicho señor Adelantado les mandase y que no diesen favor ni se mezclasen en alguna manera con los que hacían guerra pública a los dichos cristianos [...] lo cual no solamente quebrantaron lo que el dicho señor Adelantado, mi parte, les mandó, más aún excedieron gravemente en favorecer como favorecieron a los otros guanches, dándoles consejo de cómo harían guerra al dicho señor Adelantado
Finalmente copiamos un fragmento de la obra “Los indígenas en la formación de la moderna sociedad canaria”, tesis doctoral de Gabriel Betancor Quintana (ULPGC 2003), dirigida por Manuel Lobo, que nos habla de la indubitada presencia de pobladores guanches en las medianías de la isla donde obtuvo un repartimiento tardío nuestro ancestro Bartolomé Benítez.
“Los guanches también fueron partícipes del repartimiento en la comarca teldense. Bartolomé Benítez disponía desde 1518 de cuevas para su morada y alpendre para su ganado detrás de la vega del Gamonal. Grupos de naturales, canarios y guanches, habitaban en esta zona en las cercanías de “la ollería” pastoreando su ganado entre las dehesas de Tafira, el Gamonal y Tasautejo, Tamaraceite, Tasaute, Vega Vieja y en la de Porras. Frecuentemente bajaban al Real de Las Palmas a vender sus producciones y realizar compras. Tal como hacía Francisco de Güímar que moraba en las proximidades de las Meleguinas hasta su fallecimiento después de 1521; Francisco Betancor que vendía sus quesos en las antedichas dehesas en 1524 o Pedro Perdomo de Amobed que aprovisionaba de cabritos el real de Las Palmas para las fiestas navideñas entregando sus mercancías en la Vegueta de Porras por las navidades de 1522. Instalados en la cabecera del barranco de las Goteras y habitando entre la Atalaya y las Meleguinas este grupo de guanches solicitó en 1548 por voz de Bartolomé Benítez repartimiento de tierras para su sostenimiento, tierras que les fueron concedidas en 1554”.

PRECISIÓN TERMINOLÓGICA POR NUESTRA PARTE
Hemos sostenido en anteriores artículos la oportunidad de extender el uso del término guanche a todo lo referido a la lengua y cultura indígenas de las Islas Canarias del mismo modo que el término canario se ha extendido al conjunto de las siete islas a pesar de estar referido en origen tan solo a los antiguos habitantes de Gran Canaria. Somos plenamente conscientes sin embargo de que el término guanche en sentido estricto se circunscribe a los antiguos habitantes de la isla de Tenerife como así se deduce de la documentación consultada. El hecho de que muchos lugares de Gran Canaria y de otras islas reciban la denominación de “Guanchía” o “del Guanche” obedece en nuestra opinión a diferentes asentamientos (o hatos: sitios donde paran los pastores con el ganado) de indígenas deportados de Tenerife. Dichos asentamientos (que en general en esta isla no conllevaron repartimiento de tierras hasta bien entrado el siglo XVI) obedecen a traslados de población ordenados por el Adelantado para poder repartir las posesiones de los bandos de paces (Anaga, Güímar, Abona y Adeje) sin la oposición de sus antiguos gobernantes a pesar de haber sido estos sus aliados. Es el caso documentado del mencey don Fernando de Naga que fue obligado con toda su familia a salir de Tenerife  y a establecerse en Gran Canaria.
Huellas documentales de dichos asentamientos la encontramos en la siguiente declaración ante el Santo Oficio (Colección Bute) de un poblador castellano llamado Jorge González, vecino de Gran Canaria, fechada en noviembre de 1505, en la que se dignifica con el tratamiento de don a dos de los hijos del citado mencey:
“…que tiene hacienda y heredamientos y casas en un término que se llama Aganagin (Arguineguín) y que es donde este testigo está y mora la mayor parte del año y que cerca de él están ciertos hatos de guanches y gomeros. Los cuales dice este testigo no hacen obras de cristianos y que los dichos guanches que este testigo dice, que viven en dicha manera, son Juan de Naga y dos hijos del dicho Juan de Naga que se llaman el uno Juan
Recreación de un poblado indígena en Mogán
Delgado y otro se llama Juan Cojo y otros guanches que están en compañía de estos sobredichos que no sabe cómo se llaman, y estos que dicho tiene se allegan en un hato. Y en otro hato  está uno que se llama Sebastián Cojo y otro que se llama Pedro y dos mujeres. Y en otro hato están don Diego de Naga y don Juan de Anaga y su mujer. Y en otro hato están, que es de gomeros, uno que se llama Juan de Ronda y otro Rodrigo. Y que están en  los dichos hatos y otros muchos que se llegan con ellos…”
El asunto de las deportaciones de gomeros lo dejaremos para un próximo artículo pues también tenemos en nuestra ascendencia al citado Juan de Ronda. Por lo pronto reiteramos en relación con el debate planteado que en todas las citas que hemos podido encontrar en los protocolos de Canarias el término guanche siempre se refiere a indígenas de Tenerife. De hecho en el descargo de residencia del adelantado que hemos mostrado por gentileza del prestigioso editor Gaviño de Franchi el letrado que lo representa define con claridad que guanches son la gente que estaba en esta dicha isla (de Tenerife).
La excepción que plantea el profesor Trapero en su artículo “Nuevos datos y argumentos sobre el origen francés de la palabra guanche” a partir  de la lectura de un documento (Serra y De la Rosa 1953 VIII 1498) en el que se dice que “un guanche canario que se ayuntó con otro guanche de la isla de Tenerife  y que sabe que ambos andaban de casa en casa de los vecinos de la isla diciendo a los guanches que eran libres”, bien pudiera tener otra explicación.
Tenemos constancia en Gran Canaria, al poco de la conquista de esta isla en 1483, de la presencia en Gáldar de pobladores guanches indubitados como Francisco de Adeje, Juan de Tegueste, Bastián de Anaga y Francisco de Ávila. Y esto al margen  de numerosos esclavos de dicho origen algunos de los cuales huyen hacia las cumbres uniéndose a los canarios alzados.  A estos prófugos en cierto documento inserto en “Las cuentas de la conquista de Gran Canaria” de mi viejo profesor Miguel A. Ladero se les da la denominación de  “tenerifes”.
28 de abril de 1485 Esclavos canarios y tinerfeños
“Después de esto en 28 días del mes de abril se hizo una cabalgada de los canarios que andaban alzados en esta isla en que se tomó además dos tenerifes que eran el uno de Pedro Martínez de Bilbao, y el otro de Lope Ferrero, y una mujer que era de Diego Sánchez, provisor, los cuales dieron a sus dueños”.
Es muy  probable que el gobernador Valenzuela, cuando pasa a Tenerife para imponer por mandato de los reyes la libertad de los guanches de los bandos de paces que estaban siendo avasallados por el Adelantado, llevara consigo a alguno de los pobladores guanches de noble estirpe, vecino forzado de Gran Canaria, para que en su recorrido por hatos y poblados comunicaran la buena nueva a sus connaturales. Pensamos que solo así puede encontrar sentido la denominación de “guanche canario”.

DOCUMENTOS RELACIONADOS CON LOS BENÍTEZ  DE ORIGEN GUANCHE
DOCUMENTOS CANARIOS EN EL REGISTRO GENERAL DEL  SELLO (1476-1515) RECOPILADOS POR EDUARDO AZNAR VALLEJO
Nº 488 a 23 marzo 1500
“Receptoría en el pleito que Pedro canario, hijo de Buenajaure, y Bartolomé Benítez,  vecino de San Lúcar de Barrameda, siguen ante los alcaldes de casas y corte sobre la pretendida esclavitud del primero para que las justicias de Sanlúcar de Barrameda y de Tenerife interroguen a los testigos presentados por ambas partes  en un plazo de 120 días”. Muxica. Ludovicus. Angulo. Ruiz de Castañeda
Nº 503 a 20 noviembre de 1500
“Orden al Licenciado Maluenda, juez de términos de Sevilla para que informe al consejo sobre la petición presentada por el bachiller Alonso de Sepúlveda, procurador de pobres, para que continúe el pleito que ante los alcaldes de casa y corte según Perico Benítez, canario, hijo de Bartolomé Benítez, que antes de ser cristiano se llamaba Guanajao, y Bartolomé Benítez vecino de de Sanlúcar de Barrameda en el que quedó demostrado que Perico Benítez era libre y que su padre lo había entregado a Bartolomé Benítez para que lo instruyese en la fe, confiándole a su  muerte  la herencia de su hijo consistente en tres o cuatro esclavos, 6oo cabras y tierra y casas valoradas en 150 mil mrs. a pesar de lo cual Bartolomé Benítez consiguió fraudulentamente detener el pleito y que Perico Benítez le entregase cuatro castellanos para lo cual puso lo puso a soldada con otras personas mientras declaraba interesadamente la libertad de Perico Benítez y ofrecía 100 mrs. a Alonso Sepúlveda para sobornarlo”. Episcopus ovetensis. Felipus. Johannes licenciatus. Martinus. Zapata. Ruiz de Castañeda. Pérez
PROTOCOLOS DE  CRISTÓBAL DE SAN CLEMENTE
4 de julio de1524 F 236 Vto Las Palmas
“Reconocimiento de deuda. Bartolomé Benítez, guanche, criado de ganado y vecino de Gran Canaria debe a Antonio de Rosales, vecino, ausente, 5850 mrs. de moneda insular que sale a pagar por Bartolomé Páez, vecino,  que le debía cierta cantidad por contrato público. Pagará en Navidad. Testigos: Hernán Gutiérrez, Juan Yánez, guanche, estantes. Por no saber Hernán Gutiérrez”.
27 de marzo de 1528  Las Palmas
“Testamento de Pedro García, natural de Tenerife y vecino de Gran Canaria.  Deja por heredero y albacea en el caso de que un hermano que fue llevado a Portugal no esté vivo a Bartolomé Benítez, natural de Tenerife, criado de la mujer de Juan de San Lúcar”.
LIBRO 2 DE BAUTISMOS DE EL SAGRARIO
Nº 629.- El 12 de marzo de 1539 es bautizado Bartolomé, hijo de Bartolomé Benítez y su mujer, Isabel Suera. Padrinos: el arcediano de Tenerife don Martín Ponce y Diego Álvarez, guantero, y Diego López.
LIBRO 1 DE MATRIMONIOS DE LA VEGA
-En 1588 casan Bartolomé Gómez y María de la Trinidad, hija esta de Bartolomé Benítez e Isabel Suárez.
NOTAS DE LA CARPETA DEL  DIOCESANO
-Bartolomé Benitez, vecino de La Vega, casó con Isabel Suárez; es hermano de Beatriz de los Ángeles y esta fue abuela de Antonio Hernández. Ante Andrés de Rosales a 3 de agosto de 1636? Folio 401
-Bartolomé Benítez, vecino de La Vega, dote a Sebastiana Morales, su hija, para casar con Pedro Melián en 3 de septiembre de 1607 ante Hernando de la Cruz.
REPARTIMIENTOS EN GRAN CANARIA DE RONQUILLO Y AZNAR
Nº 368 Entre 1548 y 1552
“En la noble ciudad real de Las Palmas que es en esta isla de la Gran Canaria en 6 de febrero de 1548 estando ayuntados a cabildo en las casas del dicho cabildo… se presentó una petición de Bartolomé Benítez, criador, su tenor del cual es este que sigue.
Muy magníficos señores Bartolomé Benítez, natural de la isla de Tenerife y vecino de esta isla, besa las manos de vuestras señorías y les suplica me hagan merced de darme 25 fanegadas de tierras de sequero poco más o menos que puede haber y se pueden aprovechar entre riscos y peñas las cuales son por debajo de mi morada detrás de la Vega del Gamonal desde el puerto y camino que va del dicho Gamonal al Palmital de Telde y tomando el lomo de la dicha mi morada hasta donde se remonta de tierras de Miguel Martín por debajo del barranco que va entre el palmital y la caldera, porque ha más de 30 años que yo tengo mi vivienda con mi ganado cabruno y la dicha mi morada y quiero aprovechar las dicha tierras para sustentamiento y en esto harán servicio a Dios Nuestro Señor y bien a mi merced cuyas vidas Dios Nuestro Señor las conserve por largos tiempos a su santo servicio. 
Y por los dichos señores gobernadores y regidores fue proveído que se pregone es esta ciudad tres días y uno de ellos sea fiesta de guardar. Y otro día de fiesta se pregone en Santa Brígida.
Y después de los susodicho en 2 de noviembre del año pasado de 1551… se tornó a presentar la petición del dicho Bartolomé Benítez con ciertos pregones escritos en ella… y parece que en los dichos pregones… no hubo contradicción alguna.
Y por los dichos señores  gobernador y regidores, visto lo susodicho, mandaron que se pregone otro día en la ciudad de Telde a la puerta de la iglesia mayor cuando la gente saliere de misa mayor y el escribano asiente si hubiere contradicción.
Y después de esto en miércoles 11 de mayo de 1552… se tornó a presentar la dicha petición con cierto pregón escrito a las espaldas de ella que dice en esta manera:
En la ciudad de Telde que es en esta isla de la Gran Canaria en domingo que se contaron 11 días del mes de abril de 1552 a las puertas de la iglesia del señor San Juan…fue pregonada esta petición desde otra parte contenida y no hubo contradicción.
Y por el dicho señor gobernador e dichos señores regidores, vistos los dichos pregones… y al no haber contradicción alguna dijeron que daban y dieron al heredero o herederos del dicho Bartolomé Benítez, difunto, las dichas tierras contenidas en la dicha petición debajo de aquellos linderos y sin perjuicio de tercero y con las condiciones de las tierras de sequero que es que las aproveche dentro de un año y día y mandáronselas asentar en este libro de repartimientos y darle título de ellas. Juan de Ariniz (firma)

ALGUNOS COMENTARIOS A LA DOCUMENTACIÓN SELECCIONADA EN RELACIÓN CON LOS DOS PRIMEROS BARTOLOMÉ BENÍTEZ EN LA ISLA
BARTOLOMÉ BENÍTEZ 1 E ISABEL SUÁREZ
El pobre Bartolomé Benítez tardó cuatro años en ver reconocida su petición de repartimiento y cuando por fin se le otorga el título de las cuevas en que habita y las tierras en que apacienta a su ganado desde aproximadamente 1510 (casi 40 años antes) ya era difunto por lo que serán su heredero o herederos (sic)  los que pasen a disfrutar de la propiedad. No es la primera vez que observamos en la entrega de tierras por parte del cabildo que los regidores y el gobernador son  muy renuentes a su concesión cuando los peticionarios son de origen indígena o morisco aunque estos cumplan debidamente con los requisitos para obtener un repartimiento, es decir, aun siendo hombres libres, avecindados desde cierto tiempo atrás, casados y con hijos, etc. Así se explica que haya habido  una dilación de cuatro años en este procedimiento cuando en el caso de pobladores de renombre, de probada o pagada limpieza de sangre, las cosas podían resolverse en el mismo día en que se hacía la petición sin necesidad de muchos pregones.
Resulta curioso que se hable de heredero o herederos del difunto a su muerte, en 1552. Podríamos inferir de esto que, además de haber tenido a su hijo Bartolomé en 1539, su esposa estuviera encinta en aquella fecha pues de otro modo no se entendería la duda de los regidores. Quizá María de la Trinidad, la hija de Bartolomé Benítez e Isabel Suárez que casa en 1588 en La Vega sea la causante de dicha incertidumbre. María de la Trinidad debió nacer poco después de la muerte de su padre en 1552 por lo que, de estar en lo cierto, habría casado con más de 35 años, quizá en segundas nupcias.
Al parecer el criador de cabras Bartolomé Benítez fue un criado de los hacendados Juan de San Lúcar e Isabel Guerra. Probablemente fue primero esclavo o cautivo de esta familia y más tarde, merced a su propio esfuerzo o el de sus parientes, quedaría horro aunque mantiene la sujeción a sus antiguos amos. Debió ser un personaje importante de la nobleza indígena del reino de Anaga,  pues recibe en herencia posesiones de otros guanches avecindados a la fuerza en Gran Canaria como el citado Pedro García, pobladores a los que representa ante el Concejo de la isla, según Gabriel Betancor, para solicitar en su nombre tierras en repartimiento.
En cuanto a su ascendencia, la documentación obtenida en el Registro del Sello parece querer decirnos que los Bartolomé Benítez de esta saga reciben su nombre y apellido de un vecino de San Lúcar de Barrameda  quien es al parecer el mismísimo sobrino del Adelantado. A dicho personaje es a quien le encomienda Guanajao (Bartolomé Benítez 0) la educación de su hijo Pedro, viéndose quebrada la confianza por lo que, a su muerte, su hijo Perico ha de recurrir a la justicia para alcanzar la libertad y regresar a su tierra. Estos hechos están enmarcados en el injusto cautiverio y venta de guanches de los bandos de paces que hemos fundamentado en la introducción y que Cebrián Latasa en la obra en prensa citada nos recuerda con varias referencias a la intervención real posterior en defensa de los anagueses:
“El 19 de septiembre de 1500, los Reyes mandaban facilitar el acceso de los canarios a los Tribunales y la aplicación de la justicia gratuita. El 5 de octubre de 1500, los mismos daban incitativa a las justicias de Jerez para que intervengan en la investigación y liberalización de los canarios injustamente esclavizados”
Por los datos con los que contamos, Bartolomé Benítez 1, nuestro ascendiente guanche afincado en La Vega, muy cerca de la ollería, es decir, de las cuevas de La Atalaya, pudiera ser un descendiente directo de su homónimo el hidalgo guanche llamado Bartolomé Benítez (Guanajao), originario del menceyato de Anaga, quien había fallecido antes del 1500 declarando un importante legado, parte del cual fue otorgado a su hijo Pedro.
BARTOLOMÉ BENÍTEZ 2, EL VIEJO, Y BEATRIZ DE LOS ÁNGELES
Creemos que este Bartolomé es el niño bautizado en El Sagrario en marzo de 1539, hijo de Bartolomé Benítez 1 e Isabel Suera o Suárez. Habría casado en los años setenta del siglo (con algo más de 30 años de edad) con Beatriz de los Ángeles quien, para nuestra sorpresa, si damos por buena la nota del Archivo Diocesano, porta el mismo nombre que la hermana de su presunto padre. Esto nos confunde, ciertamente, y nos hace pensar que la promiscuidad en las cuevas de la ollería (La Atalaya) y sus inmediaciones, donde se han establecido diversas familias guanches podría haber sido el caldo de cultivo de frecuentes relaciones entre familiares próximos.
Hijos de Bartolomé Benítez y Beatriz de los Ángeles registrados en el libro primero de bautismos de la iglesia de Santa Brígida a partir de su fecha de apertura son: Antona, bautizada en 1585; María, en 1588; Melchor en 1589; Beatriz en 1592; Domingo en 1594 y Lázaro en 1596. A este matrimonio debieron nacerle otros hijos con anterioridad, bautizados en Las Palmas o Telde, como es el caso de Bartolomé Benítez 3, por quien sigue la línea, y su hermana Bárbola de San Juan, casada con Amaro Hernández Sardina cuyo entronque queda acreditado con el siguiente extracto de protocolos del Archivo Diocesano:
“Amaro Hernández Sardina testó ante Francisco Carrillo en 1645. Casó con Bárbola de San Juan, hija de Bartolomé Benítez y Beatriz de los Ángeles y da por sus hijos a Manuel Sardina, a Brígida Morales, a María Flores que murió y a Angelina Hernández”.
El apellido Betancor de los últimos hijos varones del matrimonio formado por Bartolomé Benítez 2 y Beatriz de los Ángeles, Lázaro Betancor (casado en las Palmas con Melchora Verde en 1621) y Domingo Betancor (casado en Telde 1615 con Leonor Sánchez) nos puede poner en relación a su esposa,  Beatriz de los Ángeles, con otro “guanche canario” asentado en las inmediaciones de la ollería. Como pudimos leer en las notas historiográficas de la introducción a este artículo, un tal Francisco de Betancor, guanche, vendía sus quesos en los años 20 en las proximidades de la Villa Real de Las Palmas. No cabe en ningún caso pensar que ese ilustre apellido, dadas las formas de vida de nuestros ascendientes de La Vega y sus dificultades para acceder a un repartimiento, pueda provenir de los conquistadores normandos que lo introdujeron en las islas. Como respaldo a esta conjetura informamos a los lectores que un hijo de Lázaro Betancor y Melchora Verde fue bautizado con el nombre de Francisco.
Queremos destacar aquí, aunque nos vayamos por un momento por otra rama, que la tal Melchora Verde, vecina de Tejeda junto a su marido, es hija de los tinerfeños Mateo Betancor y Juana González, nieta paterna de los vecinos de Vilaflor Juan de Mena y Melchora Verde, bisnieta por esa misma línea de Sebastián de Mena y Leonor de Ayllón y tataranieta de Martín de Mena y Ana Gutiérrez, la hija del mencey Bentor de Taoro. Tenemos pues en Las Palmas en 1621 un enlace entre vecinos de Tejeda que son descendientes de la nobleza guanche de los reinos de Taoro y Anaga. A las personas interesadas en esta conexión le recomendamos la lectura del artículo “Ascendencia guanche: los Mena de Tenerife” publicado en este mismo blog.

UN HALLAZGO INESPERADO  EN LA CHISTERA DE JUAN RAMÓN GARCÍA

En este fragmento, que les mostramos en la foto adjunta,  de una genealogía que ilustra una información ad perpetuam rei memoriam de fines del siglo XVIII, localizada por Juan Ramón García Torres en el AHPLP, observamos en orden inverso que se entronca a Bartolomé Benítez 2 (el casado con Beatriz de los Ángeles) como hijo de Bartolomé Benítez 1 (el casado con Isabel Suárez). Hasta aquí todo está conforme a nuestras pesquisas y deducciones. Ahora bien, no podemos estar  de acuerdo de ningún modo con el entronque planteado en la base del cuadro en donde se señala que un tal Alonso Benítez (casado con Blasina de San Juan) es el padre del primer  Bartolomé Benítez.

Señalamos a continuación nuestros argumentos para descartar tal enlace con apoyo en ciertos documentos  protocolados en  Las Palmas: 
Ante Luis Fdez Rasco en 1552.
“Reconocimiento de deuda que Alonso Benítez, vecino de la ciudad, y Blasina de San Juan, su mujer, hacen a Jerónimo Calderín mercader genovés estante de 21 arrobas de azúcar blanco por razón que se las ha comprado y pagado a 900 mrs. la arroba. Las entregarán por San Juan o antes si cogieran las cañas de un cercado que tienen en su casa, puestas y pesadas en el ingenio donde se molieren”.
Ante Alonso Hdez en 1559.
“Alonso Benítez compra por 80 doblas un esclavo negro llamado Tomé de 23 años previa advertencia  de que es borracho, ladrón, buboso, enfermo de corazón y asma y por bozal y se lo vende por el mismo precio a Bernardino de San Juan”
Ante Alonso Hdez en 1560.
“Alonso Benítez vende a Juan de Anasco todo el azúcar blanco que le pertenezca de un cañaveral de planta que molió este año en el ingenio de Constantín de Cairasco (Las Palmas), corregidor de Gran Canaria. Firma por no saber firmar su padre, Juan Benítez de San Juan”.
Con los datos antedichos creemos que es un clamoroso error del genealogista del siglo XVIII dar al matrimonio formado por Alonso Benítez y Blasina de San Juan como padres de Bartolomé Benítez guanche, natural de Tenerife casado con Isabel Suárez.
En primer lugar no se corresponden las fechas pues Bartolomé fallece a mediados de siglo después de casi 40 años viviendo en su morada detrás de la Vega del Gamonal, como nos recuerda él mismo en su petición de tierras, por lo que lo hacemos nacido en la década de los 90 del siglo XV. Alonso no puede ser su padre puesto que vive en edad provecta en los años 60 del siglo XVI.
Por otra parte las respectivas ocupaciones indican que no puede haber relación familiar entre ellos. Mientras que Bartolomé es un cabrero, criado de ganado de Isabel Guerra, Alonso tiene casa en Las Palmas con un cercado de regadío plantado de caña. Está casado además con Blasina de San Juan a quien damos como pariente próxima del escribano público Bernardino de San Juan, el comprador del esclavo bozal. Así se llama también la hermana del escribano, Blasina de San Juan, la que casó con Guillén Castellano Mayor.
El tal Alonso Benítez que nada tiene que ver con el guanche Bartolomé Benítez podría ser  un hijo de un caballero conquistador de Tenerife del mismo nombre citado en Espinosa, Abreu y Viana. Un personaje así llamado casado con Catalina Gutiérrez aparece en el libro primero de bautismo de El Sagrario de Las Palmas bautizando hijos a principios del siglo XVI.
Debió asimismo contribuir a la confusión de los genealogistas  el hecho de que en la descendencia de los Benítez de La Vega, como ahora veremos, aparezca reiteradamente el apellido San Juan. Es el caso, por poner solo un par de ejemplos, de Bárbola de San Juan, hija de Bartolomé Benítez y Beatriz de los Ángeles, la casada con Amaro Hernández Sardina, y de Ana de San Juan, hija de Isabel Suárez y de Baltasar de los Reyes.

CONTINUIDAD DEL LINAJE PARA FACILITAR LOS ENTRONQUES
BARTOLOMÉ BENÍTEZ 3, EL MOZO, Y JUANA GARCÍA
No hemos localizado la partida de bautismo de nuestro ascendiente Bartolomé Benítez 3  a quien hacemos nacido en los años setenta ni tampoco la partida de su matrimonio con Juana García, quien creemos que es de origen igualmente guanche, por lo que de entrada tuvimos que admitir, a pesar de la homonimia, la inestabilidad de este enlace.
Hijos de este matrimonio registrados en La Vega son: en 1596, Isabel Suárez, por quien sigue la línea; en 1601, María; en 1604, Bartolomé; en 1607 Diego; en 1610, Juana; y en 1616 Brígida. De todos ellos podemos dar certezas de Bartolomé Benítez 4, el nacido en 1604, quien casará con Ana Hernández hija de Francisco Suárez e Inés Hernández en 1630 en la iglesia de La Vega, matrimonio con amplia descendencia que también nos alcanza por línea paterna.
El apelativo “el mozo” nos informa de que coexistió en edad adulta con su padre
Olleras de la Atalaya ¿tradición guanche. FEDAC
homónimo, de ahí de ahí la necesidad de distinguir al uno del otro. La confirmación de este hecho la encontramos en los registros de bautismo de sus respectivos hijos. El viejo tiene sus hijos entre mediados de los 70 y 1596 fecha en la que nace Lázaro Betancor. El mozo tiene a su primera  hija, Isabel, en ese mismo año de 1596  y el último en 1616, es decir que tío y sobrina nacieron el mismo año.
ISABEL SUÁREZ Y BALTASAR DE LOS REYES
Partida de Bautismo  Iglesia de Santa Brígida  Libro 1 - Folio 72 - Año 1596,
“Hija de Bartolomé Benítez y de Juana García su legítima mujer; fue su padrino Diego Pérez; en 24 de noviembre de 1596 años fue bautizado por mí el Bachiller. D. Francisco de los Cobos”.
Aunque tenemos su partida de bautismo que nos asegura el entronque, no hemos podido localizar el matrimonio de Isabel, quien se llama igual que su presunta bisabuela, probablemente por haberse perdido la partida pues hay un salto desde 1608 a 1616 en los registros del libro primero de matrimonios de Santa Brígida. Su esposo Baltasar de los Reyes bautizado en La Vega en 1598 es hijo de Tomé Hernández y Francisca Hernández.
Los hijos de esta pareja que constan como bautizados en dicha iglesia son: María, en 1625, Francisca en 1627, Catalina en 1629 y Blas en 1639.
ANA DE SAN JUAN Y BARTOLOMÉ ALONSO
De Ana de San Juan no aparece su bautismo en La Vega, que datamos a finales de los años 30, pero sí su matrimonio que nos asegura el entronque:
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida (La Vega)- Folio 155 Vto - Año 1657 "En el lugar de la Vega en 15 de octubre de 1657. Yo Juan López de Valdivieso presbítero teniente de cura de este lugar, casé in facie ecclesiae a Bartolomé Alonso viudo hijo legitimo de Melchor Alonso y de Inés de Acosta difunta con Ana de San Juan, hija legitima de Baltasar de los Reyes y de Isabel Suárez, su legítima mujer, siendo testigos presentes Juan Bautista el mozo, presbítero, Pedro Martel Palenzuela y Sebastián Navarro, todos vecinos de este lugar, y otros muchos que se hallaron presentes y por verdad lo firmé. Juan López de Valdivieso."
ISABEL ALONSO DE SAN JUAN Y ESTEBAN GONZÁLEZ
 Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida (La Vega), l 3 - F 135 vto - Año 1696
"En 18 de Junio de 1696 yo Francisco Martín Naranjo cura de dicho lugar casé a Esteban González hijo legitimo de Cosme González y de Isabel de los Reyes con Isabel de San Juan hija legitima de Bartolomé Alonso y de Ana de San Juan difuntos todos vecinos de este lugar y fueron dispensados los susodichos en cuarto grado de consanguinidad por su Ilustrísima el Señor D. Bernardo de Vicuña, obispo de estas islas, y fueron testigos Manuel Alonso, Bartolomé Alonso, Felipe Báez y otras muchas personas vecinos de este lugar y lo firmé”. Francisco Martín Naranjo.
ISABEL DE SAN JUAN Y FRANCISCO ALVARADO
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida (La Vega), L4 - F57 - Año 1729
"En el lugar de La Vega en 16 de mayo de 1729. Yo Diego Fernández de Vega cura de este dicho lugar casé in facie ecclesiae a Francisco Alvarado natural de este dicho lugar, hijo legitimo de Rodrigo Alvarado, difunto, y Juana Domínguez, vecinos de este dicho lugar, e Isabel de San Juan, hija legitima de Esteban González y de Isabel de San Juan, vecinos asimismo de este dicho lugar; fueron dispensados por su Majestad Ilustrísima en cuarto grado de consanguinidad y no hubo otro impedimento; fueron testigos Pedro Arencibia, Bartolomé Talavera y José de la Peña vecinos de este dicho lugar y lo firmé”. Diego Fernández de Vega.
MARÍA ALVARADO ORTIZ Y MANUEL MARTÍN
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida (La Vega), L 4 - F 185 - Año 1755
"En el lugar de La Vega a 15 de enero de 1755 D. Blas Monzón Clérigo Presbítero con licencia que le di yo Mateo Ojeda cura de dicho lugar, casó in facie ecclesiae a Manuel Martin hijo legitimo de Antonio Martín ya difunto y de Ángela María con María de Ortiz hija legitima de Francisco Alvarado y de Isabel Ortiz ya difuntos todos vecinos de este lugar, siendo testigos Juan Martin, Mateo Ortiz, el Teniente Capitán Salvador Rodríguez y otros vecinos de este dicho lugar y en fe de ello lo firmamos”. Mateo Ojeda Blas Monzón Dávila de Vega.
JOSEFA MARÍA MARTÍN ALVARADO Y LUCAS PÉREZ DE LEÓN
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida (La Vega), L 5 - F 186 vto - Año 1787
"En el lugar de La Vega a 9 de Agosto de1787, D. Gregorio Alberto de Medina presbítero con licencia que para ello le di yo Francisco Antonio Cabrera y Quintana cura de dicho lugar casó in facie ecclesiae a Lucas Pérez de León hijo legitimo de Joseph Pérez de León y Beatriz Rosales con Josefa María Martin y Alvarado, hija legitima de Manuel Martin y María Alvarado Ortiz, todos vecinos de este lugar siendo testigos presentes Bartolomé Pérez, José Pérez y otros muchos vecinos de este dicho lugar y para que conste lo firmé. Francisco Antonio Cabrera y Quintana Gregorio Alberto de Medina."
LUCAS PÉREZ ALVARADO Y MARÍA DEL PINO LÓPEZ LANTIGUA
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida (La Vega), L 6 - F240 vto - Año 1825
"Lucas Pérez, hijo legítimo de Lucas Pérez difunto y Josefa Alvarado, y María del Pino López, hija legitima de Sebastián López y Francisca de Lantigua, vecinos y naturales de este lugar de La Vega, fueron casados y velados in facie ecclesiae por D. José de Gracia Presbítero Venerable de la ciudad con licencia de mí el infrascrito cura hoy 29 de Agosto de 1825 y no resultó otro impedimento que el de cuarto grado de consanguinidad en que fueron dispensados por el Señor Provisor y Vicario General de este obispado; fueron testigos presentes D. José Monserrate vecino de la ciudad, D. Miguel Talavera Presbítero y José Robaina vecino de este lugar y lo firmamos. Gregorio Alberto de Medina y José Gracia Valcárcel."
Mª DE LA CONCEPCIÓN PÉREZ LÓPEZ Y ANTONIO GONZÁLEZ GONZÁLEZ
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida (La Vega), L7 - F 102 vto - Año 1847
"José González, hijo legítimo de Juan González y Juana Canino, y María de la Concepción Pérez, hija legítima de Lucas Pérez y María López, fueron casados por mí el infrascrito presbítero, teniente cura de esta parroquia, el 31de octubre de 1847; fueron testigos de este matrimonio Agustín Afonso , don Diego de Vega y José Robaina, todos son vecinos de este lugar y para que conste lo firmé”. José de Quintana
ANTONIO GONZÁLEZ PÉREZ Y Mª DEL PINO ESTÉVEZ TROYA
Partida de Matrimonio Iglesia de Santa Brígida (La Vega), L 9 - F 32 vto – Nº 12
"En el pueblo de La Vega de Santa Brígida, diócesis y provincia de Canarias, a 6 de septiembre de 1879, yo el infrascrito cura párroco propio de dicha parroquia casé y velé in facie ecclesiae por palabras de presente que hacen verdadero y legitimo matrimonio a Antonio González natural y vecino de éste pueblo de estado soltero, jornalero de veinte y dos años hijo legítimo de Antonio González y María de la Concepción Pérez, con María del Pino Estévez de estado soltera, hija legitima de Juan Estévez y Juana de Troya, de veinte y cuatro años, todos vecinos de esta jurisdicción y pago del Exmonte, siendo testigos presentes José Troya, Manuel Estévez y otros todos vecinos y labradores propietarios y para que conste lo firmó Sebastián Calderín."
Con la foto de mis tatarabuelos de La Vega, Antonio González y María del Pino  Estévez, ambos descendientes en aproximadamente doce generaciones del guanche  Bartolomé Benítez, concluimos por hoy la tarea esperando que haya sido del interés de los lectores.




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